Siger de Brabante
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Sumario
Profesión
Fue el más notable filósofo averroísta de su época, lo que le llevó a participar en las enconadas polémicas sobre la interpretación de Aristóteles que tuvieron lugar en dicha universidad entre 1266 y 1276.
Pensamiento cristiano
Siger era un convencido aristotélico, lo mismo que Santo Tomás de Aquino; sin embargo, a diferencia de éste, no tendió a la cristianización de Aristóteles, sino a la difusión de su carácter histórico genuino. Frente a la interpretación de Santo Tomás de Aquino de que la razón y la fe no podían entrar en contradicción, Siger de Brabante pretendía extraer las consecuencias racionales de la lectura de Aristóteles, sin tener en cuenta su acuerdo con los dogmas de fe.
Interrupción de su labor docente
Así, llegó a sostener la mortalidad del alma humana, y que sólo el intelecto agente, común a toda la humanidad, era inmortal, entre otras afirmaciones que terminaron por ser condenadas (en número de 219) por la Iglesia. Forzado a la interrupción de su labor docente y citado ante el gran inquisidor de Francia, Simon de Val, Siger abandonó el territorio francés y se dirigió a Orvieto, donde residía la corte pontificia, a la cual, probablemente, debió de apelar, pero pereció allí trágicamente, apuñalado por su secretario enloquecido.
Teoría de la doble verdad
Siger de Brabante declaró inútil la tendencia a establecer una concordancia entre la filosofía y la teología, o sea entre las conclusiones racionales y la verdad revelada. Consideraba que los dogmas de fe eran verdaderos, pero que las conclusiones racionales de la filosofía eran necesarias, en lo que ha venido a llamarse teoría de la doble verdad.
Obras y comentarios
Compuso diversas obras, entre las cuales figuran comentarios a la Metafísica, la Física y otros textos de Aristóteles; atrajeron singularmente la atención de sus contemporáneos y de los historiadores posteriores sus comentarios a Del alma.
Fuente
- Biografía de Siger de Brabante publicada en el Portal Biografías y Vidas