José Félix Aldao

José Félix Aldao
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José Félix Esquivel y Aldao: Fue un fraile dominico y luego militar y caudillo argentino, líder absoluto del Partido Federal de la provincia de Mendoza.

Síntesis Bibliográfica

Nacido el 11 de octubre de 1785 en la provincia de Mendoza, el pequeño hijo del matrimonio conformado por el Comandante Francisco Esquivel Aldao y Doña María del Carmen Anzorena, fue en un principio bautizado con el nombre de Félix Aldao, aunque más tarde él mismo optaría por agregar el nombre José, pasando de esta manera a la historia como José Félix Aldao.

Cuando había cumplido los 17 años de edad, José Félix decidió que su vida debía estar ligada a Dios, por lo que tomó los hábitos, siendo parte de la Orden de Predicadores pertenecientes al Convento de Mendoza.

Allí pasó las horas leyendo de manera intensa, y al mismo cultivándose sobre todo en el ámbito de la filosofía, que lo apasionaba profundamente. Finalmente en 1809 se ordenó como Sacerdote en la ciudad de Santiago de Chile.

Si bien poseía una fuerte herencia militar, ya que como mencionamos su padre había ejercido como Capitán del Ejército, y por otro lado sus dos hermanos, tanto José como Francisco, fueron militares que lograron alcanzar el grado de Coronel, Félix no había considerado hasta el momento el camino de las armas, prefiriendo las doctrinas religiosas.

Convertido en Fray, Félix Aldao fue solicitado por el General San Martín para que ocupara el puesto de capellán del Batallón N° 11, grupo armado con el cual el General llevó adelante la campaña de los Andes.

Debido a las implicancias bélicas que incidían en su labor, el General Las Heras autorizó al Fray Aldao a llevar consigo armas. Aquello le permitió entrar en combate a la par de los soldados, destacándose rápidamente del resto gracias a su bizarría y bravura en el campo de batalla, sobre todo durante el combate de Guardia Vieja.

Trayectoria Militar

Luego de aquello, Aldao fue nombrado como Teniente de Granaderos a Caballo, por lo que sus hábitos dominicos pasaron a ocupar un lugar en el cajón de sus recuerdos, dejando aflorar por completo al militar talentoso que llevaba dentro desde siempre.

Participó en una diversa y gran cantidad de luchas armadas, destacándose su actuación en las batallas de Chacabuco, de Maipo, y luego en Curapaligüe, en Arauco y en Talcahuano. También tuvo una presencia preponderante en la posterior Campaña Libertadora del Perú. Al respecto de esto último, cabe destacar que junto con el General Arenales llevó a cabo en 1820 la primera campaña de la Sierra, lo que le permitió ascender a Mayor Ya casado con una hermosa joven peruana llamada Manuela Zárate, en 1824 Félix Aldao regresó a su provincia natal, instalándose en una hacienda de Guaymallén, dedicándose por un tiempo a la producción y comercialización de vinos, lo que luego sería considerado el motivo por el cual Aldao se convirtiera en adicto al alcohol.

Un año después, precisamente en el mes de julio de 1825, cuando se generó una revuelta compuesta por un grupo de religiosos para derrocar al entonces Gobernador de la provincia de San Juan, Salvador María del Carril, el mandatario depuesto huyó a Mendoza buscando la ayuda de un ejército pequeño dirigido por José Aldao. Así fue que Félix participó, junto con el cuerpo militar que comandaba su hermano José, de la batalla cuyo objetivo era restablecer a las autoridades sanjuaninas que habían sido destituidas.

Al año siguiente, Félix Aldao fue solicitado por el Gobernador Juan Corvalán, quien le encomendó la formación de un escuadrón, el cual debía abocarse a las intensas luchas contra los indios que se habían constituido en la frontera al sur.

Fue precisamente Félix Aldao quien se encargo de instruir y disciplinar a los miembros de dicho escuadrón, con asiento en el fuerte de San Carlos. Luego, ya al frente de la división, el caudillo demostró su talento para la batalla cuando logró la victoria durante la campaña sobre los pehuenches Pincheyras y Goycos.

La primera Guerra Civil

En el mes de diciembre de 1828 estalló la guerra civil, que por supuesto lo encontró dispuesto a luchar nuevamente por sus ideales. Precisamente se producía en el país una revuelta que generó por un lado el bando de los que respondían a Lavalle, quienes se encontraban enfrentados a los leales a Dorrego. Félix Aldao, con su cargo de Coronel, participó de la contienda junto con el bando federal.

Aldao se unió al ejército de Quiroga, junto con el Regimiento de Auxiliares de los Andes, con el fin de participar en la campaña contra Paz. No obstante, a pesar de estar preparado para la lucha, el caudillo fue apresado por el ejército de Paz, poco después de haber caído herido en una batalla ocurrida en La Tablada.

Así fue que durante un largo tiempo se vio cautivo en manos del bando unitario, hasta que finalmente en el mes de noviembre de 1831, durante la batalla de La Ciudadela en territorio de Bolivia, el Coronel Aldao fue liberado.

De regreso a su provincia natal, y debido al valor y la bizarría demostrada en el campo de batalla, Aldao fue nombrado General y Comandante de Armas de Mendoza.

Un año después, precisamente en 1833, Aldao participó de la Campaña del Desierto, comandando la División de Derecha. Fue durante este período que logró ser victorioso sobre Yanquetruz y Berbón, por lo que fue premiado por la legislatura mendocina.

Su última Guerra Civil

En 1839 comenzó una nueva guerra civil, pero no afectó a Mendoza hasta la invasión de Juan Lavalle a La Rioja, después de su derrota en Quebracho Herrado. En respuesta a una efímera revolución, se hizo elegir Gobernador de la Provincia de Mendoza a principios de 1841 e invadió La Rioja con 2.700 hombres. Lavalle lo esquivó, pero el coronel Flores, segundo de Aldao, derrotó a Mariano Acha en el norte de La Rioja. Por su parte, Aldao derrotó al gobernador riojano Tomás Brizuela, que terminó muerto.

Lamadrid atacó hacia el sur, enviando a como vanguardia a los 600 hombres de Mariano Acha, que tomó la ciudad de San Juan.

Aldao se unió con Nazario Benavídez y regresó rápidamente sobre San Juan. Pero justo a la salida del desierto lo esperaba Acha, que lo derrotó completamente en la batalla de Angaco, la batalla más sangrienta de las Guerras civiles argentinas, favorecido por la sed del ejército federal. Aldao regresó a Mendoza, mientras Benavídez recuperaba San Juan en la Batalla de La Chacarilla. Acha fue tomado prisionero y enviado a Aldao, que se vengó de su derrota: hizo fusilar al general Acha y cortar su cabeza, colocándola en lo alto de un poste, a la vista de todos.

Unas semanas más tarde, La Madrid ocupó Mendoza, pero un ejército dirigido por Ángel Pacheco — en el que Aldao ejerció sólo como jefe de una parte de la caballería — lo derrotó en la Batalla de Rodeo del Medio. La persecución que siguió a la batalla, dirigida por Aldao, causó centenares de muertos entre los derrotados. Allí terminó la guerra civil.

Luego de aquello, Aldao regresó a su provincia para ocupar el cargo de Gobernador, que si bien le había sido asignado en noviembre de 1840, recién comenzó a ejercer el 16 de mayo de 1842, manteniéndose en el cargo hasta 1844.

Apasionado por el federalismo, a penas asumió su cargo de Gobernador puso en vigencia un decreto creado por él, en el que se declaraba insanos mentalmente a los unitarios, por lo que debían tener tutor y curador, para lo cual nombró al entonces Jefe de Policía, que también pertenecía a la corriente federal. Claro está, que fueron muchos los que criticaron fuertemente este decreto, aunque de todas formas fue puesto en vigencia.

Su Muerte

Una vez abandonado su cargo de Gobernador, el caudillo que tantas veces había dado su vida por la patria, pero nunca fue muerto en el campo de batalla, comenzaba su nueva lucha contra un tumor maligno. Había sido objeto de dos operaciones quirúrgicas durante 1844, la primera de ellas, realizada el 15 de julio por el médico español doctor Garvizo, y la segunda, efectuada en setiembre por el doctor Miguel Rivera, cuñado de Juan Manuel de Rosas, que operó, en dos minutos y medio, el tumor maligno de que padecía.

Finalmente, el 19 de enero de 1845 Aldao murió, ya reconciliado con su Orden, por lo que recibió sepultura vistiendo el hábito de Santo Domingo asistido espiritualmente por el prior de los dominicos, fray Dionisio Rodríguez.

Fuentes

http://historiaybiografias.com/caudillo3/

http://www.lagazeta.com.ar/aldao.htm

https://es.wikipedia.org/wiki/José_Félix_Aldao