Manuela Malasaña

Manuela Malasaña
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Imagen: Fragmento de la pintura Malasaña y su hija batiéndose contra los franceses (1887) de Eugenio Álvarez Dumont
NombreManuela Malasaña Oñoro
Nacimiento10 de marzo de 1791
Madrid, Bandera de España España
Fallecimiento2 de mayo de 1808
NacionalidadEspañola
CiudadaníaEspañola
OcupaciónModista

Manuela Malasaña. Durante los levantamientos del 2 de mayo de 1808, el pueblo madrileño plantó cara a las tropas napoleónicas: gentes corrientes se convierten en héroes y heroínas. Entre las mujeres que dieron su vida durante el levantamiento destaca la figura de la joven modista y bordadora Manuela Malasaña.

Datos biográficos

Era la hija de un panadero francés, de nombre Jean Malesange, al que luego españolizaron su apellido por "Malasaña", y de su esposa Marcela Oñoro. Tenía la profesión de bordadora, vivía con su familia en el No.18 de la calle de San Andrés.[1]

Los hechos que pudieron establecerse, después de cierta controversia, señalan que Manuela se incorporó a la defensa del Parque de Artillería de Monteleón, situado en la plaza que luego será renombrada como Plaza Dos de Mayo, donde se encontraba su propio padre, ambos a las órdenes de los oficiales Luis Daoíz y Pedro Velarde. Cumplió las funciones de suministrar pólvora y municiones. Otra versión, menos verosímil, la sitúan en su taller, lejos de la lucha, al salir se topa con una patrulla de soldados, que la quieren registrar o bien abusar de ella, o ambas cosas, y descubren entre sus ropas unas tijeras propias de su profesión. La acusaron al momento de poseer un "arma de guerra", y fue fusilada. Su cuerpo quedó registrado con el Nº 74, entre las 409 víctimas en esa acción, que se conserva en los archivos militares, que se estudiaron cien años después, en 1908.[1]

Placa colocada en la calle Manuela Malasaña

Manuela Malasaña consta en los registros de la época como la víctima número 74 de las 409 que fallecieron en el levantamiento popular. Fue enterrada en el hospital de la Buena Dicha, convertida en iglesia posteriormente. [2] Manuela fue enterrada en el Hospital de la Buena Dicha, en la calle de Silva, fundado en 1594.[1]

En los últimos estudios realizados, la biografía de Manuela Malasaña ha experimentado un nuevo giro. De acuerdo con nuevos datos, Manuela, de diecisiete años no murió el 2 de mayo, sino el 3, y fue asesinada en plena calle por una de las muchas patrullas francesas que recorrían la ciudad desarmando a los paisanos. Cuando los soldados encontraron las tijeras que portaba la muchacha, le aplicaron la bárbara orden de Murat, que mandaba fusilar a cuantos llevaran armas sin permiso.[3]

La joven ha pasado a la historia como un ejemplo de lucha de las mujeres de Madrid. Todo un barrio de su ciudad lleva su nombre. Las circunstancias de su trágica muerte causó que en torno a su persona se tejiera una fama de heroína que dio origen al nombre de una calle y un barrio en Madrid, y en Móstoles a una calle y a una estación de Metro.

Representación en el arte

El escritor Antonio Gómez Rufo, publicó la novela El secreto del rey cautivo, con la que alcanzó el Premio Fernando Lara de Novela, (2005) y en la que la figura de Manuela Malasaña forma parte de su historia.[4] Ángel Fernández de los Ríos dio respetabilidad literaria a la leyenda de Manuela en su Guía de Madrid (1876) y el escultor Antonio Moltó y Lluch la plasmó en una terracota titulada Manuela Malasaña a los pies de su padre el Dos de Mayo de 1808 (c. 1880), que se conserva en el Museo de la Historia de Madrid.[3]

Existen barias obras pictóricas entre los que se encuentran el retrato pintado en 1943 por José Luis Villar Rodríguez de Castro y conservado en la Sala de Heroínas del Museo del Ejército; Malasaña y su hija batiéndose contra los franceses (1887-Óleo sobre lienzo, 365 x 207 cm) de Eugenio Álvarez Dumont, por la obra Premiado con una tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887, este cuadro es considerado probablemente el mejor testimonio de la faceta más característica de la producción de Eugenio Álvarez Dumont, quien, junto con su hermano César, llegaron a convertirse en verdaderos especialistas en pintar escenas bélicas y militares y muy particularmente de temas relativos a la Guerra de la Independencia española.[5]

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Notas y referencias

Fuentes

  • Cuadernos 20. Veinte mujeres de Madrid. Ayuntamiento de Villanueva de la Cañada.