Presencia de corsarios en Holguín

Corsarios insurgentes en Holguín
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Tomada de Radio Angulo
Fecha:Siglos XVI y XVII

Presencia de corsarios en Holguín. En los Siglos XVI y XVII, cuando la piratería y el corso alcanzaron un gran auge en el Caribe, el territorio de la actual provincia de Holguín estaba escasamente poblado por lo que estos terribles navegantes tenían poco que encontrar, no obstante utilizaron las muchas bahías y ensenadas de las costas de la zona para refugiarse, carenar sus naves y abastecerse de agua, madera y posiblemente realizar algún tipo de comercio de contrabando con algunos de los pocos vecinos.

Aparición de los corsarios insurgentes

Cuando ya la piratería y el corso estaban en decadencia aparecieron en las costas holguineras unos terribles navegantes, los llamados corsarios insurgentes. Estas eran naves autorizadas por las repúblicas recién establecidas en América Latina. En su lucha contra España recurrieron a todos los medios posibles, entre ellos armar barcos en corso.

Para esto le dieron tales patentes a vecinos de sus costas, pero también a numerosos aventureros procedentes de los puertos estadounidenses e incluso europeos que soñaban hacerse de riqueza en medio del mar revuelto creado por las revoluciones independentistas del continente que se desarrollaron con gran fuerza en las tres primeras décadas del siglo XIX.

Corsarios en Cuba

Cuba fue presa soñada por aquellos patriotas medio corsarios, medio piratas. Eran años de auge económico de la isla con un gran desarrollo de la industria azucarera, la producción de tabacos y café. Sus puertos eran visitados por navíos de muchos países en un constante ir y venir.

La isla se había convertido en base segura para el esfuerzo español de reconquistar sus perdidas colonias. Con gran alegría los corsarios intentaron saquear las costas de la mayor de las Antillas. Muy pronto se acumuló una numerosa papelería en la Capitanía General denunciando los ataques de aquellos marinos.

Corsarios en Holguín

Holguín no fue una excepción. Ya en las primeras décadas del siglo XIX la población de la jurisdicción había aumentado al igual que la riqueza. Escogieron aquellos enemigos de la corona española las bahías de Jururú, Naranjo y Nipe como punto de recalada. Esta última es la más grande y profunda de Cuba por lo que sus naves podían encontrar seguro refugio. Las otras dos bahías eran ideales para la actividad de los corsarios.

Eran bahías de bolsa con pequeños islotes en su interior. Esto facilitaba que los piratas se ocultaran. Aunque en el cañón tenían suficiente profundidad para las embarcaciones, en el interior tenían poco calado. Esto era importante, pues los buques de los corsarios tenían escaso calado lo que les permitía penetrar hasta las zonas más recónditas ocultas y que no eran visibles desde el mar abierto.

Los buques de guerra no podían entrar en zonas de escasa profundidad. Otra ventaja de estas tres bahías es que no existen en ellas puertos ni instalaciones militares. Tenían abundantes bosques junto a las costas de donde podían obtener madera para el combustible y las reparaciones de las embarcaciones. También existían arroyos de donde obtenían agua. No menos importante es que en la cercanía se encontraban campesinos y terratenientes con fincas de abundantes cosechas y buen ganado.

Bien a la fuerza o por medio del comercio de contrabando podían adquirir vituallas. Lo más importante es que aquel era el itinerario de numerosos buques de cabotajes o de comercio internacional que pasaban con frecuencia frente a estas bahías; presas potenciales para estos corsarios.

Cronología

Los españoles habían tomado medidas contra viajeros no desusados que trajeran propaganda independentista o sirvieran de espías a estos corsarios.

  • El 20 de septiembre de 1810 se daba orden de prohibir el desembarco de personas procedentes de las colonias sublevadas. Dos meses después, esta disposición se ponía en pie en Holguín cuando se prohibía a los viajeros de esas colonias arribar a las costas de la jurisdicción.
  • El 27 de febrero de 1811 se ordenaba recoger toda literatura originaria de las regiones sublevadas del imperio donde se hablara del independentismo.
  • En 1812 se tiene la primera información de la presencia de buques corsarios merodeando por las costas holguineras.
  • El 8 de junio de 1816 se informaba por las autoridades que habían sido avistados buques dentro de las bahías Naranjo y Jururú. Se pensaba que eran enemigos de la corona. Los corsarios cada vez actuaban con mayor agresividad en las costas holguineras. Muy pronto se difundió lo que parece ser el primer ataque de estos marinos.
  • El 7 de junio de 1816 fue atacada y hundida en la entrada del puerto de Gibara la goleta Águila que viajaba desde La Habana hasta Baracoa. Al día siguiente, en las bahías de Jururú y Naranjo se producían sendos desembarcos de corsarios. Se calculaban en más de un centenar. Las nacionalidades de estos eran diversas; se encontraban vecinos de las costas de lo que luego sería México y Colombia, franceses e italianos además de personas de otras procedencias. Se rumoraba que entre ellos había más de 30 mujeres francesas y cartaginesas. Esto debió despertar la imaginación de los holguineros sobre lo que ocurría en aquellas embarcaciones en medio de las noches marinas. También se hacía referencia a unos 20 esclavos. Las autoridades armaron buques para perseguirlos. Estos esfuerzos resultaron inútiles; los navíos continuaron su viaje dejando una estela de comentarios entre los holguineros.
  • En 1817 se hicieron más frecuentes las visitas de buques corsarios a las costas de la jurisdicción de Holguín. Los vecinos de esta también tomaron medidas. La más importante fue la construcción de la batería de Fernando VII en la bahía de Gibara. Pero esto no impidió que a la vista de ese fortín los piratas capturaran una embarcación sin que los defensores del mismo, por falta de artillería de largo alcance, pudieran impedirlo.
  • El 3 de noviembre de 1819 las autoridades fueron informadas de la presencia en las cercanías de Gibara de dos bergantines con la intención de atacar el fortín Fernando VII. Por suerte no pasaron de las amenazas, pues los medios de combate de la batería eran escasos. Los gibareños poco después derrotaron a dos balsas de corsarios que seguramente procedentes de barcos que merodeaban por la costa, trataron de desembarcar. La amenaza era tal que se pensó en construir un torreón en la bahía Naranjo defendido por medio centenar de hombres, pero la falta de recursos hizo fracasar esos planes.
  • En 1824 lo corsarios saquearon la hacienda de Chaparra que en la época estaba en la jurisdicción de Holguín. Allí robaron nueve esclavos que llevaron a la bahía Naranjo para venderlos a los vecinos de ese lugar. Lo que nos dice que además de las acciones bélicas existía un comercio de contrabando mediante el cual los vecinos compraban lo robado en otros lugares del litoral holguinero. Estos corsarios hicieron circular una proclama de carácter independista entre los vecinos de Holguín demostrando que además de saquear eran patriotas.
  • El 15 de mayo de 1824 la goleta Centella, armada en Cartagena de Indias, atacaba y tomaba una hacienda cerca de la bahía Sagua de Tánamo. Desde este poblado se envió un grupo de hombres armados para enfrentar a los corsarios pero al llegar estos se habían retirado. Un vecino se les unió.
  • En junio de 1824 en la bahía de Nipe, los corsarios capturaron la goleta Isabela procedente de Baracoa. Además se establecieron provisionalmente en la boca de esa bahía en espera de nuevas presas. Las autoridades de Mayarí muy pronto conocieron que un vecino de la península del Ramón los ayudaba. Esta península conforma una de las entradas de esa bahía. Para sorpresa de las autoridades algunos holguineros ayudaban a los corsarios. Comenzaban a llegar noticias muy preocupantes. Otra embarcación había sido capturada. Se organizó una partida para combatir a los corsarios. Estos tuvieron éxito. Capturaron al individuo que los ayudaba y otras seis personas, posiblemente corsarios o vecinos que colaboraban con ellos.
  • En 1825 los holguineros apoyaron a la tripulación de dos embarcaciones que eran perseguidas por los corsarios. Gracias a esta ayuda se evitó que cayeran en manos de los enemigos de España. El Capitán General felicitó a los holguineros por el valor demostrado. Pero pronto quedó en evidencia una realidad: algunos holguineros ayudaban a los corsarios. Por convicción política, por el interés de participar en el comercio con los objetos robados o por miedo.
  • El 5 de diciembre de 1825 Las autoridades elaboraron y remitieron al Capitán General una lista de unas 35 personas sospechosas de estar vinculadas con los corsarios.
  • El 4 de febrero de 1826 un bergantín perseguido por los aventureros encalló en la bahía de Manatí. Pero las acciones de estos navegantes fueron disminuyendo. Al obtener la independencia los países latinoamericanos, consolidarse esta y regularizarse el comercio, ya los corsarios no eran necesarios. De todas formas, por muchos años se mantuvo en las costas holguineras el temor a que retornaran.
  • En agosto de 1837 se informaba de la presencia de buques sospechosos en las costas de Gibara pero la alarma no pasaba del susto. El corsario insurgente era historia pasada.

Aportes

Estos feroces enemigos de la corona española dieron sin proponérselo un aporte significativo al posterior desarrollo de Holguín. Los holguineros tomando como pretexto sus amenazas obtuvieron autorización para construir una batería en la bahía de Gibara. Alrededor de ella muy pronto se formó el poblado y puerto de ese nombre. Era una salida para la producción de la zona. Se iniciaba un intenso auge económico que atraería una numerosa inmigración que con los años matizaría la zona.

Bibliografía

  • Hernel Pérez Concepción: Corsarios insurgentes en las costas holguineras. En Héroes Volcánicos del Sur. Valoración multilateral del bicentenario de la independencia de Hispanoamérica, Editorial La Mezquita, Holguín, 2014, pp. 108 119

Fuente