Bombardeo de Almería

Bombardeo de Almería: Alemania nazi
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Ciudad de Almería.
Fecha:31 de mayo de 1937
Lugar:Almería, Andalucía, España
Descripción:
Acorazado junto a cuatro destructores alemanes bombardean la ciudad de Almería.
Resultado:
Destrucción de la ciudad y pérdida de vidas humanas así como varios heridos.
Consecuencias:
Afectaciones en las edificaciones de la ciudad.
País(es) involucrado(s)
Bandera de España España y Bandera de Alemania Alemania
Ejecutores o responsables del hecho:
Adolf Hitler


Bombardeo de Almería. En la madrugada del día 31 de mayo de 1937 un acorazado: Deutschland junto a cuatro destructores: el Albatros, Leopard, Seeadler y Lluchs, alemanes bombardean la ciudad de Almería. A las 7:29 de la mañana abrieron fuego contra las baterías de costa, las instalaciones portuarias y cualquier barco que se encontrase en el puerto.

El bombardeo duró casi una hora y los 275 disparos que se efectuaron, 94 de ellos con cañones de 280 milímetros, cayeron sobre la ciudad, sin que las baterías de costa pudieran hacer nada porque sus cañones no tenían alcance suficiente para llegar hasta donde se encontraba la flotilla alemana. La totalidad de la ciudad de Almería se vio afectada y entre los edificios dañados se encontraban la catedral de Almería, la iglesia de San Sebastián, dos hoteles, un banco, el mercado, la escuela de artes, la estación de ferrocarril, el ayuntamiento y la sede de la Cruz Roja Internacional.

Antecedentes

El precedente que dio lugar a tan aberrante hecho fue ocasionado debido a que el gobierno de la República había notificado a Italia y Alemania que el puerto de Palma de Mallorca no estaba abierto para visitas de buques extranjeros que pudiesen emplearlo para descargar material de guerra. El 24 de mayo de 1937 el "Barletta", buque italiano, amarrado en Palma de Mallorca, fue atacado por aviones republicanos, sufriendo un total de 6 bajas; sucesivamente el 26 el patrullero alemán Albatross también fue atacado. Ante tal ataque los alemanes protestaron y amenazaron con represalias si se repetían ataques similares.

Para el 29 de mayo de 1937, una escuadrilla de bombarderos republicanos Tupolev SB-2 (Katiuskas) despegan para perseguir una flotilla de la armada rebelde que estaba operando en el Mediterráneo, entre los que se encontraba el crucero Canarias. Seguidamente retornaron dos aviones y la tripulación rusa de uno de ellos dijo que habían bombardeado al Canarias. Al parecer las tripulaciones vieron al buque fondeado cerca de Ibiza y le disparanron con su artillería antiaérea. El primer avión lanzó sus bombas, que fallaron; El segundo dio una primera pasada y en una segunda lanzó sus bombas, una de las cuales impactó cerca de la chimenea y la otra cerca de la proa. Pero el buque que recibió los impactos no era el crucero Canarias, sino el crucero alemán Deutschland. El buque sufrió graves daños materiales y hubo 31 muertos y 74 heridos; las bombas fueron lanzadas por el avión cuyo observador era G. Livinski, pilotado según otras fuentes por Nikolai Ostryakov.

A pesar de la larga polémica en torno a este ataque, el buque alemán incumplía la normativa del Comité de No Intervención de permanecer a un mínimo de diez millas de la costa española y estaba presente en la zona de patrulla naval francesa.

Reacción de los alemanes

Inmediatamente el Führer , Adolf Hitler fue informado de lo sucedido, reacción que costó al ministro alemán de Asuntos Exteriores un total de seis horas para tratar de calmar la ira ante tal hecho. Su reacción no se hizo esperar, Hitler ordenó el bombardeo inmediato de la ciudad de Valencia (sede del gobierno) como resarcimiento por este ataque. Aconsejado por sus asesores militares, resolvió el bombardeo de la ciudad de Almería, al ser una ciudad sin defensas militares de importancia así como para evitar un gran eco internacional. Por otro lado, Almería se encontraba dentro de la zona de control marítimo alemán.

Para la madrugada del 31 de mayo, los alemanes tomaron venganza. El acorazado de bolsillo Admiral Scheer apareció junto a cuatro destructores alemanes, abriendo fuego en horas tempranas de la mañana contra las baterías de costa, las instalaciones portuarias y cualquier barco que se encontrase en el puerto. Finalmente, el saldó fueron un total de 19 muertos, 55 heridos y 35 edificios destruidos. En esta ocasión los buques alemanes en ningún momento ocultaron su nacionalidad, ni pretendieron actuar como apoyo subordinado al bando nacional, sino como fuerza naval que ejecutaba órdenes directas del III Reich.

Respuesta al ataque

El consejo de ministros de la República se reunió en Valencia, donde Prieto (Ministro de Defensa Nacional) propuso que la República bombardeara a la flota alemana en el Mediterráneo. Ante tal situación el conflicto podía desatar una guerra mundial, reconocieron éstos. Los dirigentes soviéticos se mostraron totalmente contrarios a un conflicto con Alemania.

Al final se impuso la postura de Juan Negrín en contra de tornar la contienda española en origen de una guerra europea, sospechando que Gran Bretaña y Francia podrían inclusive mantener su política de apaciguamiento hacia Hitler hasta extremos de negar apoyo a la República Española. Los nacionalistas vascos y catalanes también se opusieron a la idea pues no deseaban una internacionalización del conflicto. El PCE también opinó en contra, en tanto la URSS no estaba dispuesta a entrar en guerra contra Alemania sólo por causa de España; el propio presidente Manuel Azaña rechazó el proyecto, temiendo que ocasionase sólo más muertes y destrucciones en suelo español.

Las protestas del gobierno de la República por el bombardeo de Almería sólo se tramitaron por vía diplomática. Pero eso "no cambió en nada la postura de las potencias democráticas: Francia e Inglaterra eran partidarias de la moderación para que el conflicto español no se extendiese. Dieron por zanjado el incidente".

Aunque el ataque a Almería desencadenó numerosas condenas entre la opinión pública internacional, ninguna acción seria se tomó por parte de los gobiernos de las democracias occidentales Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos). Gran Bretaña, a través de su embajador en Berlín (sir Neville Henderson), trató de apaciguar a los alemanes de que no hicieran el favor a los rojos de convertir la situación internacional española en una guerra mundial.

Refugios de Almería

Estado actual de los refugios de Almería

La ciudad de Almería sería bombardeada indiscriminadamente durante 52 ocasiones por no haber secundado la sublevación franquista. Las defensas soterradas, hoy restauradas, son un estremecedor recordatorio y una obra casi faraónica. Por ello, en 1937 fueron construidas para refugio de la población unas galerías subterráneas, diseñadas por el arquitecto Guillermo Langle. Utilizando inusitadas técnicas de minería, construyó cuatro kilómetros y medio de túneles que podían dar protección al 90% de una población de unos 45.000 habitantes.

Lo infrecuente de la iniciativa y la eficacia y magnitud de la obra han hecho que se reconsidere la importancia cultural e histórica de estos refugios, que hoy día pueden visitarse en la capital almeriense. Excavadas a una profundidad media de 10 metros, con 67 accesos, almacenes y un hospital perfectamente equipado, básicamente, una obra diseñada para espantar el horror. Su diseñador, el arquitecto Langle tomaría la decisión de llevar a cabo esta colosal construcción, tras rescatar de los escombros del primer bombardeo de la ciudad.

Fuentes