José Trinidad Cabañas

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José Trinidad Cabañas
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Pintura de José Trinidad Cabañas

Presidente de la República de Honduras

Presidente de Honduras
1 de marzo de 1852 - 18 de octubre de 1855
PredecesorFrancisco Gómez
SucesorFrancisco Gómez
Datos Personales
Nacimiento9 de junio de 1805
Tegucigalpa, Honduras
Fallecimiento8 de enero de 1871
Comayagua, Honduras

José Trinidad Cabañas. Político y militar hondureño, conocido como el Soldado de la Patria Hondureña. Fue electo como séptimo presidente de Honduras en el periodo de 1852 a 1855.

Síntesis biográfica

Nació el 9 de junio de 1805 en Tegucigalpa, Honduras. Realizó estudios superiores en el Colegio Tridentino de Comayagua, donde estudió gramática latina, teología y filosofía.

Trayectoria Militar

Se inició en las contiendas bélicas participando en la defensa del jefe de estado Dionisio de Herrera, al ser invadida Honduras por las tropas federales enviadas, bajo el mando de Justo Milla, por el presidente federal Manuel José Arce. Después de la caída de Comayagua, combatió en la defensa de San Salvador, al ser asediada aquella plaza por las tropas federales.

Ingresó al Ejército Aliado Protector de la Ley, organizado por Morazán, en el que marchó hacia Guatemala, capturándola y derrotando al Poder Ejecutivo Federal en 1829, iniciando la primera reforma liberal a nivel americano. En 1832 se destacó venciendo a Vicente Domínguez en la batalla de Jaitique.

Participó además en las batallas de San Salvador y Las Charcas, y se destacó en la Batalla del Espíritu Santo, al lado de Morazán y contra el General Francisco Ferrera, donde Cabañas fue herido; también en la Batalla de San Pedro Perulapán —llevadas a cabo en territorio salvadoreño—, ocurridas el 6 de abril y el 25 de septiembre de 1839 respectivamente. El 13 de noviembre de este mismo año, venció a las fuerzas del general José Francisco Zelaya y Ayes, en la Batalla en el Sitio de la Soledad, a inmediaciones de Tegucigalpa, y luego fue derrotado por el mismo general el 31 de enero de 1840 en Los Llanos del Potrero.

Tras la derrota liberal de 1840, en el intento por capturar la Ciudad de Guatemala, lo cual significó la derrota militar de las armas morazanicas, Cabañas acompañó al exilio a Morazán tanto en David como en Lima, retornando a Centroamérica en 1842, desembarcando en Costa Rica, donde Morazán fue electo jefe de estado, hasta ser depuesto y ejecutado en septiembre de ese año.

Tras la muerte de este, en Costa Rica el 15 de septiembre de 1842, el General Cabañas expresó su descontento:

«"No es posible. A nosotros nos pueden fusilar, pero al general Morazán no... ese sería un crimen hacia Centroamérica..."»

Cabañas regresó a El Salvador, continuando la lucha liberal en pro de la unidad del istmo.

Cabañas regresó a El Salvador, donde vivió por varios años y colaboró con el gobierno de los presidentes salvadoreños Eugenio Aguilar y Doroteo Vasconcelos. Fue nombrado Ministro de Guerra en diciembre de 1850 y fue vencido en la Batalla del Sitio de San José la Arada, el 2 de febrero de 1851.

Labor como Presidente Constitucional

Mientras Trinidad Cabañas residía en San Miguel, el Salvador, fue comunicado por una Comisión de Senadores formada por Francisco López, Vicente Vaquero y León Alvarado, de los resultados de las elecciones celebradas en Honduras a finales de 1851, en las que él había sido elegido como Presidente de Honduras. La Asamblea Legislativa de Honduras le envió el Decreto de Elección como Presidente Constitucional de Honduras, prestó la promesa de Ley y tomó posesión del cargo el 1 de marzo de 1852, con José Santiago Bueso Soto como Vice-Presidente.

Durante su gestión, en octubre de ese propio año, logró que se reuniera en Tegucigalpa un Congreso de Representantes de Honduras, El Salvador y Nicaragua, el cuál redactó un estatuto provisorio para la unión de los tres estados.

Era un presidente educador, que impuso impuestos a la exportación de ganado y madera para establecer las primeras 50 escuelas públicas pagadas por el erario nacional. Durante su gobierno realizó importantes obras para fomentar la agricultura, en especial las producciones de café y la artesanía del junco, también propició el desarrollo de la minería.

Su defensa de las ideas liberales originó el enfrentamiento con los gobiernos conservadores de Guatemala y Nicaragua. El apoyo del presidente Carrera al general Juan López significó la derrota de Cabañas, en octubre de 1855. Durante su gestión presidencial se intentó, por primera vez en la historia centroamericana, construir un ferrocarril interoceánico, realizando gestiones, para tal efecto, con el diplomático estadounidense Ephraim George Squier, las que no lograron concretarse ante la imposibilidad de éste de obtener apoyo financiero bien en su país o en Gran Bretaña.

Cabañas emigró a Nicaragua, donde se entrevistó con el filibustero norteamericano William Walker, quien le ofreció armas y soldados a fin de recuperar el poder, poniendo como condición asumir la dirección personal de las operaciones militares, negándose Cabañas a tal condición.

En 1864, los gobiernos de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua exigieron al de Costa Rica que le negara la residencia tanto a él como a otros morazanistas, petición que fue denegada por las autoridades costarricenses; gracias a esa valiente actitud, Cabañas pudo pertenecer a esa nación hasta 1867 en que regresó a Honduras.

Ramón Oquelí lo evalúa así:

«¿Errores? seguramente muchos, como los que cometieron los hombres públicos del siglo pasado y del actual. Al siglo de muertos se ha abierto una polémica cuyo centro es la excesiva dependencia de Cabañas a la influencia norteamericana.»

Medardo Mejía, por su parte afirma:

«No hay que negar la simpatía del General Cabañas por los Estados Unidos. Los prohombres de estas latitudes veían en los Estados Unidos la proyección libertadora de George Washington. Y en buena fe buscaban la asistencia de ellos ante la amenaza esclavizadora de la confederación del Sur y colonizadora de la Gran Bretaña...Cabañas, desde 1842 hasta que lo imposibilita la ancianidad, no reposa, no duerme, no distrae la mirada de la estrella que lo llama le ordena que reconstruya la República Federal... Honduras, en su tiempo fue asiento de grandes ideales, y tal vez de grandes utopías.»

Ramón Rosa escribió:

«Héroe inmaculado de los eternos reveses: ante la historia has vencido, porque siempre fuisteis bueno, leal, generoso y patriota; porque la patria hoy te presenta como dechado de honradez y de heroísmo.»

Rafael Heliodoro Valle se expresó así:

«Después de Morazán, la historia de Centroamérica no registra un héroe más grande... Era el poeta de la Unión Federal, que fue el ensueño de su alma y por lo que cayó herido en El Espíritu Santo, Quelepa y La Unión. Amigo leal del héroe de la Trinidad, jamás lo traicionó. Siempre fue fiel a la bandera que lució sus hermosos colores en los campos de Gualcho y Perulapán... Si Morazán es la victoria, Cabañas es el honor».

Muerte

Falleció el 8 de enero de 1871, a la edad de 65 años en la ciudad de Comayagua, Honduras.

Reconocimientos

  • Fue condecorado con el título "Soldado de la Patria".
  • La República de El Salvador dio su nombre a uno de sus departamentos, en reconocimiento de su honradez, patriotismo y valentía.

Fuentes