Benita Campos
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Benita Campos. Mujer muy culta, incansable , luchadora emprendedora, femenina e independiente que supo transgredir, en parte, el orden social en el que había nacido para constituirse en una de las representantes del espacio cultural salteño durante la primera mitad del siglo XX.
Síntesis biográfica
Benita Campos cursó sus estudios primarios en una escuela que dirigía doña Benigna Saravia, al terminar estos, ingresó en la Escuela Normal de Maestras por una beca otorgada por el gobierno de la nación, se graduó en el año 1890 y después fue profesora de historia, castellano y geografía en la misma escuela.
Labor profesional
Desde joven trabajó simultáneamente como maestra y como periodista en el periódico El Cívico, diario de orientación radical. Tenía muchas actividades y desempeñó varios cargos fue directora de la Escuela Sarmiento, secretaria del Consejo Provincial de Educación, trabajó activamente en la Sociedad de Beneficencia y en diversas obras de caridad, como la creación del Colegio de Huérfanos. Entre los años 1907 y 1921, por iniciativa suya, con su esfuerzo y recursos, comenzó a editar la revista "Güemes”, revista mensual, literaria y social, cuyo objetivo era rescatar aspectos de la vida salteña de principios del siglo XX y la figura del héroe gaucho, estaba principalmente dedicada a temas históricos y exaltar la admiración por aquellos que dieron la libertad. La revista funcionaba en la casa en la que nació, vivió y murió Benita Campos y se publicó a lo largo durante 14 años; incluía temas históricos, literarios y sociales, con fotos y retratos. Benita Campos publicó allí numerosos artículos suyos y de otras mujeres argentinas y latinoamericanas. El último número de la revista, estuvo dedicada al Centenario de la muerte de Martín Miguel de Güemes y se publicó en julio de 1921. Carlos Gregorio Romero Sosa la llamó "güemesiana inmortal”.
Impulsó la creación del Panteón de las Glorias del Norte, la creación del monolito en el sitio donde fue herido Güemes y promovió la colocación de un busto de este en el patio central de la Escuela Güemes. Benita escribió una biografía de monseñor Julián Toscano, vicario de la Catedral Basílica de Salta e historiador, fundó y presidió la Filial Salta de la Asociación Pro Patria, fue también, la primera secretaria de la Asociación de Damas Patricias, fundó la Escuela Profesional de Mujeres y dos escuelas dominicales para mujeres adultas que debían funcionar en las parroquias de La Candelaria y de La Merced. Su trayectoria no impidió que, por razones políticas, un gobierno la dejara cesante de sus cátedras en la Escuela Normal, excluida, calumniada, envidiada, Benita Campos resistió, sin quebrarse, los zarpazos de la sordidez provinciana. La Biblioteca del Hogar Escuela y el Centro de Documentación de la Mujer de la Biblioteca llevaban su nombre pero, en la actualidad han desaparecido estos homenajes y reconocimiento a la destacada salteña. La trayectoria que Benita logra trazar se inserta en un proceso local de feminización del normalismo que se produce hacia fines del siglo XIX y principios del XX.
Muerte
Benita Campos murió 3 de julio de 1928 a los 61 años, en la casa que la vio nacer.
