Ethan Frome
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Ethan Frome. Libro de la escritora norteamericana Edith Wharton. Este relato se gana al lector desde las primeras páginas con el viejo y efectivo recurso del planteamiento de un enigma.
Resumen
En lo que respecta al ambiente y a la condición social de los caracteres, Ethan Frome se siente, a primera vista, muy lejana de otras de las novelas más famosas de su autora como La casa de alegria (1905)y La edad de la inocencia (1920) trama debida, en gran parte, a las excelentes versiones cinematográficas de Terence Davisy de Martin Scorsese, respectivamente que tienen como escenario el Nueva York de las primeras décadas del siglo XX, Las transformaciones que va sufriendo la que devendrá moderna metrópoli, la representación del mundo de la aristocracia y de la alta burguesía, con sus tipos «a lo Balzac», así como la existencia de persona es que muestran su singularidad, fortaleza o debilidad en un medio estimulante por los retos de todo orden que plantea, sitúan estas narraciones en las antípodas de Ethan Frome.
Sin embargo,se descubre en las tres una serie de motivos que denotan el sello autor de Edith Wharton, como son, entre otros: el análisis de las reacciones de los caracteres protagónicos ante las constricciones de una moral de corte victoriano que, a fin de cuentas, haciendo caso omiso de ciertas peculiaridades locales, termina siendo la misma en el fulgurante Nueva York que en el congelado Massachusetts la presencia de un conflicto sentimental que puede articularse a través del expediente del triángulo amoroso (piénsese cuán eficaz es también el recurso en La edad de la inocencia’y lo que pudiera llamarse el imperativo de libertad de sus personajes de talla. Que deberá, sin embargo. contrapesarse o medirse con el renunciamiento. Este problema deviene callejón sin salida para los amantes de Ethan Frome. La única vía de escape es recurso de pura desesperación, la libertad que ofrece el suicidio. La terrible renuncia a toda ilusión es impuesta como un hecho fatal.
Argumento
Este relato se gana al lector desde las primeras páginas con el viejo y efectivo recurso del planteamiento de un enigma: el narrador, un anónimo personaje recién llegado a Starkfield, helada comarca del estado de Massachusetts. entra en contacto, por circunstancias de orden práctico con Ethan Frome. El carácter taciturno del lugareño y su físico lastimoso en el que quedan huellas de la que fuera, en otra época. una atractjvay lozana presencia lo intrigan, curiosidad acrecentada por el muro de siléncio que rodea su vida. Un día, debido a la Intensidad de la nevada, se refugia en casa de los Frome y allí es testigo del ya largo y terrible epílogo de un drama que será reveladó al lector, de forma retrospectiva, por su mediación, así como por los reticentes testimonios de personajes Gow y la señora Hale.
En la anodina y dura existencia de Ethan tuvo lugar. unos veinte años atrás, un acontecimiento que resultó trascendental para él, habida cuenta del opresivo vivir sin alicientes que hasta ese momento había arrastrado: se enamoró de Mattie Silver, la prima de su cargante e hipocondríaca esposa Zeena, cuya aparente fragilidad debía ser asistida todo el tiempo, amén de por su mandó encargado, igualmente. dé garantizar la subsistencia mínima; por Fa joven parienta y criada. La conjuncíón pues, de un misterio por develary una historia de amor garantiza la eficacia de un relato que pretende también mostrar la sicología y la condición humanas, no tanto ahondando en ellas o sacando a la luz sentimientos y voliciones ocultos sino por paradójico que suene a través del tozudo e insondable mutismo de los protagonistas, sugerente como un abismo: cualquier intento de elaborar o complicar sus sentimientos ha expresado la autora habría falseado Inecesariumente el conjunto.
Acerca de la autora
La biografía de la neuyorkina Edith Newbold quien cambió su apellido cuando contrajo ventajoso matrimonio con el banquero de Boston Edward Wharton, y lo mantuvo cuando se divorció de él en 1913 registra una serie de circunstancias que pueden haber inspirado algunas de las situaciones que aparecen en sus textos, o propiciado el abordaje de sus asuntos. Su matrimonio fue siempre infeliz, a lo que contribuyeron las frecuentes crisis nerviosas del esposo, treinta años mayor que la escritora, y quien ejercía sobre ella la sujeción que el lector podrá adivinar (en el sufrimiento de Ethan Frome por las exigencias de la «enferma» Zeena se transparentaría esa dolorosa vivencia de la Wharton)
Como aliciente o búsqueda de una plena realización amorosa pues nunca amó a su esposo, afirman sus biógrafos sostiene entonces un intenso romance con el joven periodista Morton Fullerton dél que termina también separándose (de ese sonado alfairse han visto huellas en el idilio de Ethany Mattie, así como en el que comparten los protagonistas de La edad de la Inocencia). Significativo para el desarrollo de su carrera como escritora fue su establecimiento definitivo en París a partir de 1907 frecuentaba Europa desde hacía años donde entrará en contacto con un selecto grupo de intelectuales, entre ellos su amigo. el voluntariamente expatriado y nacionalizado ingles Henry James, de decisiva influencia en su obra. Temas de sello jamesiano son, entre otros, el contraste entre las sociedades europea y norteamericana de principios de siglo expresado a través de personajes «característicos» que se mueven en contextos que hacen resaltar su singularidad (piénsese, por ejemplo, en Jo que podría. emparentar a la madame Olenska de la Whartony y la Daisy Miller de lames); o la libre expresión de la individualidad y de complicadas emociones en medios Sociales que consideran inconvenientes este género de efusiones.
Edith Wharton vio recompensados en vida sus empeños intelectualesy civiles: obtuvo en 1921 el Premio Pulitzer con La edad dé la inocencia; fue la primera mujer que recibiera un Doctorado en Letras por la Universidad de Yale; Francia le concede la orden de la Legión de Honor, por servicios prestados durante la Primera Guerra Mundial, y en 1930 fue nombrada miembro de la Academia Americana de Artes y Letras. La versatilidad aludida al comienzo de estas líneas se manifiesta desde sus inicios como escritora su primera novela, El valle de la decisión, es de 1902; desde entonces publicaría un libro cada año, y si bien, como ya se ha indicado, es la sociedad neuyorkina el asunto preferido de varias de sus obras, no desdeña adentrarse por territorios bien distantes de éste, como sucede con el texto que ahora se presenta al lector cubano.
