Bombardeo de la OTAN sobre Yugoslavia

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Bombardeo de la OTAN sobre Yugoslavia
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Parte de Guerra de Kosovo
Bombardeo de Yugoslavia.jpg
Fecha 24 de marzo de 1999-10 de junio de 1999
Lugar Bandera de Yugoslavia Yugoslavia
Resultado Retirada de las tropas yugoslavas de Kosovo y la destrucción de la economía y la infraestructura de Yugoslavia
Consecuencias Administración de Kosovo a cargo de la ONU
Comandantes
Wesley Clark, Rupert Smith, Javier Solana, John W. Hendrix, James O. Ellis Slobodan Milošević, Dragoljub Ojdanić, Nebojša Pavković

Bombardeo de la OTAN sobre Yugoslavia. También conocido por su nombre en clave Operación Fuerza Aliada, fue una guerra no declarada entre la mayoría de países miembros de la OTAN y la República Federal de Yugoslavia, durante la Guerra de Kosovo.

Antecedentes

El origen declarado de aquella operación sin precedentes era evitar una limpieza étnica en la provincia de Kosovo y Metohija, para la que las autoridades militares yugoslavas supuestamente habían diseñado en un plan llamado ‘herradura’, tras un incidente poco claro que acabó pasando a la historia como la Masacre de Račak.

El plan

La existencia de este plan, sin embargo, ha sido repetidamente cuestionada, también la autoría de la propia Masacre de Račak, como tantos otros argumentos presentados por los Estados de la OTAN para justificar su intervención y recogidos en un documental de la televisión alemana WDR del año 2000 titulado, significativamente Comenzó con una mentira (Es begann mit einer Lüge).

OTAN

De acuerdo con el relato de la Alianza Atlántica, la negativa del Gobierno yugoslavo a firmar los acuerdos de Rambouillet no dejó otra opción que la intervención, ya que Slobodan Milošević “no entendía otro lenguaje que el de la fuerza”. Hoy sabemos que aquellos acuerdos probablemente estuvieron redactados para ser rechazados por las autoridades yugoslavas, ya que exigían, por ejemplo, la presencia de un contingente de 30 000 soldados de la OTAN en su territorio a los que Belgrado debía garantizar el permiso de tránsito y plena inmunidad.

Opinión internacional

De acuerdo con Lester Pilarte, analista nicaragüense del Centro Regional de Estudios Internacionales, aquellas acciones, extendidas durante 78 días, “representaron el abuso de poder, en el plano internacional, de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)”. En declaraciones exclusivas a Prensa Latina, el experto señaló que la alianza atlántica utilizó aquel acto bélico para “demostrarle al mundo su músculo político y militar, y la inexistencia de un adversario capaz de destruirla”.

El bombardeo

Durante casi tres meses, sobre parte de la república exsocialista arrojaron nueve mil 160 toneladas de bombas, algunas de ellas contenían uranio empobrecido con efectos nocivos inestimables para el medio ambiente y la salud de las personas afectadas. Todo ello, “sin la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU; después de esa decisión violatoria de la Carta de las Naciones Unidas, no existiría respeto alguno por el derecho internacional a nivel planetario”, refirió Pilarte.

Justificaciones

Las justificaciones sobre aquella ofensiva fueron ampliamente cuestionadas, una de ellas, se refería al supuesto freno a una limpieza étnica en la provincia de Kosovo, pues presumiblemente las autoridades militares yugoslavas diseñaron un plan con este propósito. Esta incursión acentuó las rivalidades entre las distintas etnias, fragmentación de nacionalidades y profundización de diferencias religiosas; así como, la destrucción de emblemas culturales y patrimoniales del país. Las naciones miembros de la OTAN también refirieron la negativa del ejecutivo yugoslavo a la firma de los acuerdos de Rambouillet, que exigían, entre otras cuestiones, la presencia de 30 mil soldados del bloque en su territorio, con la garantía de permiso de tránsito e inmunidad. Ello, consideraron, determinó como única opción la ocurrencia de las agresiones, pues, a su juicio, el político Slobodan Milosevic, presidente desde 1997 hasta el año 2000, “no entendía otro lenguaje que el de la fuerza”.

Para Téllez, “la OTAN quiso dar como ejemplo que el mundo dejó de ser bipolar, tras el colapso de la URSS, y la preponderancia de una sola visión ideológica; no resolvieron el conflicto interno, generaron más confusión, odio, exacerbó los ánimos y aceleró la desintegración”. Además, el bloque consolidó su papel al servicio de las élites de Estados Unidos y Europa, “trasciende como los policías del escenario occidental, ante la ausencia de la Unión Soviética, su muro de contención, y el Pacto de Varsovia”. En este sentido, Pilarte subrayó que la alianza atlántica no tiene práctica en la resolución de los conflictos o problemas globales por medio de convenios o diálogos, “la única experiencia son las invasiones a Irak, Libia, Afganistán, Yemen y Siria”.

Mensaje a Rusia

Algunos autores subrayaron que el plan de la OTAN fue, asimismo, la marginación de Rusia de la competencia económica y política en el orbe y el envío de una señal de advertencia para China. Por ello, según Téllez, la OTAN redireccionó su mirada hacia las principales rutas de comercio y transferencia de materias primas hacia Asia Central. Otros apuntan que, el ataque a Yugoslavia extendía el dominio del grupo militar en la zona, con énfasis en Polonia, Hungría, República Checa, Grecia y Türkiye, tras lo cual cumplían dos objetivos: rodear a Moscú y establecer un puente entre los dos continentes. Todo eso, insistió el analista, con el apoyo de medios de difusión de las naciones invasoras y a partir de una campaña manipuladora, con la cual crearon la sensación de que una masacre en Kosovo era inminente y el uso de la fuerza constituía la única manera de detenerla.

Consecuencias

Si tenemos en cuenta la sentencia del Tribunal de Nuremberg contra el nazismo, emitida el 30 de septiembre de 1946, según la cual:

Iniciar una guerra de agresión, en consecuencia, no solo es un crimen internacional, sino que es un crimen internacional supremo.

Es decir, mientras el bloque militar pretendía la justificación de su presencia con el ataque sobre Yugoslavia, la reputación de la ONU enfrentó graves consecuencias e, incluso, algunos la consideraron como una organización de la cual se podría prescindir.

Fuentes