Olaf Haraldson

Olaf Haraldson
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Rey y Mártir
NombreOlaf Haraldson
Nacimiento10 de julio del 995
Fallecimiento29 de julio de 1030
Causa de la muerteAsesinato
PadresHarald Grenske

Olaf II Haraldson (Llamado San Olav y Olav el Gordo; c. 995-Stiklestad, 1030) Rey de Noruega (1016-1030). Era hijo de Harald Grenske y descendiente de Harald I Harfager.

Síntesis biográfica

Entre 1009 y 1011 permaneció en Inglaterra. Sirvió al rey Etelredo contra los daneses en el año 1013. Con la victoria del rey danés Svein I sobre Inglaterra, Olav viajó hasta España y más tarde hasta Francia, donde fue bautizado en el año 1013.

En una de esas incursiones que hacen las tropas, se encontró con Ricardo de Normandía y Ethelred II que luchaban contra los daneses. Más adelante, en 1016, se autonombró gobernador de Noruega.

Regresó a Noruega en el año 1015 y conquistó los territorios fieles a Dinamarca y Suecia. Un año más tarde se proclamó rey de Noruega y expulsó a su rival Earl Sveinn, convirtiéndose en el primer monarca con efectivo control sobre todo el país. Restableció la nobleza que había desaparecido con la muerte de Olav I, además de conseguir implantar el cristianismo incluso entre los señores del interior, reticentes a tal conversión, con la ayuda de misioneros procedentes de Inglaterra.

En el 1023 sometió Groenlandia, las islas Feroe en 1026 e Islandia en el 1029. En el año 1024, junto a su consejero, el obispo Grimkell, presentó el primer código religioso de Noruega. En el año 1026 se enfrentó a Canuto el Grande, rey de Dinamarca e Inglaterra. Canuto logró controlar las rutas comerciales del este de Noruega y en 1027 consiguió sublevar a la nobleza noruega contra Olav II, a quien arrebató el trono en 1028. Olav huyó a Rusia, desde donde intentó reconquistar Noruega en el año 1030 con ayuda de Anound Jacob, pero ese mismo año encontró la muerte en la batalla de Stiklestad.

Olaf es el símbolo de la independencia de Noruega. Sus reliquias están en una urna de cristal en la catedral. Es centro de peregrinaciones.

San Olaf de Noruega: Rey y Mártir

Martirologio Romano: En Nídaros (hoy Trondheim), ciudad de Noruega, san Olav,mártir, que siendo rey de su pueblo, lo liberó de la idolatría y propagó con gran diligencia la fe cristiana que había conocido en Inglaterra, pero finalmente, atacado por sus enemigos, murió asesinado

(1030 d. C.) Olaf era hijo de un señor noruego llamado Harold Grenske. Después de practicar el pillaje y la piratería durante ocho años, en 1015, Olaf sucedió a su padre en el gobierno del señorío, cuando tenía veinte de edad. En aquella época, la mayor parte de Noruega se hallaba en manos de los daneses y los suecos. Tras de efectuar la reconquista de sus feudos, Olaf se dedicó a trabajar por la evangelización del reino, pues el arzobispo Roberto le había conferido el bautismo en Rouen. Aunque ya se había iniciado la evangelización, eran muy pocos sus progresos, porque, según parece, los métodos misionales de Haakón el Bueno y de Olaf Trygvason eran bastante salvajes. En 1013, Olaf Haroldsson, el santo de que nos ocupamos, había ido a Inglaterra a ayudar al rey Etelredo en la lucha contra los daneses.

Así pues, cuando se trató de evangelizar su propio reino, pidió ayuda a los ingleses. Cierto número de monjes y sacerdotes ingleses se trasladaron a Noruega. Entre ellos iba el monje Grimkel, quien fue elegido obispo de Nidaros, la capital del feudo de Olaf. Este, siguió el consejo del prelado, promulgó muchos decretos benéficos y abolió las leyes y costumbres que se oponían al Evangelio.

Desgraciadamente, como San Vladimiro de Rusia y otros príncipes que quisieron convertir a sus súbditos, no se contentó con emplear la persuasión, sino que se dejó llevar de un celo indiscreto y recurrió a la violencia. Era verdaderamente implacable con sus enemigos y, por otra parte, sus decretos no eran bien mirados en todo el reino. Finalmente, sus enemigos se levantaron en armas y, con la ayuda de Canuto, rey de Inglaterra y Dinamarca, le derrotaron y le expulsaron del país. San Olaf volvió con refuerzos suecos a reconquistar su reino, pero pereció a manos de sus belicosos e infieles súbditos en la batalla de Stiklestad, el 29 de julio de 1030.

Fue sepultado en el sitio en que murió, en un profundo banco de arena a orillas del río Nid. En su sepulcro brotó una fuente, a cuyas aguas atribuyó el pueblo propiedades milagrosas.

Al año siguiente, el obispo Grimkel mandó erigir ahí una capilla y se empezó a venerarle como mártir. Los milagros se multiplicaron en el santuario y, cuando Magno, el hijo de Olaf, recuperó el trono, el culto del mártir se popularizó mucho.

En 1075, se sustituyó la capilla por una catedral dedicada a Cristo y a San Olaf, que con el tiempo se transformó en la catedral de Nidaros (Trondheim). El santuario se convirtió en un importante centro de peregrinación. En la Edad Media, el culto del "perpetuo rey de Noruega" se extendió a Suecia, Dinamarca, Inglaterra y otros países. Los noruegos le consideran todavía como patrono y héroe nacional.

Bibliografía