El maquinista de la general (Película)

Para otros usos de este término, véase El maquinista (desambiguación).
El maquinista de la general
Información sobre la plantilla
| Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
74  min
Otro(s) nombre(s)The General
Estreno1926
GuiónAl Boarsberg, Charles Smith
DirectorBuster Keaton Clyde Bruckman
Dirección de FotografíaBert Haines, J.D. Jennings (Blanco y Negro)
ProductoraUnited Artists
PaisBandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos

El maquinista de la general (Filme). Una de las películas más famosas en la historia del cine mudo. Esta película es una de las obras cumbre de Buster Keaton. Destaca por su maestría narrativa y por la perfección en los gags.

Sinopsis

Basada en un hecho real, la película se centra en Johnny Gray (Buster Keaton), un maquinista de la Western & Atlantic que tiene dos pasiones en la vida, su locomotora "La General" y su novia Annabelle Lee (Marion Mack). Cuando estalla la Guerra Civil, Johnny decide alistarse al ejército sudista para luchar contra la Unión y agradar así a su pareja. Lamentablemente, en el momento de su inscripción no es admitido ya que se valora más su profesión de maquinista que su posible aportación como soldado. Esta decisión es tomada equivocadamente por Annabelle Lee como un acto de cobardía y decide romper la relación con Gray. Tiempo después, un grupo de nordistas intentando enlazar con el grueso del ejército de la Unión en Chattanooga decide poner en marcha un plan que conlleva el robo de "La General". Johnny intentará recuperar la locomotora y al mismo tiempo, a su amada.

El film posee un trepidante ritmo y una hábil mezcla de géneros con romanticismo, aventura y comedia sin perder coherencia y equilibrio. El trabajo de cámara es genial con unos asombrosos travellings que cruzan diversas acciones con enorme soltura. Resulta sobresaliente el enfoque realista en la captación de sus episodios históricos y el cúmulo de situaciones humorísticas a cada cual más ingeniosa, de continua inventiva y originalidad.

Reparto

Crítica

Que bien ha envejecido esta peli

Esta crítica es la continuación de la de Metrópolis, vi el Maquinista de la general el mismo día, son del mismo año, por lo que hago una crítica más o menos conjunta.

Si seré yo quién diga que El Maquinista de la general, con su buena mezcla de aventura y humor ha sobrevivido al tiempo casi intacta.

Si seré yo quién diga que me parece un espectáculo lleno de imaginación, ritmo y eficacia cinematográfica. Si seré yo quién diga que Keaton esta genial en su papel de intrépido maquinista enamorado. Si seré yo quién diga que la perseverancia del protagonista consigue que la película no tenga tregua en ningún momento.

Si seré yo quién diga que sobran las palabras ¿Para qué?, todo es explicito, meridianamente claro, fascinante.

Si seré yo el que diga que un escenario que casi siempre se reduce a vías y trenes da tanto de sí que te quedas sorprendido. Si seré yo el que diga que me parece dificilísimo engarzar tantos gang seguidos en un espacio tan reducido y con tanto talento.

Si seré yo el que diga que no es para partirse de risa, ni creo que pretenda eso, para mí lo grande que tiene esta película es el ingenio, la forma de hilar las escenas, ese ritmo trepidante que no da descanso, esa gran genialidad.

Si seré yo el que diga que me parece magnifica pese al tiempo pasado, la ves sin pestañear, se te hace cortísima y se puede ver varías veces pues estoy seguro que según la veas captaras numerosos detalles a los que no habías prestado atención en la primera visión.

Si seré yo el que la recomiende, 74 minutos de cine en estado puro.

Las cuatro plumas

El maquinista sureño de la locomotora bautizada General tiene dos amores, su locomotora y Anabelle Lee. Desde el principio Keaton apunta qué amor es más profundo y al final queda muy claro: la locomotora, que nunca le acusó injustamente de cobarde. Aunque no es tonto y, si puede quedarse con las dos, lo hará.

Otra comedia de aventuras de Keaton (como The navigator y Steamboat Bill Jr.), enclavada en la guerra de secesión norteamericana, con un intensivo uso del travelling (la historia se desarrolla sobre una vía en un viaje de ida y vuelta) y relatada mediante una perfecta articulación de agudos gags en los que el héroe, como es habitual, se enfrenta a la fatalidad con un poco de fortuna y con bastante ingenio para improvisar.

La versatilidad de Buster Keaton

Por norma general, a lo largo de la historia cinematográfica, van surgiendo cada X años los que, a la larga, terminarán siendo denominados clásicos cinematográficos, ya sea por el éxito que tuvieron en su época o porque lograron perdurar en el tiempo todos estos años hasta nuestra actualidad. El maquinista de la general se podría decir que es uno de esos clásicos que más bien parece haber perdurado en el tiempo, ya sea por el ingenio que esconde o por la simpatía que sabe despertar Buster Keaton con sus personajes hacía el espectador.

Uno de los principales ejes de esta rueda, que gira del mejor modo posible, es la habilidad del realizador por saber reinventar su historia a medida que va transcurriendo el tiempo de metraje, sin llegar a aburrir en ningún momento, y dando un dinamismo especial gracias, en parte, al protagonista que el mismo director interpreta, ya que le otorga al film una vivacidad muy patente, con una gran expresividad y un carácter bastante distinto al de los demás personajes de la obra.`

La mayor ventaja de esta cinta, y aunque pueda parecer todo lo contrario, es el hecho de ser totalmente muda, precisamente porque su director sabe jugar con ese factor otorgándole una versatilidad magnífica, además de inundarla de secuencias de lo más divertidas y sorprendentes que plagan el particular viaje de nuestro personaje de un modo magnífico, sin contener excesos ni faltas que reluzcan más de lo necesario.

En definitiva, una de las mejores comedias que seguramente haya podido dar el cine y, que sin tantos avances como los de hoy en día, consigue un alto grado de complicidad con el espectador haciendo que esta resulte una obra entretenida, encandiladora y verdaderamente recomendable. Una joya indispensable para los amantes del género.

Icono del cine

"El Maquinista" es uno de esos films convertidos con el tiempo con todo merecimiento añado, en un icono del cine. La imagen de Buster en la parte delantera de la "Texas" sujetando una traviesa en las manos es todo un símbolo del séptimo arte. Pero vayamos al grano.

"El Maquinista" es un película de las que se corresponden a la época en que Keaton tenía un control absoluto sobre la producción de sus películas, y eso se nota de manera evidente. La película contiene pues una serie de recursos y medios técnicos nada habituales para la época y que permiten albergar alguna secuencia especialmente espectacular como las de la retirada sudista/avence de los federales y por supuesto las grandes escenas de persecución ferroviaria incluído el hundimiento del puente en la batalla final.

La dificultad técnica de estas escenas, sobre todo reconocidas por las personas que han trabajado con máquinas de vapor, las hacen todavía más meritorias. Pese a ello están resueltas de manera magistral, transmitiendo una verosimilitud total, indudablemente Keaton debió de pasarse meses preparando el rodaje. El lograr esta verosimilitud es fruto, además, de una planificación del montaje minucioso, en "La General" Keaton logra la perfección del lenguaje cinematográfico, en este sentido, la superioridad de Keaton frente a cualquier otro clásico del cine mudo, queda aquí pues en evidencia. La película no se convierte en una sucesión de "gags" impagables, ocurrentes y malabarísticos como suele ser frecuente en Keaton, sino que además estos se insertan en un discurso frenético, en un torbellino de acontecimientos perfectamente enlazados y conducidos hacia primero, una parte central de contenido más melodramático con el encuentro entre los amantes, y un final casi apocalíptico que culmina con la batalla entre federales y confederados.

Excelente interpretación de Keaton y un poco redundante la del resto de personajes incluída la Mack, evidentemente la estrella tenía que relucir por encima de los demás. Buena fotografía magnífica puesta en escena, las tomas generales son excelentes (cuarteles, la propia ciudad de Marietta), las secuencias de las locomotoras tomadas, me imagino, desde vehículos circulando en paralelo por carretera, son igualmente insuperables. El dominio de los "gags" visuales es como siempre en Keaton magistral (la escena en la que se sienta en la biela de la locomotora es maravillosa).

Respecto a la música, he visionado una versión restaurada de 1970 con un "score" de piano sublime de William P.Perry, preciso y precioso juega con los diversos elementos deseables en una banda sonora convencional (efectos, "leit motiv", subrayados, etc...), pero a partir de las limitaciones propias de un piano, y también de sus posibilidades. En fin una maravilla recomendable en cualquier época.

El Patoso Victorioso

Le tengo cierto encanto a estas películas donde el protagonista es algo patoso, que todo le sale mal, un torpe algo bobalicón, como podría ser Chaplin también, y a pesar de todas las penurias que le sucedan debido a su forma de ser tan particular, al final acaba quedando en la mayoría de casos bien parado y victorioso. Me gusta que no sea el típico machote que todo se le da bien, de eso ya se ve mucho, y me identifico mucho más con este genial Buster Keaton, es lo primero que veo de él y la verdad es que me ha llamado bastante la atención. Un hombre que se deja llevar por sus emociones e impulsos, todos con la mayor humildad y bondad posibles, una persona capaz de lo imposible por ver cercana la posibilidad de estar con su amada y viajar juntos en la General... No me habré reido hasta desencajarme la mandíbula, de hecho no creo haberme reido ni una sola vez, pero no creo que sea eso lo que le hace falta, pues te mantiene espectacte todo el rato, e incluso me atevería a decir que aumenta según va desarrollándose la trama, y la sonrisa se expande y los ojos se quedan clavados en la pantalla. No lo puedes evitar, estas viajando junto a Johnny Gray en la General, cortas la leña junto a él, saltas los vagones a su lado, te caes al agua, te adentras en terriotorio enemigo... poco a poco te sientes maquinista durante 74 minutos.

Vivan los patosos, los desastrillos, los torpes, esos personajes que se hacen tan cercanos, se los ve tan buenazos... que desearías que existiesen de verdad.

Y ahora si me disculpan debo partir, que pierdo el tren.

Fuentes