Laureano Fortunato Pequeño Sánchez
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Laureano Pequeño Sánchez. Destacado Científico - Pedagogo del Magisterio Cubano que puso bien en alto el sentimiento patriótico, se ocupó y aportó sus modestos recursos al servicio de la educación en Cuba y particularmente en la provincia de Pinar del Río, se destacó por sus aportes a la educación pinareña, y por los métodos educativos y de enseñanza utilizados.
Sumario
Formación y primeros pasos en el magisterio
Laureano Fortunato de los desamparados, Pequeño Sánchez, nació en la Habana el 14 de octubre de 1890. De clase social media, cursó sus primeros estudios en la escuela de su barrio, posteriormente estudió en el Instituto de Segunda Enseñanza de la Habana, donde obtuvo el título de Agrimensor. Su clara inteligencia desde los primeros años de vida y su dedicación al estudio posibilitaron que fuera admirado siempre por sus compañeros.
Desarrolló su labor fundamental en la Escuela Normal de Pinar del Río, en la que formó a varias generaciones que aún hoy conservan en su memoria los gratos recuerdos de su maestro de matemática, ejemplo de modestia, sencillez, sabiduría, naturalidad y que supo sembrar en sus alumnos el amor por la enseñanza de la materia impartida. Este ilustre maestro, afianzó su trabajo en el campo de las Ciencias Naturales, la Química, la Farmacología, Matemática y Español. También su maravilloso trabajo acerca de Zoología, Botánica y Mineralogía, lo que le permitió recopilar gran cantidad de animales, plantas y minerales que formaron una de las colecciones de Ciencias Naturales más importantes de Cuba.
Afán investigativo, pasión del maestro
El desarrollo de las ciencias propugnado por la política educacional norteamericana y las reformas hechas por Enrique José Varona, en este período y primeros años de la república, hicieron que prendiera en él, el amor por las ciencias, por esta razón ingresa en el año 1910 en la Universidad de la Habana y en 1915 obtiene el título de Dr. en Ciencias Naturales y Dr. en Farmacia, con notas sobresalientes. Su amor por la investigación y sus ansias por obtener cada vez más conocimientos posibilitaron que dedicaran todo su tiempo libre a hacer investigaciones y ha repasarle a sus compañeros, de aquí esencialmente parte su amor por la enseñanza, todo lo que descubría en sus investigaciones tenía la necesidad de enseñárselo a su compañeros y lo hacía de forma tal que impresionaba a todos su arte de enseñar.
En la década del 30 comenzó a trabajar en las Escuela Normal de Pinar del Río como profesor de Metodología de la Enseñanza de la Aritmética, además atendía las Prácticas Pedagógicas de los estudiantes. Posteriormente fue profesor de la Universidad de Occidente, los años en que esta sesionó, así como profesor de la Cárcel Provincial donde alternaba con otro maestro; también trabajó en la Fábrica de Fertilizantes. Asimismo colaboró en el Comité Todo por Pinar del Río, en el que brindó a nuestra provincia su inteligencia y sabiduría.
Se distinguía no sólo por las clases que impartía, lo que inspiraba el respeto de sus alumnos, sino por la naturalidad y bondad que lo caracterizaban proporcionando siempre que el alumno llegara a él.
Laureano Pequeño, cooperaba con todos, los rasgos que caracterizaban su personalidad hicieron que fuera capaz de colaborar desinteresadamente con todo el que se relacionaba con él, con sus alumnos, con su esposa, maestra también, y con sus contemporáneos maestros y personalidades científicas de nuestro país como: Carlos de la Torre y Juan Tomás Roig.
Su labor científica fue profunda y amplia, pues fue un destacado naturalista que se dedicó a recolectar gran cantidad de insectos, aves, peces, reptiles, moluscos y otros animales formando una colección, que es considerada una de las mejores de nuestro país, ella llevaba el nombre de su esposa María Hernández de Pequeño.
Dedicó gran parte de su vida a hacer excursiones científicas, con el fin de adquirir conocimientos, por eso, viaja a Manuel Lazo, a los Remates de Guane, a las Cuevas de Viñales, a Baracoa, a las Cuevas de Bellamar en Matanzas, etc., con el objetivo de obtener moluscos y otras especies. De todos esos viajes logró tener una compilación de moluscos de gran importancia para el desarrollo de la malacología, gran aporte representó el descubrimiento de u molusco al que le puso el nombre de “Leonoris” en honor a su sobrina política, sobre este caracol escribe un folleto argumentando sus características generales, sus rasgos esenciales, su importancia y demás. Toda la sabiduría que acumuló en el plano pedagógico y científico lo volcó en los libros que escribió y de los cuales hoy solo se puede contar con algunos de estos ejemplares ellos son: Curso de Historia Natural en tres tomos: Volumen I-Botánica, Volumen II Zoología y Volumen III Mineralogía; Farmacia Práctica y Química Orgánica.
Según testimonios de alumnos y familiares se conoce de la existencia de un libro de Matemática y otro de Español para la Primaria Superior, sin embargo, estos no aparecen en bibliotecas públicas, ni privadas.
Después de trabajar arduamente se retiró como maestro de la escuela Normal, en el año 1959 a la edad de 69 años y 3 años más tarde, muere en su domicilio el 21 de noviembre de 1962. Su muerte fue duro golpe para el desarrollo de las ciencias y las letras en Cuba, además para todos sus discípulos, amigos y familiares.
En Laureano Pequeño Sánchez se sintetiza la imagen de un maestro de gran estatura y la agudeza científica de los que saben ver en la vida práctica el manantial de una enseñanza científica. Pinar del Río se enorgullece de ser su cuna.
Bibliografía
1- Pequeño Sánchez Laureano y Sobrino Plasencia Antonio: Curso de Historia Natural. Volúmenes I, II, III. La Habana, 1940.
2- Pequeño Sánchez Laureano: Química Orgánica.
3- Pequeño Sánchez Laureano: Farmacia Práctica. 4- Guerra Sánchez Ramiro: “La Educación Cubana en el período de 1902-1950.
5- Revista Científica Pedagógica "MENDIVE", Año 10/No.37/oct-dic/2011/RNPS 2057/ISSN 1815-7696
Fuentes
- Artículo original. Disponible en: revistamendive.ucp.pr.rimed.cu
