Reales de a ocho (Monedas españolas)

Reales de a ocho (Monedas españolas)
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Monedas españolas, acuñadas en Potosí, Bolivia, 1573-1598 d. n. e.

Reales de a ocho. Moneda también conocida como peso fuerte, peso duro o peso de ocho reales. Fue la primera auténticamente mundial. Fue producida en grandes cantidades y en veinticinco años luego de su primera acuñación en la década de 1570 se había extendido por toda Asia, Europa, África y América, estableciendo un predominio global que mantendría hasta bien entrado el siglo XIX.

Descripción

Algunas monedas son en sí mismas materia de sueños, con nombres en los que resuena la magia de la historia y la leyenda: ducados y florines, doblones, guineas y soberanos, entre otros. Pero ninguna de ellas puede compararse con la más famosa de todas las monedas, el Real de a ocho.

Conocida por los libros y películas desde La isla del tesoro hasta Piratas del Caribe, trae consigo multitud de evocaciones: armadas y flotas del tesoro, naufragios, batallas y piratas, los océanos y el Caribe.

Reales de a ocho

Estas monedas son conocida también como peso fuerte, peso duro o peso de ocho reales, fue la primera auténticamente mundial. Se produjo en grandes cantidades, y en un plazo de veinticinco años tras su primera acuñación en la década de 1570 se había extendido por todos los continentes estableciendo un predominio global que mantendría hasta el siglo XIX.

Según los estándares modernos, el real de a ocho es una moneda grande. Mide unos 4 centímetros de diámetro y tiene un peso considerable, unos 27,5 gramos. La moneda en concreto presenta un deslucido color plata debido a la corrosión de su superficie, pero cuando estaba recién acuñado, el real de a ocho debía de tener un aspecto lustroso y brillante.

En torno al año 1600, este real de a ocho probablemente habría comprado, en términos modernos, el equivalente a unos 50 o 60 euros de mercancías y se podía pagar con él prácticamente en cualquier parte del mundo.

Los españoles se habían visto atraídos a América por el aliciente del oro, pero lo que los volvería ricos sería la plata. Aunque no tardaron en encontrar y explotar minas de plata en el México azteca, fue en Perú, en la década de 1540, donde realmente encontraron el verdadero filón de plata.

Las minas de Potosí produjeron la materia prima que enriqueció a España, pero fue la ceca de Potosí, donde se acuñaron los reales de a ocho de plata, la que sentó las bases de una moneda global.

Desde Potosí, las monedas se cargaban a lomos de llamas para realizar un viaje de dos meses a través de los Andes hasta Lima y la costa del Pacífico. Allí la flota del tesoro española llevaba la plata de Perú a Panamá, donde era transportada por tierra a través del istmo, para luego cruzar el Atlántico en convoyes.

Colección de monedas del Museo Británico

En la colección de monedas del Museo Británico se encuentra una vitrina que ofrece una idea clara del papel mundial de los reales de a ocho acuñados en las cecas hispanoamericanas.

Una de las monedas ha sido regrabada por un sultán de Indonesia, mientras que otras fueron grabadas por los propios españoles para usarlas en su provincia de Brabante, en la actual Bélgica. Otras tienen inscripciones realizadas por comerciantes chinos, y una moneda de Potosí, procedente de un barco que formó parte de la Armada Invencible y naufragó en 1588, fue encontrada cerca de Tobermory, en las islas Hébridas, frente a la costa oeste de Escocia.

Reales de a ocho llegaron Australia en el siglo XIX

Los reales de a ocho incluso llegaron a Australia en el siglo XIX. Cuando las autoridades británicas se quedaron allí sin moneda, compraron reales de a ocho españoles, borraron el retrato del rey español y los regrabaron con la inscripción CINCO CHELINES, NUEVA GALES DEL SUR.

La presencia de estas monedas desde las islas Hébridas hasta Nueva Gales del Sur muestra que, como mercancía además de como moneda, los reales de a ocho dieron lugar a un cambio fundamental en el comercio mundial

Importancia de estas monedas para el desarrollo de la humanidad

Cuatro siglos después, aún cuesta entender los mercados financieros mundiales y controlar la inflación. Potosí sigue siendo proverbial por su riqueza. Actualmenmte se utiliza en español la expresión Vale un Potosí para decir que algo tiene un gran valor, mientras que el real de a ocho español pervive como elemento romántico en las historias fantásticas de piratas. No cabe dudas que fue una de las piedras angulares del mundo moderno, sustentó el primer imperio mundial y prefiguró, a la vez que hizo posible, la moderna economía global.

Fuentes