Emil Racovita

Emil Racovita
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Fecha de nacimiento15 de noviembre de 1868
Lugar de nacimientoLaşi, Bandera de Rumania Rumania
Fecha de fallecimiento19 de noviembre de 1947
Lugar de fallecimientoBucarest, Bandera de Rumania Rumania
ResidenciaLa última etapa de su vida fue en Timisoara, Bandera de Rumania Rumania
NacionalidadRumana, Bandera de Rumania Rumania
CampoBiología, Zoología, Oceanografía, Espeleología
InstitucionesProfesor de la Cátedra de Biología en la Universidad de Cluj, Director Perpetuo del Instituto de Espeleología de Cluj
Conocido porEl Padre de la Bioespeleología
Influenciado porGrigore Cobalcescu
CónyugeHélène Boucard

Emil Racovita (Iasi, 1868 - Bucarest, 1947). Fue un excelente científico rumano, dedicado hasta el último minuto de su vida a la biología, zoología, oceanografía y a la espeleología. Es considerado y reconocido a nivel mundial como el Padre de la Bioespeleología.

Síntesis biográfica

Primeros años

Es de origen rumano, aunque nació en la ciudad de Lasi, principado de Moldavía, ese territorio es llamado actualmente con ese mismo nombre Grigore Cobalcescu pero ahora es una nación independiente. Nació el 15 de noviembre del año 1868 en el seno de una familia trabajadora, humilde, amante de la música y de la poesía; todo esto influenciado por el padre. Su formación intelectual se vio favorecida y beneficiada por el contacto directo con personalidades de la cultura de la época.

El encuentro con Grigore Cobalcescu, geólogo y naturalista rumano, también fue importantísimo, ya que este le inculcó el amor por las ciencias naturales en la escuela secundaria y le hizo descubrir la teoría de la evolución de Charles Darwin. Más tarde, en agradecimiento a su maestro, Racovita daría el nombre de su maestro a una isla cerca del Polo Sur. Luego de sus estudios de bachillerato (1886), Racoviţă continuó con sus estudios en la capital francesa; y en el año 1889 se graduó en la licenciatura en derecho de acuerdo a los deseos de su familia y en especial de su padre. Sus estudios en esa esferas fueron en vanos ya que nunca ejerció en ese ámbito, porque se dedicó por completo y de manera absoluta al estudio paralelo de las ciencias naturales, que le apasionaban ya desde la escuela secundaria. Años más tardes, Racoviţă aprobó su examen de licenciatura en ciencias naturales, obteniendo el primer lugar de su promoción.

En 1891 fue el inicio de su especialización en el estudio de la fauna marina, y sus primeras publicaciones especializadas. Su tesis de Doctorado de mayo de 1896 sobre "El lóbulo cefálico y el encéfalo de los anélidos poliquetos" ("Le lobe céphalique et l'encéphale des annélides polychètes"), reforzó su posición como especialista en ese campo, con extensos estudios basados en un método de investigación histórico. El trabajo del joven rumano fue muy apreciada por la comunidad científica francesa por su originalidad, su visión global y enfoque. Después de completar sus estudios, Racoviţă regresó a su país de origen, donde realizó el servicio militar, cumpliendo con el deber de servir a su nación. Exploró grutas, cuevas y cavernas por todo el continente Europeo, acompañado durante un cierto tiempo por la joven francesa Hélène Boucard, con quien contrajo matrimonio a principios de 1907.

Primera Expedición a la Antártida

Gracias a los estudios y los descubrimientos realizados por Racovita, se había hecho notar entre la comunidad científica internacional de la época y fue cuando Henryk Arctowski (18711958) le recomendó al comandante belga Adrien de Gerlache (1866-1934) para su expedición a la Antártida que estaba planificando. La expedición internacional denimonada Bélgica (1897-1899) fue la pura expresión de la audacia humana lanzada al asalto de una de las últimas "manchas blancas" en los mapas de la Tierra. Dos siglos habían pasado ya desde que James Cook había navegado por los mares del Sur, descubriendo a la isla continente (Australia) y Nueva Guinea y fue el primero en mostrar el extremo sur. Durante los preparativos de la expedición, se conocía poca información y pistas sobre la tierra alrededor del Polo Sur.

El navío "Bélgica" zarpó del puerto de la ciudad belga Amberes el 18 de agosto de 1897. Los 19 miembros de la expedición eran originarios de varios países diferentes: Bélgica, Noruega, Polonia, EE. UU., Rumania. La edad máxima de uno de los expedicionariosera era de 32 años. Racoviţă fue participé en la primera invernada a bordo del barco Bélgica, en compañía de Adrien de Gerlache, Henryk Arctowski, Roald Amundsen (1872-1928), Frederick Cook (1865-1940), Antoine Dobrowolski (1872-1954), Émile Danco (1869-1898) y Georges Lecointe (1869-1929).

La expedición volvió a Amberes en fecha del 5 de noviembre de 1899, con resultados científicos excepcionales. El notable científico envió todas sus notas, cartas, fotografías y dibujos a Bucarest para en caso de que no volviera de la expedición, se diera a conocer todo lo descubierto. Los exploradores y científicos tuvieron que enfrentar los témpanos y tormentas terribles. Además descubrieron costas, golfos, e islas inexploradas, y los inscribieron por primera vez en mapas. En señal de respeto por el gran maestro que marcó el debut de Racoviţă como naturalista, la expedición nombró una de las islas como Cobălcescu (lamentablemente mal escrito en cartas posteriores). Después de haber penetrado mucho más al sur, el "Belgica" quedó atrapado en la banquisa, estando inmovilizado en el desierto de hielo.

A partir del 28 de febrero de 1898, hivernaron en la banquisa austral, en el paralelo 70, durante trece meses. A lo largo de ese periodo, la tripulación estaba constantemente ocupada, manteniendo su ritmo de trabajo a pesar de la noche polar, interrumpiendo sus paseos sobre el hielo por blizzard, realizando a bordo mantenimiento, toma de muestras, observaciones y análisis meteorológicos, hidrológicos, astronómicos y magnéticos, escribiendo notas, pescando y cazando para alimentarse, estudio de los hielos marinos, aves y otros animales. Racoviţă fue un gran entretenedor, caricaturista del equipo, contribuyendo a su cohesión, y manteniendo la moral alta durante los meses de estancia por esos parajes. Después de un año de aislamiento, espera y trabajo en el hielo, mientras los suministros se agotaban y eran pocos los lugares de abastecimientos, la tripulación tomó la decisión de excavar un canal en el hielo flotante. Con muchos esfuerzos, se las arreglaron para llevar al barco hasta la alta mar, fuera del alcance del hielo. El 25 de marzo de 1899, el "Bélgica" pudo retornar a Punta Arenas; y el 5 de mayo, llegó a Amberes, donde fue recibido triunfalmente.

Inicios de la bioespeleología

Fue en el viaje del 15 de julio de 1904, a la isla de Mallorca, que Racoviţă exploró las "Cuevas del Drach". Durante tres días con sus noches, estudió los organismos adaptados a la vida de las cavernas. Ahí fue cuando descubrió uno de esos invertebrados, el Thyphlocirolana moraguesi, obviamente derivado de organismos marinos conocidos fuera del mundo subterráneo. Esto determinó que Racoviţă se consagrara en prioridad al estudio de los organismos de las cuevas, sentando las bases para la nueva ciencia conocida como bioespeleología. Antes que el científico rumano descubriera lo que hoy se conoce, se le atribuían al medio subterráneo pocas probabilidades para la existencia de vida.

Sobre la base de sus descubrimientos en la gruta de las Cuevas del Drach, Racoviţă mostró que la fauna de las cavernas era muy rica, densa y variada, y pensaba que sus estudios podían conducir a descubrimientos interesantes transcendentales. Uno de ellos, y no el menos importante, fue mostrar unos años más tarde que la distribución de la fauna terrestre se podía explicar sólo por lacátedra de biología en la Universidad de Cluj deriva continental, teoría emitida en 1911 por el climatólogo Alfred Wegenery y rechazada por todos los geólogos en la época (siendo finalmente reconocida en el año 1976, luego del descubrimiento de la tectónica de placas).

Después de sus estudios con Hélène Boucard y con su colaborador René Jeannel de varias grutas de Europa y del continente africano, en 1907 Racoviţă empezó a publicar la revista especializada "Biospeologica" donde mostró y dio a conocer sus observaciones en las grutas bajo el título "Énumération des grottes visitées". También publicó en esa revista el estudio "Essai sur les problèmes biospéléologiques", considerado como el "certificado de nacimiento" de la bioespeleología.

Vuelta a casa

Después de la Primera Guerra Mundial y los constantes llamamientos del gobierno rumano, determinaron que Racoviţă finalmente regresara a Rumanía (su esposa había aprendido la lengua), donde fue nombrado profesor de la nueva cátedra de biología en la Universidad de Cluj, abierta el 2 de febrero de 1920. El 26 de abril de 1920, una ley determinó la creación del "Instituto de Espeleología de Cluj", el primero de su género en el mundo. Por unanimidad del Consejo científico, Racoviţă fue nombrado director perpetuo de ese instituto, donde se reunían con sus amigos y colegas René Jeannel y Alfred Chappuis. Racoviţă no fue olvidado por su país de adopción, Francia, que disfrutó, incluso después de su regreso a Rumanía. Por ejemplo, fue invitado de honor a Banyuls-sur-Mer en 1932, en el cincuentenario del laboratorio "Arago". Visitó París en 1936 donde brindó tres conferencias en la Sorbona. De vuelta a Cluj, continuó su actividad hasta 1940, año del pacto germano-soviético y del consecutivo Dictado de Viena, que obligaban a Racoviţă, septuagenario, a establecerse en Timisoara, ya que Cluj pasaba a Hungría. Sin embargo los húngaros mantuvieron el Instituto de bioespeleología, dirigido por el amigo suizo de Racoviţă Alfred Chappuis. Racoviţă igualmente participó en expediciones espeleológicas, sobre todo a los Montes Apuseni y a los Cárpatos. Solo en el periodo 1920-1927 estudió e inventarió 1.116 grutas, desconocidas en gran parte de su totalidad. Hasta 1940, Racovita tuvo una intensa actividad científica. Trabajó hasta el último día de su vida, el 19 de noviembre de 1947, a los 79 años.

Fuentes