Alberto Lago
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Alberto Lago. Cantor, letrista y compositor argentino.
Síntesis biográfica
Nace el 2 de noviembre de 1919 en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, ciudad distante unos 150 kilómetros de la capital.
Trayectoria
En los comienzos de su vida artística difiere muy poco a la de tantos cantores de su época. Después de sus estudios, algún trabajo para ayudar a su familia y su necesidad de cantar. La vocación. Fiestas familiares, algunos clubes de segundo orden y la relación con el pianista Lorenzo Pasturenzi con quien toma clases de vocalización.
En 1935, se presenta en el cine Metropol, acompañado de su maestro y un joven violinista considerado tiempo más tarde el mayor arreglador que ha tenido el tango, Argentino Galván.
Por el gusto de conocer la gran ciudad acompaña a un familiar que viaja a Buenos Aires, aquel regresa solo. Pasan dos años aprendiendo a conocer el ambiente y recién en 1938, aparece en la orquesta de José Luis Padula por Radio Callao. Debuta con “Duelo criollo”, de Juan Rezzano, bandoneonista de la orquesta.
Como Padula tenía además un conjunto folclórico, Los Nativos, también participa en esa formación en Radio Fénix y así, su primera llegada al disco cantando a dúo con Vicente Belvedere, el autor de la melodía de “Barrio pobre”.
Se incorpora a la orquesta de Pascual Biafore por corto tiempo y, de ahí, como solista en la boite Lua de la calle San Martín al 600. Local en el que se presenta varias veces a través del tiempo.
En 1940 comienza y Hugo Del Carril le propone visitar a Tito Ribero, hombre vinculado al cine y exclusivo de los arreglos y la dirección de la orquesta que solía acompañar al cantor. Ribero y Lago emprenden una gira junta. Luego acepta la convocatoria de Enrique De Lorenzo para animar las noches del Tabarís y viajar a Chile, el pianista es José Basso.
Y es otro cultor del piano quien le permite destacarse en una orquesta, entonces de primera línea, la de Rodolfo Biagi, como este no veía bien que hubiera dos Rodolfos, le propuso utilizar su segundo nombre, de ahí en más es Alberto Lago. Debía ocupar el lugar de Jorge Ortiz que había pasado al conjunto de Miguel Caló. Son cinco meses y cinco temas registrados en el disco.
Su próximo destino es como solista en Radio El Mundo, acompañado por la orquesta estable de la emisora dirigida por Juan Larenza y los guitarristas Remersaro, Robles y Laino.
Al poco tiempo, Osvaldo Pugliese lo llama para colaborar con su cantor Roberto Chanel y después un nuevo paso, la orquesta de Julio De Caro, haciendo radio, teatro y locales diversos. Lamentablemente, con ninguno de los citados pudo llegar al disco. Sí, por fin, cuando para la Victor con la orquesta de Juan Caldarella deja doce títulos, con la peculiaridad que ninguno es un tango: valses, pasodobles y otros ritmos.
Entre 1945 y 1947,dos Canaro aparecen en su carrera: Rafael, recién llegado de Francia, lo cita para una temporada en el Cabaret Casanova donde comparte los cantables con Carlos Dante y luego, Humberto, el contrabajista, con quien emprende una larga gira recorriendo casi todas las provincias del país.
Su trabajo prosigue con César Zagnoli y su orquesta en el Maipú Pigall y Radio Mitre. Con orquesta propia hace una temporada en la boite del Hotel Crillón. A instancias del periodista Ricardo Lleras, realiza un breve papel en el Teatro Mayo, canta acompañado por un trío compuesto por los hermanos Cucaro, autores de la milonga “Silueta porteña”. Anima Postales sonoras, programa por Radio Stentor. Viaja a Brasil, actuando en lugares nocturnos, en televisión y graba un larga duración.
A su regreso, se entera que Juan Carlos Cobián ha formado un cuarteto y lo llama para que sea su cantor. Actúan en varios cabarets. Tras esta temporada, nuevamente la posibilidad de grabar, esta vez un disco doble. Pepe Márquez pianista de Osvaldo Fresedo prepara un trío junto a Alberto García (bandoneón) y José Campesi (contrabajo), pomposamente lo llaman Las Estrellas del Tango. Graban para el sello Flamingo.
En 1963 viajan a Colombia. La rutina es la misma, locales, radio y televisión. Durante un año permanecen en aquel país.Cuando deciden volver, Alberto recibe una oferta para viajar a Norteamérica. Se presenta en numerosos shows que le dan buen rédito.
Luego, el regreso definitivo. Se dedica a diversas tareas comerciales vinculadas al espectáculo con diversas fortunas. Pero encuentra un lugar cómodo en SADAIC, entidad de la que es socio desde 1950 y donde registra algo más de 70 temas. Cuando Roberto Pansera asume la presidencia, ocupa el puesto de asesor adjunto, es hacia 1982 y ahí se queda desempeñando actividades administrativas.
En 1993, comentan que escribe un libro autobiográfico donde hace especial mención de numerosas anécdotas recogidas por su memoria, luego de tantos viajes y una trayectoria tan extensa. Al respecto expresa: «De la gente guardo sólo las virtudes. Los defectos los desecho porque ocupan un espacio inútil y enferman el alma.
Muerte
Alberto Lago fallece el 8 de septiembre de 1999 en Chivilcoy (Buenos Aires), Argentina.
