Segunda expedición de Creole

Segunda expedición de Creole
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Descripción:
Fue organizada por el exgeneral español de origen venezolano, Narciso López Uriola, al igual que la anterior del Creole (que en mayo de 1850 desembarcó por Cárdenas) en coordinación con emigrados cubanos y con norteamericanos esclavistas del sur, partidarios de la anexión de Cuba a los Estados Unidos.

Segunda expedición de Creole. Esta expedición (cuarta que organizaba -la tercera fue la frustrada del Cleopatra-y la segunda que zarpaba) fue organizada por el exgeneral español de origen venezolano, Narciso López Uriola, al igual que la anterior del Creole (que en mayo de 1850 desembarcó por Cárdenas) en coordinación con emigrados cubanos y con norteamericanos esclavistas del sur, partidarios de la anexión de Cuba a los Estados Unidos.

Organizadores

En esta expedición vino también al mando el propio López, el cual sabía de los alzamientos de Joaquín de Aguero en Camagüey y de Isidoro Armenteros en Trinidad, y además había recibido noticias de que en Vuelta Abajo lo esperaban para lanzarse a la insurrección.

La misma fue financiada mediante recaudaciones obtenidas de distintas formas, que alcanzaron más de $ 50 000, procedentes, en lo fundamental, de los esclavistas sureños antes mencionados. Zarpó de Nueva Orleans, en la costa sur de los Estados Unidos, a principios de 1851, en el vapor Pampero (que traía como patrón al capitán Lewis).

Venían más de 400 expedicionarios, en su mayoría extranjeros, entre los cuales se encontraban, además de López, el Gral. (o Cor.) húngaro Janos Pragay, el Cor. William L. Crittdenden, norteamericano (que algunas fuentes citan como segundo jefe de la expedición) y 7 coroneles norteamericanos más, solo 49 eran cubanos, entre los cuales estaban Ramón Arnao, Juan Arnao, José Elías Hernández e Idelfonso Oberto.

Acuerdos

Durante la travesía, por averías en las máquinas, estuvieron varias horas al garete frente a La Habana y luego continuaron rumbo al oeste, se cruzaron con la goleta pesquera española Esperanza, la que detuvieron un tiempo, pero cuyo capitán tan pronto pudo dio cuenta en el Mariel y de aquí a La Habana.

Arribaron cerca de Playitas, al oeste de Bahía Honda, en la costa Norte de Pinar del Río, alrededor de las 20 h de ese día 11. El desembarco terminó a las 07:00 h del 12 de agosto del 1851, sin encontrar resistencia. López dejó a Crittenden con parte de las fuerzas(unos 120 hombres) en Playitas para conducir el cargamento y él se dirigió al cercano pueblo de Las Pozas, al sur, el cual ocupó, mientras el vapor se retiró hacia el Key West.

Resultados

El mando español ya sobre aviso ya apenas tuvo confirmación movió sus tropas: el Gral. Enna -segundo cabo de la isla- se trasladó con 1000 hombres en los buques de guerra Blasco de Gray y Pizarro, llevando a remolque una goleta con caballos, y desembarcó en Bahía Honda, el brigadir (Cor) Morales de Rada salió desde Guanajay con un regimiento al encuentro con Enna, al igual que el Cor Rosado con otra fuerza, el Cor Elizarde salió de Pinar del Río con fuerzas para converger con las anteriores, en total unos 4000 hombres, además de las guarniciones de los puestos inmediatos.

Parte de la tropa de Enna -el primero en llegar- atacó a Crittenden, que la rechazó, pero ante la superioridad española, este último junto con 50 de sus hombres, se internó en los montes, y luego al amparo de la oscuridad, se embarcaron en 4 lanchas o botes pero fueron posteriormente descubiertos por el buque de guerra español Pizarro (o el habanero) que custodiaba la costa, apresados en Cayo Levisa y conducidos a La Habana, adonde llegaron el día 16 y fueron fusilados todos ese mismo día en las faldas del Castillo de Atarés. El resto de la tropa logró incorporarse a López.

La tropa de Enna atacó y combatió con López en las Pozas el día 16, en el cafetal de Frías, el día 17 (donde Enna perdió la vida), y después en distintos lugares de la cordillera. Las bajas por combate y las deserciones disminuyeron sensiblemente las fuerzas de López, al que, según datos, solo se le incorporaron 2 personas, mientras que muchos habitantes de la zona formaron guerilla contra él.

Finalmente, el día 29, en los pinos de Rangel, en la hacienda Candelaria, cerca del pueblo de San Cristobal, fue hecho prisionero junto con 7 expedicionarios más debido a la delación de un compadre. Conducido a La Habana el día 30, fue juzgado y condenado. Murió en garrote, el día 1 de septiembre del 1851, en la explanada de la Punta. Del resto de los expedicionarios, los cuales fueron cayendo prisioneros, 160 fueron desterrados a España e indultados algún tiempo después.

Véase además

Expedición del Creole

Fuente

  • Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. La Habana: Centro de Estudios Militares de las FAR, 2005.