Monumentos paleocristianos de Rávena

Monumentos paleocristianos de Rávena
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Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.
AereaRavena.jpg
CoordenadasN44 25 13.5 E12 11 46.5
PaísBandera de Italia Italia
TipoCultural
Criterios(i)(ii)(iii)(iv)
N.° identificación788
Año de inscripción1996 (XX sesión)
Lugar de celebraciónCiudad y Provincia de Rávena, Región Emilia-Romagna


Los Monumentos paleocristianos de Rávena. están asentados en la ciudad de igual nombre, que fue la sede del Imperio Romano en el siglo V y luego de la Italia bizantina hasta el siglo VIII. Cuenta con una colección única de mosaicos y monumentos cristianos tempranos. Los ocho edificios: el Mausoleo de Gala Placidia, la Neoniano Baptisterio, la Basílica de San Apolinar Nuovo, el arriano Baptisterio, de la Capilla Arzobispal, el Mausoleo de Teodorico, la Iglesia de San Vitale y la Basílica de San Apolinar in Classe, se construyeron en los siglos V y VI. Muestran gran habilidad artística, incluyendo una maravillosa mezcla de tradición greco-romana, la iconografía cristiana y estilos orientales y occidentales. Estas obras fueron incluidas en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en el año 1996.

Descripción

Los primeros monumentos religiosos cristianos en Rávena son de importancia excepcional en virtud de la maestría suprema del arte del mosaico que contienen, y también debido a la evidencia crucial que proporcionan las relaciones y los contactos artísticos y religiosos en un período importante de la historia cultural europea. En el reinado de Augusto se establece el puerto de Classis en Ravena. A raíz de las invasiones bárbaras del siglo V, Honorio la hizo capital. Su hermana, Galla Placidia, vivió en Rávena durante su viudez en la primera mitad del siglo V, y lo convirtió en un centro de arte y cultura cristiana. Con la deposición de Rómulo Augústulo en 476, Rávena entró en un período de prosperidad e influencia. Fue tomada por Belisario en 540 y siguió siendo el centro de control bizantino en Italia hasta 752. Su historia posterior fue de decadencia y estancamiento. Después de 1441 estuvo bajo dominio veneciano y luego papal. El Mausoleo de Galla Placidia, construido en el siglo V, tiene un exterior desnudo liso, aligerado por pilastras que se reúnen en arcos, y está coronado por una cúpula de ladrillo oculto por una pequeña torre cuadrangular. El interior está ricamente decorado. La parte inferior está revestida con paneles de mármol amarillo y el resto está totalmente cubierto de mosaicos. El edificio se considera dentro de la tradición arquitectónica romana occidental. El Neoniano Baptisterio, construido por el obispo Orso a principios del siglo V, estaba decorado con mosaicos de su sucesor, Neone, de alrededor del año 450. El interior consta de cuatro ábsides, articulado en dos órdenes de arcos, llegando a la gran cúpula. El gran medallón del mosaico en el vértice de la cúpula muestra El bautismo de Cristo por Juan el Bautista. Este es el ejemplo más fino y más completo sobreviviente de principios del baptisterio cristiano. La Basílica de San Apolinar Nuovo, fue construida en los primeros años del siglo VI. En el interior está dividido por las 24 columnas de mármol en una nave y dos pasillos, con un ábside redondeado. En la actualidad los mosaicos cubren las dos paredes laterales, a los pies de la nave, desde el techo hasta la parte superior de los arcos de apoyo, en tres fajas decoradas. Los que están en las dos fascias son superiores en el estilo romano tradicional, mientras que los demás, presentan una fuerte influencia bizantina. El Baptisterio arriano, construido por Teodorico junto a su catedral, fue consagrado de nuevo con el derrocamiento de la herejía arriana en 561 y se convirtió en un oratorio dedicado a la Virgen María. Se trata de un pequeño edificio de ladrillo, de planta octogonal, con cuatro lados planos y cuatro con ábsides salientes. Sólo la cúpula conserva su decoración de mosaicos. La iconografía de los mosaicos es de importancia, ya que ilustra la Trinidad, un elemento un tanto inesperado en el arte de un edificio arriano pues no se aceptaba la Trinidad en esta doctrina.

La iconografía cristiana.

La Capilla Arzobispal, el oratorio privado de los obispos ortodoxos, fue construida alrededor de 500. La capilla se encuentra en forma de una cruz griega con un ábside en el brazo oriental, que está cubierto por una bóveda de crucería y precedido por un vestíbulo rectangular. La parte superior de las paredes está cubierta de mármol, con mosaicos.

El Mausoleo de Teodorico, fue construido por él poco antes de su muerte en 526. Es de dos plantas, la inferior de 10 caras con un nicho y una pequeña ventana en cada lado. La importancia del mausoleo reside en su estilo y decoración, que no deben nada al arte romano o bizantino, a pesar de que hace uso de la técnica de la construcción de piedra romana del opus quadratum, que había sido abandonada cuatro siglos antes. Es el ejemplo sobreviviente único de una tumba de un rey bárbaro de este período. La Iglesia de San Vitale se completó alrededor de 547. Fue convertida en un claustro en el que la iglesia se convirtió en parte de un monasterio benedictino. Hay dos plantas, y la superior rodea la cúpula. El ábside, que es semicircular en el interior y poligonal en el exterior, está flanqueado por dos pequeñas habitaciones rectangulares que terminan en nichos y dos sacristías semicirculares. La Basílica de San Apolinar fue construido en la primera mitad del siglo VI, encargado por el obispo Ursicinus. El nártex se incorpora en el cuerpo central de la fachada, enmarcada por dos pilastras.

Justificación de la inscripción

El Comité decidió inscribir el bien propuesto sobre la base de criterios culturales (i), (ii), (iii) y (iv), teniendo en cuenta que el sitio es de excepcional valor universal, y de notable importancia en virtud del arte supremo del mosaico que contienen los monumentos, y también debido a la evidencia crucial que proporcionan las relaciones y los contactos artísticos y religiosos en un período importante de la historia cultural europea.

Fuentes