Payada

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La payada, en Uruguay, sur de Brasil y Argentina, o paya en Chile, es un arte perteneciente a la cultura hispánica, que adquirió un gran desarrollo en el Cono Sur de América, en el que una persona, el payador, improvisa un recitado en rima, cantado y acompañado de una guitarra. Cuando la payada es a dúo se denomina "contrapunto" y toma la forma de un duelo cantado, en el que cada payador debe contestar payando las preguntas de su contrincante, para luego pasar a preguntar del mismo modo. Estas payadas a dúo suelen durar horas, a veces días, y terminan cuando uno de los cantores no responde inmediatamente a la pregunta de su contendiente.

La payada en Argentina y Uruguay

Como antecedente a la aparición de este arte en el Río de la Plata, puede encontrarse la obra de Bartolomé Hidalgo nacido en Montevideo en 1788, el cual es considerado el primer poeta gauchesco. La fecha de su nacimiento (24 de agosto) fue establecida por ley como el "Día del Payador" en Uruguay".[1][2] En Argentina se ha establecido el 23 de julio como "Dia del Payador" en recuerdo de la famosa payada celebrada entre Juan Nava y Gabino Ezeiza en 1884, en Montevideo.

En Argentina y Uruguay la payada forma parte de la cultura gauchesca. Santos Vega es considerado como el payador por excelencia aunque tiene continuadores hasta la actualidad siguiendo la línea de Gabino Ezeiza, José Betinoti, Carlos Molina, Abel Soria, Julio Gallego, Gabino Sosa Benítez, Cayetano Daglio, Luis Acosta García, Catino Arias, Higinio Cazón, Juan E. Aristeguy, Antonio Caggiano, Francisco Nicolás, entre otros.

Entre los payadores actuales de Uruguay y Argentina pueden nombrarse algunos como José Curbelo, Marta Suint, Walter Mosegui, Alvaro Casquero, Aldo Crubellier, Jorge Soccodato, Mariela Acevedo, Héctor Umpiérrez, Wilson Saliwonczyk, Gustavo Guichón, Emanuel Gabotto, Carlos Marchesini, Luís Genaro, Luis Barrionuevo, Pablo Díaz, Manuel Rosa, Carlos Sferra, Ricardo Pino, Cristina Méndez, Liliana Salvat, Julian M. Castro, etc.

En la Payada de la vaca Les Luthiers describen con humor y en forma didáctica las octavillas utilizadas en esta forma folclórica.[3][4]

La payada en el sur de Brasil

Como parte de la región y la cultura gauchesca, el sur de Brasil, en especial en el estado de Río Grande do Sul, comparte con Argentina y Uruguay, la práctica de la payada, denominada allí también pajada, palabra que en portugués se pronuncia igual.

En Brasil, las pajadas son cantadas en versos de Décima espinela, con acompañamiento musical de um músico de apoyo, normalmente siguiendo el estilo de Milonga. El payador o pajador en Brasil, es considerado un repentista, nombre con que se conocen en ese país los artistas que cantan improvisando los versos. El mayor nombre de La pajada brasilera és Jayme Caetano Braun (1924/1999). En la actualidad el más conocido dentro y fuera del Brasil és Paulo de Freitas Mendonça (1957-)

En Río Grande o Sul, se estableció el 30 de enero como Día do Pajador Gaúcho (Día del Payador Gaucho), en homenaje a uno de los payadores más renombrados de la cultura gaúcha brasileña, Jayme Caetano Braun, que nació en ese día.[5]

La paya en Chile

La paya es un arte muy popular en la Zona Central de Chile y parte importantísima de la cultura campesina o Huasa. Las estrofas más utilizadas son la Cuarteta y la Décima. Fue perseguida por las autoridades durante el siglo XIX, y sus letras se conocieron como la "lira popular".

Se mantiene en el recuerdo popular un épico encuentro o "El encuentramiento" en 1830 que duró 80 horas entre el Mulato Taguada y el Sr. Javier de la Rosa, el cual se registró por escrito casi en su totalidad. El triunfo fue para De la Rosa gracias a su cultura. El Mulato ante su fracaso se habría ahorcado colgándose con las cuerdas de su guitarra.[6]

Durante los años noventa del siglo pasado, en Radio Umbral se mantuvo un programa semanal de payas donde los payadores Pedro Yañez y Eduardo Peralta respondían a las propuestas y desafíos que el público les pedía telefónicamente.[1]

Regularmente se realizan encuentros de payadores organizados por algunas municipalidades o instituciones sociales donde participan payadores de todo el país. Estas actividades mantienen vigente este arte a las nuevas generaciones .[2] [3] [4]

Liborio Salgado es el payador por excelencia de Chile. De él se dice que payó con el Diablo, leyenda que se repite en otros países latinoamericanos (en Argentina se atribuye a Santos Vega una anécdota similar).

Referencias

Enlaces externos