España

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Plantilla:PaisEspaña. Monarquía constitucional situada en Europa Occidental que ocupa la mayor parte de la península Ibérica. País miembro de la Unión Europea.

Nación integrada por nacionalidades y regiones organizadas territorialmente en diecisiete comunidades autónomas y dos ciudades en el norte de África: Ceuta y Melilla, que, de acuerdo con sus respectivos estatutos de autonomía, gozan de un amplio nivel, con competencias administrativas, ejecutivas y legislativas.

Cuenta con dos archipiélagos: las Islas Canarias y las Islas Baleares, en el Atlántico y Mediterráneo respectivamente. En extensión territorial es el tercer país de Europa (sin contar a Rusia).

Comparte fronteras terrestres con Francia y con el Principado de Andorra al norte, con Portugal al oeste y con la colonia británica de Gibraltar al sur. En sus territorios africanos, comparte fronteras terrestres y marítimas con Marruecos. Tercer país del mundo con más espacios declarados Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

Situación geográfica

Está situada al suroeste de Europa, en la Península Ibérica. Comparte este territorio peninsular con Portugal, ocupando un 80% del mismo. Aparte de la península, incluye las Islas Baleares, (Mallorca, Menoría e Ibiza), en el mar Mediterráneo, las Islas Canarias (compuestas por siete islas y varios islotes) en el Océano Atlántico, al suroeste de la península, frente a la costa de Marruecos, y al norte de África cuenta con las ciudades de Ceuta y Melilla. Al norte limita con Francia y Andorra, encontrando su frontera natural en los Pirineos.

Sus costas están bañadas por el mar Mediterráneo, en el Este, desde los Pirineos hasta Gibraltar, por el Océano Atlántico en su costa Oeste, que en la península se extiende desde Gibraltar hasta Galicia, correspondiendo la mayoría de esta costa a Portugal, y en su costa Norte por el mar Cantábrico.

Clima

Tiene un clima muy diverso a lo largo de todo su territorio. Predomina el carácter mediterráneo en casi toda su geografía. Las costas del sur y mediterráneas tienen un clima denominado mediterráneo de costa que también posee el Valle del Guadalquivir con temperaturas suaves, precipitaciones abundantes casi todo el año excepto en verano.

A medida que nos adentramos en el interior el clima es más extremo, nos encontramos con el clima mediterráneo continental, que abarca casi toda la Península, temperaturas bajas en invierno, altas en verano y precipitaciones irregulares (dependiendo de la posición geográfica). Por lo general, las comunidades occidentales reciben más precipitaciones que las orientales. Así pues, Galicia y el Cantábrico poseen un clima oceánico, caracterizado por la abundancia de precipitaciones durante todo el año especialmente en invierno, y unas temperaturas frescas.

El clima de montaña se puede observar en altitudes altas, Cordillera Cantábrica, Pirineos, altos puntos de la Costa Ibérica, Sistema Central y Cordilleras Béticas, así como en altitudes altas en Canarias, donde se dan temperaturas bajas (inviernos fríos o muy fríos) y precipitaciones generalmente abundantes.

Los climas áridos o semiáridos (menos de 300 mm anuales) los encontramos en ciertos puntos peninsulares del este: Almería (famoso el desierto de Tabernas) o el Cabo de Gata (donde se registran menos de 200 mm anuales), Granada (Guadix), Murcia, Alicante y Valle del Ebro donde el efecto foehn es el principal causante de tan bajas precipitaciones.

El carácter subtropical es característico de las Islas Canarias, con unas temperaturas cálidas durante todo el año y pocas precipitaciones (más abundantes en las islas occidentales). Sin embargo, este clima también se da en las costas sureñas de la península (Málaga, Granada, Almería), donde tienen temperaturas relativamente suaves durante todo el año, aunque las precipitaciones son algo más abundantes que en Canarias.

Sistemas montañosos

Sus paisajes presentan una extraordinaria variedad, pasando desde zonas desérticas hasta los más verdes y jugosos campos, donde montañas, valles, ríos y playas originan una gran variedad climática.

Geográficamente posee cinco grandes cadenas montañosas que la atraviesan y casi un 50% de su territorio se asienta sobre mesetas.

Con una altitud media de 650 metros sobre el nivel del mar, es el quinto país más montañoso de Europa, tras Suiza, Austria, Andorra y Liechtenstein.

El relieve de España se caracteriza por ser bastante elevado, este se articula en torno a una gran Meseta Central que ocupa la mayor parte del centro de la Península Ibérica. Fuera de la meseta, está la depresión del río Guadalquivir, situada en el suroeste de la península, y la del río Ebro, en el noreste de la misma. Los principales sistemas montañosos son: Pirineos, sistema Ibérico, cordillera Cantábrica, sistema Central y cordilleras Béticas (Subbética y Penibética).

Otros datos de interés

Area: 504,750 km2

Lengua oficial: Español (también denomidado Castellano)Catalán, Gallego, Valenciano y Vasco (son también lenguas oficiales de las comunidades autónomas de Cataluña, Galicia, Valencia y País Vasco, respectivamente)

Religión: 99% Católica

Capital: Madrid

Etimología

El nombre de España deriva de Hispania, nombre con el que los romanos designaban geográficamente al conjunto de la Península Ibérica, término éste a su vez, derivado del nombre Iberia, preferido por los autores griegos para referirse al mismo espacio. Sin embargo, el hecho de que el término Hispania no es de raíz latina ha llevado a la formulación de varias teorías sobre su origen, algunas de ellas controvertidas.

«Hispania» proviene del fenicio i-spn-ya, un término cuyo uso está documentado desde el segundo milenio antes de Cristo, en inscripciones ugaríticas. Los fenicios constituyeron la primera civilización no ibérica que llegó a la península para expandir su comercio y que fundó, entre otras, Gadir, la actual Cádiz, la ciudad habitada más antigua de Europa Occidental.

Los romanos tomaron la denominación de los vencidos cartagineses, interpretando el prefijo i como "costa", "isla" o "tierra", con ya con el significado de "región". El lexema spn, que en hebreo se puede leer como saphan, se tradujo como "conejos" (en realidad damanes, unos animales del tamaño del conejo extendidos por África y el Creciente Fértil). Los romanos, por tanto, le dieron a Hispania el significado de "tierra abundante en conejos", un uso recogido por Cicerón, César, Plinio el Viejo, Catón, Tito Livio y, en particular, Cátulo, que se refiere a Hispania como península cuniculosa (en algunas monedas acuñadas en la época de Adriano figuraban personificaciones de Hispania como una dama sentada y con un conejo a sus pies). Abundando en el origen fenicio del término, Isidoro de Sevilla, en sus Etimologías, postula que tiene su origen en Ispani, el topónimo fenicio-púnico de Sevilla, ciudad a la que los romanos denominaron Hispalis.

Sobre el origen fenicio del término, el historiador y hebraísta Cándido María Trigueros propuso en la Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona en 1767 una teoría diferente, basada en el hecho de que el alfabeto fenicio (al igual que el hebreo) carecía de vocales. Así spn (sphan en hebreo y arameo) significaría en fenicio "el norte", una denominación que habrían tomado los fenicios al llegar a la península Ibérica bordeando la costa africana, viéndola al norte de su ruta, por lo que i-spn-ya sería la "tierra del norte".

Por su parte, según Jesús Luis Cunchillos en su Gramática fenicia elemental (2000), la raíz del término span es spy, que significa "forjar o batir metales". Así, i-spn-ya sería la «la tierra en la que se forjan metales».

Aparte de la teoría de origen fenicio, la más aceptada (si bien el significado preciso del término sigue siendo objeto de discusiones), a lo largo de la historia se propusieron diversas hipótesis, basadas en similitudes aparentes y significados más o menos relacionados.

A principios de la Edad Moderna, Antonio de Nebrija, en la línea de Isidoro de Sevilla, propuso su origen autóctono como deformación de la palabra ibérica Hispalis, que significaría la ciudad de occidente. y que, al ser Hispalis la ciudad principal de la península, los fenicios, y, posteriormente los romanos dieron su nombre a todo su territorio.

Posteriormente, Juan Antonio Moguel propuso en el Siglo XIX que el término Hispania podría provenir de la palabra eúscara Izpania que vendría a significar que parte el mar al estar compuesta por las voces iz y pania o bania que significa "dividir" o "partir". A este respecto, Miguel de Unamuno declaró en 1902: "La única dificultad que encuentro [...] es que, según algunos paisanos míos, el nombre España deriva del vascuence 'ezpaña', labio, aludiendo a la posición que tiene nuestra península en Europa".

Otras hipótesis suponían que tanto Hispalis como Hispania eran derivaciones de los nombres de dos reyes legendarios de España, Hispalo y su hijo Hispano o Hispan, hijo y nieto respectivamente de Hércules.

A partir del periodo visigodo, el término Hispania, hasta entonces usado geográficamente, comenzó a emplearse también con una connotación política, como muestra el uso de la expresión Laus Hispaniae para describir la historia de los pueblos de la península en las crónicas de Isidoro de Sevilla.

Existen varias teorías sobre cómo surgió el propio gentilicio "español"; según una de ellas, el sufijo "-ol" es característico de las lenguas romances provenzales y poco frecuente en las lenguas romances habladas entonces en la península, por lo que considera que habría sido importado a partir del Siglo IX con el desarrollo del fenómeno de las peregrinaciones medievales a Santiago de Compostela, por los numerosos visitantes francos que recorrieron la península, favoreciendo que con el tiempo se divulgara la adaptación del nombre latino hispani a partir del "espagnol" o "espanyol" con el que ellos designaban a los cristianos de la antigua Hispania.

Posteriormente, habría sido la labor de divulgación de las élites formadas las que promocionaron el uso de "español" y "españoles": la palabra españoles aparece veinticuatro veces en el cartulario de la catedral de Huesca, manuscrito de 1139-1221, mientras que en el capítulo Estoria de Espanna de la Crónica General redactada entre 1260 y 1274 por iniciativa de Alfonso X, el Sabio, se empleó exclusivamente el gentilicio espannoles, adaptación ya al castellano de entonces que progresivamente evolucionó hasta ser la lengua oficial de España.

Historia

La Prehistoria

Los mas antiguos yacimientos arqueológicos encontrados en España se consideran entre al 30.000-50.000 a. n.e, es el caso de las pinturas rupestres más emblemáticas, como las del Hombre de Orce, el Arte Rupestre, etc. Entre los restos más importantes encontrados en España podemos mencionar los de las cuevas de Cova Negra (Játiva) y Pinar (Granada).

La España Celtibérica

Las últimas teorías consideran que los Íberos llegaron a la Península Ibérica desde el Norte de África, asentándose fundamentalmente en la costa mediterránea y al sur, donde crearon diversas culturas de las que aún hoy se conservan restos arqueológicos de gran importancia. Entre ellas destaca la que relatos griegos llamaron de turdetanos o túrdulos y cuya ciudad fue Tartessos.

Hoy está considerada como una tribu ibérica, que fundó un importante reino de gran cultura en el Valle del Guadalquivir, al sur de España.

Sobre el año 1.200 a.n.e. tribus celtas entraron en la península por el Norte, se establecieron en gran parte de su territorio asentándose y mezclándose con los íberos. Parece ser que las montañas en que vivía el pueblo vasco nunca fueron penetradas por ningún tipo de invasión, por lo que se considera el origen de esta población incierto, y de seguro muy antiguo, como su lengua, barajándose la posibilidad de que se tratase de una población pre-ibérica.

Fenicios, griegos y cartaginenses

Alrededor del año 1.100 a.n.e. los fenicios llegaron a la península y fundaron colonias, la más importante fue Gadir, la que hoy es Cadiz. A su vez los griegos fundaron sus colonias en el sur y en la costa mediterránea.

Durante las Guerras Púnicas entre Roma y Cartago, los cartaginenses invadieron España y conquistaron una gran parte de la península. Sus colonias más importantes las establecieron en la isla de Ibiza y en Cartagena, nombre que debiera hacer referencia a la nueva Cartago.

Romanos y Godos

Después de que Roma hubiera derrotado por completo a Cartago, también invadió sus colonias en España, terminando por conquistar la península casi por completo. Así aparece en la historia la provincia de Hispania, que llegó a formar parte del imperio romano adquiriendo gran importancia dentro del mismo, incluso dos emperadores romanos Trajano y Adriano nacieron en ella.

Absorbe por completo la cultura romana y adopta su lengua. En el año 409, cuando comienza la caída del Imperio Romano, tribus godas invaden la península y establecen su reinado en el año 419.

La España Musulmana y la Reconquista

El dominio de los visigodos duró hasta el año 711, cuando un ejército musulmán, con unos 50.000 soldados, cruzaron el estrecho de Gibraltar, vencieron al ejército visigodo en la batalla de Guadalete, cerca de Cádiz.

Rodrigo, el último rey godo, fue derrotado pero ello no terminaría allí, en unos cuatro años terminarían por dominar casi toda la península, convirtiéndose ésta en un emirato, o provincia del imperio árabe, llamada Al-Andalus. Los siglos VIII y XI, significarían un creciente poderío musulmán, a pesar de que se forman núcleos de resistencia al Norte de la península.

Los territorios conquistados se van arabizando y se independizan políticamente del imperio árabe. En el Siglo X Abderramán III convierte Al-Andalus en califato independiente, con independencia religiosa, siendo una época de gran prosperidad cultural, gracias a las innovaciones en las ciencias y en las letras y la especial atención que dedicaron al desarrollo de las ciudades.

Las ciudades más importantes fueron Valencia, Zaragoza, Sevilla y Córdoba, la cual llegó a ser en el siglo X la mayor ciudad de Europa Occidental, contando con 500.000 habitantes, y centro cultural de la época. Sin embargo la decadencia llegó en el Siglo XI, cuando comenzaron las pugnas entre las distintas familias reales musulmanas y el califato se desmembró en un mosaico de pequeños reinos taifas.

El movimiento de Reconquista se hizo cada vez más fuerte, la primera derrota la tendrían los musulmanes en Covadonga, Asturias, de mano del Rey Pelayo en el año 722, durante estos años, sobre todo tras la decadencia se sucedieron las victorias de los reinos del Norte.

Hasta que en el Siglo XIV los musulmanes españoles sólo poseían el reino de Granada, que mantuvieron hasta finales del Siglo XV, cuando los Reyes Católicos lo incorporaron a la corona de Castilla.

Los Reyes Católicos

El matrimonio entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, (los Reyes Católicos), en 1469, herederos de los dos reinos más importantes del Norte, cambió definitivamente el polo de la Reconquista. Así, tras la última derrota en 1.492 a.n.e. en que Granada se incorpora a España, se inicia un nuevo capítulo en la historia: La Unificación de todo el territorio español bajo una única corona y una única religión, la católica. Y en esta decisión de recristianización aparece uno de los capítulos más negros de la historia española, se decide la expulsión de los judíos o musulmanes que no quisieran convertirse y nace la Inquisición.

El mismo año de la toma de Granada, Cristóbal Colón llega por primera vez a América con sus naves. A ello le seguiría la carrera expansionista de la conquista de las tierras americanas, a las que posteriormente otros países como Portugal, Francia e Inglaterra se le unirían.

Las dinastías de los Habsburgo y de los Borbones

Tras la muerte de Isabel la Católica, en 1504, su hija Juana, casada con Felipe, hijo del rey de Austria y emperador del Sacro imperio Romano-Germánico, le sucede en el trono. Con ello se fusionan ambos reinados, creándose el mayor imperio de la historia. Sin embargo Felipe al que llamaron el hermoso, muere muy joven y a Juana se le incapacitó por loca. Su hijo Carlos I heredaría el imperio. Pero en su madurez decide retirarse a la vida religiosa recluyéndose, en 1.556 a.n.e. en el Monasterio de Yuste, con ello el imperio se desmembró dividiéndose entre los miembros de la familia Habsburgo, la española y la austriaca.

España siguió prosperando bajo la dinastía Habsburgo gracias al comercio con las colonias americanas, pero al mismo tiempo sostuvo guerras contra Francia, Holanda e Inglaterra, culminando con la desastrosa derrota de la "Armada Invencible" en 1.588 a.n.e.

Cuando el último rey de la dinastía de los Habsburgo murió sin descendencia, Felipe de Borbón, sobrino del rey de Francia, Luís XIV, le sucedió en el trono. Como consecuencia de la Revolución Francesa, España declaró la guerra a la nueva república, pero fue derrotada. Napoleón tomó el poder y envió sus tropas contra España en 1808, imponiendo a su hermano José en el trono. Los españoles mantuvieron una Guerra de Independencia que duraría 5 años.

Tras la derrota definitiva de Napoleón en Waterloo, en 1815, Fernando VII vuelve al trono de España y comienza un sistema de rígido absolutismo.

Como consecuencia de la designación como heredera de su hija Isabel II, mediante la derogación de la Ley Sálica que impedía la sucesión real de mujeres, su hermano Carlos se revela contra ello iniciándose la Guerra de los Siete Años. La recesión económica y la inestabilidad política fueron lógicas consecuencias tras la guerra, y España perdió sus colonias de ultramar, con la excepción de Puerto Rico, Cuba y Filipinas.

La revolución de 1868 obligó a Isabel II a renunciar al trono. Se convocaron Cortes Constituyentes que se pronunciaron por el régimen monárquico y se ofrece la corona a Amadeo de Saboya, hijo del rey de Italia.

Su breve reinado dio paso a la proclamación de la I República, que tampoco gozó de larga vida, con el Golpe de Estado del General Pavía que disolvió el Parlamento. Con ello se proclama rey a Alfonso XII, hijo de Isabel II. En 1885 murió Alfonso XII y se encargó la regencia a su viuda Maria Cristina, hasta la mayoría de edad de su hijo Alfonso XIII. La rebelión en 1895 de Cuba en pro de la independencia, decide a los Estados Unidos a declarar la guerra a España, con su derrota España perdió sus últimas colonias en ultramar.

Siglo XX

El siglo comienza con una gran crisis económica y la subsiguiente inestabilidad política desembocó en el Golpe de Estado del general Primo de Ribera, que estableció una dictadura militar hasta 1930, en que presentó su dimisión al rey y marchó a París donde murió.

Las elecciones de 1931 conocieron la victoria de las izquierdas, y a la vista de los resultados el rey renunció al trono y abandonó el país. Se proclamó la II República. A ello siguió una época de grandes crisis políticas y disturbios. Las elecciones de Febrero de 1936 dieron de nuevo el triunfo a las izquierdas en el llamado Frente Popular.

El 13 de julio fue asesinado Calvo Sotelo, jefe del Bloque Nacional, que agrupaba a monárquicos de Renovación Española y a los tradicionalistas.

El 17 de julio se sublevan las guarniciones de África Española y España queda dividida en dos.

El 1 de octubre el general Franco era nombrado jefe de Estado de la zona nacional y reconocido como tal por Alemania e Italia. El apoyo alemán sobre todo y también por parte de Italia fue mucho más decisivo que el soporte ruso a la España republicana, por lo que en 1939 termina la guerra con la victoria de los nacionalistas.

A pesar de que Franco mantuvo al país neutral en la II Guerra Mundial, su dictadura militar condujo a un aislamiento internacional de carácter político y económico. En 1956 Marruecos adquiere su independencia y se pone en marcha un plan de estabilización económica del país.

En 1969 Franco nombra a Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII, príncipe de España, su sucesor a título de Rey.

Franco murió en 1975, estableciéndose una Monarquía Constitucional. Tras las primeras elecciones democráticas Adolfo Suárez, del partido de Centro Democrático, fue elegido presidente, introduciéndose importantes reformas políticas e iniciándose las negociaciones para la entrada de España en las Comunidades Europeas. Tras su dimisión en 1981, en la misma ceremonia de investidura de su sucesor Calvo Sotelo, tuvo lugar un intento de golpe de Estado, que fue abortado en un día. las siguientes elecciones de 1982, trajeron la victoria del Partido Socialista Español, con Felipe González como presidente, que se mantendría en el poder durante las tres siguientes legislaturas.

En 1985 España entra en la OTAN y en 1986 ingresó en la Comunidad Europea. En 1992 España aparece de forma llamativa en el escenario internacional con la celebración de los Juegos Olímpicos en Barcelona, la declaración de Madrid como Ciudad Cultural Europea, y la celebración en Sevilla de la Exposición Universal EXPO' 92.

Siglo XXI

El Siglo XXI empezó con los efectos del 11 de septiembre de 2001, que llevaron a España a implicarse en dos conflictos: la Guerra de Afganistán y la invasión de Iraq. Este último conflicto y la gestión del atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid provocaron un distanciamiento entre el gobierno y parte de la opinión pública española. Todo ello desembocó en la elección de un nuevo gobierno del PSOE, tras las elecciones generales celebradas el 14 de marzo de 2004.

El euro, moneda oficial en la llamada «Zona Euro» de Europa desde 1999, se convirtió en la moneda de cambio oficial el 1 de enero de 2002, reemplazando a la peseta. Los ciudadanos lo empezaron a usar en la vida cotidiana, a pesar de las protestas por la subida encubierta de los precios que supuso este cambio de moneda.

Entre 1993 y 2007 se produjo una importante expansión de la economía española, basada fundamentalmente en el sector de la construcción, que quedó amenazada por las consecuencias globales de la crisis económica de 2008.

A finales del Siglo XX España recibió a una gran cantidad de inmigrantes de países latinoanoamericanos como Ecuador, Colombia, Argentina, Bolivia, Perú o República Dominicana, así como de diferentes zonas de África, Asia y Europa.

El Partido Socialista Obrero Español ganó las elecciones celebradas el 14 de marzo de 2004, convirtiéndose José Luis Rodríguez Zapatero en el quinto presidente del gobierno de la democracia.

Con Zapatero como Presidente del Gobierno se retiran las tropas españolas que permanecían en Iraq. Ello ocasionó un considerable enfriamiento de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos. Se firmó la Constitución Europea y se realizó el referéndum de la Constitución Europea, en el que los ciudadanos españoles aprueban el tratado. También se aprobó el matrimonio homosexual, entre otras reformas de carácter social prometidas en el programa electoral de los socialistas.

Gobierno y política

Es una monarquía parlamentaria, con un monarca hereditario que ejerce como Jefe de Estado —el Rey de España—, y un parlamento bicameral, las Cortes Generales.

División de poderes

El poder ejecutivo lo forma un Consejo de Ministros presidido por el Presidente del Gobierno, que ejerce como Jefe de Gobierno. Es el monarca quien propone al Presidente del Gobierno tras las elecciones generales y quien lo mantiene en el cargo mientras conserve la confianza del Congreso de los Diputados.

El poder legislativo se establece en las Cortes Generales, que son el órgano supremo de representación del pueblo español. Las Cortes Generales se componen de una cámara baja, el Congreso de los Diputados, y una cámara alta, el Senado. El Congreso de los Diputados cuenta con 350 miembros elegidos por votación popular, en listas cerradas y mediante representación proporcional elegidos por circunscripciones provinciales, para servir en legislaturas de cuatro años. El sistema no es absolutamente proporcional puesto que existe un número mínimo de escaños por circunscripción y se usa un sistema proporcional levemente corregido para favorecer las listas mayoritarias (el Sistema d'Hondt).

El Senado cuenta actualmente con 259 escaños, de los cuales 208 son elegidos directamente mediante voto popular, por circunscripciones provinciales, en cada una de las cuales se eligen 4 senadores, siguiendo un sistema mayoritario (3 para la lista mayoritaria, 1 para la siguiente), excepto en las islas, Baleares y Canarias (en los que la circunscripción es la isla) y los otros 51 son designados por los órganos regionales para servir, también, por períodos de cuatro años.

El poder judicial está formado por el conjunto de Juzgados y Tribunales, integrado por Jueces y Magistrados, que tienen la potestad de administrar justicia en nombre del Rey.
Comunidades autónomas de España.

Es en la actualidad lo que se denomina un “Estado de Autonomías”, un país formalmente unitario pero que funciona como una federación descentralizada de comunidades autónomas, cada una de ellas con diferentes niveles de autogobierno.

Las diferencias dentro de este sistema se deben a que el proceso de traspaso de competencias del centro a la periferia fue pensado en un principio como un proceso asimétrico, que garantizase un mayor grado de autogobierno sólo a aquellas comunidades que buscaban un tipo de relación más federalista con el resto de España –comunidades autónomas de régimen especial– (Andalucía, Cataluña, Galicia, Navarra y País Vasco). Por otro lado, el resto de comunidades autónomas –comunidades autónomas de régimen común– dispondría de un menor autogobierno. Sin embargo, estaba previsto que a medida que fueran pasando los años, estas comunidades fueran adquiriendo gradualmente más competencias.

Está considerada como uno de los países europeos más descentralizados, ya que todos sus diferentes territorios administran de forma local sus sistemas sanitarios y educativos, así como algunos aspectos del presupuesto público; algunos de ellos, como el País Vasco y Navarra, además administran su financiación pública sin casi contar (a excepción del cupo) con la supervisión del gobierno central español.

En el caso de Cataluña, Navarra y el País Vasco, están equipados con sus propios cuerpos policiales, totalmente operativos y completamente autónomos que remplazan las funciones de la Policía Nacional en estos territorios, salvo en Navarra todavía en proceso de traspaso.

Organización territorial

Es una nación organizada territorialmente en 17 comunidades autónomas y 2 ciudades autónomas. El Título VIII de la constitución establece la organización territorial del Estado en municipios, provincias y comunidades autónomas, éstas con competencias para gestionar sus propios intereses con un amplio nivel de autonomía, poderes legislativos, presupuestarios, administrativos y ejecutivos en las competencias exclusivas que el Estado les garantiza a través de la Constitución y de cada Estatuto de autonomía. Aunque Navarra no se constituyó propiamente en Comunidad Autónoma, siendo una Comunidad Foral, y no habiendo desarrollado un Estatuto de Autonomía, sino articulando un amejoramiento de sus fueros tradicionales, es considerada comunidad autónoma a todos los efectos, según la interpretación del Tribunal Constitucional.

Cada comunidad autónoma está formada por una o varias provincias, haciendo un total de 50.

Demografía

España contaba con 45.989.016 habitantes al 1 de enero de 2010.

La densidad de población, de 91,13 hab/km², es menor que la de la mayoría de otros países de Europa Occidental y su distribución a lo largo del territorio es muy irregular: las zonas más densamente pobladas se concentran en la costa y alrededor de Madrid, mientras que el resto del interior se encuentra muy débilmente ocupado.

Áreas metropolitanas

La creación de entidades administrativas que agrupen a los municipios que constituyen un área metropolitana está en manos de las comunidades autónomas. Hasta el momento, no existe ninguna área metropolitana regulada por un órgano administrativo. Así, por ejemplo, el Área Metropolitana de Barcelona fue suprimida en 1987 por la Generalidad de Cataluña. Algunas áreas metropolitanas coinciden, no obstante, con comarcas, cuya regulación está también en manos de las comunidades autónomas.

En cualquier caso, según estudios no oficiales, las áreas metropolitanas en sentido demográfico que sobrepasaban en 2006 los 500.000 habitantes son las siguientes:

Principales áreas metropolitanas.

  • Área metropolitana de Madrid (5.883.521 habitantes)
  • Área metropolitana de Barcelona (3.150.380 habitantes)
  • Área metropolitana de Valencia (1.810.663 habitantes)
  • Área metropolitana de Sevilla (1.438.451 habitantes)
  • Área metropolitana de Málaga (965.371 habitantes)
  • Área metropolitana de Bilbao (949.939 habitantes)
  • Área metropolitana central de Asturias (857.495 habitantes)
  • Área metropolitana de Alicante-Elche (725.395 habitantes)
  • Área metropolitana de Zaragoza (688.643 habitantes)
  • Área metropolitana de Vigo (659.632 habitantes)
  • Área metropolitana de Granada (500.469 habitantes)
  • Área metropolitana de la Bahía de Cádiz-Jerez (621.712 habitantes)
  • Área metropolitana de Las Palmas de Gran Canaria (628590 habitantes)
  • Área metropolitana de Santa Cruz de Tenerife (392.431 habitantes)
  • Área metropolitana de Murcia (576.383 habitantes)

Economía

Es la octava potencia económica mundial, como así lo ha sido en numerosos años, y ha llegado a ser la séptima, según el PIB nominal. Tradicionalmente España ha sido un país agrícola y aún es uno de los mayores productores de Europa occidental, pero desde mediados de la década de 1950 el crecimiento industrial fue rápido y pronto alcanzó un mayor peso que la agricultura en la economía del país.

Una serie de planes de desarrollo, que se iniciaron en 1964, ayudaron a expandir la economía, pero a finales de la década de 1970 comenzó un periodo de recesión económica a causa de la subida de los precios del petróleo, y un aumento de las importaciones con la llegada de la democracia y la apertura de fronteras.

Con posterioridad, se incrementó el desarrollo de las industrias del acero, astilleros, textiles y mineras. En la actualidad, la terciarización de la economía y de la sociedad española queda clara tanto en el producto interior bruto (contribución en 2005: un 67%) como en la tasa de empleo por sectores (65%).

Los ingresos obtenidos por el turismo permiten equilibrar la balanza de pagos. Desde que España ingresó como miembro de pleno derecho en la Unión Europea las políticas económicas han evolucionado en función de esta gran organización supranacional (PAC, IFOP,...).

Agricultura

La agricultura fue hasta la década de 1960 el soporte principal de la economía española, pero actualmente emplea solo alrededor del 5% de la población activa. Los principales cultivos son trigo, cebada, remolacha azucarera (betabel), maíz, patatas (papas), centeno, avena, arroz, tomates y cebolla. El país tiene también extensos viñedos y huertos de cítricos y olivos.

En 2005 la producción anual (expresada en t) de cereales fue de 14 millones; de los cuales 3,8 fueron de trigo, 8,3 de cebada, 4 de maíz y 126.100 t de centeno. La producción anual de otros importantes productos era: 6,7 millones de toneladas de remolacha azucarera, 2,6 millones de patatas, 5,9 millones de uvas, 3,9 millones de tomates, casi 3 millones de naranjas, y algo menos de 1 millón de cebollas.

Las condiciones climáticas y topográficas hacen que la agricultura de secano sea obligatoria en una gran parte de España. Las provincias del litoral mediterráneo tienen sistemas de regadío desde hace tiempo, y este cinturón costero que anteriormente era árido se ha convertido en una de las áreas más productivas de España, donde es frecuente encontrar cultivos bajo plástico.

En el valle del Ebro se pueden encontrar proyectos combinados de regadío e hidroeléctricos. Grandes zonas de Extremadura están irrigadas con aguas procedentes del río Guadiana por medio de sistemas de riego que han sido instalados gracias a proyectos gubernamentales (Plan Badajoz y regadíos de Coria, entre otros). Las explotaciones de regadío de pequeño tamaño están más extendidas por las zonas de clima húmedo y por la huerta de Murcia y la huerta de Valencia.

Ganadería

En especial la ovina y la porcina, tiene una importante trascendencia económica. En 2005 la cabaña ganadera contaba con 22,7 millones de cabezas de ganado ovino, 25,1 millones de ganado porcino, 6,5 millones de ganado vacuno, 3 millones de ganado caprino, 240.000 cabezas de ganado caballar y 131 millones de aves de corral. En España se produjeron cerca de 32 millones de kg de miel en el año 2001.

Selvicultura y pesca

El corcho es el principal recurso forestal de España y en 2001 la producción fue de 57.581 toneladas. La producción de pulpa de papel y madera de los bosques españoles es insuficiente para cubrir las necesidades del país.

La industria pesquera es menos importante hoy para la economía española que en tiempos pasados, a pesar de que ocupa los primeros puestos entre los países europeos tanto por el volumen de su flota como el de las capturas. La captura anual ascendió a 1,2 millones de t en 2004 y estaba formada principalmente por atún, calamares, merluza, sardinas, anchoas, caballa, pescadilla y mejillones. Desde hace unas décadas la acuicultura (marina y continental) ha tenido un gran desarrollo, destacando la cría de dorada, lubina, mejillón, truchas, rodaballo y salmón; la producción total en 2003 fue de 311.287 toneladas.

Minería

La minería española desde 1996 ha estado marcada por la reducción progresiva y obligada en la extracción de carbones, un cierto estancamiento en la minería metálica y el crecimiento constante de los minerales y rocas industriales (celestina, sulfato sódico, sepiolita, fluorita, yeso, feldespato, pizarra, mármol, granito…) cada vez con mayor peso en el sector minero.

En 2001 los principales productos mineros energéticos fueron el lignito y la hulla; entre los minerales metálicos destacó el cinc y entre las rocas y minerales industriales, la sal común y las arcillas especiales.

En el 2003 la producción minera anual (en toneladas) englobaba unos 20,6 millones de carbón y lignito, 265.000 de mineral de hierro, 70.000 de concentrados de cinc, 2.000 de plomo, 6,5 millones de yeso, y 2.409.554 barriles de petróleo crudo al año.

Las principales minas de carbón están en la provincia de Asturias y en el norte de la provincia de León; los principales depósitos de mineral de hierro se encuentran alrededor de Santander y Bilbao; Almadén, en la provincia de Ciudad Real fue muy productiva en la extracción de mercurio; y Andalucía destaca por la minería metálica, con más de la mitad de la producción del país.

Industria

En España se producen, entre otros, textiles, hierro y acero, vehículos de motor, productos químicos, confección, calzado, barcos, refino de petróleo y cemento, destacando por su valor los sectores industriales de la alimentación y bebidas y del material de transporte, entre los que cabe destacar el sector del automóvil y el sector industrial aeronáutico.

Es uno de los primeros productores mundiales de vino; la producción en 2003 fue de unos 30 millones de hectolitros. La industria siderúrgica, antes de su reconversión de la década de 1990, estuvo concentrada en Bilbao, Santander, Oviedo y Avilés.

Turismo

Es el segundo país del mundo que recibe más turistas extranjeros, según datos de la Organización Mundial de Turismo, tan sólo por detrás de Francia, y disfruta de una cuota del 7% del turismo mundial, por delante de Estados Unidos e Italia.

Cataluña es el primer destino turístico de España y el segundo destino turístico son las islas Baleares, después están las islas Canarias, Andalucía, la Comunidad Valenciana, y Madrid. Cabe señalar que la capital española alberga la sede de la Organización Mundial del Turismo.

Arte

Los diferentes pueblos que pasaron por España a lo largo de la Historia, la situación fronteriza de la Península entre dos continentes con tradiciones culturares muy diversas, el largo perídodo de influencia política de la monarquía hispánica, y la expansión de la misma en el continente americano, han determinado que el acervo cultural, artístico y patrimonial de España sea uno de los más ricos, variados e influyentes de Occidente.

Ha sido cuna de grandes autores en prácticamente todas las disciplinas artísticas, siendo singularmente relevante la aportación española al campo de la pintura, con genios de signficación universal, como Velázquez, Goya o Picasso, y de la literatura, que ha dado los nombres imprescindibles de Cervantes, Quevedo, Galdós o Lorca, entre otros muchos.

Fiestas y Tradiciones

Lo más conocido mundialmente entre las tradiciones folclóricas españolas son ciertamente el Flamenco y los Toros. Las Corridas de Toros se encontrará en realidad por todo el país, siendo internacionalmente los más populares y conocidos espectáculos los encierros que se celebran durante los Sanfermines en Pamplona. Pero las corridas de toros son una parcela que aparecerá en España en cualquier Fiesta.

Flamenco, de otro lado, es la tradición folclórica del sur, en particular de Andalucía. Y es en esta tierra donde conocerá las raíces del cante, la guitarra y el baile flamenco. En Abril se celebra la Feria de Abril, en Sevilla, una semana repleta de cante y baile, donde se bebe vino de Jerez y otros deliciosos caldos de la zona, acompañados de jamón y queso viejo entre otros manjares de la zona....así que al que le gusten estas cosas no debiera perdérselo; si es que encuentra alojamiento en estas fechas (tarea nada fácil), ahora bien, ya puestos a hacer el viaje, porqué no llegar unas dos semanas antes de la feria y disfrutar de la otra celebración excepcional que la ciudad ofrece, la Semana Santa, con sus famosas cofradías.

Otro acontecimiento que atrae a millones de personas a un pequeño pueblo situado en la provincia de Huelva, es El Rocío, una romería al pueblo del mismo nombre donde se venera a la Virgen del Rocío.

En tradicionales y simples carretas adornadas y dentro del más auténtico tipismo flamenco acudirán multitudes, no sólo de la zona sino de puntos muchos más alejados, a pie, a caballo o en carreta, celebrando un espectáculo único, donde folclore y alegría se mezcla con religiosidad en una curiosa y colorida combinación.

Otra fiesta excepcional "Las Fallas de San José" en Valencia, que se celebran en Marzo, cuando toda la ciudad se convierte en un escenario enorme de fiesta y arte, con inmensas cantidades de la más extraordinaria pirotecnia.

Cerca de Valencia se encuentra la localidad de Buñol, donde todos los años, el último miércoles de Agosto se celebra la Tomatina; la batalla de tomates más grande del mundo. Más de 40.000 personas, 100 toneladas de tomate, son cifras que indican la dimensión del evento, donde durante una hora se bombardea con tomates a todo el que se mueve. El inicio de esta tradición es tan simple como jocoso, ya que se remonta a una pelea multitudinaria que ocurrió en 1945 durante un desfile de "gigantes y cabezudos", parece que los habitantes no encontraron mejor armamento que los tomates que cogieron de un puesto de verduras allí situado. Lo interesante de ello es que se ha convertido en un evento excepcional al que acuden miles de visitantes de diversos países.

Una semana salvaje se podrá encontrar también en San Sebastián durante el mes de febrero, cuando se celebra La Tamburrada.

Las fiestas más típicas de Madrid son las de "San Isidro", en Mayo. En estas fechas se celebran unas de las más importantes corridas de toros del año.

El Carnaval tiene su popularidad en muy diversos puntos del país, siendo muy conocidos el de Santa Cruz de Tenerife, por su belleza, el de Sitges y el de Cádiz.

Arquitectura

Las obras arquitectónicas más antiguas de España se remontan a la cultura megalítica, aproximadamente 3.000 años a.n.e.. Desde este período hasta la romanización de la Península Ibérica vamos a encontrar interesantísimos hallazgos y asentamientos de lo que se ha llamado de modo genérico la civilización íbera o Ibérica. Sin embargo no son éstos probablemente los monumentos arquitectónicos que uno mejor conoce de España, por lo que una profundización en este sentido podría llevar al visitante a encontrar verdaderas sorpresas en diversas regiones de la península, sobre todo en la zona levantina y al sur, en lo que a íberos se refiere, y al norte, referente a pueblos celtas o nórdicos en general.

De épocas tampoco tan recientes, como la romana, se encuentran monumentos en el país, siendo los más importantes el colosal Acueducto de Segovia y las ruinas romanas de Mérida.

Pero quizás lo que realmente ha sorprendido al visitante durante décadas es lo que la época musulmana ha dejado como herencia.

La gran Mezquita de Córdoba es uno de los monumentos más admirados, el otro es, por supuesto, la Alhambra de Granada un palacio sorprendentemente bien conservado en su estado original.

Cuando se habla de la España mora, árabe, o musulmana, se habla de una particularidad de la historia del arte europeo que puede resultar confusa. Pues mientras Europa continúa en la época feudal, tras la caída del Imperio Romano, a evolucionar en sus líneas visigóticas y posteriormente románicas y góticas, España entra en este capítulo de la historia con una invasión africana que, desde el Sur, llega a casi toda la península.

Sólo al Norte se conservarían algunos reductos o reinos independientes que continuarían edificando en un estilo europeo medieval y que sucesivamente irían tratando durante siglos de reconquistar el territorio dirección al Sur. Estos portarían consecuentemente esta influencia europea medieval a territorios que por corto o largo espacio de tiempo habían estado bajo la influencia musulmana en sus costumbres y en su arte.

De otro lado cuando los moros llegaron a la Península Ibérica, su estilo era netamente africano, pero tras 800 años asentados en ella, lógicamente se fueron hispanizando progresivamente, alejándose de las tendencias africanas que siglos atrás hubieran traído con ellos. Crearon entonces un estilo sui generis, no exento de importantes novedades técnicas y estilísticas que se diferenciaba, siglos más tarde, de lo que se construía en África. Este estilo propio llega a su punto culminante en el estilo Califal, generado en Córdoba, y que tuvo como máximo exponente a la Mezquita.

Estos 800 años de historia estarían caracterizados por una España muy mestiza, en la que convivirían en paz tres poblaciones con religiones diversas, los judíos, los musulmanes y los cristianos. Al igual que en territorio musulmán se respetaba la libertad de religión por la que judíos y cristianos pudieron seguir viviendo en paz y de acuerdo a sus costumbres, en los territorios reconquistados, hasta la época de los Reyes Católicos, también se permitiría a musulmanes y judíos continuar viviendo conforme a sus tradiciones en territorio reconquistado. Es precisamente esta característica la que crea esta curiosa fusión de estilos tan característicamente hispana, donde vemos monumentos de estilo mozárabe, mudéjar, y todas las combinaciones posibles, (gótico-mudéjar, románico con ornamentos mozárabes, etc.).

La palabra mozárabe procede del árabe mustab' rab que significa que quiere parecer árabe, y así se denominaba a los cristianos que permanecieron en territorio conquistado manteniéndose fieles a su religión. A su estilo arquitectónico se le denominó así por extensión, y se caracterizaba por el uso de técnicas constructivas esencialmente visigóticas, modificadas por la influencia califal.

De otro lado la palabra mudéjar proviene de la árabe mudeyyen, que significa al que se le permite permanecer, se trataba de musulmanes que vivían en territorio hispano-cristiano. De nuevo su estilo arquitectónico se denomina del mismo modo, y se, puede definir como el existente entre los siglo XI al siglo XV, en el que se mezclan elementos cristianos (románicos o góticos) con estructuras, materiales y elementos decorativos musulmanes.

Cuando España estaba aún ocupada por los moros en el Sur, al Norte coexistieron reinos visigodos, como se ha dicho, aquellos que durante siglos se empeñarían en la Reconquista de lo que anteriormente había sido territorio cristiano.

Es por esta razón por lo que en esta zona se encuentran importantes joyas arquitectónicas de estilo Visigótico y Románico. Exponentes de este estilo arquitectónico encontramos especialmente siguiendo la ruta del "Camino de Santiago", que se establecería con gran empeño como baluarte de la cristiandad.

En el siglo XII se introduce en España el estilo Gótico, llegando a su máxima importancia durante el s. XIII, cuando se construyeron la Catedral de Burgos, la Catedral de Toledo y la Catedral de León.

La llegada del Renacimiento a España está rodeada de nuevo de peculiaridades hispánicas. Esta época coincide con el final de la Reconquista, cuando los Reyes Católicos toman Granada, la que fue el último enclave musulmán, coincide, en segundo lugar, con el descubrimiento de América y, en tercer lugar, con la unificación de España bajo la corona de Castilla. Este último aspecto conlleva un intenso esfuerzo por parte de la corona y de la iglesia católica en utilizar la cristiandad como elemento unificador, terminando con ello la larga tradición de libertad religiosa.

Todos estos elementos llevan a España a enfocar el renacimiento también de una forma muy sui generis, y a pesar de que también se construye en el más puro estilo renacentista italiano, nos encontramos con una tendencia netamente hispana y mucho más ornamental que la italiana: El estilo Plateresco, nombre con el que se designa al primer Renacimiento español que abarca los reinados de los Reyes Católicos, Carlos V y Felipe II. El nombre procede del parecido existente entre el tratamiento de la piedra calada, en complicadas y finas filigranas, con el de la plata en la orfebrería. Uno de los monumentos más representativos de este estilo arquitectónico es la Universidad de Salamanca.

El barroco en España coincide quizás con una de las épocas más prolíficas y gloriosas del arte español. En arquitectura aparecen dos visiones muy diversas que pudieran considerarse hasta contradictorias: El estilo Herreriano, de Juan de Herrera, de gran austeridad, cuyo exponente más representativo es el Monasterio del Escorial en Madrid, y el estilo Churrigueresco, llamado así tras la obra de la familia Churriguera, de ornamentación recargada e imaginación desbordada, en la que late el tipismo español. Adicionalmente en Galicia se observa un excepcional auge barroco creándose un estilo propio, llamado Barroco Compostelano, con Santiago de Compostela como centro del mismo.

El modernismo en España de nuevo representa un importante papel dentro del contexto arquitectónico internacional, con importantes arquitectos, sobre todo en Barcelona, que llegarían a revolucionar los esquemas tradicionales.

El más conocidomundialmente fue quizás Antoni Gaudí y su gran catedral la Sagrada Familia. Pero el movimiento evolutivo no cesa y, hasta hoy, se puede considerar a Barcelona como un centro internacional de la arquitectura más innovadora.

Deportes

El deporte en España es dominado, principalmente, por el fútbol (desde el siglo XX), el baloncesto, el ciclismo, el tenis, el balonmano, y

Equipo de Futbol de España

por los deportes de motor, siendo el atletismo el más practicado. Hoy en día, España, es una potencia mundial en el ámbito deportivo, sobre todo desde los Juegos Olímpicos de 1992 en la ciudad de Barcelona, que promocionó gran variedad de deportes en el país. España es una potencia mundial en las artes marciales, especialmente karate, taekwondo y judo .

Ha tenido campeones del mundo en deportes tan dispares como: fútbol sala, pádel, balonmano, hockey patines, waterpolo, vela, karate, judo, taekwondo, boxeo, tenis, atletismo, gimnasia, trial, enduro, triatlón, natación, windsurf, golf, motociclismo, rally, ciclismo y, más recientemente, Fórmula 1 y baloncesto.

Fuente

Wikipedia