Camilo Ronzano

Camilo Ronzano
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El gaitero de las parras de Castellote
Nacimiento17 de marzo de 1913
Las Parras de Castellote,Bandera de España España
Fallecimiento2002

Camilo Ronzano con 14 o 15 se estrenó como gaitero en Jaganta, barrio de Las Parras. A partir de entonces intentó hacer compatible su vida como labrador con su pasión por la gaita.

Síntesis biográfica

(Las Parras de Castellote, T., 17 de marzo de 1913). Gaitero. Nace de padres labradores y pastoreando en su infancia las cabras y ovejas de la familia se aficiona a la música tocando el pinfano, una flauta de caña. En su admiración por el gaitero José Sancho, el tío Bartolo, le pide que le enseñe a tocar la dulzaina, a lo que éste se niega, probablemente para evitarse competencia, según el propio Ronzano, ya que llegó a pagar al gaitero de Monroyo, el tío Antonio, para que tampoco lo adoctrinase. Aún así, Camilo aprende las melodías del tío Bartolo y adquiere de segunda mano una dulzaina a un músico de Hortells, con la que debutaría como gaitero en el barrio de Jaganta, de Las Parras de Castellote, con catorce años. En su primera actuación recibió 15 pesetas, planteándose la música como recurso económico compatible con el de labrador. Comienza a tocar por pueblos de la redolada hasta la Guerra Civil. Una vez acabada la contienda, fue encarcelado en Ateca, donde aprendió solfeo. Cuando regresó a su pueblo natal, llegó con la imposición de no poder salir de él, y fue Juan José Sancho, el hijo del tío Bartolo, quien consiguió del alcalde el permiso para acompañar a Camilo con el tambor por los pueblos que recorría con su padre, pudiendo así desarrollar su oficio de gaitero. Oficio que desempeñó en más de setenta pueblos del Comarca del Bajo Aragón, Comarca del Maestrazgo, Comarca del Matarraña y Castellón, con ocasión de las fiestas. El acompañamiento de los gaiteros en todos los actos festivos de las localidades le reportó gran fama y no menos trabajo. Al casarse, se trasladó a Zorita del Maestrazgo y desde entonces fueron varios los tamborileros que le acompañaron. A finales de la década de los 60, crea una orquesta con sus hijos Ramón y Teresa y reserva la dulzaina para los actos típicos. La llama «Los Cramters» —acrónimo de los tres nombres— y se compone de saxofón y clarinete (Camilo), batería (Teresa) y acordeón (Ramón). A los setenta años, y con más de cincuenta tocando la dulzaina, se jubila.

En 1992 recibió un merecido homenaje por parte de la Asociación de Gaiteros de Aragón1485 y en esa misma fecha aparece un disco en el que se recoge lo más característico de su repertorio, gracias a la labor de Luis Miguel Bajén y Mario Gros: Camilo (SAGA, 1992).

Fuentes