Jean-Louis-Marc Alibert

Jean-Louis
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NombreJean-Louis-Marc Alibert
Nacimiento2 de mayo de 1768
Villefranche de Rouergue, Francia
Fallecimiento4 de noviembre de 1837
París
NacionalidadFrancesa
CiudadaníaFrancesa
OcupaciónDermatólogo
Conocido porPadre de la dermatología
CónyugeConstance-Marie Barrois
PadresPierre Alibert y Claudine Alric

Jean Louis Alibert. Destacado médico francés denominado padre de la dermatología.

Síntesis biográfica

Nació en el pequeño pueblo del suroeste francés de Villefranche de Rouergue, el 2 de mayo de 1768. Hijo de Pierre Alibert, consejero del "présidial de Villefranche", y de Claudine Alric.En 1796 ingresó en la facultad de medicina École de Santé. En su etapa de estudiante fue uno de los fundadores y secretario general de la Sociedad Médica de Emulación, en cuyas memorias publicó varios trabajos.

En 1800 leyó su tesis Disertación sobre las fiebres intermitentes o ataxia. En 1801 Alibert ingresó el Hospital de San Luis como médico adjunto, por sus méritos. En 1807 llegó a ser jefe médico del mismo y creó una clínica especial para las enfermedades de la piel. Supo ver las posibilidades de la institución y desarrollarlas. Llegó a decir: "He entrado en una profesión que está casi desierta, donde muy pocos hombres han penetrado antes que yo, donde todo es un problema a considerar con ahínco. Yo mismo me he trazado la senda que sigo. Que cada cual juzgue los numerosos obstáculos sobre los que tengo que triunfar". Saint Louis se convirtió pronto en el centro mundial de la dermatología.

Aportes a la medicina

Una de sus obras más importantes fue Descripción de las Enfermedades de la piel observadas en el Hospital Saint-Louis(1806-1814), que contienen espléndidos grabados a color. Invirtió muchos años en concluir la obra. La inclusión de imágenes fue fundamental. Llama la atención que éstas no sólo reflejan la lesión, sino el enfermo con su expresión y sus vestidos. En 1818 y en 1822 se publicaron dos ediciones sin las imágenes.

Escribió sobre la "quelloides" (queloides de Alibert) en 1810. También describió la sifílide, la dermatosis y la dermatolisis. En 1833 escribió El tratamiento completo de las Enfermedades de la Piel, también con láminas, que se tradujo al alemán y al italiano. Ilustró su clasificación con el diagrama de un árbol: el árbol de las dermatosis. El tronco era la piel, las ramas las enfermedades y los vástagos las clases. Había doce ramas que representaban doce grupos de enfermedades:

Árbol de las dermatosis.
  • Dermatosis eccematosas: erythema, erysipelas, pemphigus, zoster, etc.
  • Dermatosis exantematosas: variola, vaccinia, varicella, roseola, rubeola, scarlatina, miliaria
  • Dermatosis tiñosas: achore, porrigne, favus, trichoma
  • Dermatosis dartrosas: herpese, varus, melitagra, esthiomene
  • Dermatosis cancerosas: carcinoma, keloid
  • Dermatosis leprosas: leuce, spiloplaxis, elephantiasis, redesyge
  • Dermatosis verolosas: syphilis, mycosis
  • Dermatosis estrumosas: scrofula, malleus
  • Dermatosis escabiosas: scabies, prurigo
  • Dermatosis hematosas: peliosis, petechiae
  • Dermatosis discromatosas: pannus, achroma
  • Dermatosis heteromorfas: ichthyosis, tylosis, verruca, onychosis, dermatolysis, nevus, aphtae

Alibert también escribió sobre la nosología de las enfermedades humanas (1817) y la fisiología de las pasiones (1825), que fue traducida al castellano. Tras el regreso de la monarquía, Alibert fue médico de Luis XVIII. La precaria salud del monarca, por lo que tuvo que abandonar la enseñanza y su trabajo en Saint Louis. En 1820 fue uno de los fundadores de la Académie Royale de Médecine. En 1823 fue nombrado profesor de la primera cátedra de terapéutica y materia médica. El mismo año fue oficial de la Legión de Honor. En 1824 fue nombrado médico ordinario de Carlos X. En 1827 recibió el título de barón.

En los prolegómenos de la obra Alibert expone lo que podríamos llamar "principios de terapéutica general". El punto de partida lo resume así:

"Hay una ley que rige en el cuerpo humano esta reunión de sistemas, que por su estructura, su armonía, su recíproca dependencia y noble comercio de sus funciones concurren a formar el más bello edificio viviente de la naturaleza, por esta ley cada órgano se mantiene con sus atributos, sus sensaciones, sus necesidades y sus simpatías... que es el punto de vista de donde el médico debe partir... La alteración de las fuerzas vitales constituye los géneros, y especies de las enfermedades, cuyas diferencias consisten esencialmente en el grado, naturaleza y sitio de la alteración; su excitación llevada a un cierto punto, y sostenida por algún tiempo produce las crisis y las soluciones de las enfermedades, y constituye las fuerzas curativas del médico".

Con arreglo a esto el fin de la terapéutica es para Alibert dirigir y arreglar convenientemente los esfuerzos saludables de las facultades vitales, teniendo en cuenta los siguientes factores: las causas de enfermedad, la localización de las partes afectadas (considerando a los órganos según su estructura, situación, propiedades vitales, funciones, conexiones, correspondencias, simpatías, etc.), el momento oportuno de la administración de remedios, el temperamento, el conocimiento de los efectos de la costumbre sobre el cuerpo humano, la edad, el sexo y psicología del enfermo, su régimen de vida, etc.

Obras más importantes

Con Alibert se vislumbra el nuevo sistema de Bichat, comienzo de una serie de transformaciones de tipo ideológico. El animismo cambia por el vitalismo cuya menor expresión son las propiedades vitales. Los medicamentos para Bichat debían obrar sobre las propiedades vitales alteradas, proclamando el dinamismo terapéutico, la supremacía de las fuerzas y de las calidades.

Afirmando que la terapéutica es inseparable de la fisiología y de la patología opina que la clasificación de los medicamentos no se puede hacer por los sistemas adoptados por las ciencias auxiliares como la química o la botánica, y lo hace por aparatos. No obstante, vuelve a hacerse sistemático en las subclasificaciones recurriendo a las antiguas divisiones de los remedios en vegetales, animales y minerales, a la vez que comete algunos desaciertos en capítulos concretos como el dedicado al sistema dérmico.

En el volumen primero se ocupa de los medicamentos que actúan sobre el sistema digestivo: de los que obran sobre la contractibilidad insensible del estómago e intestinos, de los que lo hacen sobre la contractibilidad sensible de las vías digestivas, de los que combaten las alteraciones de las fuerzas vitales que resultan de la presencia de lombrices o sustancias venenosas, y de los que obran con especificidad sobre los intestinos gruesos.

En el segundo se refiere a los medicamentos que obran de modo indirecto y directo sobre el sistema urinario, de los que actúan sobre el respiratorio para desembarazarlo de las materias en exceso que lo sobrecargan, para mejorar la respiración, para cuando hay asfixia y para moderar el exceso de "calor animal", además de señalar que se dirigen a modificar las propiedades vitales de la circulación venosa y arterial. Sigue el estudio de los medicamentos que actúan sobre el sistema dérmico.

En el volumen tercero y último, describe los medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso, sobre los órganos de los sentidos y los de la generación, y finaliza con una extensa exposición sobre el arte de recetar que contiene un recetario. Alibert fue Asociado de la Academia Real de Madrid, de la de Ciencias de Turín, de la Sociedad de Ciencias de Gotinga, del Colegio real de Estocolmo, entre otros. Estuvo casado con Constance-Marie Barrois.

Muerte

Murió en París el 4 de noviembre de 1837 a los 69 años de edad.

Fuente

  • Laín Entralgo, P., Historia de la Medicina moderna y contemporánea, Barcelona, Científico-médica, 1963.
  • Laín Entralgo, P. Historia de la medicina, Barcelona, Salvat, 1978.
  • López Piñero, J.M., Patología y clínica en el Romanticismo, En: Pedro Laín (dir), Historia Universal de la Medicina, Barcelona, Salvat, 1973, vol. 5, pp. 255-267.
  • Parish, L.Ch., La dermatología, En: Pedro Laín (dir), Historia Universal de la Medicina, Barcelona, Salvat, 1974, vol.5, pp. 284-293.
  • Parish, L.Ch., La dermatología, En: Pedro Laín (dir), Historia Universal de la Medicina, Barcelona, Salvat, 1974, vol.6, pp. 251-257.