Guardianes del día

Guardianes del día
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Fantástico | Bandera de Rusia Rusia
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NombreDnevnoi Dozor -Day Watch
Estreno2006
GuiónTimur Bekmambetov
DirectorTimur Bekmambetov
Producción GeneralAnatoli Maksimov, Timur Bekmambetov
Dirección de FotografíaSergei Trofimov
RepartoKonstantin Khabensky, Aleksei Chadov, Gosha Kutsenko, Igor Lifanov, Zhanna Friske, Mariya Poroshina, Vladimir Menshov, Galina Tyunina
ProductoraGemini Film
PaisBandera de Rusia Rusia
Sitio web
http://www.dozorfilm.ru/start.html

Guardianes del día. Es una película de 2006 escrita por Sergei Lukianenko, producida y dirigida por Timur Bekmambetov.

Sinopsis

Secuela del popular filme fantástico ruso "Guardianes de la noche" (2004). Ambientada en el Moscú de nuestros días. La historia gira en torno al conflicto y al equilibrio que vienen manteniendo las fuerzas de la luz y la oscuridad como consecuencia de una tregua establecida desde la Edad Media entre ambos bandos contrapuestos. Pero esta antigua guerra entre las fuerzas de la luz y la oscuridad está a punto de alcanzar un trágico resultado. Cada bando ha ganado para sí a un potente Gran Otro, el choque entre ambos se adivina inevitable y Anton Gorodetsky se ve envuelto una vez más en medio de todo este conflicto. Por un lado está el hijo de Anton, Egor, que se ha sumado a las filas de la Oscuridad, mientras que Svetlana, de la que Anton está enamorado, representa la esperanza de la Luz. Pero esto no es más que el comienzo de sus problemas.

Cómo se hizo

El proyecto

Sergei Lukyanenko es un autor prolífico licenciado en psiquiatría que siempre deseó escribir una historia épica de magia ancestral que se desarrollara en nuestro tiempo. «Durante un tiempo estuve detrás de escribir algo de fantasía, pero mi interés no apuntaba tanto a gnomos o elfos -explica Lukyanenko entre cuyas obras se encuentran la trilogía “Línea de sueños y Caballero de las cuarenta islas”- entonces se me ocurrió una idea enigmática: la Noche como un campo de batalla de magos que viven ocultos entre la gente corriente y que sólo pueden luchar cuando no interfieran con la humanidad. De ahí surgió la siguiente idea de los Guardianes de la Noche, una unidad especial creada para controlar a esos magos. Y ésta a su vez condujo al desarrollo de la unidad antagonista de estos guardianes, los Guardianes del Día, en su eterna batalla de los unos contra los otros». En seguida, las criaturas sobrenaturales que componían los Guardianes de la Noche y los Guardianes del Día (criaturas con sobrecogedores poderes mágicos que actúan apenas a un paso de la realidad urbana de apartamentos reducidos y estaciones abarrotadas del metro), fueron cautivando a lectores a lo largo y ancho de Rusia, entre los cuales se hallaba el gran productor ruso Konstantin Ernst, también Director General de Channel One Russia, la mayor red de televisión rusa y de mayor éxito.

Para dirigir esta historia de brujas, hechiceros y vampiros que tiene lugar en las calles urbanas de hoy en día, los productores sabían que precisaban un director que fuera verdaderamente innovador en el campo visual. Así, comenzaron a buscar a alguien que lograra imprimir a la historia un marcado sentido y estilo originales, y que pudiera combinar la fuente inagotable de emociones que suponen los efectos especiales actuales con una comprensión del alma rusa. Descubrieron que buscaban a alguien como Timur Bekmambetov. Nacido en Kazajstán, es un aclamado puntal creativo en los campos de anuncios y videoclips, que ha dirigido más de 600 anuncios para compañías de la talla de Coca-Cola, Pepsi, Apple, Microsoft, Ford y Procter & Gamble. Bekmambetov hizo su debut como director de largometrajes en 1994 con The Peshavar Waltz, un film de autor sobre la guerra de Afganistán. Su segundo largometraje, GLADIATRIX (2000) (también conocida como THE ARENA), se filmó en inglés y fue coproducida por el legendario Roger Corman.

«Timur tiene un gran sentido visual -comenta el productor Anatoly Maximov- pero además ahonda mucho en los personajes, al mejor estilo Konstantin Stanislavski. Y de la mezcla resultante surgió el estilo de esta película».

Un factor clave para su visión creativa sobre esta película es el omnipresente e intenso realismo que se despliega sobre los penetrantes e ingeniosos efectos especiales. De hecho, declara que quería que los espeluznantes vampiros, brujas y hechiceros parecieran de lo más amenazador… al mismo tiempo que pudieran pasar por el vecino de al lado. «El público ruso -explica- no tiene una experiencia anterior con este tipo de cine porque nunca hemos tenido películas de cine fantástico o cómics… todo esto es nuevo. De modo que el único punto de partida sólo podía consistir en hacer que todo fuera muy realista, para que el público pudiese creerse la historia lo suficiente como para aceptar la parte de fantasía.

El reparto

En el corazón de la película Los Guardianes Del Día (Dnevnoi Dozor) habitan criaturas sobrenaturales que pertenecen bien a los Guardianes del Día, o bien a los Guardianes de la Noche, dos bandos que libran una guerra nocturna mientras la ciudad moscovita duerme. El director Timur Bekmambetov sabía que para lograr que esta historia fuera visceral y emocionalmente trepidante la clave residía en dar con actores que se posicionaran claramente en los bandos opuestos de la división entre el Bien y el Mal, algo que requería un proceso muy especial de casting. Bekmambetov comenzó por separar a los actores rusos protagonistas en dos grupos diferentes: «Me pareció que hay actores que parecen actores, mientras que otros actores parecen gente corriente. Escogimos a los actores que parecen actores como las Criaturas de la Oscuridad porque son geniales, muy originales, interesantes y altivos. Los actores que parecen gente normal fueron escogidos como Criaturas de la Luz, que son los Guardianes de la Noche. Así por ejemplo, para el papel de Svetlana -una mujer que por donde quiera que pasa ocurren desgracias- escogimos a Maria Poroshina, que para mí parece una chica rusa normal y corriente. Por contra, para el personaje de Alisa, Guardiana del Día, elegimos a Zhanna Friske, quien en la vida real es una famosa estrella rusa del pop».

Aprovechando el gran elenco de actores rusos con gran preparación, Bekmembatov hizo hincapié en el detalle de buscar actores que pudiesen no sólo adaptarse al intenso nivel de acción de esta película, si no que además sondearan los mundos psicológicos y emocionales de sus respectivos personajes. Por esta razón está convencido de que Los Guardianes Del Día (Dnevnoi Dozor) marca un punto y aparte con respecto al resto del cine moderno fantástico y de terror. «En las películas norteamericanas de cine fantástico los personajes por lo general no son tan profundos -comenta- pero aquí tenemos acceso a actores rusos con una fuerte formación en el método Konstantin Stanislavski. Y por ello podemos traer al género fantástico unos personajes muy profundos, con relaciones muy complicadas y aportar una intensa complejidad al argumento gracias a los actores». Bekmambetov escogió a Konstantin Khabensky, uno de los actores rusos más populares, para el papel protagonista de Anton Gorodetsky, uno de los principales Protectores de la Luz como miembro de los Guardianes de la Noche. Bekmambatov descubrió que Khabensky encajaba a la perfección en el papel de amplio espectro que resulta el personaje de Anton. «Konstantin es muy gran actor dramático pero además posee las cualidades para interpretar cualquier personaje - indica Bekmambetov- es como un payaso, puede ser divertido, puede ser extravagante… lo cual resulta una buena combinación porque para atraer al público ruso hacia este mundo de criaturas necesitaba un actor que fuera completamente creíble».

Para Boris Geser, hombre de negocios durante el día y líder de los Guardianes de la Noche cuando se oculta el sol, Bekmambetov escogió a Vladimir Menshov, artífice de la película ganadora de un Oscar® “Moscú no cree en las lágrimas” a la par que actor, guionista y director. A la cabeza de los Protectores de la Luz durante siglos, Geser es como un padre además de un líder para todo lo que representa al bien. Su intervención resulta fundamental en la salvación de su compañero Anton tras un encuentro casi mortal con los Guerreros de la Oscuridad.

«Boris es uno de los pocos directores rusos que ha ganado un Oscar, y a la vez tiene una personalidad marcadamente rusa -señala Bekmambetov- la imagen que proyecta al público ruso es la de un jefe de partido político o burócrata, por eso pensé que sería interesante y divertido que interpretara al líder de las huestes de la Luz».

Por contra, para Zavulon, líder de los Guardianes del Día, Bekmambetov eligió a Victor Verzhbitskiy, un amigo de la escuela de arte que participó tanto en The Peshavar Waltz como en Gladiatrix. Maestro de todo el mal y la oscuridad, Zavulon comanda a los Guardianes del Día. Si bien los Guerreros de la Oscuridad han mantenido un equilibrio hasta ahora con los Protectores de la Luz, los vampiros y los mutantes (que componen la unidad de los Guardianes del Día) desean por todos los medios controlar el espíritu del Gran Otro para inclinar la balanza a su favor.

Efectos visuales

Sin importar lo ambiciosa y épica que fuese la visión de Timur Bekmambetov respecto a sus películas Guardianes Del Día (Dnevnoi Dozor) y Guardianes De La Noche (Nochnoi Dozor), siempre resta una complicación: cómo producir las 400 tomas de efectos visuales necesarias para las batallas a gran escala y la magia sobrenatural… en un país donde un fábrica de efectos visuales del tamaño de Industrial Light & Magic de George Lucas es un sueño. Bekmambetov deseaba mantener la producción en Rusia en su totalidad, pero sabía que ninguna empresa rusa era capaz de asumir todo el trabajo. Debido a la escasa demanda de los más refinados efectos digitales de la industria local, las empresas rusas de este sector son pequeñas y no están habituadas a trabajar con cientos de escenas. Para resolver el problema, los realizadores escogieron un enfoque radical: agruparon a docenas de instalaciones de toda Rusia para crear una gigantesca empresa «virtual» de efectos durante el año de postproducción que siguió al rodaje. «Era muy importante para nosotros que todos los efectos generados por ordenador se realizaran en estudios rusos», comenta el productor Konstantin Ernst, «así que organizamos una red de 42 pequeños estudios que nos permitió crear unos efectos de alta calidad». Los estudios de efectos se encontraban desperdigados por todo el país, desde Moscú a St. Petersburgo o Kiev, y cada uno con su especialidad. Quizás en una empresa disponían de un buen modelador pero no de animador, y en otra sí tenían animadores, pero no modeladores, de modo que la producción trasladaría los proyectos de empresa en empresa, completando cada escena mediante el método de mezcla maestra. Cada día, todo el trabajo de los diferentes diseñadores y programadores se transmitía a un servidor central para que Bekmambetov pudiera evaluarlo y redirigirlo para su desarrollo o finalización a otro estudio.

Finalmente mucha gente quedó muy sorprendida por la impresionante naturaleza de los efectos que las casas rusas son capaces de realizar con tan corto presupuesto, efectos que van desde caballos atravesando los muros de Samarkanda a Alisa conduciendo un coche por los muros de un edificio. «Creo que la mayor contribución al éxito en el campo de los efectos fue la calidad de los artistas, y no necesariamente sus equipos o medios técnicos. Si dispones de buenos artistas, puedes crear cosas increíbles», señala Ernst.

Elenco actoral

Fuentes