Plantar un árbol

Plantar un árbol
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Plantar un árbol ha sido una sugerencia para mejorar la tierra; los árboles favorecen la presencia de agua. Sus hojas, ramas y tronco permiten que el agua escurra hasta la base del árbol, y sus raíces ayudan a conducirla hacia las capas profundas del suelo.

Importancia de plantar un árbol

Plantar árboles es de gran importancia ellos proporcionan oxígeno, las plantas realizan un proceso llamado fotosíntesis por el cual se capta bióxido de carbono y se libera oxígeno. Los árboles impiden que el suelo se erosione, es decir que sea arrastrado hacia otros lugares. Las raíces sujetan el suelo, mientras que las ramas, hojas y tronco amortiguan el viento y la caída de gotas de lluvia. También suministran productos maderables y no maderables. En los ecosistemas forestales crecen árboles, arbustos y matorrales de lo que obtenemos combustibles como leña y carbón; madera, ramas y hojas que utilizamos como materiales de construcción; celulosa para fabricar papel; así como otras sustancias útiles para la producción de aceites, solventes, medicinas, resinas y colorantes, entre otros. Los bosques y selvas] aminoran el calentamiento del planeta Los árboles constituyen el segundo depósito natural más grande de carbono y contribuyen como atenuantes de las altas temperaturas. Los bosques y las selvas conservan la biodiversidad y el hábitat. Son el hábitat de gran diversidad de fauna y flora silvestre, como plantas medicinales, hongos, insectos reptiles, aves y mamíferos, muchos en peligro de extinción o que aún no conocemos.

Para plantar los árboles se pueden comprar en 4 presentaciones distintas

1.- A raíz desnuda 2.- Con cepellón 3.- En maceta (que es la forma más frecuente) 4.- Con cepellón escayolado (sobre todo para grandes ejemplares)

Cómo se plantan los comprados "a raíz desnuda"

  • Los árboles a raíz desnuda hay que plantarlos obligatoriamente en invierno o en otoño tardío, cuando no tienen hojas.
  • Recorta las raíces que estén rotas, secas, podridas o estropeadas, y también las que sean demasiado largas.
  • Poda las puntas de las ramas largas (sólo si trae ramas largas, si no, nada), cortando más o menos un tercio de su longitud, para así concentrar la savia en menos yemas.
  • Una operación que se puede hacer, aunque no es imprescindible, es sumergir las raíces en un cubo o barreño en el que hemos preparado una especie de "papilla" hecha con agua y tierra más bien arcillosa. Se mantiene las raíces en la “papilla”" un rato y luego se planta.
  • Cava un hoyo que sea amplio; en realidad, cuanto más mejor. Abrir un buen hoyo, remover y airear la tierra es importante.
  • Antes de meter el árbol en el hoyo tienes que clavar un tutor en el fondo para fijar el árbol en él y así evitar que se pueda tumbar la planta mientras que no echa raíces y agarra. Es muy frecuente ver en nuestras ciudades árboles torcidos, debido a no haber puesto el correspondiente tutor en el momento de plantarlo. Después ya no tendrá arreglo.

La tierra que has extraído del hoyo la debes de mezclar bien con un abono orgánico (estiércol, mantillo, turba, etc.). Esto es una cosa que mucha gente olvida: hacer un buen abonado orgánico de plantación. Con ello conseguimos enriquecer la tierra y que el árbol disponga de una reserva de nutrientes para el futuro. Posteriormente ya se harán otros abonados, pero empezar con un suelo enriquecido es una garantía para los primeros años.

La cantidad de abono

La cantidad de abono orgánico puede ser: En general, unos 2 ó 3 kilos de estiércol, turba, mantillo, etc. Si dispones de restos de ceniza de la chimenea, puedes añadirlos también. Recuerda mezclarlo todo bien con la tierra del hoyo. Si el suelo es muy malo, muy pobre, muy arcilloso o muy arenoso, mejor echa 3 ó 4 kilos para enmendarlo. Si el árbol es un ejemplar grande, con un gran cepellón, debes aumentar esta cantidad hasta un máximo de 10 kg. de abono orgánico por árbol. Aunque es menos importante que el abonado orgánico (más opcional), puedes añadir unos 20 ó 30 gr. de abono mineral N-P-K tipo 15-15-15 o bien, elegir uno de lenta liberación (tipo Nitrophoska).

  • Introduce el árbol en el hoyo y procura que quede el cuello a ras del suelo, no enterrado. (El cuello es el punto de separación entre las raíces y el tronco). Ve echando tierra y asentándola con el pie o con el mango de la azada para que no queden bolsas de aíre entre las raíces y la tierra.
  • Forma una pocilla o alcorque alrededor del árbol para que el agua de riego quede contenida en él y riega copiosamente. El primer año siempre hay que regar más.

Cómo se plantan los comprados Con cepellón, en maceta o con cepellón escayolado

Los árboles que compramos en cualquiera de estas tres presentaciones tienen mayor probabilidad de arraigo que a raíz desnuda (aunque a raíz desnuda también es alta). Son árboles de hojas perennes.

  • Servidos así, los puedes plantar en cualquier época del año, evitando los días de más frío en invierno o los de más calor en verano.
  • Cava un hoyo en proporción al cepellón del árbol, generoso, más vale pasarse. Abrir un buen hoyo, remover y airear la tierra es necesario.

La cantidad de abono

  • El abonado es igual que para árboles plantados a raíz desnuda.

La cantidad de abono orgánico puede ser:

En general, unos 2 o 3 kilos de estiércol, turba, mantillo, etc. Si dispones de restos de ceniza de la chimenea, puedes añadirlos también. Recuerda mezclarlo todo bien con la tierra del hoyo.

Si el suelo es muy malo, muy pobre, muy arcilloso o muy arenoso, mejor echa 3 o 4 kilos para enmendarlo un poco.

Si el árbol es un ejemplar grande, con un gran cepellón, debes aumentar esta cantidad hasta un máximo de 10 kg. de abono orgánico por árbol.

Aunque es menos importante que el abonado orgánico (más opcional), puedes añadir unos 20 o 30 gr. de abono mineral N-P-K tipo 15-15-15 o uno de lenta liberación (tipo Nitrophoska).

  • Introduce el árbol en el hoyo y procura que quede el cuello a ras del suelo, no enterrado. Ve echando tierra y asentándola con el pie o con el mango de la azada.
  • Entutorado. En árboles con cepellón o con maceta hay que evitar clavar el tutor muy cerca del tronco porque dañaríamos dicho cepellón y romperíamos raíces. Si el arbolito es pequeño, puedes clavarlo al lado y no dañará mucho.

Si es un ejemplar grande puedes usar 3 cuerdas tensas o "vientos", sujetas a un anillo o brazalete que rodee al tronco de caucho o de goma espuma. El otro extremo se atará a estacas clavadas en el suelo.

  • Forma una poceta de riego o alcorque y riega abundantemente. El primer año tendrás que regar más; luego se puede espaciar mucho más entre riego y riego.

Pues siguiendo estos sencillos consejos y con el riego correspondiente, el éxito estará asegurado.

Fuentes