La antidieta

La antidieta
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La Antidieta es un avance decisivo. Sin sentimientos de culpa, sin pesadas responsabilidades, sin exigencias, se puede llegar a estar sano, delgado y vibrante.
Título originalFit for Life
Autor(a)(es)(as)Harvey y Marilyn Diamond
EdiciónEdiciones Urano, S.A.
ISBN84-86344-16-6 Depósito legal: B. 13.566-1986


La antidieta. Los autores no ofrecen ni directa ni indirectamente, asesoramiento o consejo médico, ni prescriben el uso de una dieta como forma de tratamiento de enfermedades sin aprobación del médico. En el dominio de la salud y de la nutrición, los expertos sostienen puntos de vista muy diferentes. La intención de los autores no es diagnosticar ni prescribir, sino solamente ofrecer información sanitaria que ayude al lector a cooperar con su médico en la común búsqueda de la salud. En caso de que alguien use esta información sin aprobación de su médico, estará autoprescribiéndose; por el ejercicio de este derecho, el editor y el autor no asumen responsabilidad alguna.

Contenido

La antidieta echa por tierra los dogmas de la medicina ortodoxa en lo referente a los cuatro grupos básicos de alimentos, las saludables propiedades de la leche, la importancia de las proteínas en la dieta y la necesidad de contar calorías para rebajar de peso.

Tener una orientación adecuada respecto de lo que es la nutrición es cosa de monumental importancia en esta era de estrés. La contaminación química de los alimentos con aditivos, conservantes, saborizantes y aromatizantes artificiales, procedimientos como la deshidratación, concentración, congelación y tratamientos con microondas, hacen que la reeducación del público en lo referente a los hechos de la nutrición alcance una importancia I.0 menor de la que tuvo en su momento el hecho de que Ignaz Semmelweis señalara que los médicos debían lavarse las manos antes de operar o de atender un parto. Sólo han pasado cien años desde este importante descubrimiento. Sólo cien años han pasado desde que la ciencia renunció a las sangrías, purgas y aplicaciones de sanguijuelas que fueron parte de la vida de los abuelos.

Pues bien, es probable que todos nuestros intentos de someternos a dietas y contar calorías sean, a los ojos de nuestros nietos, parte de las locuras de nuestra generación.

La antidieta es un perfecto ejemplo de medicina integrativa en cuanto a ciencia basada en la energía. Tanto la medicina integrativa como este libro están orientados hacia el consumidor, con el fin de salvar las brechas existentes entre lo que hasta ahora se sabía de biología y los últimos adelantos que han revelado la existencia de sustancias químicas curativas que nuestro propio cuerpo produce. Por fin, comenzamos a entender la enorme magnitud de la capacidad autocurativa de nuestro cuerpo, que le permite recuperarse y mantener la salud. En la medicina integrativa convergen siglos de conceptos sobre medicina preventiva, provenientes de centenares de culturas diferentes, con la moderna necesidad de reducir el estrés, resolver conflictos, evitar estilos de vida nocivos y modificar las pautas de conducta que provocan exceso de peso, obesidad y, por consiguiente, enfermedades coronarias, hipertensión sanguínea, úlceras, dolores de espalda, migrañas, artritis, apoplejía y cáncer.

Medicina integrativa

Las metas de la medicina integrativa son la calma espiritual, la paz emocional y la buena forma física; en ella se unen los conceptos holistas característicos de los estilos occidentales de vida de California, con los conceptos de la medicina preventiva provenientes de la «Meca» de la medicina, en Boston. Los médicos orientales, tradicionales y con formación en Harvard, señalan que ya los médicos no pueden prevenir el 80% de las enfermedades, que la medicina y la cirugía no curan más de un 10% de ellas, y que el 10% restante se debe, en la actualidad, a accidentes quirúrgicos y efectos colaterales de la medicación.

Proclaman que durante la presente década la salud de la población norteamericana no dependerá de lo que otros hagan por ella, sino de lo que esté dispuesta a hacer por sí misma. Los graduados de las universidades de California, Stanford y Berkeley, se muestran completamente de acuerdo y coinciden en señalar que la risa, la esperanza, la fe y el amor son ingredientes principalísimos de la salud. La medicina integrativa permite que ambos se encuentren, ofreciendo a los pacientes combinaciones del estilo tradicional y del holista: dieta, ejercicio, sol, descanso, masajes y plegarias marchan codo a codo con la medicación, las hazañas quirúrgicas y los recursos increíbles de la alta tecnología.

La medicina integrativa cree que la responsabilidad personal, la valoración de sí mismo y la consideración y reverencia hacia la vida, son los principales determinantes de la salud. Cualquier enfermedad es potencialmente reversible gracias al milagroso poder de autocuración del cuerpo, al que concibe como un sistema de energía, y cree que la salud es algo demasiado importante para dejarlo sólo en manos de la ciencia, pero que también lo es para encararlo desde un punto de vista totalmente acientífico.

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