El género humano
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El género humano. Como género humano el hombre apareció después de una serie de intentos de la naturaleza con diferentes homínidos. Unos llegaban otros se iban; primero los Australophitecus, que de acuerdo a los estudiosos de la prehistoria surgieron hace unos 4 millones de años, paralelos en un lapso a las especies Homo que ingresaron al escenario hace más o menos 2,5 millones de años: el homo habilis, el erectus y el homo sapiens.
El género, es el conjunto de características culturales específicas que identifican el comportamiento social de mujeres y hombres y las relaciones entre ellos; es decir, es una construcción cultural aprendida a partir de la socialización por la que se adjudica determinadas funciones o papeles a mujeres y a hombres de manera diferenciada. No obstante, el género es un término relacional; no es sinónimo del vocablo mujeres u hombres, sino que se refiere a la relación que existe entre ellos y a la manera en que ambos se construyen socialmente.
¿Cómo se define género?
Es proceso de construcción cultural, social e histórica, a través del cual se configuran las relaciones entre hombres y mujeres en relación con todo un sistema social, definiendo patrones, símbolos, representaciones y valores. Genero se refiere a los roles de hombres y mujeres y a su relación con la sociedad o cultura específica. Es lo que creemos que es ser hombre y mujer en esta sociedad. Se distingue del sexo en que este perdura de por vida y el género cambia, es decir se transforma.
El cursar del género y la mujer cubana
Históricamente la mujer cubana se hallaba totalmente reprimida por la sociedad machista; debido a que se establecieron leyes desde los tiempos mas remotos que tiraron una línea entre el hombre y la mujer, y sobre esa línea se alzaron las costumbres que se encargaron de establecer normas sociales que primaron por mucho tiempo. La mujer tuvo que acatar leyes en cuya confección no tomaba parte. Sus destinos se decidieron sin consultar para nada y quedando decretada su eterna minoría, su posición de perpetua protegida, posición humillante que deja ancho campo a todos los abusos y cuyos resultados finales no tiene otro calificativo como “Mujer reprimida”.
De suma importancia para la mujer cubana, tuvo la Década del 60, pues A partir de los profundos cambios socio-económicos ocurridos en Cuba después del Triunfo de la Revolución se crearon las premisas para la constitución de un nuevo modo de vida. La nueva política social del Gobierno Revolucionario y la estructuración de un movimiento feminista político que se comprometió con el poder establecido fueron factores determinantes del cambio.
Estimuladas por la nueva política que promovía a la mujer como sujeto de cambio, y teniendo en cuenta el proceso social, la mujer tuvo un papel fundamental participando en los acontecimientos educativos más relevante, donde destaca la Campaña de Alfabetización, que luego de su culminación, fueron pilares importantes en las diferentes instituciones educacionales del sistema de enseñanza general y para adultos, con la finalidad de darle continuidad a la labor de aprendizaje.
A partir de ahí se comenzó a involucrar a la mujer con mayor fuerza en todos los procesos sociales que se comenzaron a construir, ya que la revolución necesitaba para la realización de estos procesos sociales del apoyo y participación de las masas en su conjunto; sin importar el sexo en la realización de las diferentes obras que hasta el momento pertenecían al llamado sexo fuerte. Incluso se le dio la posibilidad de tomar decisiones verdaderamente importantes.
Esta situación fue un móvil muy importante, que abrió una puerta para el renacer de diferentes movimientos feministas, que desde sus comienzos hasta la fecha, tiene una misiva fundamental, y es lograr la igualdad del hombre y la mujer. Hoy en día se ha logrado la participación de la mujer en todas las esferas y actividades de la vida, alcanzando un lugar muy privilegiado en la sociedad.
Esto ha tenido gran repercusión social y ha provocado un impacto en las parejas y las familias, pues a pesar de la existencia de indicadores de cambio, el surgimiento de valores emergentes no puede borrar fácilmente la decisiva influencia de valores culturales, ya que la cultura, la tradición, las creencias se transmiten de generación en generación y vienen a ser agentes imperantes en la conducta social de los individuos.
Para terminar sería hermoso que todo cuadrara. Que a las mujeres se nos reconociera la capacidad de decir " otras cosas, distintas y nuevas". Y que nosotras fuéramos capaces de hacerlo, introduciendo al Progreso Global esta visión distinta del mundo, la de la mitad de la población que ha vivido otras experiencias, otras vivencias.
Con ello podríamos construir un proyecto feminista de mayorías. Romper con la división de lo público y lo privado. Si somos capaces de conectar con lo que las mujeres tenemos todas en común y formulamos propuestas políticas en este sentido, si damos la palabra y lo englobamos en un proyecto global, creo que podemos hacer un aporte único al proyecto de igualdad, equidad e identidad de genero en este país que coincida plenamente con el proyecto socialista tal y como fue imaginado, hace ya tantos años.
Fuentes
- Sitio Web Sede Universitaria
- Farias García, Yenisvel (2010), El género humano, UCLV. SUM Camajuaní.
