José Leandro Andrade

José Leandro Andrade
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Futbolista Uruguayo.
Nacimiento25 de octubre de 1946
Otros nombresLa maravilla Negra.

José Leandro Andrade fue un futbolista uruguayo considerado el primer gran jugador negro de la historia del fútbol y el Pelé de su época.

Bibliografía

Orígenes

José Leandro Andrade nació en Salto, Uruguay, el 22 de noviembre de 1901. De la pareja formada por una argentina y el hijo de un ex esclavo negro que escapó del Brasil, que además era experto en magia africana, nació el joven José Leandro Andrade. De pequeñito se trasladó al barrio de Palermo en Montevideo, para vivir con una tía. José estaba apasionado por el carnaval, que en la capital uruguaya tiene mucha fama. Tocaba el tamboril, ese instrumento de percusión que se cuelga del hombro y que es tan típico de las batucadas.

De jovencito alternaba trabajos como limpiador de zapatos o vendedor de periódicos con sus pinitos como futbolista en un club llamado Misiones. Su primer contrato profesional lo tuvo con el Bella Vista, un club de la capital, donde desempeñó como volante derecho. Andrade, pronto, se convirtió en un jugador llamativo. Era negro, medía 1,80 y tenía un estilo de juego muy particular, muy flexible, muy acrobático, que enamoraba a la afición. Fue precisamente José Nasazzi el que coincidió con él en el Bella Vista y el que le recomendó para jugar a nivel internacional.

Trayectoria Deportiva

Andrade fue convocado para jugar en las Olimpiadas de París en 1924. Fue allí donde empezó la leyenda, en la capital francesa fue la sensación y le bautizaron como La Maravilla Negra.

Uruguay ganó el oro y regresaron siendo ya Andrade un héroe nacional. Pasó por el Nacional y el Peñarol, aunque empezó a tener un tren de vida que le pasaría factura. Además, desde los Juegos Olímpicos arrastraba una extraña lesión que a la postre acabaría con su carrera. En un lance de un partido, chocó contra un poste, provocándole un problema en la vista que degeneró poco a poco.

Pero aún tenía fútbol en sus piernas. Andrade fue convocado para jugar el primer Mundial de la historia, en Uruguay, precisamente, en 1930. Formó parte de ese mítico once Ballesteros; Nasazzi, Mascherone; Andrade, Fernández, Gestido; Dorado, Scarone, Castro, Cea e Iriarte que se proclamó campeón del mundo. Andrade estaba ya en decadencia, pero aún así aportó lo suyo, como un lance defensivo que perfeccionó, llamado la tijera: se lanzaba frente al atacante rival que llevaba el balón, estirando mucho la pierna izquierda, mientras que, con la derecha, le arrebataba el balón.

Después de sus apariciones en París y Amsterdam Andrade fue festejado en [[Europa como”Futbolista con los pies de oro“. En el país madre del fútbol, en Inglaterra, al Centrocampista negro se le llamó tras sus brillantes hechos olímpicos el ”mayor de todos los grandes uruguayos“. El Comité Olímpico Internacional (COI) le concedió incluso la ”Copa Olímpica“.

El legendario jugador nacional alemán Richard Hofmann describió así como testigo mismo a Andrade, que procedía de la clase más pobre de la población del país y privadamente se le consideraba como un contemporáneo muy movido: “Uruguay fue entonces el equipo mejor del mundo.

Su estrella era Andrade. Era un artista del fútbol, que podía hacer con el balón todo lo que quería. Era un grandón, de movimientos elásticos, que prefería siempre el juego directo, no corporal, elegante y siempre estaba varias situaciones más delante en sus pensamientos. Andrade fue un jugador de una limpieza que llamaba la atención. Renunciaba a los pases teatrales de sus compañeros, que se retorcían y revolcaban en el suelo en las faltas para sacar ventajas de los árbitros. Andrade se reía también siempre amablemente en el juego.

En 1930 el uruguayo fue el héroe indiscutible del primer torneo de la Copa Mundial, en el que metió un gol en cuatro partidos y fue elegido como corredor derecho en el ‘Equipo Todo Estrellas’ del torneo. Aquí ya no estaba en la genial forma de sus victorias olímpicas. Andrade jugó hasta los 36 años y realizó en total 43 partidos internacionales, de ellos 33 partidos en la clase A. A un compromiso en Atalanta AFA Buenos Aires 1936 en Argentina continuaron juegos amistosos del virtuoso del balón en Bella Vista y los Montevideo Wanderers FC 1937.

En la Copa Mundial de 1950 en Brasil, donde Uruguay ganó de manera sensacional el segundo Título Mundial, José Leandro Andrade estuvo presente como invitado. En el campo estaba de nuevo un Andrade con la camiseta del Uruguay. José Leandro vio en su posición a su sobrino Víctor Pablo Rodríguez Andrade, que en honor a su tío se había puesto el segundo apellido Andrade.

Anécdotas

Andrade, un consumado bailarín, no desaprovechó la oportunidad de alternar todo lo que pudo y más. Se ligó a un buen número de francesas, que caían rendidas ante el exotismo y la planta del uruguayo. Incluso llegó a marcarse un comentadísimo tango con la mítica Joséphine Baker.

Otra anécdota fue cuando, en plena concentración de la selección en París, Andrade desapareció, provocando la preocupación de todos. El delantero Ángel Romano, que era buen amigo suyo, se ofreció para buscarle. En realidad, Romano tenía una dirección que Andrade le había dado por si ‘desaparecía’. A aquella dirección acudió Romano y se quedó extrañado al ver que era un lujoso apartamento. Llamó al timbre y una doncella le recibió. A pesar de que entre ambos no se entendían, cuando Romano dijo “Andrade”, la joven sonrió e hizo pasar al delantero. Éste se quedó de pasta de boniato. Ante él apareció su mulato amigo, vestido sólo con un batín de seda, rodeado de bellas señoritas con poca ropa y envueltas en caros perfumes.

Su retiro

Tras la Copa del Mundo, jugó en Argentina (Atlanta y Lanús), en el Wanderers de Montevideo y se retiró en Argentinos Juniors. Su vida, a partir de ahí fue un declive permanente. Se arruinó, sus amigos desaparecieron y volvió al barrio de Palermo, tan pobre como cuando llegó siendo un niño. Algunos quieren ver tintes racistas en su declive. Y es que el destino de los campeones del mundo de 1930 fue dispar. Por ejemplo, el compañero de juegos y capitán, Jose Nasazzi, ascendió a director general del Casino de Montevideo, el delantero Pedro Cea pasó de vendedor de helados a periodista de radio y Héctor Scarone a entrenador, con Andrade fue todo cuesta abajo. La lesión de ojos sufrida en 1928 fue cada vez a peor. A edad avanzada, Andrade volvió al punto de partida de su carrera, abandonó Nacional y se fue a Peñarol. Allí los funcionarios le habían licenciado y hecho la vida imposible a comienzos de su carrera deportiva, al parecer por motivos racistas.

Un periodista alemán que vivía en Sudamérica, Fritz Hack, necesitó en otoño de 1956 seis días para encontrar a la ”Maravilla negra“ en Montevideo. “Me ayudaron amigos. Pero lo que viví, fue una imagen de horror“, informó Hack. En la “Calle Perazza“ vivía el una vez famoso y celebrado Andrade en un piso sótano deteriorado. “Encontré a Andrade en un tugurio espartanamente amueblado, se había dado totalmente al alcohol y debido a sus lesiones de ojos estaba casi ciego de un lado. Mis preguntas no pudo responderlas. Las respuestas las dio una hermosa mujer, la hermana del antiguo campeón olímpico".

Su muerte

Casi un año más tarde falleció el campeón mundial y ganador olímpico doble. José Leandro Andrade fue hallado muerto el 4 de octubre de 1957, tres días después de su 56 cumpleaños. El antiguo empleado del gobierno sólo poseía una cama, un armario y algunas medallas metidas en una caja de cartón de zapatos. En el recuerdo de millones de fans del fútbol de su país, está inculcado el nombre Andrade hasta hoy en día con la Era dorada de la selección nacional uruguaya y el primer Campeonato Mundial.

Fuentes

http://blogs.20minutos.es/quefuede/2013/04/19/quien-fue-jose-leandro-andrade-el-futbolista-que-bailo-con-josephine-baker/

http://www.conti-online.com/generator/www/es/es/contisoccerworld/themes/02_zona_fan/04_estrellas/1930-andrade-es.html