Diferencia entre revisiones de «Sedum dasyphyllum»
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Arrocetas (Sedum dasyphyllum) tiene hojas, de 3 - 5 x 2 - 4 mm, son de forma ovoide a suborbiculares, convexas pero aplanadas en el haz, con un giba en la base; las [[hojas]] de los renuevos estériles están imbricadas y las de los tallos fértiles, menos densas, se disponen opuestas o subopuestas, y son de glabras a glandulosas. | Arrocetas (Sedum dasyphyllum) tiene hojas, de 3 - 5 x 2 - 4 mm, son de forma ovoide a suborbiculares, convexas pero aplanadas en el haz, con un giba en la base; las [[hojas]] de los renuevos estériles están imbricadas y las de los tallos fértiles, menos densas, se disponen opuestas o subopuestas, y son de glabras a glandulosas. | ||
última versión al 09:28 30 jul 2020
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Sedum dasyphyllum. Planta cespitosa perenne, de color verde o glauca, de glabra a densamente glandulosa o pubescente. La raíz principal está más o menos desarrollada, pero destacan las pequeñas raicillas que crecen en los renuevos. Los tallos alcanzan los 15 cm y son numerosos, todos ascendentes y apenas divididos; muchos son estériles, y esto es lo que da el aspecto cespitoso a la planta.
Sumario
Características
Arrocetas (Sedum dasyphyllum) tiene hojas, de 3 - 5 x 2 - 4 mm, son de forma ovoide a suborbiculares, convexas pero aplanadas en el haz, con un giba en la base; las hojas de los renuevos estériles están imbricadas y las de los tallos fértiles, menos densas, se disponen opuestas o subopuestas, y son de glabras a glandulosas.
Las flores se reúnen en inflorescencias cimosas, terminales, con brácteas caducas; son pentámeras o hexámeras, con un pedicelo más corto que la corola. El cáliz está formado por 5 sépalos de hasta 2 mm, algo soldados por su base, de forma oval o lanceolada, con el ápice agudo u obtuso, generalmente glandulíferos aunque a veces son glabros. La corola consta de otros tantos pétalos de hasta casi 4 mm, soldados en la base, de color blanco sucio o violáceo, mostrando en ocasiones reflejos azulados. El androceo está formado por 10 - 12 estambres, con filamentos blanquecinos y las anteras de color violeta oscuro.
El fruto es un conjunto de folículos de 2 - 2.5 mm, casi erectos, pardos, con el estilo persistente.
Se han diferenciado 3 subespecies; en nuestra región es la típica, S. dasyphyllum subsp. dasyphyllum la que aparece, caracterizada por ser glabra o por tener escasos pelos glandulíferos tan sólo en las ramillas de la inflorescencia y sépalos; tiene una distribución esencialmente septentrional en la Península; S. dasyphyllum subsp. glanduliferum está provista de un indumento glandulífero y es la más abundante en la parte meridional de la Península; la última, S. dasyphyllum subsp. glanduliferum, es una forma más extrema de la última y aparece en las Sierras Béticas.
Florece a finales de primavera y en verano, sus flores son muy pequeñas pero muy atractivas, crecen reunidas en inflorescencias en el extremo de sus tallos, los capullos florales son rosados y las flores estrelladas son de color blanco o blanco rosado cuando se abren, tienen cinco o seis pétalos ovalados de color blanco, en ocasiones presentan dibujos longitudinales rosados o rojizos. Sus estambres son largos y sobresalen de la flor.
Cuidados
Situación soleada o parcialmente soleada, aunque se adapta a sombra luminosa en algunas horas del día, en verano si las temperaturas son muy altas agradece sombra parcial. Suelo poroso y arenoso bien drenado, podemos utilizar sustrato especial para plantas crasas y cactus que contiene arena y pequeños áridos que aseguran un perfecto drenaje.
Técnica de cultivo
Adecuado para sembrar en macetas y en el suelo del jardin pudiendo tapizar suelos calientes y secos, ideal para suelos poco profundos. Queda perfecta en macetas bajas y redondeadas, en rocallas y en pequeñas borduras y sembrado entre escalones y bloques de piedras.
Riego
El riego ha de ser escaso. Es más, solo se ha de regar cuando el sustrato o la tierra esté bien seca. Más o menos, y dependiendo del clima, se regará una vez por semana durante el verano y cada diez-quince días el resto del año. Durante el invierno se han de espaciar más los riegos, especialmente si hay riesgo de heladas o si hay previsión de lluvias, ya que en esos meses la planta apenas crece, lo cual sumado a que la tierra tarda más en secarse, un exceso de agua pudriría sus raíces en cuestión de pocos días.
En caso de tenerlo en maceta no le pongas un plato debajo a menos que te acuerdes siempre de retirar el agua que haya sobrado después de regar tu Sedum dasyphyllum. Tampoco es buena idea tenerlo en una maceta sin agujeros, pues el sistema radicular se ahogaría con el constante contacto con el agua estancada.
Usa agua de lluvia o apta para consumo humano. Si no puedes conseguirla y la que tienes es de grifo muy rica en cal, llena un cubo con agua y déjala reposar una noche. Al día siguiente, usa solo el agua de la mitad superior del recipiente, pues será el que tendrá una menor concentración de cal.
Suelo y Trasplante
Es aconsejable abonarlo desde comienzos de primavera hasta después de verano con un abono específico para cactus y crasas, en formato líquido. Pero eso sí, se han de seguir al pie de la letra las indicaciones especificadas en el envase, pues de lo contrario podría haber riesgo de sobredosis, y si esto ocurriese, perderías la planta.
Abono
Es aconsejable abonarlo desde comienzos de primavera hasta después de verano con un abono específico para cactus y crasas, en formato líquido. Pero eso sí, se han de seguir al pie de la letra las indicaciones especificadas en el envase, pues de lo contrario podría haber riesgo de sobredosis, y si esto ocurriese, perderías la planta.
