Francisco López Leyva

Plantilla:Personaje histórico

Francisco López Leiva, distinguido intelectual santaclareño, Coronel del Ejército Libertador de finales del siglo XIX y principios del siglo XX; con una meritoria labor en los campos del periodismo, las letras, la investigación histórica y en nuestras luchas por la independencia.

Niñez

Este santaclareño nació el 17 de septiembre de 1857, realizando sus primeros estudios en Santa Clara y los de segunda enseñanza en Cárdenas y Matanzas.

Actividad Revolucionaria

Su accionar revolucionario comenzó desde temprana edad, incorporándose a la Guerra Chiquita, por su participación en la misma es deportado a España hasta el término de la contienda. Gracias a la influencia de familiares y allegados el castigo no fue mayor. De regreso a la patria, comienza una activa labor como periodista, primero en las filas del autonomismo de izquierda y posteriormente como separatista. En 1885 ejerció de secretario de la Junta de Primera Enseñanza en la capital de la provincia de Las Villas. En 1893 forma parte del Club Revolucionario  8 del partido fundado por Martí, por su actividad es amenazado y amonestado en varias ocasiones por parte del General Luque, Comandante General del Gobierno Español en Las Villas.

Guerra del 95

En septiembre de 1895 fue elegido representante por Las Villas a la Asamblea de Jimaguayú, donde realizó un buen trabajo al ser seleccionado como uno de los cuatro secretarios de la misma. En diciembre ya es Jefe del Estado Mayor del General Juan Bruno Zayas y junto a este se incorpora a las huestes invasoras de Gómez y Maceo en el Combate de Mal Tiempo, continuando en las mismas hacia occidente hasta arribar a Mantua. Según Manuel García Garófalo Mesa y otros historiadores: “… escribió de su puño y letra el acta que se levantó en el ayuntamiento de Mantua, para constancia de que el Ejército Libertador había llegado al extremo occidental de la Patria.” Al retornar los invasores al territorio de Matanzas, se produjo un combate en el Valle de Guamacaro, el 25 de febrero de 1896, acción en la cual mantuvo un heroico comportamiento, siendo ascendido personalmente por el General Antonio Maceo a Teniente Coronel del Ejército Libertador. Obtiene los grados de Coronel de Caballería en diciembre de 1896 y en agosto de 1898 pasa a ser Jefe del Distrito de Villa Clara, propuesto por Gómez: “… que por las condiciones que en él concurren lo hacen acreedor de dicho puesto.”

Otras labores desarrolladas

Al concluir la guerra, Francisco López Leiva fue electo nuevamente Representante a la Asamblea del Ejército Libertador, que se reunió en Santa Cruz del Sur y más tarde se trasladó a la barriada del Cerro en La Habana. Cuando la Asamblea destituyó al General en Jefe Máximo Gómez, López Leiva en una actitud valiente votó en minoría contra la destitución junto a otros tres asambleístas: los Generales José de Jesús Monteagudo, Emilio Núñez y el Coronel Carlos Manuel de Céspedes. Redactando López Leiva el Manifiesto al País, firmado por los cuatro, donde exponen las razones de sus votos: “Entendíamos y entendemos que, en la hora presente, dentro de la realidad actual, era inconveniente y perjudicial para los intereses del Ejército y del País la medida de extremo rigor adoptada por la Asamblea…” Los acontecimientos demostrarían lo errado de la decisión de la Asamblea. En todo el país se efectuaron manifestaciones de protesta contra la destitución, el documento concluye: “… experimentamos hoy doble satisfacción, puesto que nuestros electores, sin acuerdo ni consulta previa, sin instigación ni apremio alguno, y guiados tan sólo por el instinto de conservación y solidaridad que une a los pueblos en los períodos críticos de su existencia, acaban de manifestarnos su completa, su absoluta identidad de criterios con nosotros con la imponente manifestación popular que hoy mismo acaba de celebrarse en la Capital de Las Villas. Habana, marzo 12 de 1899.” (4)

Neocolonia

Durante la intervención norteamericana fue nombrado López Leiva, Jefe de Hacienda de la Provincia de Santa Clara. En la República ejerció diferentes cargos como el de Contador General (1902- 1905), en abril de 1908 fue enviado a Washington como experto en los trabajos de censo de población, donde permaneció cerca de medio año. En 1909 fue nombrado Subsecretario de Hacienda de la República por el General José Miguel Gómez y posteriormente Secretario de Gobernación. En enero de 1911 recibe el nombramiento de Interventor Oficial del Banco Territorial de Cuba, cargo al que dimitió en 1913. Luego se dedicó al periodismo, la literatura y la investigación histórica. Francisco se caracterizaba por su honestidad y un fino sentido del humor. Un ejemplo de ello es cuando al alzarse en Esperanza en 1906, en la llamada Guerrita de Agosto, conjuntamente con Gerardo Machado (a pesar de ser íntimo amigo de este último, no se ha encontrado ninguna evidencia que demuestre su apoyo o cooperación en los desmanes cometidos por este durante su etapa de presidente). Como consecuencia de la persecución de que era objeto por parte del gobierno no aceptó grados militares, por el contrario, hizo imprimir unas tarjetas que decían: “Francisco López Leiva, Coronel del Ejército Libertador y soldado del Ejército Constitucional”. Esas sarcásticas tarjetas surtieron sus efectos, muchos autogenerales dejaron de usar el título.

Periodista

Como periodista sus artículos se caracterizaban por la crítica a la situación imperante, una crítica a veces violenta e implacable y en otras ocasiones desenfadada y llena de humor, según lo requiriera la situación, de estas últimas es la que sigue a continuación, motivada por la petición del escudo de Santa Clara por el ayuntamiento en 1894: “… ejem; ejem… S.M, el Rey (q.D.q) y en su nombre la Reina Regente del Reino ha tenido por conveniente acceder a dicha petición y en su consecuencia conceder al ayuntamiento de Villa Clara, en la Isla de Cuba, el uso oficial del escudo de armas que pide y que aparece en el diseño adjunto así como también el tratamiento de Excelencia: pero a condición de que no podrá usar el uno ni recibir el otro mientras no acredite documentalmente haber establecido el servicio de recogida de basuras de la Vía Pública y extirpación de las telarañas en el frente de las casas –De R.O, le digo á V.E, etc, etc, - Madrid, Fecha – Firmado Becerra. Me parece que la indirecta sería eficaz.” En sus artículos usaba con preferencia el seudónimo de “Zacarías”, aunque utilizó otros como “Gil Pérez”. Fue cronista, comentarista, historiador, crítico de teatro, demostrando una elevada cultura y un alto sentido del deber y comprensión del papel del periodista en la sociedad. En la Villa de Colón fundó en 1883 el periódico La Idea y al poco tiempo otro llamado El Liberal, desde los cuales atacó los desmanes cometidos por el régimen contra la población, siendo objeto de denuncias y persecuciones. En Santa Clara fue director de famosos periódicos y revistas como: La Perseverancia, La Protuberancia, La Esquila y El Mosaico. Colaboró en muchos periódicos separatistas de Santa Clara y Cienfuegos entre los años 1886 y 1895. En la década del 20 dirigió el Diario La Publicidad, uno de los más reflexivos de la época según sus contemporáneos, colaborando además en las revistas Renacimiento, Villaclara y otras. Cultivó casi todos los géneros en su labor como escritor: poeta, autor dramático y novelista. Publicó un tomo de versos y prosa al que llamó Zig-Zags en 1891. Su revista cómico-lírica ¡Eureka! representada en 1892 en Cienfuegos y Santa Clara, tuvo tal aceptación, que todas sus representaciones fueron verdaderos llenos y produjo, en las primeras cuatro, más de cinco mil pesos de ganancias. Su novela “Los Vidrios Rotos” (1924) se agotó al mes de publicarse, otras obras suyas son: Juan Bruno Zayas (1922), Don Crispín y la comadre (1925) y Cuentos de la Manigua. Tradujo además algunos cuentos y poesías del francés y el inglés. En el ocaso de su vida, realiza uno de sus más caros sueños: pertenecer a la Academia de la Historia de Cuba a la cual ingresa en 1930, como académico correspondiente con el trabajo: El Bandolerismo en Cuba (contribución al estudio de esta plaga social). Dada la importancia de esta investigación parte de ella se reprodujo parcialmente en 1990 por la Revista Moncada con la siguiente presentación: “Con la edición de estos fragmentos escritos por el periodista mambí Coronel Francisco López Leiva; “Moncada” culmina la serie iniciada meses atrás, y deja en manos del lector un material para profundizar en tema tan peculiar y poco abordado por nuestros historiadores…” Los que lo conocieron lo describen como un caballero correcto, muy recto y serio, pero presto siempre a la sonrisa, como el animador en diferentes épocas de las famosas tertulias que se realizaban en los alrededores del parque; muy querido por el pueblo, de palabra fácil y crítica aguda e ingeniosa.

Muerte

Francisco López Leiva falleció en su ciudad de origen el 4 de diciembre de 1940. Meses antes de su deceso fue condecorado por el ayuntamiento santaclareño como Hijo Distinguido de la Ciudad. Su pérdida irreparable constituyó un duro golpe para sus contemporáneos, patentizada por una nutrida manifestación de duelo popular.

Fuentes

  • Boletín Carta Cuba #25. Septiembre de 2001; pág. 20-22; "Francisco López Leiva: Mambí, periodista y escritor". Autores: Marino García, Fracisco A. Ramos y Angel Carrazana.
  • García-Garófalo Mesa, Manuel. Los poetas villaclareños. La Habana. 1927. P 142.
  • Actas de las Asambleas de Representantes y el Consejo de Gobierno durante la Guerra de Independencia de 1898. La Habana. Imprenta el Siglo XX. 1931. Tomo IV. P 116.
  • Martínez Ortiz, Rafael. Cuba, los primeros años de la independencia. París. Editorial Le Livre Libre. 1929. Tomo I. P 60.
  • El Mosaico. Santa Clara. Julio 29 de 1894. Año II, No 28. P 1
  • Revista Moncada. Año XXIV, No 9, enero de 1990. Habana. Talleres Poligráficos del MININT. P 46