David de Bernini

David (Bernini)
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Es una escultura a cuerpo entero de David, representado justo en el momento en el que tensa al máximo la honda para lanzar la piedra que matará al gigante Goliat.
Datos Generales
Autor(es):Gian Lorenzo Bernini, (Nápoles) 1598 Roma 1680) Bandera de Roma Roma
Año:1623-1624
País:Bandera de Italia Italia
Estilo:[Renacimiento]] italiano
Dimensiones:Escultura realizada en tamaño natural, 1.70m de altura
Localización:[[]Galeria Borghese]]


David (Bernini). Es una estatua que representa al futuro rey David, uno de los personajes del Antiguo Testamento, en la escena en que derrota al gigante Goliat lanzando una piedra con una honda.

Descripción

Bernini representa al héroe bíblico en el instante que precede al lanzamiento de la piedra que golpeó al gigante Goliat, llamado por los filisteos para luchar contra el ejército israelí del rey Saúl. En el suelo se encuentran la armadura donada a David por el soberano y el arpa, atributo habitual del héroe, que aquí significativamente termina en la cabeza de un águila, clara evidencia de la comisión y de la intención celebrativa de la familia Borguese.
La escultura en la parte trasera no está terminada, ya que originalmente estaba apoyada contra una pared del Salón de la Vasija, la actual Sala I. Como para el Apolo y Dafne, esa posición exaltaba en el espectador la percepción del desarrollo de la acción por medio de la torsión del cuerpo y los brazos contraídos sobre la honda, hasta llegar a la visión del rostro concentrado en el esfuerzo del momento. Originalmente, la obra estaba apoyada sobre base más pequeña, una medida técnica que incrementaba la participación del espectador en el espacio de la acción dramática.

Comentario

Con su retorcido David, Bernini consigue emanciparse del esquema de la figura serpentinata manierista, ya que la estructura en espiral de su composición surge de resultas de una busca expresiva y no como elección de un modelo anterior, mecánicamente repetido.
Así, Bernini, por medio de la espiral, capta un instante de la acción en desarrollo, expresando tanto la tensa inconclusión del gesto como su posibilidad de resolución en la acción, físicamente con el tiro de la piedra, psicológicamente resolviendo el deseo en acto. Con esta obra magistral, en que subraya los aspectos realistas y psicológicos, Bernini supera la estática fijeza de la escultura renacentista, al proponer la acción en desarrollo, sucediendo, sin fracturas entre el espacio real del espectador y el ficticio de la estatua en movimiento.
De esta manera, el observador es atraído por el mismo movimiento de la estatua, lo que no significa que para captar su complejidad compositiva o sus efectos dinámicos sea necesaria la multiplicidad de perspectivas y que se deba girar en su torno (como sugiere hoy su ubicación en el centro de una sala). Por el contrario, Bernini concibió esta obra, y las sucesivas, para ser colocada contra una pared, proporcionando un único punto de vista, el más idóneo, para revelar la culminación de una acción concreta. Con esta concepción tan pictórica de la escultura, Bernini buscaba suscitar la maravilla en el sorprendido observador, creando momentos de una gran tensión emotiva.

Algunos datos del autor

BERNINI (1598-1680) Gianlorenzo Bernini fue un artista polifacético: arquitecto, escultor, [[]]pintor… Su capacidad creativa para expresar temas distintos fue increíble. Por ejemplo, en 1650, un viajero inglés dejó escritas algunas de las maravillas que hizo, en concreto, un ópera pública en la que diseñó la escenografía, música, libreto, creó inventos de maquinaria… Además, caía muy bien a todo el mundo.
Fue un artista precoz. Pronto se escribieron dos biografías suyas, una de Doménico Bernini (su hijo) y otra de Filippo Baldinicci, que decían que fue tan precoz, que a los 8 años ya tallaba, y a los 16 años ya materializaba obras, sin ayuda de nadie.
El cardenal Scipione Borghese, sobrino del poderoso papa Pablo V, vio al joven Bernini hacer obras de gran calidad y le llevó a los círculos papales, donde estaría trabajando toda su vida.
La escultura que realiza Bernini se configura gracias a:

  1. El taller de paterno de Pietro Bernini, escultor manierista.
  2. Su entrada en los círculos papales. Desde los inicios, tendrá acceso a las colecciones artísticas de los papas, en las cuales está la escultura antigua, y colecciones de escultura y pintura de del cinqueccento.
  3. Dentro de la escultura de la antigüedad, se interesó más por lo helenístico, ya que le interesa la fuerza y la emoción.
  4. Del cinqueccento, le interesaron las interpretaciones que Raphael y [[]Miguel Ángel]] habían hecho de la antigüedad.
  5. La pintura del Barroco inicial: se nutre básicamente de Caravaggio y de Carracci. De esta, capta afectos, una emoción estudiada sin dejar la belleza.

La obra

David (1623-1624) Es interesante ver como se ha tratado a este héroe bíblico en el Renacimiento, para poder observar las novedades. Ambos ejemplos son distintos, pero tienen algo en común (que cambiará Bernini): están en quietud y se nos presentan como vencedores.

  • David, por Donatello (1430). David ha vencido ya, pues tiene la cabeza de Goliat a sus pies.
  • David, por Miguel Ángel (1502-1504). David aparece pensativo, calculando como vencer a Goliat. Aunque no ha luchado, nadie duda de que vencerá, debido a su seguridad y a su fuerza física.

Al igual que hicieron estos artistas, Bernini se inspirará en la antigüedad, pero también en la pintura del Barroco inicial. Se puede ver como Annibale Carracci, en la Galería Farnesio, plasmó el momento mismo de la acción. Se está viendo el amor no correspondido del cíclope Polifemo por Galatea, en concreto, cuando este arroja una gran roca sobre su amante, Acis. Bernini presenta a David en el mismo momento de la acción, bajo una reinterpretación barroca: lo presenta como un hombre normal, pequeño en tamaño, pero grande porque lucha por sus ideales.
Bernini representa mediante la anatomía el cuerpo en máxima tensión; el rostro muestra las emociones transitorias: ceño fruncido, labios apretados, mirada fija. Por supuesto, la figura está en movimiento sobre el espacio. Se vuelve a encontrar líneas diagonales abiertas; hay varios puntos de vista, pero sólo uno principal (la escultura tendría que presentarse ante un fondo). Goliat, el enemigo, está implícito, aunque no esculpido, por lo que se podría decir que es casi un grupo escultórico.. Se observa la gran técnica de Bernini, con diferencia entre las texturas.

Ficha técnica

"David", escultura en mármol realizada por el artista barroco de origen napolitano y asentado en Roma Gian Lorenzo Bernini entre 1623 y 1624. La Obra fue encargada por el cardenal Scipione Borghese, uno de los primeros mecenas del escultor y cuyo palacio es hoy la Galeria Borghese, una de las principales galerías de arte de Roma, en donde se encuentra la escultura en cuestión.

Análisis de la obra

La escultura, realizada en mármol blanco y de tamaño natural (1,70 metros de altura), muestra la imagen exenta de cuerpo entero de David, representado justo en el momento en el que tensa al máximo la honda para lanzar la piedra que matará al gigante Goliat.
Bernini representa al personaje en un instante de la acción. Apoyado en ambas piernas, éstas se abren al máximo pareciendo querer salirse de su peana, donde apenas apoya los dedos de los pies, único apoyo del pie izquierdo, retrasado respecto al derecho que avanza hacia nosotros. El cuerpo se arquea y se gira retrayéndose violentamente mientras sus brazos tensa la cuerda de la honda para lanzar la piedra. La escultura es típicamente barroca tanto por su composición de líneas abiertas, en forma de aspa o equis, que parecen proyectar toda la energía hacia el exterior, como por la línea oblicua ascendente marcada por la mirada de David, que se dirige hacia un punto fuera de la escultura; así como por la inclinación del brazo que tensa la honda. La obra aunque tiene un punto de vista principal obliga al espectador a girar en torno a ella mostrando desde cada ángulo puntos de vista novedosos (visión estereométrica).
David muestra en su cuerpo semidesnudo la tensión y concentración del momento, manifiesta en los músculos y en un rostro ceñudo, cuyos labio inferior muerde fruto del esfuerzo del momento transcendental. En esta ocasión Bernini ha optado por un modelo adulto, lejos del apolíneo de Donatello o del joven de Miguel Ángel, donde prima el realismo frente a la idealización; de manera que David nos aparece como un vulgar pastor, como atestigua el zurrón de piel que cruza su pecho. En una época de mayor puritanismo moral, como consecuencia de la Contrarreforma, Bernini rehuye de representar el desnudo completo de manera que el cuerpo se ve semicubierto por una tela. A los pies esculpe una lira aludiendo al futuro rey poeta así como una coraza, de la que David no hace uso, y que podría simbolizar la superioridad de la fe de David; quien, sin armas, con una simple honda, vence contra todo pronóstico frente a la fuerza, representada por Goliat. Por último destacar el magnífico pulido de la escultura y los efectos de claroscuro que recorre la obra.


Bernini vuelve al tema del enfrentamiento de David con Goliat que ya había sido tratado por algunos de los grandes escultores del Renacimiento como Donatello, Verrochio o Miguel Ángel. Sin embargo, la escultra de Bernini resulta absolutamente novedosa tanto por el momento elegido como por la forma en que es representada. Si el Renacimiento nos mostró los instantes posteriores, caso de las obras de Donatello o Verrocchio, o el previo, como Miguel Ángel; Bernini opta por captar el instante fugaz del ataque. Bernini parece haber congelado ese instante en el que David pone en máxima tensión todo su cuerpo para lanzar la piedra, de manera que la escultura parece llegar mucho más allá del espacio limitado por el bloque de piedra en el que está esculpida rompiendo con el estatismo y serenidad de las obras renacentistas. Aquí David no es un joven apolíneo de curvas praxitelianas, ni el joven de proporciones perfectas, sino un vulgar pastor que asume el destino que le reserva Dios como líder de su pueblo y que con fe hace uso de toda su fuerza y energía para acabar con el soldado más grande y fiero del ejército filisteo. Toda la obra rebosa dinamismo hasta el punto que parece salirse de su soporte físico, la peana, en un recurso típicamente barroco.

Bernini muestra en su David un nuevo espíritu, el del barroco contrarreformista en lucha contra el protestantismo, alejado del idealismo humanista que había dejado su sello en las representaciones del mismo tema del Renacimiento. Durante la realización de esta obra, estuvo presente en numerosas ocasiones el cardenal Maffeo Barberini, quien habría de convertirse en ese mismo año en el papa Urbano VIII y acoger a Bernini como uno de sus artistas favoritos.

Otros David

  1. David de Donatello (1444)
  2. David de Verrocchio (1473-1475)
  3. David de Miguel Ángel (1501-1504)

Fuentes

ArtículoDavid (escultura) disponible en galleriaborghese.beniculturali.it, consultado el 26 de febrero de 2016
ArtículoDavid (escultura) disponible en artehistoria.com, consultado el 26 de febrero de 2016
ArtículoDavid (escultura) disponible en rincondelvago.com, consultado el 26 de febrero de 2016