Historia del municipio Majibacoa (Provincia Las Tunas)


Historia del municipio Majibacoa (Provincia Las Tunas)
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Entrada del Municipio Majibacoa en Las Tunas
Cronología
Comunidades primitivas
Época colonial
Guerra de los Diez Años (1868 - 1878)
Guerra de 1895
Época de la República neocolonial
Desarrollo económico durante la neocolonia
Industria azucarera
Desarrollo social y cultural durante la neocolonia
Lucha insurreccional (1952-1958)
Revolución en el poder
Transformaciones económicas
Transformaciones sociales y culturales

Historia del municipio Majibacoa (Provincia Las Tunas). El municipio Majibacoa, en la provincia Las Tunas posee una rica historia que comienza con los asentamientos aborígenes establecidos en el territorio, lo que se le denomina etapa precolombina, y llega hasta la actualidad, pasando por la ocupación española, las luchas de independencia, la etapa republicana o seudorepública hasta llegar a la etapa revolucionaria.

Ubicación geográfica

Ubicación geográfica, Majibacoa

El actual territorio ocupado por el municipio de Majibacoa antes de 1976 formaba parte del término municipal de Victoria de Las Tunas y de la región de Holguín. Colinda al norte con los municipios de Puerto Padre y Jesús Menéndez, al sur con la provincia Granma; al este con el municipio Calixto García de la provincia Holguín, y al oeste con el municipio Las Tunas. Ubicado en el centro este de la provincia, en la llanura CamagüeyLas Tunas, es el segundo más pequeño en población de la provincia.

La más antigua referencia que se tiene del nombre de Majibacoa es el que aparece en la Nomenclatura Toponímica y Geográfica de Cuba 18601872 y lo recoge como una hacienda de labranza y cría de ganado que es atravesada por un río del mismo nombre.

Comunidades primitivas

Se han localizado tres asentamientos aborígenes que muestran la presencia aborigen en la región, Majibacoa, ubicado en la propiedad de Eligio Machado y Felipe Ortiz en las riberas del río Majibacoa; Los Guayos, ubicado en los márgenes del Arroyo El Salado entre el caserío de Los Guayos y San Rafael, en la pequeña finca de Idael Quintero a dos y medio kilómetros del sitio Majibacoa y Las Minas que se encuentra ubicado a dos y medio kilómetros del sitio Los Guayos y las márgenes del Río Majibacoa.

Los grupos asentados en el sitio Majibacoa se consideran protoagricultores pues la ausencia de fragmentos de burenes y raspadores de conchas, la presencia de morteros y percutores nos conducen a esa apreciación, de igual modo se reporta la presencia de una esfera lítica en dicho sitio. Según fuentes orales, en 1950 se hicieron varias excavaciones en el lugar del cual se extrajo un sinnúmero de piezas entre ellas cerámicas (asas y fragmentos de vasijas), cuentas, pendientes, piedras, abundante sílex y esqueletos humanos, de las cuales se desconoce su destino.

Por su parte, el sitio Los Guayos aportó fundamentalmente restos óseos de jutía en su mayoría del género geocapromys, majaes y otras especies terrestres. De igual modo se evidencia el abundante uso de la piedra, los grupos asentados allí fueron grandes talladores de sílex micro líticos que pueblan al área de casi un kilómetro de extensión, varios morteros, percutores en su mayoría, pequeños majadores, millares de esquirlas de sílex; basado en una industria de lascas micro líticas e instrumentos confecciónales sobre estos. En tanto en el sitio Las Minas se comportó similar a Los Guayos, por su cercanía.

Las evidencias arqueológicas recuperadas en los mencionados sitios a través de la colecta de superficie se caracterizan por su diversidad en la presencia de artefactos de piedra y concha, así como restos alimentarios, lo cual presupone su inclusión dentro de los grupos pre agroalfareros con un desarrollo tecnológico más atrasado; estos grupos tuvieron una economía basada en la pesca, la caza, la recolección y el cultivo incipiente de plantas.

Época colonial

Al fundarse la villa de San Salvador de Bayamo en 1513, toda la zona del actual municipio Majibacoa pertenecía al territorio bayamés. El 19 de enero de 1752 se nombró el primer cabildo en Holguín, lo que posibilitó la separación de la villa y contar con una Tenencia de Gobierno. La extensión total de la jurisdicción de 237 leguas cuadradas, con 152 kilómetros de costa, extendiéndose desde la bahía de Manatí a la boca de la bahía de Nipe, y del curso del río Aguas Verdes, pasando por los montes de Báguanos y avanzando luego hasta llegar al río Cauto y por su orilla hasta Majibacoa. Al segregarse Holguín de la villa de Bayamo, una parte de Majibacoa pertenece a dicha jurisdicción, la otra continúa en la comarca bayamesa.

El 13 de octubre 1729, Las Tunas queda estructurada en los hatos de Cabaniguán, Virama, Las Tunas, Unique, Ochoa, Las Arenas y Aimiquiabo. En 1841 ya existían habitantes en Ojo de Agua. En la división política-administrativa de 1866, el actual territorio del municipio de Majibacoa, está fragmentado pues la parte oeste pertenece a Puerto Padre, el este a Holguín, y el resto a la jurisdicción Tunas- Bayamo.

Guerra de los Diez Años (1868 - 1878)

Machete mambí, las tunas

A fines de la década de 1860, como parte de las actividades conspirativas anticolonialistas de los revolucionarios de Oriente y Camagüey, tras haber tenido un primer encuentro en San Miguel del Rompe y no fijar una fecha definitiva para el alzamiento revolucionario, estos celebran su segunda reunión preliminar en la finca Muñoz el primero de septiembre de 1868. La junta se realiza en una casona de guano de dicha finca, propiedad del licenciado Desiderio Estrada y administrada por el patriota Francisco Vega Espinosa. Participan en la cita, Salvador Cisneros Betancourt, Augusto Arango, Francisco Vicente Aguilera, Francisco Maceo Osorio, Pedro Figueredo, Francisco Muñoz Rubalcaba, Ramón Ortuño, Vicente García y Luis Figueredo. En esta reunión tampoco se llega a un consenso en cuanto a la fecha para comenzar la guerra.

Tan pronto se inicia la contienda emancipadora por Manuel de Céspedes en Demajagua, el territorio majibacoense se convierte en escenario bélico, el 19 de octubre de 1868 fuerzas al mando de Francisco Varona González sostienen un encuentro con el enemigo hispano en Playuelas y la Cuarentena.

Pocos meses después de iniciarse la clarinada de Céspedes, en la zona se produce el primer aporte de sangre femenino mambí, al caer en combate Mercedes Varona González, joven tunera que había proporcionado valiosa información al general Manuel de Quesada para el asalto a la ciudad de Las Tunas el 16 de agosto de 1869. Por la creciente sospecha de su quehacer conspirativo al punto que sus padres tramitan el reglamentario salvoconducto a fin de abandonar el lugar y refugiarse en Manzanillo. Coincidentemente, una columna española dirigida por el teniente coronel March, también se encaminaría hacia esa ciudad y, creyendo que la relación de esta familia con los insurrectos impediría que las tropas mambisas los atacaran, les concedieron el permiso con la condición de realizar el viaje junto a estos militares. Cerca de Las Arenas se produce un tiroteo que enardece a Mercedes, quien arenga a sus compatriotas y cabalga hacia ellos, lo cual motiva que el jefe español ordene dispararle y cae abatida el primero de enero de 1870.

Mercedes Varona González

Para frenar la "Creciente de Valmaseda", Vicente García concibe una estrategia de enfrentamiento a Don Blas de Villate para detener las tropas de este jefe militar español. Plan que ejecuta exitosamente en el combate de Río Abajo desde el 13 hasta el 16 de marzo de 1870, en que los peninsulares se retiran derrotados del lugar, con ello se propicia que Gómez y Díaz continuaran marcha a Oriente y desarrollaran sendas operaciones por Jiguaní y Bayamo, al tiempo que Donato Mármol iniciaba acciones en Santiago de Cuba derrumbando la campaña triunfalista del jefe español sobre la pacificación de Oriente.

Fuerzas insurrectas al mando de Francisco Vega Espinosa sostienen el 21 de noviembre de 1871 un violento enfrentamiento con los españoles en Pozo Salado, acción que muestra tempranamente la valía del jefe mambí. Con su constante accionar guerrero vemos al brigadier Vega encabezar sus fuerzas el 25 de enero de 1872, enfrentando una columna española que le había atacado en La Herradura. Después de una hora de fuego, el enemigo se retira con numerosas bajas. Múltiples fueron los combates en los que Vega encabezó a sus tropas, dentro de los que resaltan Palmilla, Lagunas de Yate, La Constancia, Babatuaba, Yareyal, La Faja, y Jagua Mocha, entre otros.

Este jefe mambí, vinculado a las reuniones preliminares de la contienda bélica obtiene los grados de general con la bravura característico en él, llegando a ser conocido como el general de las avispas por auxiliarse de tan singular insecto para acosar las fuerzas enemigas. Sin embargo, su muerte fue insólita al caer en desigual combate el 6 de abril de 1874, cuando fuerzas enemigas atacan su bohío, en el cual resignado por su condición de ciego y desvalido, se mantenía alejado de las acciones bélicas, lo cual no fue óbice para que el general mambí se defendiera valerosamente todo el tiempo.

Teniendo en consideración la estratégica posición del territorio de Majibacoa se convirtió en obligado escenario de numerosos combates de las fuerzas mambisas durante la contienda de la Guerra de los Diez Años, el paso obligado de convoyes y fuerzas peninsulares por estos lares todo hace indicar su protagonismo en la época.

Guerra de 1895

A escasos meses de haberse iniciado la nueva etapa de lucha por la liberación nacional, el 20 de agosto de 1895, el general José Manuel Capote y sus fuerzas, acampado en Las Parras, recibe información referente a una misión del enemigo comandado por el coronel español Suárez Valdés que se dirigía al campamento insurrecto de Los Moscones con el propósito de asaltarlo y tomarlo, información que le posibilita adelantarse, preparar su estrategia, hacerle frente, evitar ser sorprendidos con el deficitario armamento existente, de modo que pudieron causarle numerosas bajas.

En los primeros días del mes de octubre de 1896, cruza por Las Parras la columna de Calixto García con destino a la región de Camagüey, con la misión de entregar un cargamento de pertrecho de guerra altamente necesario al general en jefe Máximo Gómez.

Luego de haber partido el 22 de octubre desde Mangos de Baraguá, en su itinerario hacia occidente, acampa Maceo con su contingente invasor el día 3 de noviembre de 1895 en el territorio conocido como Río Abajo hasta que decide continuar marcha el día cinco en que arriban a Vista alegre, donde son recibidos por los campesinos de la zona, quienes proveen de alimentos a los mambises e informan sobre la ubicación de los españoles en la zona.

El 16 de marzo de 1898, el general Calixto García acampa en Las Parras donde se actualiza a cerca de los acontecimientos ocurridos en La Habana, la voladura del acorazado norteamericano Maine y la consiguiente declaración de guerra de Estados Unidos a España. Del 17 al 20 de marzo del propio año, acampa Calixto García con su columna en La Ceiba, donde es recibido por un contingente de Las Tunas dirigido por el general José Manuel Capote. En este lugar espera noticias de varios sectores, recorre algunas comunidades y da órdenes a distintos jefes.

General Calixto García

El 15 de mayo de 1898 las fuerzas de Calixto García acampan en Minas, donde permanece dos días para entrevistarse con los generales Mario García Menocal y José Manuel Capote, para instruirlos en consonancia con las circunstancias del momento.

Época de la República neocolonial

El actual territorio de Majibacoa, comienza a poblarse desde el siglo XIX, formando pequeños y aislados caseríos de limitada población, los cuales se comienzan a agrupar a partir del paso entre 1901 y 1902 del Ferrocarril Central. Con tierras vírgenes cubiertas por inmensos bosques, la mayor parte de las mismas están controladas por las familias Ochoa, Infante, Pérez, Silva y Velasco. El ganado era casi todo criollo y algunos cebúes. Aún a fines del siglo XIX, esta comarca está cubierta por inmensos bosques y sabanas, su actividad económica más importante es la ganadería, seguido de la silvicultura.

Desarrollo económico durante la neocolonia

Para 1902, la Cuban Company ha terminado la línea ferroviaria de Santa Clara a Santiago de Cuba, con presencia en Victoria de Las Tunas y atravesando territorio del actual municipio de Majibacoa, con lo cual contribuye a que la zona se convierta en un atractivo para las compañías de bienes raíces. Por esos años, múltiples de ellas ponen sus ojos por estos lares, la Buena Vista Fruit Company de Boston y la Cuba Land, Loan and Title Guarantee Company de Chicago y Camagüey respectivamente, adquieren tierras en Omaja en áreas cercanas a la línea del ferrocarril. Cerca de Las Arenas, la Cuban Development Company de Detroit compra lo que más tarde se convertiría en la plantación Vista Alegre.

El arribo de la línea del ferrocarril a la zona en 1902 proporciona mayor vitalidad, especialmente a Omaja, donde se funda el pueblo con una fisonomía urbanística y arquitectónica semejante a los pueblos sureños de Los Estados Unidos, con una estación de ferrocarriles, adquirida por una firma de bienes raíces norteamericana que logra imponerle al naciente poblado el nombre de una tribu norteamericana del estado de Nebraska (Omaha), cubanizado por los nativos de la zona como Omaja. A raíz del desarrollo alcanzado en esta estación se funda otro poblado, Las Parras, en la zona suroeste, donde el Camino Real que conduce a la importante zona agrícola de Holguín, se cruza con el camino hacia la estación de Omaja.

Arquitectura en madera estilo norteamericano

El cítrico se convierte tempranamente en el primer producto para la exportación en Majibacoa, a pesar de que una parte de las tierras es sembrada de caña; las cuales son transportadas a los centrales Manatí y Chaparra inicialmente y por un tiempo al Central Cupey de Holguín.

El desmonte de bosques en función del cultivo de cítricos y de la caña de azúcar también favorece la expansión de la industria forestal y la ganadería. La Cuba Land adquiere una gran cantidad de tierras de la antigua hacienda Majibacoa para fomentar un asentamiento de inmigrantes norteamericanos, alrededor del lugar donde levantaría una estación de trenes; zona cubierta de extensos montes con árboles de maderas preciosas y maniguas, razón por lo cual el primer paso dado por la compañía estuvo encaminado a construir un aserradero para desmontar, y trabajar la madera para los inmuebles a edificar. De igual modo, una vez desmontadas las tierras se comienza la siembra de cítricos.

Dentro de la estrategia productiva de la Buenavista Fruit Company se impone la explotación de las plantaciones como una unidad integral cuya administración se encarga de la siembra, cultivo, cosecha y exportación de la fruta. Por esta razón, se convierte en una buena fuente de empleo en la zona, la mayor parte de la mano de obra eran jamaicanos, indios, chinos, españoles, daneses, alemanes, británicos, norteamericanos, canadienses y muchos trabajadores cubanos, para quienes se construyen comedores y grandes dormitorios.

Los primeros colonos norteamericanos arriban a Omaja en 1906, entre ellos las familias Peirson, Cranston, Wilder, Arter y De Hoff, quienes inicialmente viven en bohíos construidos por ellos mismos y en 1909 fabrican casas de madera más confortables.

Plano de Omaja (Pueblo fundado en 1906)

Una vez afianzados en la zona, el padre de la familia Peirson llega a vender miles de posturas de cítricos en toda Cuba y exporta a la Isla de Trinidad, el vivero estaba situado al lado oeste de la línea del ferrocarril central. Tiene tanto éxito que se logra exportar gran cantidad de toronjas al mercado norteamericano.

Nombrado Mahogany Inn se inaugura en 1913 el primer hotel de la zona, con 20 habitaciones. Atraídos por la incipiente prosperidad del poblado, poco a poco arriban a Omaja oleadas de cubanos y españoles. La compañía de Kerr vende a cubanos lotes de tierra en el pueblo o en su periferia. En 1915 Charles Nye vende su tienda a Martínez y Compañía y John Williams arrienda su finca a Gerardo Ochoa, de Las Parras.

Algunos colonos asentados venden sus propiedades y regresan a Estados Unidos pues ese país, involucrado en la Primera Guerra Mundial, comienza a reclutar a los jóvenes norteamericanos de Omaja y los enrola en el ejército participante de la contienda bélica limitando la mano de obra del entorno familiar.

El cultivo del cítrico se ve afectado por la aparición de la plaga conocida como la “mosca prieta” en 1916 que limita su exportación. Para 1922 se aprueba una ley arancelaria que incrementa las tarifas arancelarias sobre las importaciones restando competitividad a los cítricos cubanos en el mercado norteamericano.

En esta época se pueden vender las fincas a los cubanos en un alto precio. Ya hacia 1927 la plaga ha sido exterminada, sin embargo, aunque las tierras de Omaja no son consideradas malas, la falta de agua golpea seriamente al poblado, pues la salinidad característica de esta era ideal para la cría de ganado pero imposible para regar las plantaciones de cítricos. En 1929, la Union Light and Power of Cuba compra la planta eléctrica, el aserradero y la planta de hielo de Victoria de Las Tunas, Omaja y Jobabo.

Aunque la producción citrícola no desaparece totalmente comienza a experimentarse una tendencia al descenso. A pesar de ello, la producción y exportación de cítricos continúa hasta 1930. La influencia norteamericana persiste en la región hasta la década del 1940. Otros colonos europeos permanecen por más tiempo.

Industria azucarera

Central azucarero Majibacoa

La historia del desarrollo del municipio como zona cañera está marcada, en gran medida, por la actividad de dos centrales propiedad de las compañías norteamericanas, la Manatí Sugar Company y la Chaparra Sugar Company. Majibacoa se muestra en las miras codiciosas de ambas durante su expansión, especialmente en el período de la Danza de los Millones de 1920 y el ligero auge que se registra entre 1922 y 1924.

La llegada de las compañías norteamericanas a la región se evidencia a través del plano de la antigua hacienda Majibacoa registrado en Holguín en 1913 como propiedad de Darlington Edwin Kerr, de la Cuba Land, Loan and Title Guarantee Company. En este documento se muestra a la compañía Chaparra como dueña de una gran extensión de tierra al oeste del pueblo de Omaja, colindante con la antigua hacienda Majibacoa y con una zona llamada Las Coloradas, propiedad de la familia Infante.

Las primeras colonias cañeras se desarrollan en la zona de Sabanazo, a unos cinco kilómetros de Omaja por una compañía inglesa, la cual sembró una caballería para semilla en 1913. La primera zafra en la que se involucra data de 1915, cuando comienza a enviar la caña para la línea de la Cuban Company hasta el central Palmarito en Holguín. Al construirse un central en Cupey en 1917, por cercanía, las cañas se comienzan a enviar hacia allí. En tanto, Las Coloradas, propiedades que colindaban con las tierras de la Buenavista Fruit Company, sus dueños tenían concebido un proyecto de montaje de su propio central, pero no fructifica finalmente debido al descenso de los precios del azúcar en esta época.

La fertilidad de los suelos en la comarca estimula el desarrollo de la agricultura, donde siempre se ha cultivado fundamentalmente frutos menores, así como la caña de azúcar. Las vastas llanuras propician que se desarrolle otro estratégico renglón económico como la ganadería. Allí proliferan extensos latifundios dedicados casi en su totalidad a la cría de ganado vacuno.

Desarrollo social y cultural durante la neocolonia

En la época, es considerable la tasa de analfabetismo existente potenciado por las peculiaridades del territorio, eminentemente agrícola, y por lo tanto sus habitantes vivían dispersos y aislados, razón por la que el privilegio de recibir este servicio era solo para un número reducido de niños. En concordancia con la Orden 267 del 30 de julio de 1906 se apoya la creación de una escuela en 1911 en el poblado de Omaja, auspiciada por la Buena Vista Fruit Company, atendida por un maestro norteamericano y un cubano. Con una matrícula de 90 alumnos, 84 eran de origen sajón y solo seis eran cubanos, lo cual demuestra el carácter marginal y discriminatorio predominante con respecto a los nativos.

La educación pública se inicia en 1920 al abrir la primera escuela en el poblado de Calixto por ser el lugar más poblado de la comarca; solo 63 alumnos fueron beneficiados con este servicio tan necesario. La primera maestra que impartió clases en este centro fue Dolores Ávila Font, quien permaneció en esta profesión varios años. Como fue característico en el país, la educación en la etapa de la republicana muestra un abandono casi total, dado el reducido número de escuelas que fueron edificadas, principalmente, en los barrios surgidos a orillas de las dos vías de comunicación construidas en esta etapa, son los casos de Omaja, Las Parras, Gastón de la Línea, Gastón de la carretera, Arroyo Muerto y Calixto, excepto Omaja el resto se edifican a finales de la década de 1940. Es significativo que, en Las Parras, Gastón, Sabanilla y Limones, aparecen, producto del diferencial azucarero arrancado al gobierno norteamericano por el líder azucarero Jesús Menéndez Larrondo en 1945.

La creación de la escuela de Sabanilla, edificada en un lugar apartado en aquella época, se debe en gran medida al quehacer incansable del revolucionario Manuel Aquiles Espinosa. Paradójicamente, como parte de la campaña demagógica enarbolada por el dictador Fulgencio Batista se construye una escuela en el barrio Alto del Estribo. Las referidas escuelas solo asumían la enseñanza primaria por lo que los habitantes de la región no tenían acceso más allá de sus posibilidades económicas.

La dependencia del territorio de ciudades como Victoria de Las Tunas y Holguín obligan a los habitantes de estos lugares a recibir los servicios de tales localidades por lo que las instalaciones han sido muy escasas, se puede calificar tales servicios de salud como críticos. La población carente de recursos y medios de transporte para trasladarse hasta dichas ciudades en busca de atención médica se veían en momentos de angustia cuando algún familiar enfermaba. Predomina un alto índice de insalubridad, parasitismo y disímiles enfermedades. Para atender la salud pública de la población, solo en la comarca existe una posta y un policlínico en Omaja, de igual modo sucede con la existencia de una única farmacia con un farmacéutico y si no tenían dinero no recibían, los pobladores de la zona se trasladaban hasta Omaja.

Lucha insurreccional (1952-1958)

Durante la Neocolonia, la situación que presentan los campesinos de la región es un fiel reflejo del clásico panorama de los campos cubanos, olvidados por los gobiernos de turno, explotados por los latifundistas y propietarios de posesiones y maltratado por la nefasta Guardia Rural. En su mayoría eran precaristas, carentes de mercados para sus producciones, la mayor parte de las tierras eran propiedades de terratenientes como la sucesión Velázquez, dueños de la finca La Palmilla, con un promedio de 600 caballerías, los Alonso Betancourt, los Silva en Omaja, Compañía Chaparra en Playuelas, los Leones en La Herradura, los Infantes en Cañada Honda, los Vidal en Muñoz y la Botija, además del arrendamiento de la hacienda Palmillas por la Manatí Sugar Company.

Tempranamente, el Moncada cala hondo en las los habitantes del actual territorio de Majibacoa, sus ecos inmediatos se recogen en la familia Batista Lores de Omaja que, con una actitud valiente y solidaria, dan protección a tres de los atacantes al Cuartel de Bayamo. Batista Lores los conduce desde El Saladillo y Sabanazo hasta la casa de su mamá Encarnación, donde los mantienen ocultos hasta embarcarlos por tren hacia Las Tunas y Camagüey.

A partir de 1956 se fundan varias células del Movimiento 26 de Julio en la comarca, la primera, organizada en Las Arenas por Emilio González (mártir). En 1957 se crean células en Omaja, Arroyo el Muerto, Calixto, Carmenate 3, San Joaquín, Limones y al año siguiente en la Posta, Ojo de Agua y El Tamarindo, las cuales cumplieron una serie de actividades en la clandestinidad.

Como parte de la estrategia de la Dirección Provincial del Movimiento 26 de Julio para garantizar el apoyo al desembarco de los expedicionarios del yate Granma, en cada zona se nombran responsables para dirigir las actividades a ejecutar. En Las Parras, los responsables eran Vicente González y José Botello Ávila, entre las acciones concebidas se incluye apoderarse del Polvorín de la cantera de Las Parras, acción que se cumple exitosamente.

Combatiente de las tunas

Con el fin de aplacar la lucha revolucionaria de la región y dar un escarmiento más, se incluye a la población del territorio en los planes macabros del ejército batistiano encabezado por el sádico Fermín Cowley Gallegos en las llamadas Pascuas Sangrientas ejecutadas entre las noches del 25 y el 26 de diciembre de 1956, donde es salvajemente asesinado Manuel Aquiles Espinosa Salgado, quien había venido desplegando una intensa labor revolucionaria en el territorio y por lo cual fue fichado como “elemento peligroso y autor de actos terroristas contra autoridades civiles y militares”.

La acción más importante de las tropas comandadas por Concepción Rivero en territorio majibacoense durante la última etapa de liberación nacional es el combate de Ojo de Agua, ejecutada el 8 de abril de 1958, donde hubo que lamentar la pérdida del combatiente José Rodríguez López quien, herido en combate, no puede retirarse del escenario y es sorprendido y ultimado. El enemigo sufre seis bajas en la acción, tres militares muertos y tres heridos.

Las fuerzas rebeldes sufren las fechorías del tristemente célebre Walter Santiesteban el 3 de mayo de 1958 cuando se produce una acción combinada de la aviación y el ejército batistiano contra un grupo de alzados en el monte del Güiral. Esta masacre se produce por una delación del propio jefe del grupo, en la cual mueren combatiendo 11 revolucionarios, entre ellos Fidencio Mayo Velázquez, Emeregildo Concepción y Octaviano Vázquez Reyna, vecinos en este territorio.

Como parte de la estrategia del Comandante en Jefe, Fidel Castro, el 18 de octubre de 1958 llega a la zona de San Joaquín, procedente de la Sierra Maestra, la Columna 12 Simón Bolívar, perteneciente al IV Frente Oriental, instalando la comandancia en la casa de Rolando Salgado, la misma es dirigida por el comandante Eduardo Sardiñas Labrada (Lalo) y el capitán Manuel Fajardo Rivero (Piti) funge como segundo jefe.

En el lugar conocido por Arroyo el Muerto se produce un enfrentamiento el 18 de noviembre de 1958 entre tropas del Ejército Rebelde y las batistianas como resultado de una emboscada preparada contra un convoy militar de las fuerzas enemigas. Esta acción es dirigida por el capitán Roberto Fajardo al frente de la tropa rebelde de la Columna No. 32. Se evitó el paso de este convoy hacia Las Tunas.

Revolución en el poder

Con el triunfo del 1 de enero de 1959, Majibacoa recibe los beneficios emanados de este proceso, una vez aprobada la Primera Ley de Reforma Agraria se aprobó el 17 de mayo de 1959, la oficina del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) se instala en la ciudad de Victoria de Las Tunas en agosto de ese año para el control de todo el proceso en este territorio. Poco después en la zona de Majibacoa son intervenidas 15 haciendas, propiedad de la Chaparra Sugar Company. En esta zona, el proceso de aplicación de la ley se desarrolla sin contratiempo, una parte de las tierras intervenidas son entregadas a los campesinos arrendatarios, aparceros y a obreros agrícolas precaristas entre 1959 y 1964, el resto de la tierra pasa al INRA.

Transformaciones económicas

A raíz de la aplicación de la Primera Ley de Reforma Agraria, en el territorio inicialmente las tierras no cañeras intervenidas se agrupan en tres granjas: la José Robothan Ramsay, en Las Parras, la José Antonio Echeverría, en La Posta, y la Omaja en el poblado del mismo nombre, las cuales conformarán con posterioridad la Empresa Pecuaria Majibacoa. En las tierras cañeras intervenidas en 1967 se crea la Cooperativa Cañera Julio Diéguez cuyo centro radicaba en Arroyo Muerto.

Con la inauguración del central Majibacoa por el general de Ejército Raúl Castro Ruz, este deviene en su principal industria, funciona actualmente como una Unidad Empresarial de Base (UEB), el cual se une al quehacer productivo de la Empresa Pecuaria, la mayor tenedora de tierra con el 52 % del área total del municipio.

Central azucarero Majibacoa

La economía del territorio se basa fundamentalmente en la actividad agropecuaria y ganadera mayoritariamente. Su principal industria es el central Majibacoa, hoy UEB y otra de interés la Empresa Pecuaria que es la mayor tenedora de tierras con 321 119 hectáreas que representa el 52 % del área total del municipio. La actividad avícola y porcina también es considerable. Igualmente se manifiesta una actividad industrial incipiente a cargo fundamentalmente de las industrias locales.

Las Cooperativas de Producción Agropecuaria, así como las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) toman su inicio en 1978 con la incorporación de los campesinos, luego de realizar un trabajo de convencimiento sobre la importancia y la necesidad de esta estrategia nacional y respetando el principio de voluntariedad para la incorporación de sus tierras en propiedades colectivas y sus producciones en beneficio del pueblo. De igual modo en el periodo 1978- 1980 se constituyen las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA).

Transformaciones sociales y culturales

A raíz del triunfo revolucionario para atender la salud pública de la población, solo en la comarca existe una posta y un policlínico en Omaja. Allí es enviado por el Ejército Rebelde el primer médico que viene a la comarca procedente de Granma, el Doctor Armando Segura asistido por el enfermero Rafael Moral conocido como Trilin, oriundo de Omaja. Sus primeras consultas se ofrecen en el local de la Iglesia Metodista de Omaja.

Iglesia Metodista

Posteriormente este médico es sustituido por el Doctor Cristian Frimon de origen italiano, utilizándose para las consultas una casa de madera ubicada frente a la Empresa Pecuaria, perteneciente al ciudadano Atiliano Baldoquin, dueño de la antigua panadería del poblado, la cual, al marcharse del país se determina utilizar como cuartel del Ejército Rebelde. Heredado de la neo colonia, en el territorio el nivel de insalubridad es muy alto. Solo existe una farmacia privada con un farmacéutico. Con la clarinada del 59, los pobladores de la zona se siguen trasladando hasta Omaja, Calixto y Las Tunas para recibir esta atención.

Ya para la década del 1960, la señora Doña María Riverón, esposa de Primitivo Silva, hacendado de la localidad de Omaja dona su casa en este poblado para un hospital siendo remodelado, ampliado y adaptado. Cuenta este centro asistencial con los esenciales servicios de salud. Los medicamentos que se utilizan proceden de una botica particular perteneciente al Señor Armando González, quien radicaba en una antigua casa de madera al frente de la estación de ferrocarriles de Omaja. El primer médico que comienza a trabajar en este hospital es el doctor Ángel Luis Toirac, procedente de La Habana.

Posteriormente, para extender los servicios de salud al resto de las comunidades, se construye el Policlínico 7 de noviembre en Calixto. Al incrementarse la plantilla de trabajadores, técnicos y especialistas de salud, el local es insuficiente en capacidad y la parte administrativa es trasladada para el local de construcción de la Casa de Visita del Poder Popular. De 1979 a 1980, en Calixto solo existe un policlínico, no obstante, aumenta el personal médico y de salud, se trabaja en campañas como la Lucha contra el Aedes Aegiptis, Conjuntivitis Hemorrágica, la deshidratación, lo que redujo al mínimo estas enfermedades epidémicas.

A finales de 1985 el policlínico de Omaja se convierte en hospital, lo que permite que los especialistas culminen sus estudios en el municipio. Actualmente los habitantes del municipio tienen el privilegio de recibir los servicios de salud en un moderno policlínico en Calixto, el cual es inaugurado el 25 de abril del 2009, lleva el nombre de Policlínico “7 de noviembre”. Está destinado a la prestación de servicios médicos en todas las especialidades. Presta servicio de urgencia médica con cinco camas, una sala de Terapia Intensiva, un laboratorio clínico, consulta de electro, Alergia, ITS, Salud mental, un departamento de Ultrasonido y Genética, una consulta de Diabetes Melitus y de cáncer, se brindan servicios de Estomatología, una consulta de Coloscopia y un vacunatorio.

De igual modo presta servicios de rehabilitación contando con diversas técnicas. Allí radica la Dirección Municipal de Salud, la cual posee tres grupos básicos de trabajo, uno en Calixto, uno en Las Parras y otro en La Posta. También con cuatro locales extendidos donde se garantiza la asistencia médica las 24 horas. Los mismos se encuentran ubicados en Naranjo, Las Parras, Omaja y La Posta. Además con un Centro de Higiene Municipal, un laboratorio ZUMA, un Centro Anti-vectorial en Calixto, un Hogar de Ancianos en Las Parras, un Hogar Materno y una Casa de Abuelos en Vivienda, una Clínica Estomatológica con cinco puntos en locales extendidos.

Existen 48 Consultorios Médicos, de ellos 24 son típicos y 24 adaptados, 10 farmacias ubicadas en Calixto, Arroyo Muerto, Vivienda, Las Parras, Omaja. El Tamarindo, La Posta, San Joaquín adentro, El Palenque, Brigada 7 y una interna en el Policlínico. Además una Óptica en Vivienda y un laboratorio que sirve de apoyo al laboratorio central.

Semi internado Combate Arroyo Muerto

Resueltos los problemas educacionales heredados de la República en el territorio son asumidas nuevos retos, de modo que se comienzan a construir escuelas primarias y secundarias, en Omaja se construye la Secundaria Básica Luís A. Turcios Lima, donde funciona un internado de 6to grado. Se comienza a impartir la Enseñanza Preescolar en las escuelas primarias a partir de la década de 1970, siendo los centros de Omaja y las Parras los iniciadores, seguidos por el centro Ciro Redondo de Gastón. A partir de 1977 se crea la Escuela Secundaria Básica Interna (ESBI) Rústica 44 en el poblado de Calixto convirtiéndose en 1981 en un Centro de Desarrollo Atlético (CDEA), y posteriormente ESBU Hirán Durañona Figueredo. En 1985 surge la ESBU Máximo Gómez Báez en Gastón, en Las Parras abre sus puertas la ESBU 26 de Julio, en La Posta se crea en 1985 la ESBU Vicente García González.

Al oficializarse la división política administrativa, aprobada en el Primer Congreso del PCC, la Dirección Municipal de Educación queda dentro del área de la Escuela Provincial del PCC en Las Tunas hasta fines de 1978 en que es trasladada para Calixto. Es construido el local del Instituto de Superación Educacional (ISE), posteriormente Instituto de Perfeccionamiento Educacional. (IPE). En 1990 en Naranjo la ESBU Protesta de Baraguá. El círculo infantil comienza a funcionar en el curso escolar 19851986, en tanto la Escuela Especial en 1988, el IPUEC Waldemar Díaz de la Rosa inicia en 1987 y es cerrado en 2010.

La cultura en territorio majibacoense ha estado caracterizada por su tradición campesina. A partir de la década de 1980 en que se impulsa la creación de las diez instituciones básicas como parte de la política cultural cubana, en Majibacoa se fomenta un movimiento cultural, en el cual inicialmente se contabilizaban 22 grupos de aficionados y 225 integrantes en las distintas manifestaciones del arte. Con posterioridad se incrementan las actividades recreativas con la participación de artistas aficionados y profesionales.

Complejo Cultural de Calixto

Se logran avances al crearse la casa de cultura Eusebio Valera, encargada de enrumbar los destinos de los aficionados al arte y la literatura, a la vez que destaca la labor de los promotores culturales en las comunidades, y los instructores de arte de la Brigada José Martí en las escuelas. En función de preservar el patrimonio y la memoria histórica es creado el museo municipal Francisco Vega con una extensión en la Comandancia de San Joaquín. De igual modo, se crea la Biblioteca Antonio López, todo lo cual se ha de convertir en 1983 en un complejo cultural con el fin de promover los hábitos de lectura entre la población.

El grupo portador de música campesina Raíces Soneras, único de esta categoría en la provincia radica en San Joaquín, cultivadores de las tradiciones musicales de la familia Miranda. Caracterizados por la práctica del Nengón de la Cuenca del Cauto, dentro de su repertorio aparecen tumbaos soneros, guarachas y el sucu sucu como parte de la tradición familiar. Por su calidad probada desarrollan actividades festivo-bailables. Ha recibido múltiples reconocimientos nacional e internacionalmente. Es digno destacar la valía del órgano Tradición de Majibacoa, el cual es también exponente del rescate de tradiciones, de gran popularidad y aceptación entre los pobladores. Del mismo modo, en el panorama musical resaltan la Orquesta Gran Caribe y La Sonora, dos agrupaciones musicales de gran impacto no solo en el ámbito del municipio si no en otros contextos bailables del país.

Yaniet Marrero

Llama poderosamente la atención entre las personalidades de la cultura del territorio, el poeta y escritor Adalberto Hechavarría, quien ha roto con los convencionalismos y ha demostrado que se puede ser profeta en su tierra. En un recóndito poblado como Omaja desarrolla su obra, la cual ha sido cualificada por prestigiosas voces de las letras cubanas e internacionales. Su obra literaria ha sido publicada en Cuba, España, Puerto Rico, Venezuela, Argentina, México y Estados Unidos. Otro artista que ha traspasado fronteras con su exquisita obra asociada al tema medio ambientalista en la creación plástica es Wilber Ortega. Se destacan asimismo otros escritores como Yordanis Alonso, Mariela Bofill, Leonardo Almaguer, Jesús Alberto Velázquez y Roberto Arada, este último incursionando en la creación audiovisual en los espacios televisivos nacionales.

En 1977, la práctica deportiva en el municipio se afianza con la creación de dos estadios, el mantenimiento de seis y la creación de 44 áreas deportivas que contribuyen a obtener logros en la esgrima, se alcanzan resultados en el boxeo, en pesa, tiro, y se incrementa el número de activistas y técnicos.

Se construyen varias instalaciones que contribuyen a la formación de atletas y la incorporación de los jóvenes a la Educación Física y recreativa, a los consejos populares se le instalan áreas deportivas y dos áreas terapéuticas. Por su destacada labor deportiva son considerados glorias deportivas los atletas Juan Miguel Gordo (Béisbol), Vladimir Rodríguez, Modesto Sánchez y Yoandris Hernández (Levantamiento de Pesa), Yaniet Marrero (Gran Maestro Ajedrez) y atletas con resultados significativos como: Wilber Verdecia, Raúl Díaz, Jorge González , Yoalkis Cruz (Béisbol), Romelia Gutiérrez, Geilan Jacas (Jockey), Damisela Aguilera, Frank Herrera, Daniuska Hernández (Atletismo), Alfredo Acosta (Boxeo), Edel Santana (Tiro Deportivo), Carlos Julio González (Lucha), Llanitas Pérez (Triatlón), Pedro Portelles y Yanet Burgueño (Esgrima), y Wilmer Fernández (Ciclismo).

El 22 de agosto de 1993 se constituye la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en el territorio en el que se elige como presidente al combatiente del Ejército Rebelde, Carlos Castro Avilés. Está compuesta por 49 asociaciones de base y 1004 asociados. Su sede municipal radica en un inmueble del poblado de Calixto que posee una biblioteca, una sala de historia, un campo de tiro y una sala polivalente.

Fuentes

  • Colectivo de autores. (2010) Síntesis Histórica Provincial. Las Tunas. La Habana: Editora Historia.
  • Colectivo de autores. (2013) Síntesis Histórica Municipal. Majibacoa. (Inédita)
  • Deere, Carmen Diana y otros (1998) Güines, Santo Domingo, Majibacoa. Sus historias agrarias. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales.
  • Escalante, A. (2001) Calixto García Iñiguez, su campaña en el 95. Tomo II. La Habana: Ediciones Verde Olivo.
  • Figueredo Fernando. (1972) La Revolución de Yara. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.
  • Garcés, Eduardo., Arteaga, Frank; Guerra, Sarvelio. (2013) La lucha insurreccional en Las Tunas (1952-1958). Las Tunas: Editorial Sanlope.
  • Marrero Zaldívar, Víctor Manuel. (1988). Cronología mínima del Mayor General Vicente García González. Sección de Patrimonio Cultural. Las Tunas.
  • Miró, José. (1982). Crónicas de la Guerra. La Habana: Editorial Letras Cubanas.
  • Montero Quesada, José Guillermo. (2010) Presencia anglosajona en la franja central de Las Tunas 1902-1935. Las Tunas: Editorial Sanlope.
  • Montero Quesada, José Guillermo. (2010). Huellas de la presencia anglosajona en las comunidades de Bartle, Omaja y Las Tunas. Publicado en la sección de investigaciones de la Revista Cultural Quehacer. N. 14. ISSN: 1681 9837
  • Perdomo L. y Cruz, P. (1989). Para una cronología de la provincia Las Tunas. Sección de investigaciones históricas. Comité Provincial del Partido. Las Tunas.