Perdiz pardilla

Perdiz pardilla
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Perdiz pardillal.jpg
Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Aves
Orden:Galiformes
Familia:Phasianidae
Especie(s):P. perdix
Hábitat:Ambiente natural

Perdiz Pardilla. La perdiz pardilla es una gallinácea compacta, de alas cortas redondeadas y cola corta y rojiza. Mide unos 30 cm. y su peso oscila entre 300 y 430 gr. Es una especie de ave galiforme de la familia Phasianidae originaria por excelencia de los terrenos montañosos.

Hábitat

La especie experimenta una fuerte retracción, tanto poblacional como distributiva. La disminución de la diversidad del mosaico matorral-pastizal tan apreciado por la pardilla, la pérdida de productividad de los pastizales, las desaparición de cultivos que proporcionaban alimento esencial a la especie, son factores que han dado cita para poner a la pardilla en peligrosa encrucijada.

Distribución y población

La perdiz pardilla, serreña o perdiz montana como también se la conoce, se encuentra aislada de las abundantes perdices pardillas centroeuropeas y se considera una subespecie diferente a ellas.

En España ha sufrido una fuerte regresión en algunas zonas, especialmente en el Sistema Ibérico. En las sierras septentrionales de esta cadena montañosa (La Demanda, Urbión, Cebollera, Cameros y Moncayo) tiene el límite sur occidental de distribución en Europa.

Los principales núcleos poblacionales están en la Sierra de la Demanda-Ezcaray, donde aparece bien distribuida por la cabecera de los ríos Oja, Cárdenas y Tobía, y contiene la mitad de la población total y en la Sierra Cebollera con la cuarta parte de los efectivos globales. También aparece en la Sierra de Urbión, Brinzola, Sierra de Castejón y Alto de San Cristóbal, considerando dudosa y probablemente extinta su presencia en las Sierras de Camero Nuevo, Camero Viejo y Monte Real.

Características

Vista de lejos da la impresión de poseer un plumaje totalmente pardo ocráceo en primavera, que en la Cordillera Cantábrica se mimetiza muy bien en los biotopos que frecuenta. La frente, cara y garganta son pardo anaranjadas de coloración muy viva en época nupcial; el cuello y parte superior del pecho son grises muy finamente rayados, detalle que se aprecia sólo muy de cerca. El dorso de las alas y la espalda son de color pardo ocráceo lo mismo que la parte superior de la cabeza o píleo. Los flancos están rayados de castaño vivo y blanco y en el bajo pecho los machos ostentan una mancha de color castaño oscuro que tiene forma de herradura y que alcanza a parte del vientre, estacando mucho sobre el fondo blanco.

Las hembras tienen muy difuminada la mancha en forma de herradura o sólo vestigios de ella y también es menor el anillo ocular rojo. Pero no siempre estos son buenos distintivos. Vistas de espalda se les aprecian unas bandas oscuras en las plumas cobertoras de las alas que faltan en los machos. Las perdices jóvenes tienen un plumaje más difuso, menos coloreado, careciendo del color anaranjado y castaño de los adultos. Estos al volar descubren las rectrices de la cola de color castaño vivo, lo que es un rasgo definitivo a la hora de identificar la especie. El pico es corto y ligeramente curvado, de color hueso-verdoso. Las patas y pies de los pájaros adultos son grises ligeramente amarillentas y las de las perdices jóvenes son amarillas. El iris de los ojos es marrón o pardo oscuro.

Comportamiento

La Perdiz Pardilla es un pájaro rechoncho en general, más que por la forma real de su cuerpo redondeado, por las actitudes que toma cuando está posada en el suelo. Posee un vuelo potente, batiendo las alas ruidosamente y planeando a intervalos, en general cuando vuela ladera abajo de la montaña. A pesar de su apariencia pesada efectúa quiebros en el aire y giros repentinos que le acreditan una gran maniobrabilidad, dejándose caer a veces entre la espesura o en claros del bosque casi verticalmente. Normalmente vuela a baja altura sobre arbustos y matorrales y no en grandes distancias, siendo raro que se pierda de vista. Cuando planea se le observan bien las alas redondeadas y cortas y la cola también corta abierta en abanico y de dos colores: rectrices exteriores castaño rojizas y rectrices centrales (dos pares) pardas, rayadas transversalmente de marrón negruzco.

Si no se está encima de ella es reacia a volar y más bien prefiere correr y ocultarse en un matorral o en el bosque. Entonces lo hace llevando el cuello estirado y la cabeza ladeada sin perder de vista al intruso. Normalmente si está tranquila, al comer anda como encogida con la espalda abultada y el cuello recogido entre los hombros. Si siente ruido o escucha el ladrido de un perro, levanta la cabeza y estira el cuello de forma exagerada. Se dice que se posa pocas veces en árboles. También se ven posadas en rocas que emergen de la pradera de montaña, pero parecen siempre ser machos que vigilan. Es un pájaro poco activo que pasa gran parte del día recogido bajo matorrales o arbustos.

En el norte de España se encuentran sus deyecciones junto a tres tipos de plantas arbustivas: Brezo Erica, Espino Crataegus y Acebo Ilex. Normalmente camina lentamente por la hierba donde come al amanecer y a la caída de la tarde. Se ve poco en días soleados y parece más activa con tiempo nublado. La lluvia y las nieblas tan frecuentes en su hábitat la obligan a buscar refugio bajo los arbustos. Precisamente al encontrar sus deyecciones agrupadas en un mismo punto es lo que ha dado paso a la creencia de que las perdices pardillas se echan en el suelo formando un círculo con la cabeza hacia afuera para prevenir ataques de depredadores. Millais, sin embargo, las observó en la posición contraria. La realidad es que la Perdiz Pardilla forma grupos familiares durante el otoño e invierno que normalmente no sobrepasan en la Cordillera Cantábrica los 12-18 pájaros y ocasionalmente 40. Estos grupos permanecen muy juntos y el reducido espacio que ocupan bajo un arbusto les obliga a estar echadas prácticamente «codo con codo» quizá en un impulso natural de defensa colectiva. Pocos sonidos emite la Perdiz Pardilla cuando come tranquilamente en un campo o cuando corre alejándose. Sí en cambio es ruidosa al iniciar los bandos el vuelo. Entonces machos y hembras emiten al unísono un rápido ¡¡krikrikri...!! Al posarse se atraen unos a otros con llamadas en tono alto y entrecortado, ciertamente ásperas ¡¡ker-uit, ker-uit!! o ¡¡kirric-kirric!! (Tucker). Quizá el sonido típico al volar está mejor expresado como lo hace Glutz von Blotzheim ¡¡ripripriprip-rip-rip-rip!! aunque ya se sabe cuan subjetivas pueden resultar las interpretaciones de las voces de los pájaros.

Alimentación

La Perdiz Pardilla se alimenta de vegetales y de bastante materia animal. Come hojas, frutos, bayas, brotes y semillas, pero también un buen número de insectos y sobre todo lombrices de tierra. Dar aquí una relación de plantas y especies animales sería interminable. Collinge examinó 132 estómagos y encontró un 59,5% de materia vegetal y un 40,5% de materia animal. Esta última estaba integrada por 30% de insectos, 6,5% de lombrices de tierra y 4% de caracoles. Estas cifras y porcentajes no pueden aplicarse en todo a Iberia donde la especie ocupa exclusivamente alta montaña y solamente en el invierno desciende algo de nivel.

Reproducción

En enero y febrero ya comienzan a formarse las parejas y los grupos se dispersan, siendo entonces consecuentemente más abundantes pero reducidos en número. Las parejas se ven formadas normalmente en los últimos días de febrero y ya plenamente en marzo. El cortejo nupcial difiere entonces poco del de las demás gallináceas con demostraciones del macho que procura mostrar los flancos rayados de castaño vivo y desplegar la cola con las alas caídas hasta el suelo. Pero hay que destacar en esta especie las muestras «cariñosas» en que ambos se frotan mutuamente el cuello el pico y la cara.

Anida en el suelo en un hueco generalmente muy oculto entre la hierba o los arbustos, muy a menudo al lado mismo de un sendero y en lugar que por su sencillez parecería fácil de descubrir, pero esto no es así y a pesar de poner empeño en ello es raro el año en que se encuentran nidos con huevos, lo que sorprende porque las pardillas no suelen alejarse mucho de ellos al ser descubiertas. Las puestas oscilan entre 9 y 15 huevos.

Subespecies

Depredadores

Zorros, martas, turones, aves rapaces, cuervos.

Amenazas

Abandono de las prácticas ganaderas y agrícolas tradicionales de montaña e incremento de la superficie arbolada y de matorral en las altas cumbres. El aislamiento poblacional que sufren las perdices pardillas en gran parte del Sistema Ibérico es un factor preocupante que puede ir originando la extinción de las poblaciones aisladas.

Medidas de conservación

  • Promoción de la heterogeneidad de su hábitat fomentando los usos tradicionales del suelo (ganadería y agricultura de montaña) y evitando la reforestación en zonas de cumbre.
  • Aumento de la vigilancia y realización de campaña de concienciación entre los cazadores.
  • Creación de pasillos de conexión con hábitats idóneas entre poblaiones aisladas.
  • Evitar la repoblación con ejemplares proedentes de granja.

Fuentes