Giorgio Perlasca

Giorgio Perlasca
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NombreGiorgio Perlasca
Nacimiento31 de enero de 1910
Como, Bandera de Italia Italia
Fallecimiento15 de agosto de 1992
Padua, Bandera de Italia Italia
NacionalidadItaliana
OcupaciónComerciante

Giorgio Perlasca. Fue un comerciante italiano que se hizo pasar por cónsul español en Hungría durante el invierno de 1944 y salvó a 5200 judíos de los Nazis y del Holocausto.

Síntesis biográfica

Nació en Como, Italia el 31 de enero de en 1910, y creció en Maserà di Padova, provincia de Padua.

Carrera

Simpatizante de las ideas nacionalistas de Gabriele D’Annunzio, fué como voluntario para pelear del lado nacional en la Guerra Civil Española. Finalizada la guerra regresó a Italia en donde lo sorprendió el comienzo de la SGM y la alianza entre Mussolini y Hitler. Fue en ese momento cuando Perlasca abandona el fascismo y decide en su intimidad permanecer leal sólo al Rey Víctor Manuel III. El viejo rencor hacia Alemania, país contra el cual Italia había peleado en la primera guerra, y las Leyes de Núremberg pusieron un límite a su exacerbado patriotismo. "No era ni fascista ni anti-fascista; era anti-nazi.", contaría mucho después. El otoño de 1943 lo sorprende en Budapest como delegado oficial del gobierno italiano con estatus de diplomático, enviado con la misión de comprar carne para el ejército italiano.El 8 de octubre el General Eisenhower anuncia la rendición incondicional de Italia a las fuerzas aliadas. Perlasca entonces hace público su juramento al monarca italiano lo que le cuesta libertad. El gobierno húngaro, amenazado por Alemania, lo toma como prisionero y lo recluye en un castillo reservado para diplomáticos. Tras unos meses de cárcel aprovechó un pase médico que le permitía viajar dentro de Budapest para escaparse y pedir asilo en la Embajada de España, el país de sus aventuras juveniles.

Súbitamente Giorgio paso a llamarse "Jorge", con iguales derechos a los de un ciudadano español. Al poco tiempo comenzó a colaborar con las acciones de rescate de judíos que ejecutaba Ángel Sanz Briz, el Cónsul al mando de la legación, en colaboración estrecha con otras delegaciones diplomáticas como las de Suiza, Suecia, Portugal y el Vaticano. Años más tarde, a las preguntas de los periodistas, tratando de averiguar las motivaciones que le llevaron a actuar de aquella manera, Giorgio Perlasca respondió:

"Viendo a miles de personas a punto de ser exterminadas por odio racial o religioso, y teniendo la posibilidad de hacer algo por ellos, confié en que el gobierno español no me delataría ya que ellos también eran contrarios a la actuación abominable de los nazis. Así pues, pensé que tenía que ayudar a aquellos ciudadanos judíos."

Cuando Sanz Briz se vio obligado a abandonar Hungría a finales de 1944, para no reconocer al nuevo gobierno pro-nazi de Ferenc Szalasi, las autoridades tuvieron la oportunidad de avanzar sobre las casas de protección españolas. De inmediato, y para evitar lo peor, Perlasca hizo creer al Ministerio del Interior que Sanz Briz lo había nombrado su sucesor. Se auto nombró Embajador de España y en un papel con membrete oficial redactó su designación como representante del gobierno de Franco. Entregó el documento falso a las autoridades de la Cancillería húngara que lo aceptaron sin reservas. Acto seguido, puso bajo su custodia a miles de refugiados ocultos en las casas españolas y, al igual que Raoul Wallenberg, negoció con los sabuesos nazis para bajar de los trenes a la mayor cantidad de condenados a muerte en los campos de exterminio.

Con el Ejército Rojo en Budapest y la certeza de que alrededor de 5200 judíos estaban a salvo, Perlasca inició un largo retorno a Italia. Aún tiene más mérito lo siguiente. "Jorge" guardó en secreto su increíble aventura por más de 30 años, hasta que un grupo de mujeres de una comunidad judía en Hungría comenzó a rastrear al diplomático español que había salvado sus vidas. Gracias a eso, al filme arriba mencionado, y a libros como el del periodista Enrico Deaglio, "La Banalità del bene. Storia di Giorgio Perlasca", el mundo conoce hoy su historia. Cuando fue conocida su actuación, evitando la masacre de miles de ciudadanos del mundo, Perlasca recibió numerosas e importantes distinciones:

Distinciones

  • Israel: En 1989, le proclamó Justo, concediéndole el título de Ciudadano de Honor, e invitándole a plantar el Árbol sobre la colina de los justos, en Yad Vashem, Jerusalén.
  • Italia: Le otorgó la Medalla de Oro al Valor Civil y el título de Gran Oficial de la República.
  • Hungría: Le concedió la máxima distinción honorífica nacional, La Estrella al Mérito.
  • EE.UU: Acogiéndole como a un héroe, en el 1990 le invitó a la colocación de la primera piedra del Museo del Holocausto en Washington.
  • España: En cuyo nombre hizo su gesta, también le honró, concediéndole la Gran Cruz de Isabel la Católica.

Innumerables son los reconocimientos de asociaciones, fundaciones privadas, etc., así como las ciudades italianas que en alguna de sus calles o plazas figura el nombre de Perlasca.

Muerte

Falleció el 15 de agosto de 1992 en Padova.

Fuentes