Eugenio Cajés

Eugenio Cajés
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Datos personales
Nombre completoEugenio Cajés
Nacimiento1574
Madrid, Bandera de España España
Fallecimiento1634
Madrid, Bandera de España España
OcupaciónPintor
Datos artísticos
ÁreaPintura

Eugenio Cajés. También llamado Cascese o Caxés, fue un pintor español. Hijo del pintor italiano Patricio Cajés, fue discípulo de su padre, quien había recalado en Madrid requerido para la ejecución de las obras del monasterio de El Escorial.

Trayectoria

Se ha supuesto una estancia suya en Roma, hacia 1595, donde asistirá al surgimiento del primer naturalismo caravaggiesco. De Italia debió traer Cajés la afición a las composiciones de batallas de Tempesta, que a través de la difusión de las estampas serían repetidas una y mil veces por la generación de Vicente Carducho como fondo de sus escenas. Los documentos manifiestan su amistad con el pintor Juan Pantoja de la Cruz, en cuyo testamento consta, aunque no como pintor, sino como tallador de marfil.

En 1601 y 1604 suscribe sendos contratos junto con su padre, aunque desde 1602 también aparece en contrataciones en solitario. En 1604 pinta por encargo regio las copias de El rapto de Ganimedes y La fábula de Leda de Antonio Correggio, obras conservadas en el Museo del Prado.

En 1608 se encuentra trabajando en la decoración del palacio de El Pardo y en 1612 es nombrado pintor del rey. En 1628 solicita la plaza de ujier de cámara, que es estimada por el monarca, aunque no llegó a hacerse efectivo el nombramiento. Su figura fue ensalzada en múltiples ocasiones por la literatura artística de su época y por los literatos, como Lope de Vega, de quien el artista fue amigo personal.

Obras

Entre sus obras más destacables se encuentran las decoraciones al fresco del Sagrario de la catedral de Toledo en 1615. Dicha obra fue realizada en colaboración con Vicente Carducho, no siendo la última vez que los dos coincidieron en la ejecución de un contrato. Volvieron a ­encontrarse en la realización del retablo mayor del monasterio de Guadalupe (Cáceres), en 1618, y ejecutaron juntos el retablo de la iglesia de Algete (Madrid) en 1619.

Participó, asimismo, en la decoración del Salón de Reinos del palacio del Buen Retiro, para la que se le encargó la Recuperación de San Juan de Puerto Rico, obra que quedaría inacabada a su muerte, y que sería rematada por sus discípulos Antonio Puga y Luis Fernández. Junto a Vicente Carducho y a Angelo Nardi luchó por el reconocimiento de la dignidad de la pintura, exigiendo la exención del pago de alcabalas que equiparaban a los pintores con el resto de oficios gremiales.

Junto a los ecos arcaizantes tardoescurialenses -si bien atenuados por el recuerdo de Bartolomé Carducho- en su estilo destaca la morbidez de las formas, quizá alimentada por su labor como copista de Correggio, que le distingue de la rudeza dibujística del resto de sus contemporáneos, perpetuándose esta característica en la obra de su discípulo Antonio de Lanchares. Destacable es su preocupación por los efectos lumínicos, que contribuyen a crear esa sensación mórbida e intimista, como en el caso de Virgen con el Niño y ángeles (Prado), que le ubican en el aprendizaje claroscurista, en sintonía con el panorama internacional de su época y con la producción de Juan Bautista Maíno.

Muerte

A su muerte fue enterrado en la madrileña iglesia del monasterio de San Felipe el Real, cuyo retablo había realizado en 1605.

Fuente