Edaphosaurus

Edaphosaurus
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Género de sinápsidos (reptiles mamiferoides) del orden de los pelicosaurios. Vivió en Europa y Norteamérica desde finales del Carbonífero hasta principios del Pérmico, hace entre 303 y 275 millones de años.
Clasificación Científica
Nombre científicoEdaphosaurus †
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Sinápsidos
Orden:Pelicosaurios
Familia:Archaeopterygidae
Hábitat:Bosques

Edaphosaurus. Reptiles prehistóricos parecidos a los mamíferos, que vivieron en el período Carbonífero hace aproximadamente 350 y 270 millones de años, en América del Norte y después en Europa.

Origen

Edaphosaurus (del griego ‘lagarto terrestre’), reptil prehistórico parecido a un mamífero del grupo de los pelicosaurios que vivió en Texas y la República Checa a finales del carbonífero (hace entre 320 y 286 millones de años) y principios del pérmico (hace entre 286 y 258 millones de años).

Los pelicosaurios eran antepasados de los terápsidos (otro grupo de reptiles parecidos a mamíferos, al que pertenece Cynognathus) y los mamíferos. Edaphosaurus era un herbívoro muy parecido a Dimetrodon, un carnívoro del mismo periodo. En lugar de los dientes afilados de éste, Edaphosaurus tenía dientes propios de herbívoro, más adecuados para triturar.

Etimología

Edaphosaurus (del griego lagarto terrestre) los sinápsidos abarcan a los reptiles mamiferoides (género de reptiles prehistóricos parecidos a mamíferos). Debemos aclarar que a pesar de su aspecto fiero, era un animal inofensivo.

Características

Dinosaurio herbívoro muy similar al Dimetrodon, un carnívoro de época más reciente, cada uno con un sistema dentario según su régimen alimentario. El primero tenia numeroso dientes pequeños y romos, propios para triturar vegetales, bejucos tiernos y otras hierbas; mientras que el segundo los tenía afilados, para desgarrar la carne de sus víctimas, no debemos confundirlos.

Medían hasta 3.2 metros de largo, su cabeza era pequeña, su cuerpo era cilíndrico terminado en una larga y robusta cola y presentaba una membrana de piel arqueada con espinas fuertes de distintos tamaños y que salían de su columna vertebral formando una especie de vela o abanico cuya función era como instalación de calefacción que le servia para calentarse con el calor del astro rey, que se le transmitía por todo el cuerpo regulando su temperatura interna. Se mantenían activos durante el día.

Edaphosaurus

Armado con púas alargadas dispuestas sobre la columna vertebral reforzadas por barras óseas. Estas púas estaban unidas por una membrana de piel y formaban una especie de vela de finalidad desconocida; podría haber desempeñado alguna función en la delimitación del territorio o la atracción de la pareja, igual que la cola del pavo real.

Podría servir para controlar la temperatura interna, pues Edaphosaurus era probablemente de sangre fría y su temperatura dependía de la del medio; quizá se calentaba orientando esta especie de vela hacia el sol durante el amanecer y el atardecer para absorber calor; a las horas centrales del día, la vela serviría como medio de dispersión del calor.

Vela dorsal

Tenía las apófisis espinosas (la parte superior de la vértebra) eran extremadamente largas, de hasta 1,6 metros de altura; y que la vela tenía una forma bastante semicircular, y además en las vértebras presentaba espinas, cuya función se desconoce. Este rasgo solo lleva a una conclusión: que el Edaphosaurus tenía una vela dorsal, al igual que otros reptiles de su época, entre ellos: Ianthasaurus, Dimetrodon, Glaucosaurus, Sphenacodon, Bathygnathus o Steppesaurus. Hay muchas teorías sobre el uso de la vela, de las que se describen algunas.

Vela termorreguladora

Teoría más aceptada, ya que tiene varias ventajas, en especial si se es un reptil de sangre fría. Los modernos reptiles, y probablemente todos los Pelicosaurios eran de sangre fría, es decir, que dependían de la temperatura del medio. Por esta razón muchos reptiles se concentraban en zonas ecuatoriales, y más al norte, desaparecían en invierno ya que no podían sobrevivir al frío. Pero ese no era el caso del Edaphosaurus, ya que este animal probablemente usaba su vela dorsal como si fuera un panel solar de termorregulación.

Se sabe que esta vela estaba bien irrigada por vasos sanguíneos que se concentraban en las membranas de piel que unían las vértebras. Si orientaba esta vela de cara al Sol, se calentaba a gran velocidad, pero si el Edaphosaurus quería refrescarse, la orientaba de cara al viento. Por ejemplo: un reptil de su tamaño tardaría 3 horas en calentarse del todo, pero gracias a su vela solo tardaba 80 minutos. El Edaphosaurus se despertaba antes que muchos otros reptiles y no tenía que emigrar o esconderse en el invierno.

Forma de atracción sexual

Teoría bastante común, pues el hecho de tener una enorme vela para calentarse parece excesivo, solo haría falta una vela más pequeña, lo que sugiere que bien podría haberse usado en el apareamiento. La vela era básicamente prolongaciones de las vértebras unidas por piel fina muy irrigada, es posible que si apuntaba la cantidad de sangre en esa zona podría adquirir un tono rojizo, que suele ser el empleado en muchos animales modernos en la época de apareamiento.

Probablemente, el macho con la vela más grande y lustrosa era el que ganaba estos enfrentamientos y conseguía aparearse con las hembras, lo que crearía una descendencia con velas mayores y aún más lustrosas. Pero esto tenía un inconveniente: si exhibía la vela durante mucho tiempo de cara al Sol o al viento podría enfriarse o sobrecalentarse, lo que supondría un peligro.

Arma intimidatoria

El hecho de tener esta enorme vela en la espalda sugiere que podría ser usada como intimidación, es decir, si se acercaba un pequeño depredador, se giraba hasta encararle la vela, haciendo que el Edaphosaurus virtualmente triplique su tamaño. Esto causaría un efecto similar al que hacen crean hoy muchas aves desplegando las alas.

Joroba

Teoría más rara y menos aceptada. Consiste en que, al igual que los camellos, las prolongaciones de las vértebras sostuvieran una joroba en la que guardaba alimentos para el invierno, de forma que aún siendo un reptil, podría mantenerse caliente con la digestión de tanto alimento, pero no tiene sentido tener una joroba tan grande, dado que ralentizaría mucho el movimiento y le impediría escapar de los depredadores.

Fuente

  • Fernández Ricardo, Luis H. Maravillas de la Zoologia: animales prehistóricos 1. La Habana: Editorial Academia, 2010
  • Artículo: Vela dorsal. Disponible en: Es.prehistrico.