Arco (música)

Arco (música)
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Arco (música)

Arco: es un elemento utilizado para tocar instrumentos de cuerda frotada como el violín, el violonchelo, la viola o el contrabajo, permitiendo que vibren sus cuerdas.

Origen

EL arco con su evolución, la técnica instrumental ha cambiado y evolucionado y también con él los estilos musicales en cada época.El arco, en su estado más primitivo era una vara o palo curvado a cuyos extremos se sujetaban un mechón de crines. Solían aprovechar la curva de alguna rama o la hacían calentándola con fuego. El arco musical proviene del arco guerrero de lanzar flechas y primitivamente tenía la misma forma convexa.

Se han formulado muchas teorías acerca del origen del arco: Escandinavia, Irlanda, Italia y Próximo Oriente. Las primeras fuentes documentadas que se tiene de su utilización provienen de Asia Central, más exactamente de la India y con el ravanastrón (instrumento usado entre el 5000 y el 3000 a. C. hecho con un tubo de bambú y frotado con un arco con crines finas de seda). No puede determinarse con exactitud cuando empezaron a usarse las crines de caballo ni la resina para dar mayor poder de adherencia con las cuerdas.

Desde el siglo VIII hasta el siglo XVII, se mantuvo el arco con las mismas características pero variando su forma. Medían entre 50 y 80 cm. Los músicos tenían que sujetar las crines con la mano lo que provocaba que apenas se pudiera regular la tensión. Este problema se solucionó en el siglo XVII con la aparición de un dispositivo inmóvil que sujetaba las crines en la parte del talón. La punta también fue adquiriendo una gran transformación desde la forma redondeada originaria a una mucho más arqueada hasta conseguir un ángulo recto con respecto a la vara.

La gran evolución del arco se produce a finales del siglo XVIII con Tourte, siguiendo las instrucciones, al menos en parte, del violinista italiano Viotti. Se busca madera de mayor dureza, flexible y resistente para la vara como es la de Pernambuco. Viotti fue quién llegó a la conclusión en 1790 de que un arqueamiento cóncavo (tal y como lo conocemos en la actualidad), ofrecía mayor elasticidad y mejoraba el manejo del arco. También se produjo una modificación de la cabeza de los arcos, pasando de más largas y puntiagudas que seguían la forma convexa, a menos pronunciada.

Ya en este período, la nuez se sujetaba al arco ya no de forma fija, sino que tenía un sistema movible el cual fue evolucionando hasta introducir el tornillo y conocerlo tal y como es hoy en día.

Como curiosidad, no es hasta la segunda mitad del siglo XVIII cuando la arquetería se convierte en una especialidad distinta y diferenciada de la luthería sobre todo gracias a las aportaciones de Tourte (padre e hijo, quién recibe el sobrenombre de Stradivari de los arqueteros). Con anterioridad, el arco era construido en el taller del lutier y era hecho por el aprendiz, nunca por el maestro dando a ver con ello el poco prestigio y la poca importancia que se le daba al arco. De ello deriva el completo anonimato de los arqueteros del siglo XVII y la gran mayoría del XVIII

Partes del arco

El arco consta de una cinta, hecha con crines de caballo o cerdas, y de una vara estrecha, de curva suave, normalmente de madera de pernambuco (recientemente se construyen arcos de materiales compuestos, como la fibra de vidrio y la fibra de carbono) que permite, por medio de un tornillo que se aprieta o afloja, asegurar la tensión de las crines, las cuales frotan las cuerdas del instrumento para producir el sonido.

La sección en donde se encuentra el tornillo se llama nuez, que es un elemento que permite sujetar las cerdas para que mantengan su tensión, y también sirve para apoyar los dedos del ejecutante. Las otras partes del arco son la punta (terminada con un adorno de hueso o plástico) y la vara principal, que puede ser adornada en su extremo inferior, cerca de la nuez, por un entorchado en plata, níquel, seda o plástico. Las crines o cerdas deben ser impregnadas con resina, con pez o con colofonia, para asegurar el agarre a las cuerdas del instrumento.

Dependiendo del luthier y del instrumento para el que vaya dirigido el arco, el número de cerdas varía, habiendo normalmente entre 150 y 250 cerdas. También varía la forma de la vara del arco en redonda o hexagonal. El arco ha sufrido grandes transformaciones a través de la historia. Su forma y diseño actual fue consolidada por el gran arquetero francés François Xavier Tourte, a finales del siglo XVIII. Dependiendo del luthier y del instrumento para el que vaya dirigido el arco, el número de cerdas varía, habiendo normalmente entre 150 y 250 cerdas. También varía la forma de la vara del arco en redonda o hexagonal. El arco ha sufrido grandes transformaciones a través de la historia. Su forma y diseño actual fue consolidada por el gran arquetero francés François Xavier Tourte, a finales del siglo XVIII.

Longitudes de los arcos:

  • Para la viola: 75 cm
  • Para el violín: 74 cm
  • Para el violonchelo: 72 cm
  • Para el contrabajo: 70 cm

En los instrumentos de cuerda no siempre es necesario tocar con el arco, aunque con éste existen muchísimas técnicas. En una partitura, arco o collarco (con el arco) indica al intérprete el fin de una parte en pizzicato.

En otro tiempo se creía que no podía conseguirse una buena ejecución sino con un arco muy tirante y para obtener esta tirantez imaginaron darle la forma de un segmento de círculo del cual los crines eran la cuerda. Esta construcción del arco producía efectos poco variados en el instrumento, pero cuando más adelante se quiso que salieran sonidos más blandos y dulces se valieron de un arco más flexible, dando a la varilla una forma casi recta y encorvándola un poco en su parte superior, en la forma que tiene hoy día, modificando la tensión del arco por medio de un tornillo, según la calidad de la música que se ha de ejecutar.

Tipos

Existen arcos ligeramente diferentes, que varían en peso y longitud, utilizados para violín, viola, violonchelo y contrabajo. Se trata generalmente de variaciones sobre el mismo diseño básico.

Sin embargo, en el caso del contrabajo, hay dos formas distintas de uso habitual. El "arco francés" se construye con la misma filosofía que los demás instrumentos de la familia orquestal de cuerdas. Se agarra de la misma forma que el violonchelo, con la palma hacia dentro y el pulgar a la izquierda.

El arco alemán o «mayordomo» es más amplio que el anterior y se agarra con la palma hacia afuera y el pulgar a la derecha, sin apretar. Es el más viejo en su diseño y proviene de la viola y el contrabajo.

El arco francés suele ser el elegido por los solistas al encontrarle una gama dinámica más amplia y tener un mejor control. Se hizo popular en el siglo XIX por adoptarlo el virtuoso Giovanni Bottesini.

Se pueden encontrar ambos tipos de arcos en cualquier orquesta, pues depende de las preferencias individuales de cada contrabajista.

Usos

El arco ejerce sobre el arte de los instrumentos con que se toca una acción más importante de lo que generalmente se cree. El manejo del arco influye en dar a los sonidos más fuerza o dulzura o más dureza o blandura. La experiencia ha demostrado que no pueden ponerse en armonía los movimientos del arco y los de los dedos sino debilitando todo cuanto se pueda la acción del brazo que dirige el arco de modo que la muñeca obre con libertad. Vistos los movimientos de un violinista hábil, nada parece más fácil que esta independencia de la muñeca, pero para adquirirla se necesitan muchos años de estudio. No consiste aun todo en esto, el tirar y empujar el arco es susceptible de una infinidad de combinaciones que también ofrece sus dificultades. Algunas veces se ligan muchos sonidos con un mismo golpe de arco, y esto exige mucha economía en desplegar el brazo. Otras veces se hacen todas las notas con un movimiento rápido por un número de golpes de arco, igual al de las notas lo cual exige una perfecta simultaneidad entre los movimientos de los dedos de la mano izquierda, y los del brazo derecho. Hay otras combinaciones que ofrecen una serie de sonidos ligados y desligados alternativamente y en fin hay sucesiones de notas que se pican con un movimiento rápido con una sola arqueada, ya sea tirando, ya sea empujando el arco: este último paso, que se llama staccato exige una habilidad particular. Por medio de este arco flexible y ligero en la mano de un artista hábil se hacen producir efectos de muchas especies. Como las cuerdas tienen una tensión muy enérgica cerca del puentecillo el arco no puede ponerlas en vibración sino con mucha dificultad resultando unos sonidos algo nasales y semejantes a los de una gaita zamorana. Si el arco se aparta un poco de esta posición, las cuerdas dan un sonido voluminoso aunque poco agradable y aun algo duro, sin embargo se saca partido en los pasos desligados que piden fuerza. Cuanto más se acerca el arco hacia el mango es más blanda la calidad del sonido y a medida que se va apartando del puentecillo el artista disminuye la fuerza de presión sobre las cuerdas. Modifica también la calidad de los sonidos la mayor o menor inclinación que se da a la varilla del arco.

De estos hechos y otros muchos que se han ido observando sucesivamente, resulta la inagotable variedad de efectos que los grandes artistas saben sacar del violín.

Cómo elegir un buen arco

La elección de un arco es, en primer lugar, una cuestión de sensación propia. Usted puede probar 10 arcos diferentes, y el que elija dependerá de sus sensaciones y de su estilo al tocar. Y si otro músico prueba los mismos arcos al mismo tiempo que usted, seguramente no se llevará las mismas impresiones que usted.

Tenga en cuenta que las primeras impresiones son siempre difíciles de evaluar. Al probar arcos, a menudo es difícil determinar las diferencias reales entre unos y otros. Los tocamos uno tras otro… Como resultado, nuestras sensaciones se diluyen y se confrontan entre sí. Es obvio que no tendrá ninguna certeza concreta el día en que los pruebe.

Sin embargo, hay que tener en cuenta un montón de características como el equilibrio, el peso, la calidad de las cerdas, el esfuerzo para su manejo, la curvatura y la flexibilidad de la vara, la estabilidad y la vida útil, etc.

Antes de analizar las características, es esencial saber en qué punto del aprendizaje del violín o del violonchelo usted se encuentra, por ejemplo. ¿Domina perfectamente todos los movimientos del arco? ¿O está en el conservatorio aprendiendo nuevas técnicas cada semana?

Si está empezando en el aprendizaje de su instrumento, un arco básico será suficiente para satisfacer sus necesidades. No tendrá ninguna expectativa real frente al arco ya que los primeros progresos tendrán que ver con la destreza de su mano, la toma del arco en la mano y el dominio de los primeros movimientos. En esta etapa, no se necesita realmente un arco de alta gama.

Por supuesto, hay que tener en cuenta algunos puntos importantes. Al empezar, lo mejor es elegir un arco que tenga un peso equilibrado y una vara bastante firme. Para elegir un arco, la sensación del violinista, del violista o de cualquier otro instrumentista se debe basar en varios puntos.

  • El sonido producido.
  • Su maniobrabilidad.
  • Su peso y equilibrio.
  • Su rigidez frente a su flexibilidad.
  • Su material de fabricación.

Fuentes