Los ángeles que llevamos dentro (libro)

Los ángeles que llevamos dentro
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Título originalLos ángeles que llevamos dentro
Autor(a)(es)(as)Steven Pinker
Editorial:Paidós
GéneroHistoria
Primera edición2011
PaísEspaña

Los ángeles que llevamos dentro. Libro donde el autor expone las investigaciones que ha llevado a cabo sobre la preponderancia de la violencia a lo largo de la historia. Estas investigaciones le han llevado a concluir que, pese a las guerras actuales, vivimos en una época en la que la violencia ha disminuido enormemente respecto a tiempos pasados.

Resumen

¿Por qué existen las guerras? ¿Podemos preguntarnos por qué existe la paz? Estas son algunas de las preguntas que Steven Pinker se plantea en El ángel que hay en nosotros, una obra excepcional en la que nos expone las investigaciones que ha llevado a cabo sobre la preponderancia de la violencia a lo largo de la historia. En esta hora de “aparente fragmentación “, hiperespecialización del conocimiento y fin de ideologías, nos planteamos análisis horizontales de nuestro mundo actual y de nuestra vida cotidiana. La primera reflexión fue sobre el libro de Moisés Naím, El fin del Poder, y se puede revisar en

Ahora, en esta entrega, la reseña corresponde a la segunda recomendación de Zuckerberg: Los ángeles que llevamos dentro, en el que Steven Pinker advierte que “desde que Adán y Eva se comieron la manzana, Ulises se hizo atar al mástil, la cigarra cantaba mientras la hormiga guardaba comida y San Agustín rezaba: ‘Señor hazme casto, pero todavía no’, los individuos han forcejeado con el autocontrol. La obra del psicólogo cognitivo, es un texto cardinal en la actualidad, entre muchas razones porque tiene la virtud que comparten las grandes obras, de no buscar ni el consenso ni el disenso, sino el diálogo permanente e inagotable. En más de mil páginas, el autor nos hace ver que la verdadera interdisciplina del saber sigue vigente para abordar los grandes hitos sociales, culturales, políticos, jurídicos y económicos de nuestro tiempo. Pinker aborda como eje de reflexión lo que bien podríamos llamar el “malestar de la violencia”; es decir, su historia, su construcción y sus consecuencias. El psicólogo universal rompe con la doctrina del “buen salvaje” de Rousseau que nos decía que “el mal no tiene su origen en la naturaleza sino en las instituciones sociales”, para mostrarnos que sobrevivir en el sangriento siglo XX fue, por mucho, más seguro que hacerlo en una idílica comunidad primitiva. Para ello, Pinker se vale no solo de una prosa accesible y contundente, sino de datos empíricos que muestra en gráficas y estadísticas que suman elementos a su argumentación. Según el autor, las probabilidades de que surja la violencia se calculan de manera cotidiana a raíz de los ejemplos que se pueden recordar, pero advierte que la memoria está desnivelada y beneficia la retención de incidentes personales “vívidos y tórridos”, lo que explica que recordemos las explosiones y la sangre, pero que no tengamos mentalmente presente a toda la gente que ha muerto en santa paz. Pinker va más lejos y nos muestra que la mentalidad cambia, que es histórica y sensible a cada época y que ello nos hace más perceptivos a la violencia que persiste.Hace 200 años nadie hubiera considerado la pena de muerte como una forma de violencia, le habrían llamado justicia; y al bullying entre los niños lo habrían llamado travesuras. Pero sucede que hoy esto nos preocupa mucho más y por eso observamos más violencia a nuestro alrededor. Después de sacudirse grandes teorías fundacionales para la comprensión de nuestra sociedad, Steven Pinker insiste en la provocación y nos señala que encontró cinco potencias esenciales pacificadoras: el gobierno, que penaliza la agresión; el comercio, que hace que otras personas sean más valiosas vivas que muertas; el cosmopolitismo, que anima a la gente a ser empática; la feminización, que devalúa al machismo y a las culturas violentas basadas en el honor, y la polinización de la razón, que concibe a la violencia como un problema de inminente resolución. Vale la pena detenernos en la siguiente reflexión de nuestro autor, quien dice que hay un principio general para los estudiosos de la mente según el cual el Mal es psicológicamente más poderoso que el Bien; de ahí que demos más atención y nos afecten más los sucesos malos que los buenos, incluso cuando estos últimos son penetrantes y sintomáticos. Las críticas duelen más de lo que ayudan los elogios, dice Pinker; agrega que nos resulta más fácil imaginarnos en un estado mucho peor que en otro mucho mejor, y que así los “moralistas” y agitadores políticos tienen alicientes para decir que las cosas tienden a ser terribles para argumentar su agravamiento, pues de otra forma, ¿quién los escucharía? Pinker evoca a Hobbes y a su Leviatán al recordar que “el hombre es el lobo del hombre” para mostrarnos que desde el inicio de su existencia, la humanidad ha estado acompañada por la violencia, a la que cultiva en todos sus ámbitos públicos y privados, individuales y colectivos, propios y ajenos. La violencia es una constante en la historia de la humanidad, que cambia de colores y matices, y que persiste en la esencia del ser como algo cotidiano. Pinker nos muestra en su obra dos ejes que son ineludibles: la violencia y el Estado, y la violencia y la ética, demostrando que no existe el progreso moral como escalada política, se trata de entender que el Estado ha sido el pacificador más sistemático de la convivencia humana. Dicho de otra manera, que los individuos que habitan en un Estado tienen menor posibilidad de morir de una forma violenta, o que a mayor ciudadanización, tenemos más paz; la pacificación es fruto de la congruencia estatal que no se extralimita de sus funciones. Concluyamos hoy que los ángeles que llevamos dentro son serafines, aquellos que buscan desde el calor y procuran la estabilidad del autocontrol. En nuestro caso, serafines que deambulan en el reino de lo terrenal y que, con prudencia selectiva, se sofocan para coexistir con la violencia. En definitiva, esta nueva obra de Steven Pinker abre una nueva perspectiva a las ciencias y a nuestra idea del hombre. Y es que la constatación de que la violencia ha disminuido a lo largo de los siglos quiere decir que algo habremos hecho bien. Y sería estupendo saber, con toda exactitud, qué es.

Autor

Steven Pinker (Montreal, 1954) es un prominente psicólogo experimental americano, científico cognitivo y un popular escritor, conocido por su defensa enérgica y de gran alcance de la psicología evolucionista y de la teoría computacional de la mente. Es profesor del departamento de ciencias cognitivas y del cerebro y director del Centro de Neurociencia Cognitiva McDonell-Pew en el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Realizó sus estudios en la Universidad McGill y en la Universidad de Harvard, donde obtuvo su doctorado. Recientemente ha sido elegido para ingresar en la Academia Americana de las Artes y las Ciencias, y es miembro de la Asociación Psicológica Americana y de la Sociedad Psicológica Americana. El instinto del lenguaje (1994), está considerado uno de los mejores diez libros de 1994 por el New York Times, el London Times y el Boston Globe; Cómo funciona la mente (1997) ganador del Premio de Ensayo Científico de Los Ángeles Times y del Premio William James de la APA, y finalista del Premio Pulitzer y del Premio del Círculo Nacional de Críticos de Libros.

Fuente