Plaza de la Corredera (Córdoba, España)

Plaza de la Corredera
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (Plaza)
Plaza de la Corredera.JPG
Plaza más emblemática de españa
Descripción
Tipo:Plaza
Localización:Córdoba, Bandera de España España
Uso inicial:Fines festivos y comerciales
Datos de su construcción
Inicio:siglo XV
Otros datos
Arquitecto(s):Antonio Ramós Valdés

Plaza de la Corredera. Lugar emblemático de la ciudad de Córdoba. Única plaza mayor cuadrada de Andalucía y la más emblemática de España junto a la Plaza Mayor de Madrid y Plaza Mayor de Salamanca.

Ubicación

Está situada fuera del núcleo principal de la ciudad romana, el actual emplazamiento de la plaza tuvo seguramente funciones festivas y de ocio para los cordobeses.

Historia

Construida en el emplazamiento que se cree que en su día ocupó parte del Circo Romano, este espacio fue profundamente remodelado con el paso del tiempo. La plaza ha sido utilizada con diferentes fines, principalmente festivos tales como las corridas de toros, organización de juegos de caña, entre otra, derivándose el actual nombre de la plaza de este hecho.

Bajo dominación árabe, la plaza pudo ser perfectamente un lugar de intercambios comerciales, dada la situación entre la Ajerquía y la Medina árabe, y tal y como había ocurrido en otras plazas castellanas. Independientemente de estos hecho se cree que hasta el siglo XV, la plaza de la Corredera fue una gran explanada extramuros de la Medina o ciudad alta cordobesa y que fue utilizada para intercambios comerciales. En el siglo XVI y con el interés de regularizar esa zona urbanística, se piensa en la construcción de una plaza cuadrangular que permita regularizar toda esta zona, reforzando el carácter comercial que iba trayendo desde siglos anteriores, por decreto del rey Carlos I que concedió la celebración semanal de un mercado en el año 1526.

Dada sus dimensiones, ésta fue utilizada en numerosas ocasiones para la celebración de todo tipo de actos, bien fiestas y homenajes, como la de las Navidades del año 1571, con motivo de la victoria de las tropas españolas sobre los turcos en la Batalla de Lepanto, así como para autos de fe como los realizados el 2 de diciembre de 1625, 21 de diciembre de 1627 y el 3 de mayo de 1655. También fue utilizada como lugar de ejecuciones.

Descripción de la plaza antigua

A mediados del siglo XVI se ensanchó la plaza, y por el tiempo en que se verificaron las funciones descritas se le hizo una pequeña reforma que después ofreció grandes inconvenientes. El tramo desde la calle de Odreros al testero alto estaba completamente liso, sin puertas, rejas ni balcones, tanto que era conocido por "la Pared Blanca", contra la cual formaba la Ciudad unos andamios en todos los actos públicos, y durante siglos se colocaba el dosel de la presidencia hasta que, edificada la cárcel, su saliente balcón vino a cubrir aquel servicio. Entonces permitieron abrir algunas puertas en la Pared Blanca, con la condición de poderlas tapar en las fiestas públicas, y después los señores Angulos, dueños de aquellas casas, las edificaron de nuevo con multitud de ventanas, o sean tres galerías, con muchas columnitas que las dividían, pues las puertas que ostentan son del presente siglo. Por entonces pareció muy linda su decoración, y no dejó de pensarse en que estuviese igual toda la Corredera.

Cárcel tenía un gran balcón en el centro, que al ser sustituido por el actual lo colocaron en la fachada de la casa de recreo de la huerta La Favorita o de Morales, en la sierra. Seguía el Pósito, útil establecimiento que se extinguió en la primera mitad de este siglo, y su edificio se enajenó en virtud de las leyes de desamortización. Su primitiva fachada era de las más bellas de Córdoba. Lucía en su primer cuerpo un juego de esbeltas columnas de mármol negro, sosteniendo una cornisa de lo mismo; sobre ésta, una galería con catorce ajimeces moriscos, divididos por lindas columnas de alabastro y con unos antepechos calados de primorosa labor, casi igual a una balaustrada con que concluía, teniendo varios pedestales ostentando, alternados, los escudos de España y Córdoba. Después se veía el mesón de la Romana con unas cinco varas de frente, formando esquina a la plazuela del Socorro, entonces del Hospital de los Ángeles.

Entre esta embocada y la calle del Toril o de los Toros estaba la iglesia del Socorro. Seguían dos o tres casas; en una de ellas habitaba el ejecutor de la justicia, y esto hacía que todos le llamasen el Rincón del Verdugo. Desde éste al Gollizno, nombre que daban a la entrada de la Espartería, había 33 casas desiguales en su altura y líneas de fachada, y por último, el testero alto describía dos curvas que eran conocidas por la Panza y el Codillo. En general, las casas formaban unos portalejos sostenidos por pilarotes de madera, de la que estaban también hechos los balcones o ajimeces. Los frentes eran llamados los Gualderos, y al alto le decían la Valla .

Descripciones de la época

Las descripciones encontradas de la época la muestran tal y como era en el siglo XVII

...lo que allí se ve de notable es la plaza mayor, cerrada por casas hermosas semejantes a las de la Plaza de Madrid sostenidas de pórticos y de arcadas donde están establecidos los más ricos mercaderes de la ciudad y en los días de las grandes gestas del año, se dan corridas de toros, como vivimos en Madrid. Esta plaza está en uno de los extremos de la ciudad...[1]
...casi todas las fachadas de la construcción sobresalen hacia fuera con terracillas de madera, la mayor parte con tres y unas pocas con cuatro planos, por o que cuando se hacen las fiestas se agregan alrededor de las escalinatas de madera, decoradas ricamente con telas de varios colores sin dejar desnudas las pilastras que las sostienen, Donde se sitúan las damas, ponen sobre el tapiz grandísimos cojines de terciopelo y de brocado y, en suma, no queda parte alguna de la plaza que no se va o llena de pueblo o embellecida con adornos. En el centro de uno de los lados mayores hay un edificio muy bueno, ene le cual está la Cárcel Pública. Junto a éste está la antedicha casa en la que tiene su lugar acotado el Corregidor y los Veinticuatro regidores de la ciudad...[2]

Siglo XIX

La Plaza de la Corredera siempre fue un alto enclave comercial hasta el siglo XX. La descripción de Pío Baroja en La Feria de los Discretos es un claro ejemplo de cómo era la plaza en el siglo XIX:

Plaza Corredera década de 1940
(...) No había dejado de los arcos rinconadas sin puesto ni columna sin tenderete al pie. En el fondo de los proches aparecían los portales de las posadas, con sus patios clásicos y sus nombres castizos como la posada de la Puya del Toro...Las alpargaterías ostentaban como enseña sus ruedos de pleita: los establecimeintos de bebidas, sus anaqueles llenos de botellas de colores; las tiendas de los talabarteros, sus jáquimas, cinchas y atahares; las triperías, las vejigas y cedazos hechos de piel de burro de Lucena. Aquí, un tejedor de caña iba construyendo cestas; allá, un baratillero ponía en montón unos cuentos libros grasientos, y cerca, una vieja entantigua sacaba del fondo de una sartén una rodaja de merluza y la ponía sobre una lámina de hoja de lata.

El 5 de abril de 1893, comienza a construirse en mitad de la plaza, un edificio tendente a albergar el Mercado de abastos de la Plaza de la Corredera, inaugurándose el 2 de agosto de 1896 y se concede a una empresa su explotación durante 50 años.

Siglo XX – XXI

El 14 de julio de 1951 se recibe información por parte del Jefe de Servicios Veterinarios de la ciudad en la cual se notifica las pobres condiciones higiénicas del mercado de abastos. No será sin embargo hasta el año 1959, cuando Antonio Cruz Conde, alcalde de Córdoba, aprueba el derribo del mercado, para realizar uno en el subsuelo. En esta demolición se encontraron numerosos mosaicos, que hoy en día se encuentran expuestos en el Alcázar de los Reyes Cristianos.

En el año 1986 se acuerda la rehabilitación de la plaza de la Corredera, cuya culminación se produce el 9 de diciembre de 2001, acudiendo Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía así como la alcaldesa Rosa Aguilar.

Antiguos edificios

  • Pósito, granero público fiscalizado que permitía garantizar el abastecimiento de la ciudad.
  • Cárcel del Corregidor: Cárcel existente en el actual Mercado de Sánchez Peña
  • Mercado de Abastos, construido en 1896 y demolido en 1956.

Construcción de la actual plaza

La morfología actual, proviene del proyecto del arquitecto salmantino Antonio Ramós Valdés, quien bajo mandato del Corregidor Francisco Ronquillo Briceño, construyó un rectángulo semirregular de 113 metros de largo y 55 metros de ancho, en 1683. La obra, tuvo como maestros mayores de la ciudad a Antonio García y Francisco Beltrán. La construcción no fue integral ya que se limitó a la fachadas de las mismas debido a la falta de fondos. Los dueños de las casas que daban a al plaza, fueron adquiriendo los metros de fachada que querían para sus correspondientes balcones.

Para ello derribaron la fachada primitiva del Pósito así como la Ermita de los Ángeles, creando las mismas de nuvo. Se inutilizó una calleja existente, la calle de Carreteras, construyéndose los arcos Alto y Bajo como entrada a la plaza.

Edificios actuales

Mercado de Sánchez Peña

El actual Mercado de Sánchez Peña sirvió de sede consistorial así como cárcel, hasta que en el siglo XIX, 1846, el empresario cordobés José Sánchez Peña, compró el edificio e instaló allí la más moderna industria de Córdoba con máquinas de vapor para crear una fábrica de sombreros, instalando a los obreros en la parte alta del inmueble, donde tuvieron sus viviendas. A finales del siglo XX fue reconvertida a Mercado de Abastos. En la planta superior actualmente alberga el Centro Cívico Municipal Centro

Casas de Doña Ana Jacinta

Las casas de Doña Ana Jacinta se sitúan en la parte suroeste de la plaza y que son reflejo del urbanismo del siglo XVI y XVII.

Celebraciones

Corridas de Toros

La plaza de la Corredera ha sido históricamente un sitio privilegiado para la celebración de corridas de toros, siendo uno de los mejores preparados en toda la ciudad para la lidia. De hecho, fue la plaza de toros de la ciudad, entre el siglo XVI hasta principios del siglo XIX, cuando la plaza de toros del Campo de la Verdad, asumió parte de las corridas.

Celebraciones singulares

  • En las Navidades de 1571 y con motivo de la victoria de la Armada española frente a la turca, se construyó un castillo de unos 36 metros de largo (50 pasos) y 4 metros de ancho (6 pasos), con una altura que superaba el Pósito existente en la plaza. El castillo estaba rematado con un pelícano que a través de su pico echaba vino tinto así como una serpiente llena de cohetes que proyectaba hacia todas partes.
  • Desde hace unos años, se viene celebrando en el entorno de la plaza de la Corredera, plaza de las Cañas y la plaza del Potro, una feria medieval de considerable participación ciudadana.

Personajes y negocios singulares Siglo XX

Siempre fue La Corredera lugar donde hubo personajes singulares ligados a diferentes profesiones u oficios o al mundo de la picaresca. Se puede afirmar que desde que fue mercado de abastos a mediados del siglo XIX hasta los años ochenta del siglo XX llegó a ser el lugar más popular Córdoba por la negociación de cualquier trato, venta o compra. Sitio de encuentro de personajes pintorescos en sus tabernas, con pensiones de poca monta donde existía oculta alguna que otra prostituta, igualmente había casas de comidas baratas, tiendas y comercios donde se vendía cualquier cosa, desde baratijas, hasta ropa usada, herramientas o elementos agrarios.

Tal ambiente comercial, daba para escribir una novela cervantina por ser encuentro de todo tipo de personal, especialmente de la farandula o picaresca, ya que se juntaban soldadesca, chusmetas, mendigos, bebedores pendencieros, prostitutas, carteristas y bohemios. Dentro de la misma Corredera había un lugar más proclive a ese submundo que era el espacio comprendido en los Arcos Bajos, en del rincón que está entorno a la calle Toril. Todos estos personajes eran atraído al son del dinero tocante y sonante que allí se movía. No obstante a ese ambiente, era un lugar frecuentado por la mayoría de los cordobeses, que lo veían con normalidad, pues no entrando en ese mundo marginal todo transcurría en el orden ordinario de cada día.

Se enumeran algunos personajes, negocios o trapicheos que fueron conocidos por los cordobeses que vivieron la época comprendida desde la década de 1940 a la de 1980. Como tabernas estaban: La Primera; Bar Salinas; Taberna El Gallo; Taberna Andaluza que era también pensión de ligues; Taberna Cordobesa donde daban especialmente comidas para soldados; restaurante Monroy; Casa Lopera el boxeador, esquina al Arco Bajo; Bar Conde. Las pensiones eran La Andaluza, La Estrella, La Paloma que daba también comidas y La Bombilla.

En los soportales había todo clase de oficios ambulante nada menos que diez relojeros, varios zapateros, latoneros, pajareros, jauleros, quincalleros; el mecánico que arreglaba las máquinas de coser; el AfiladorEnrique Flores último de este gremio; Filomeno que vendía ropa usada y botas de soldado; La Tomasa que tenía un puesto ambulante de venta de libros viejos y de ocasión; Carmen la Jeringuera del Arco Bajo; las famosas estraperlistas La Cordobesa, Encarna, Leoncio el Cojo, de una forma más esporádica Angelita " La Estraperlista", ellos vendían especialmente alimentos como pan blanco a cantos de Peñarroya o de avena, centeno y otros desechos; el Chaquetas que con el achaque de vender ropa vieja tenía un trapicheo de tabaco con las famosas pastas de Gibraltar y otros que vendían medicamentos como la penicilina, papel de fumar o tabaco verde, etc. etc. Por estos lares ambulaban carteristas, entre ellos el famoso El Cascabel que tenía su radio de acción cerca del Pósito o cuartelá en el Arco Bajo.

En locales cerrados estaban los Almacenes Aguilar; La familia Hernández que vendían toda clase de cacharros de barro desde lebrillos que servían de baño, cazuelas, masetas, botijos hasta pitos de agua; la barbería donde trabajaban como maestros el “Mudo” el “Golfes” o el “Quini” cuya dueña era la llamada Encarna Ruiz "La Barbera" y el último en cerrar su negocio fue Antonio Mancha Millán en cuya tienda vendía toda clase de artículos variadísimos algunos difíciles de encontrar en toda Córdoba.

En el año 2009 había muy pocos negocios y puestos ambulantes en comparación de lo que fue esta plaza de la Corredera, pues quedaba un local de venta de libros antiguos y de ocasión, un local de anticuallas, una zapatería llamada Maldonado y dos negocios de muebles rústicos. En esta plaza se había impuesto a principios del siglo XXI el negocio de la hostería al haber numerosos bares donde al exponer sus veladores se podía disfrutar de un clima agradable, tanto para tomar el sol de invierno, como para las noches calurosas de verano. Igualmente llega a ser lugar para espectáculos callejeros organizados por el Ayuntamiento.

Referencias

Fuente