Trébol blanco

Trébol blanco
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Nombre Científico:'
Reino:Plantae
División:Magnoliophyta
Clase:Magnoliopsida
Subclase:Rosidae
Orden:Fabales
Familia:Fabaceae
Tribu:Trifolieae
Género:Trifolium

Trébol blanco l (Trifolium repens L). Es una especie de trébol nativa de Europa, norte de África, y Asia occidental. Es cosmopolita, al aparecer en distintas ambientes dentro del clima templado húmedo. Es muy importante como forrajera.

Descripción

Se trata de una especie herbácea perenne. De porte rastrero, alcanza una altura de 10 cm. Su hábito estolonífero hace de ella una leguminosa de excelente adaptación al pastoreo en zonas templadas de todo el mundo. Se propaga por estolones y semillas. El sistema radical es ramificado en su raíz principal, además presenta raíces adventicias de carácter estolonífero. Las hojas son pecioladas y trifoliadas; sus foliolos son ovales, con una mancha blanca, y sin ninguna vellosidad (tampoco en pecíolos ni tallos). Los estolones se encuentran abrazados por estípulas membranosas de las hojas. Las inflorescencias son capítulos globulares de 1.5 a 2 cm de ancho, conteniendo de 50 a 200 flores blancas o blanco-rosadas. Estos capítulos se encuentran sobre un pedúnculo de 7 cm. Las [flores]] son de tipo papilionáceo. Los frutos contienen tres o cuarto semillas en forma de corazón, sumamente pequeñas y de color variable del amarillo al marrón-rojizo. La semilla tiene forma redondeada con una protuberancia que coincide con la posición de la futura radícula. La cubierta seminal forma una gruesa capa suberizada alrededor de la semilla. Presenta hilo: cicatriz correspondiente al antiguo punto de enganche a la pared del ovario.

Fisiología

Biología

El trébol blanco es exigente en luz y sensible a la sequía, probablemente por sus raíces superficiales, lo que obliga a cultivarla bajo riego en veranos secos. Sin embargo, puede vegetar en los suelos pobres, ácidos o arenosos, necesitando fuertes abonados fosfóricos, al igual que casi todos los tréboles. Es poco tolerante a la salinidad. Desarrolla en sus raíces nódulos formados por bacterias nitrificantes del género Rhizobium. En adecuadas condiciones de temperatura, humedad y suelo, las bacterias fijan importantes cantidades de nitrógeno de la atmósfera.

Fenología

El crecimiento del trébol blanco comienza por el desarrollo de la corona, de una raíz pivotante y hasta diez estolones primarios, que nacen de las yemas axilares de las hojas de la corona. Los estolones suelen adoptar forma radial sobre la superficie del suelo. Posteriormente, los nudos de estos estolones desarrollan nuevas raíces adventicias, hojas y yemas axilares. La aparición de estolones secundarios, ocasiona cierta debilidad en los primarios, por emigración de las sustancias de reserva hacia dichos estolones hijos, hasta el punto de que, finalmente, lo primarios mueren y el sistema secundario se independiza de la planta original. Este comportamiento facilita la supervivencia de las plantas por multiplicación vegetativa, al asegurar el desarrollo y el crecimiento sucesivo de nuevos estolones y con ellos, la emergencia de nuevos individuos. El crecimiento de los estolones, es aproximadamente de 2 dm/año. Una vez que las condiciones ambientales (fundamentalmente fotoperíodo y vernalización previa) favorecen el proceso de floración, las yemas axilares originan cabezuelas florales. De esta forma, la producción de inflorescencias se hace en detrimento de la de los nuevos estolones y, por consiguiente, el crecimiento de la planta se reduce. También se movilizan reservas hacia las flores para formar las semillas.

Condiciones para su cultivo

La temperatura óptima para el crecimiento es de 24 ºC. Tanto en verano como en invierno, se reduce mucho el crecimiento (a partir de 35 °C y por debajo de 7 °C, presenta un escaso crecimiento). Se desarrolla mejor en climas húmedos con precipitaciones bien repartidas durante todos los meses. El pH óptimo de suelo para la fijación de nitrógeno es de 6.5. Para desarrollar la floración con éxito, necesitan obligatoriamente bajas temperaturas invernales. La siembra se realiza en otoño, cuando el clima es temprano, y en primavera o verano cuando el clima es frío. El establecimiento del trébol blanco suele ser más lento que el de las gramíneas que pueden acompañarle en la pradera, muy especialmente del ray-grass, que en suelos fértiles puede hacerle una fuerte competencia inicial. En mezclas con festuca y/o dactilo, de más lento establecimiento, la competencia no es tan fuerte y la implantación es más fácil.

La dosis de siembra en mezcla con gramíneas oscila entre 0.5-3 kg/ha. La dosis menor cuando no se quiera una fuerte dominancia del trébol sobre las gramíneas, las dosis mayores cuando se quiere incrementar la proporción de leguminosa, y por tanto de proteína, en la pradera. Se siembra o bien con sembradora de partenses o a voleo, en este caso se aconseja pasar un rulo estriado para lograr un buen contacto de la semilla con el suelo. la siembra a voleo se puede hacer con una abonadora centrífuga previamente calibrada para esta semilla. En cuanto a la profundidad de siembra, la semilla debe de situarse en la superficie o en profundidad, pero sin superar los 5 mm.

Interés forrajero

El trébol blanco es ampliamente utilizado en producción de forraje. Su principal utilización es el pastoreo a diente en mezcla con gramíneas, a las cuales suministra además grandes cantidades de nitrógeno fijado en sus nódulos radicales. Cada rebrote se produce a partir de la yema Terminal de los estolones y de las yemas ubicadas en las axilas de las hojas. Este proceso, resultado del hábito estolonífero de la planta, sucede después de cada pastoreo o corte. El pisoteo del animal favorece la reproducción vegetativa de la planta. El rebrote supone una movilización de las reservas de la planta, disminuyendo tras la defoliación y recuperándose posteriormente gracias a la rápida proliferación de hojas horizontales de los nuevos estolones, lo que le permite alcanzar una alta eficiencia fotosintética con una área foliar reducida. Esta elevada capacidad de recuperación se debe a que el pastoreo no elimina las áreas de crecimiento.

Destaca su gran calidad alimenticia para el ganado, en términos de proteína y minerales, así como su capacidad para autoabastecerse de nitrógeno y también de cederlo al medio (y por tanto a las especies con las que conviva en el terreno). Aunque el contenido alimenticio es elevado, como cultivo puro apenas se siembra por constituir un forraje algo desequilibrado y por peligro de meteorismo para los rumiantes. Es por ello que se suele emplear mezclado con gramíneas. A pesar de ello, el trébol blanco presenta una alta digestibilidad; presentando los valores más altos en invierno y primavera, declinando lentamente durante el verano.

Por otra parte, el trébol blanco contrasta con otras especies pratenses en que no posee órganos específicos para la acumulación de reservas. Este comportamiento, desde el punto de vista de la producción es positivo, ya que su crecimiento alcanza rápidamente volúmenes altos de forraje. Esto permite a las plantas cubrir sus necesidades metabólicas en un plazo muy corto, sin tener que esperar, como en trébol violeta o la alfalfa, a movilizaciones de las reservas desde el sistema radicular. De esta manera la recuperación tras el pastoreo es sumamente rápida permitiendo una gran frecuencia de aprovechamientos.

Otros de sus usos

En humanos es indigestible crudo, pero cocidas 5-10 min se hace digestible [2]. Las flores secas y sus semillas constituyen una nutritiva harina para mezclar con otros alimentos. Y el agua de la infusión muy buena como saludable té. Jardinería y paisajismo El trébol blanco también se emplea en las mezclas para césped, dando cobertura a suelos pobres, donde otras especies presentan dificultades para desarrollarse. Aunque se considera como una hierba no deseable cuando se trata de mantener un césped exclusivamente formado por gramíneas, como sucede en céspedes deportivos y en campos de golf.

Fuentes