Periostitis orbitaria

Periostitis orbitaria
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Periostitis orbitaria. Es una inflamación del periostio orbitario, de curso agudo o crónico, que puede quedar limitada a una porción del reborde orbitario o extenderse a porciones más profundas. Con frecuencia los a resultados de la inflamación solo consisten en un engrosamiento de la membrana; a veces existen depósitos de hueso o goma (sífilis); puede formarse un absceso, con caries o necrosis de una parte de las paredes orbitarias o sin ellas.

Síntomas

Dependen de la agudeza o cronicidad de la afección, de la porción de la órbita que se encuentra afecta y de la formación de un absceso subperióstico. La variedad más común es la que afecta el borde de la órbita. En estos casos pueden no existir más síntomas que dolor, sensibilidad a la presión sobre el borde orbitario, tumefacción dura y no movible en esta situación y ligera hinchazón de los párpados y conjuntiva; los trastornos generales dependen de la agudeza del proceso.

Estos casos a menudo terminan por una resorción completa de los productos inflamatorios; con menor frecuencia queda algún engrosamiento perióstico o depósito huesos|óseo. Si, por el contrario, existe pus, se forma un absceso subperióstico del borde orbitario que perfora la piel, dejando una fístula en cuyo fondo el estilete descubre hueso denudado o necrosado. Estas fístulas permanecen abiertas durante meses, hasta que todo el hueso necrosado ha sido eliminado, y después de curadas dejan una cicatriz deprimida y a veces ectropión y lagoftalmía.

Si la periostitis está situada más hacia atrás, hay mayor dolor y éste tiene un carácter profundo, con sensibilidad del globo ocular a la presión; hay notable tumefacción y enrojecimiento de los párpados y conjuntiva, y a veces exoftalmía; los síntomas son acentuados.

Estos casos pueden terminar por resorción de los productos inflamatorios, o engrosamiento del periostio, o depósitos óseos, el diagnóstico de este tipo es a menudo difícil. Pero si uno de estos procesos profundos llega hasta la formación de abscesos, adquiere mayor gravedad y ofrece los síntomas de una celulitis orbitaria, de la cual a menudo no pueden distinguirse.

El pus se abre paso a la superficie, pero esto puede tardar algún tiempo. Los casos de esta índole, especificamente cuando interesan el techo de la órbita, pueden ser peligrosos para la vida a causa de una propagación posible a la cavidad craneal y desarrollo de una meningitis o absceso cerebral.

Etiología

Traumatismo, tuberculosis (en los niños), sífilis (período terciario, en los adultos), propagación de afecciones de los senos nasales accesorios. En todas las causas el traumatismo es a menudo el agente ocasional. Los casos sifilíticos generalmente siguen un curso crónico y producen engrosamiento periódico sin tendencia a la supuración.

Tratamiento

El de la sífilis o la tuberculosis, si existen. En los casos agudos, el tratamiento general con antibiótico o sulfamidas producen a menudo notable mejoría. Localmente compresas calientes o incisión y drenaje por la pared externa de la órbita en los casos que supuran. La caries y necrosis pueden más tarde exigir una intervención quirúrgica.

Fuente

  • Dr. Charles A. Perera. Manual de enfermedades de los ojos.Edición Revolucionaria, 1972.