Física y cultura energética

Física y Cultura Energética
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Concepto:La Física y la Cultura Energética como parte de la educación ambiental, son premisas para el desarrollo sostenible de la humanidad

Física y Cultura Energética. La energía constituye una mercancía más, una entidad de valor económico y social. Quizá ningún otro concepto tenga tantas implicaciones en la vida cotidiana de los ciudadanos. De ahí que su estudio sea un factor crucial para el desenvolvimiento y la toma de decisiones en la sociedad, y constituye un elemento esencial para la cultura general e integral de cualquier persona en el siglo XXI. La idea de que la formación de una conducta cívica responsable con relación al uso de la energía, puede ser posible si se crean las condiciones en el proceso docente-educativo de la asignatura Física, para que los estudiantes tomen conciencia de la necesidad social de asumir dicha conducta. Esto significa que dentro del proceso formativo general de la asignatura, habrá que distinguir, como parte de éste, el proceso de la formación energética de los estudiantes, dirigido, entre otros aspectos, al desarrollo de una conciencia de ahorro energético.

La educación como base de la Cultura Energética

La educación energética no puede ser una campaña o una consigna, sino una conducta cotidiana y constituirse en regla y no en excepción. La educación energética de respeto ambiental es un proceso continuo de acciones pedagógicas dirigidas al desarrollo de un sistema de conocimientos, procedimientos, habilidades, comportamientos, actitudes y valores en relación con el uso sostenible de la energía. Posee, entre otras características, un marcado carácter interdisciplinar, un estrecho vínculo con la educación ambiental y los objetivos declarados en la Conferencia de Tbilisi en 1977; se le concibe como un eje transversal en el currículo escolar. La imbricación de la energía dentro de las relaciones ciencia-tecnología-sociedad es otro aspecto que se debe considerar al abordar la educación energética. Debe estar incorporada al modo de actuar y de pensar, pues el ahorro no es solo una necesidad económica es además y fundamentalmente una necesidad para la supervivencia de la especie.

En el proceso de educación, las distintas instituciones y organizaciones de la sociedad no pueden actuar de forma aislada debiendo conformar un sistema único de acciones, en la que se integren necesariamente para cumplir esta importante función.

La educación en el sentido martiano, es la preparación del ser humano para la vida: preparar a los niños y jóvenes para el trabajo, cultivar su inteligencia enseñándolos a pensar; se desarrollan sus sentimientos morales, estéticos y patrióticos, formándose convicciones ideopolíticas. Se debe tener presente que una tarea importante de la educación es convertir los intereses sociales en intereses personales y en tal sentido no basta que el maestro exprese solo intereses sociales, sino que estos alcancen a interiorizarse en los educandos, a través de una educación efectiva, donde los estudiantes sean protagonistas directos del aprendizaje y no meros espectadores en el proceso de enseñanza. Estas ideas son particularmente significativas en lo que se refiere a la educación energética y medioambiental.

Es costumbre hablar de “producción”, “consumo” y “ahorro” de energía. Estos términos están acuñados por el uso; sin embargo, no son siempre empleados de manera rigurosamente correcta y es necesario aclarar su significado. Cuando se habla de producir, consumir o ahorrar energía eléctrica, en realidad lo que se tiene en mente es la transformación de la energía de unas formas a otras y su transmisión de unos cuerpos a otros, ya sea en una mayor o menor cuantía. No es posible producir energía como se produce una silla o consumirla como se toma un helado. En el caso de la energía, los procesos de su transformación y transmisión están sujetos a regulaciones importantes como las impuestas por el principio de conservación y transformación de la energía.

La Física para el desarrollo de la Cultura Energética

Se han planteado las tareas generales que en este sentido debe desarrollar la asignatura Física en la Secundaria Básica. Dentro de estas tareas se ha hecho énfasis en la relacionada con la energía, y en especial con la dirección del proceso de formación energética, que permite la concreción de los objetivos del PAEME en la escuela. Se introducen conceptos relacionados con la corriente eléctrica donde los alumnos aprenderán el significado de sus unidades, por ejemplo: W (watt), kW (kilowatt), MW (megawatt) y kWh (kilowatt hora). También aprenderán a leer el metro contador de energía, el consumo de diferentes dispositivos domésticos y las reglas para su uso eficiente, al relacionarse con sus familiares y su entorno social inmediato para formar una cultura responsable en el ahorro de energía eléctrica y cuidado del medio ambiente, por qué se produce el pico eléctrico y cuáles son las fuentes energéticas alternativas más prometedoras en las condiciones de Cuba, entre otros muchos aspectos de interés.

Dentro de los objetivos generales están: el resolver tareas relacionadas con la vida económica del país y en los de la asignatura en el grado que se encuentra, valorar la repercusión que para el medio ambiente, el ahorro de la energía y en general la sociedad, tienen ciertos resultados de la Física, tales como: la producción y utilización de la energía eléctrica, el empleo de diversos dispositivos eléctricos y ópticos, el uso de fuentes de energía basadas en combustibles fósiles, etc.

Se hace referencia a términos como: eficiencia en los elementos energéticos, que se refiere fundamentalmente a qué cantidad de energía que se pone en juego para una tarea, es en realidad necesaria para ejecutarla. Se dice así que un proceso es ineficiente cuando la cantidad de energía utilizada es superior a la necesaria. Además se tiene en cuenta que el ahorro de energía y la eficiencia energética están estrechamente relacionados con el uso adecuado de los medios consumidores y a los hábitos de consumo individuales. Al hablar de la eficiencia con que se emplea la energía, no es válido el criterio de modo común aceptando que “más vale que sobre y no que falte”, ya que en términos energéticos, de lo que se trata es de utilizar sólo lo necesario. Las propuestas de ahorro y uso racional de los recursos energéticos que pueden realizarse, tanto en el hogar como en las oficinas, industrias, etc., están dirigidas básicamente a:

  • Aumentar la eficiencia durante el proceso de transformación de la energía de formas menos aprovechables, así como durante su transformación, evitando la disipación de energía en los procesos intermedios.
  • Aumentar la eficiencia durante la utilización de la energía, al disminuir la cantidad que se degrada innecesariamente, ya sea por el empleo ineficiente o innecesario de los equipos.

Para lograr estos dos propósitos es preciso considerar un grupo de elementos como son los siguientes:

  • El adecuado diseño arquitectónico de las edificaciones con vista a minimizar el gasto de energía (arquitectura bioclimática).
  • El acomodo de cargas que permita elegir los horarios más adecuados para las funciones que requieren mayor consumo de energía.
  • El cumplimiento de las instrucciones de los fabricantes en el uso de los aparatos, maquinarias e instrumentos, con vista a no someterlo a regímenes de explotación inapropiados, que ocasionen elevados consumos de energía.
  • El conocimiento de equivalentes energéticos de cada una de las actividades que realizamos, el empleo de equipos electrodomésticos y luminarias más eficientes, así como la introducción de la cogeneración eléctrica y un uso cada vez mayor de las energías renovables.

El PAEC

Otro elemento que desde la Física puede tratarse para contribuir a la educación energética de los estudiantes es la campaña que lleva a cabo el Ministerio de la Industria Básica, por medio del Programa de Ahorro de Electricidad en Cuba (PAEC).Con el propósito de dar cumplimiento al programa antes mencionado se han ejecutado acciones tales como: modernización de las termoeléctricas, la venta de bombillos ahorradores y juntas magnéticas para refrigeradores a toda la población y venta del módulo eléctrico a los núcleos familiares, entre otras medidas.

Logros alcanzados

Desde la Física se puede aprovechar y profundizar en las variadas informaciones que reciben los escolares por los medios de difusión masiva relacionadas con la energía y que les pueden resultar motivantes. Entre las informaciones que pudieran servir figuran las siguientes.

En la actualidad el 95% de los cubanos disfruta de los servicios eléctricos y de todos los beneficios que esto reporta para la sociedad moderna, a través del Sistema Electro energético Nacional (SEN). Muchos habitantes de zonas de difícil acceso alejadas de la red nacional, son beneficiados con el empleo del sistema energético independiente, basado en el aprovechamiento de la energía solar. Un ejemplo de esto lo es las numerosas escuelas que a lo largo y ancho de Cuba, han sido electrificadas empleando sistema fotovoltaico, lo que las pone en condiciones de acceder, entre otros, al Programa Audiovisual del Ministerio de Educación y el empleo de las nuevas tecnologías de la información. Sin duda nuestra situación es bien distinta a la del resto del mundo económicamente subdesarrollado. Hoy se debe ahorrar esa energía eléctrica que se pone al alcance de un “Clic” del interruptor de las casas, escuelas, etc.

Se debe tener presente que una tarea importante de la educación es convertir los intereses sociales en intereses personales y en tal sentido no basta que el maestro exprese solo intereses sociales, sino que estos alcancen a interiorizarse en los educandos, a través de una educación efectiva, donde los estudiantes sean protagonistas directos del aprendizaje y no meros espectadores en el proceso de enseñanza. Estas ideas son particularmente significativas en lo que se refiere a la educación energética y medioambiental.

Fuentes

  • Samón Soto, Raúl: La Física y la Cultura Energética para una conducta cívica responsable en la Secundaria Básica. Universidad de Ciencias Pedagógicas Frank País García. Santiago de Cuba, 2012.
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