Lucas Caballero Calderón

Lucas
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NombreLucas Caballero Calderón
Nacimiento1914
Bogota, Colombia, Bandera de Colombia Colombia
NacionalidadColombiana
OcupaciónEscritor y columnista

Lucas Caballero Calderón: Escritor y columnista colombiano, nacido el 6 de agosto de 1914 en Bogotá.

Síntesis biográfica

Periodista colombiano, nacido y muerto en Santafé de Bogotá. Lucas Caballero Calderón utilizó los seudónimos de Klimy Lukasen sus columnas escritas en la prensa colombiana. Lucas Caballero Calderón realizó sus estudios de primaria en el Gimnasio Moderno de Santafé de Bogotá. Abandonó la carrera de Derecho, que había iniciado en la Universidad Javeriana, y se dedicó a trabajar en el sector público como técnico en estadista en la Contraloría General de la República. Luego fue empleado del Ministerio de Obras Públicas como archivero. En 1947 contrajo matrimonio con Isabel Sierra. Gabriel Cano, directivo del El Espectador, leyó en alguna ocasión una de las cartas que el periodista enviaba a su familia que residía en la hacienda Tipacoque, y le propuso que escribiera para el periódico.

El 6 de febrero de 1936 aparece su primera columna en el diario, titulada El Joe Louis del Parlamento, donde Klim critica la forma en que se dirigían por aquella época las sesiones del Congreso. Como por aquel tiempo las tiradas del diario El Espectadorse imprimían en la rotativa que poseía El Tiempo,Klim tuvo la oportunidad de escribir secretamente para los dos periódicos. En El Tiempoutilizaba el seudónimo de Klim, nombre de la leche en polvo que comenzaba a invadir los mercados por entonces, y en El Espectadoradoptó el seudónimo de Lukas. El Espectadordescubrió su secreto y le pidió que se decidiera por uno de los dos diarios. Caballero Calderón se decidió por El Tiempo,periódico donde trabajó desde 1942 hasta 1977. Además fue colaborador de la revista Cromoscon su columna La canasta familiar de Klim. Sus escritos causaron gran perturbación en el gobierno del presidente Alfonso López Michelsen, porque denunció la construcción de la carretera alterna al Llano, por la finca La Libertad, propiedad de la familia del presidente. Este acontecimiento le obligó a abandonar El Tiempoy regresó a El Espectadoren 1977, desde donde continuó atacando al presidente López Michelsen y advirtió a sus lectores sobre el proyecto de reelección del mismo.

Obra Literaria

En sus primeros dibujos, durante los años treintas y cuarentas se encargó de retratar tipos y costumbres locales como el del policía, el paseo, el tranvía y el del embolador. Después prefirió dibujar rostro con nombre propio como el del ex presidente Carlos Lleras Restrepo, Augusto Ramírez Moreno, Juan Lozano y Lozano y Darío Echandía. Como narrador se caracterizó también por crear situciones absurdas y cómicas, por utilizar hipérboles, metáforas, lenguaje coloquial, el recurso de repetir varias veces lo mismo. Las columnas que publicaba en periódicos como El Tiempo y El Espectador y en la revista Cromos estaban cargadas de humor, inteligencia e irreverencia y en ellas solía burlarse de los personajes de la vida pública de su época. Las firmaba con el seudónimo Klim y durante 45 años fueron unas de las más leídas junto a las de Calibán. Su talento para el dibujo, la caricatura y la palabra escrita lo llevaba en los genes. Su hermano Eduardo Caballero Calderón fue también un reconocido periodista, columnista y escritor. Su sobrino Antonio Caballero es hoy en día el columnista más leído del país y en las caricaturas que dibuja para la revista Semana ha demostrado su habilidad para el dibujo y el humor negro y agudo que también lo caracteriza al escribir.

Luis Caballero, otro sobrino suyo, fue uno de los más importantes pintores que haya tenido el país. Su padre, Lucas Caballero, fue general, jefe del Estado Mayor Liberal en el Cauca y en Panamá durante la guerra de los Mil Días, pero también un reconocido periodista de la época. Su madre fue María del Carmen Calderón y su otro hermano, Enrique Caballero, también fue un hombre de letras. Se casó con Isabel Reyes Sierra, hija de Enrique Reyes Angulo y de Clara Sierra Cadavid. Klim fue multifacético. Se destacó como retratista por su capacidad de observación y de situar a los personajes en el ambiente indicado. Cuentan que a Klim le gustaba permanecer en su apartamento de Bogotá encerrado, en bata, piyama y pantuflas escribiendo y que la mayor parte de su vida la pasó allí. Pedía comida a domicilio y desde ahí escribió las denuncias por corrupción que por poco tumban al gobierno de López Michelsen. Empezó desde muy joven a trabajar como periodista. Primero se vinculó a El Espectador y luego a El Tiempo, en donde siempre mantuvo su independencia y espíritu crítico, aún en los difíciles momentos políticos de la época en la que vivió. Solía rebautizar a los personajes de quienes hablaba con apodos que luego eran utilizados por sus lectores y que pasaron a la historia. A López Michelsen le decía “Compañero Primo”, al padre Rafael García-Herreros “El telepadre”, a Luis Carlos Camacho Leyva "El general Van Holocaust”, a Jorge Mario Eastman, Stay Free, a Alberto Santofimio “Pinina” y a Clara López La Sobrinita Pálida”. Pero su humor, sus denuncias y la forma en que se burlaba de los defectos de los personajes públicos no eran bien recibidos por todos y dicen que en dos ocasiones fue retado a un duelo de honor. Además de sus columnas es posible deleitarse con su sentido del humor leyendo algunos de sus libros como “45 Años de Humor, “Yo, Lucas”, “KLIM, Epistolario de un joven pobre” y “KLIM, 45 años de humor”.

Publicaciones

  • Figuras políticas de Colombia, 1945
  • Epistolario de un joven pobre, 1947
  • Joven caballero : 10 en historia 0 en imaginación, 1974
  • Yo, Lucas, 1979
  • Memorias de un amnésico, 1982
  • Klim: 45 años de humor, 1983

Muerte

Sus últimos años los pasó de clínica en clínica, hasta que el 15 de julio de 1981, cuando tenía sólo 60 años, murió en la Clínica de Marly de Bogotá a causa de una demolición intestinal absoluta y de una falla cardiaca. En 1982 se publicó su libro póstumo Memorias de un amnésico en el que con su habitual humor se burló de su paso por los hospitales. Varios años después de su muerte, los libros y sketches de café concierto de Klim no dejan de venderse. Es un clásico que revolucionó el humor en Colombia introduciendo descripciones de situaciones que rayaban con lo absurdo.

Fuentes