Anacarsis

Anacarsis
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Filósofo
NombreAnacarsis Escita
NacimientoEscitía
OcupaciónFilósofo
PadresGnuro y madre griega

Anacarsis Escita. Hijo de Gnuro y hermano de Caduida, rey de Escitia, nació de madre griega; por cuya razón supo ambos idiomas. Escribió sobre las leyes de los escitas, y sobre lo conducente a la frugalidad de la vida de los griegos. Escribió también de la guerra hasta unos ochocientos versos. Su libertad en el decir dio motivo al proverbio de hablar escítico. Sosícrates dice que Anacarsis vino a Atenas en la Olimpíada XLVII, siendo arconte Eucrates; y Hermipo añade que fue a casa de Solón y mandó a uno de los familiares de éste dijese a su amo estaba allí Anacarsis, por si quería gozar de su vista y hospedaje. Que el criado dio el recado a Solón, el cual respondió que «los huéspedes son los que están en su patria» Con esto entró Anacarsis, diciendo que él estaba entonces en su patria, y por tanto le pertenecía hacer huéspedes a otros. Admirado Solón de la prontitud, lo recibió y lo hizo su grande amigo.

Ideas

  • Decía que «la cepa lleva tres racimos: el primero de gusto, el segundo de embriaguez y el tercero de disgusto». Se admiraba mucho de que entre los griegos se desafiasen los artistas y juzgasen de las obras los que no eran artífices. Preguntado de qué forma se haría uno abstemio o aguado, respondió: «Mirando los torpes gestos de los borrachos». Decía también que se maravillaba de «cómo los griegos, que ponen leyes contra los que injurian a otros, honran a los atletas que se hieren mutuamente». Habiendo sabido que el grueso de las naves no es más de cuatro dedos, dijo: «Tanto distan de la muerte los que navegan». Llamaba al aceite «medicamento de frenesí, pues ungidos con él los atletas se enfurecían más unos contra otros». Decía: «¿Cómo es que los que prohíben el mentir mienten abiertamente en las tabernas?» Admirábase también de que «los griegos al principio de la comida beban en vasos pequeños, y después de saciados en vasos grandes» En sus retratos anda esta inscripción: «Se debe refrenar la lengua, el vientre y la carne».
  • Preguntado si en Escitia había flautas, respondió: «Ni tampoco cepas». A uno que le preguntó qué naves eran más seguras, le respondió: «Las que están en el puerto» Decía había visto en Grecia una cosa que le admiraba, a saber: que se dejaban el humo en el monte y traían la leña a casa Preguntándole uno si eran más los vivos que los muertos, respondió: «¿En qué clase de esas dos pones los navegantes?» A un ateniense que le objetaba el que era escita, respondió: «A mí me deshonra mi patria; pero tú eres el deshonor de la tuya». Preguntado qué cosa era buena y mala en los hombres, respondió: «La lengua». Decía que «mejor es tener un amigo ilustre que muchos ordinarios». Llamaba al foro «lugar destinado para mutuos engaños y fraudes». Habiéndolo injuriado de palabra un joven en un convite, dijo: «Mancebo, si ahora que eres joven no puedes sufrir el vino, cuando envejezcas sufrirás el agua». Según algunos, inventó para el uso de la vida humana las áncoras y la rueda de alfar.

Algunas de sus frases

La lengua es lo mejor y lo peor que poseen los hombres.
Muchas veces las leyes son como las telarañas: los insectos pequeños quedan prendidos en ellas; los grandes las rompen.
La ley es una telaraña que detiene a las moscas y deja pasar a los pájaros.
La vista del borracho es la mejor lección de sobriedad.
El primer trago da salud, el segundo placer, el tercero vergüenza, y el cuarto locura.
Los hombres sabios discuten los problemas, y los necios los deciden.
Es un gran mal no poder sufrir mal alguno; es menester sufrir para sufrir menos.

Descripción de su muerte

Al parecer, cuando regresó a su patria convencido de la bondad de las leyes de Solón, quiso introducirlas en su patria y su hermano lo asesinó con ese pretexto durante una partida de caza de un flechazo, quedando impune, ya que lo sucedería, con lo cual demostraba que también la opinión original de Anacarsis sobre la debilidad de las leyes de Solón tenía su razón de ser. Anacarsis se hizo famoso también como personaje literario. Ya lo usó como tal Luciano de Samosata en su diálogo Escita. La novela Viaje del Joven Anacarsis a la Grecia a mediados del siglo cuarto antes de la era vulgar fue escrita en el año de 1790 por Jean-Jacques Barthelemy, que falleció el 30 de abril de 1795. En el siglo IV a. C., Anacarsis se convirtió en una especie de modelo de vida para los filósofos cínicos.

Enlaces externos

http://www.e-torredebabel.com/DiccionarioFilosofia/Diccionario-Filosofico.htm Diccionario filosófico

Fuentes

  • Historia de la Filosofía (Tomo I: Historia de la Filosofía premarxista, pág. 54). Moscú (Unión Soviética): Editorial Progreso 1983.