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Luego de inaugurado el [[Teatro Sauto|Teatro Esteban]], el viejo coliseo de la calle Manzano quedó sumido en el más profundo olvido. Entonces fue una logia masónica, una lavandería, un garaje, lo fragmentaron para casa de vivienda, y por último, un almacén y comedor obrero.  
 
Luego de inaugurado el [[Teatro Sauto|Teatro Esteban]], el viejo coliseo de la calle Manzano quedó sumido en el más profundo olvido. Entonces fue una logia masónica, una lavandería, un garaje, lo fragmentaron para casa de vivienda, y por último, un almacén y comedor obrero.  
  
Tras más de 140 años de olvido, el recinto del Principal volvió a ser testigo de las voces y gestos de otros artistas. Inspiradas en aquellas que provocaron en otro tiempo la lágrima o la sonrisa, éstas eran voces nuevas. La primera actriz, [[Miriam Muñoz Benítez|Miriam Muñoz]] , no satisfecha con su aplaudido desempeño histriónico, concibió la feliz idea de revivir aquel espacio con su proyecto teatral [[Grupo_de_Teatro_Icarón|Icarón]] . Todo ocurrió como si de pronto todas las musas hubieran reparado en el solitario e ignorado escenario. La historia parecía reivindicarlo, cuando, en [[1999]] la experimentada actriz llevó a sus jóvenes alumnos a conocer y habitar el lugar.<br>Una atmósfera especial le fue impresa por el diseñador [[Rolando Estévez Jordán|Rolando Estévez]] a la parte del local que pudo ser recuperada. Se inició entonces un nuevo capítulo para el teatro.
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Tras más de 140 años de olvido, el recinto del Principal volvió a ser testigo de las voces y gestos de otros artistas. Inspiradas en aquellas que provocaron en otro tiempo la lágrima o la sonrisa, éstas eran voces nuevas. La primera actriz, [[Miriam Muñoz Benítez|Miriam Muñoz]] , no satisfecha con su aplaudido desempeño histriónico, concibió la feliz idea de revivir aquel espacio con su proyecto teatral [[Grupo_de_Teatro_Icarón|Icarón]] . Todo ocurrió como si de pronto todas las musas hubieran reparado en el solitario e ignorado escenario. La historia parecía reivindicarlo, cuando, en [[1999]] la experimentada actriz llevó a sus jóvenes alumnos a conocer y habitar el lugar.<br>
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Una atmósfera especial le fue impresa por el diseñador [[Rolando Estévez Jordán|Rolando Estévez]] a la parte del local que pudo ser recuperada. Se inició entonces un nuevo capítulo para el teatro.
  
 
{{Sistema:Cita|“De niña caminaba mucho por delante del Teatro Principal. Era mi sueño trabajar en su interior, porque de pequeña supe que había sido muy importante en el siglo XIX. Averigüé por ese, el primer teatro de Matanzas, y conocí todas las historias que guarda el lugar y decía: ‘Yo quiero estar un día aquí’. En el año [[1997|97]] el pueblo de Matanzas me selecciona como delegada a la [[Asamblea Municipal del Poder Popular|Asamblea]] y allí empecé a averiguar cómo podía rescatarlo. Un [[29 de enero]] de [[2001]] me hacen entrega oficial de la planta alta. Nosotros echamos el piso de la parte de adelante, pintamos las puertas y empezamos a darle vida a ese teatro que hacía cien años no encendía las luces. Incluso, logré poner una tarja que decía Teatro Principal y el año de la fundación”.|[[Miriam Muñoz Benítez]]}}  
 
{{Sistema:Cita|“De niña caminaba mucho por delante del Teatro Principal. Era mi sueño trabajar en su interior, porque de pequeña supe que había sido muy importante en el siglo XIX. Averigüé por ese, el primer teatro de Matanzas, y conocí todas las historias que guarda el lugar y decía: ‘Yo quiero estar un día aquí’. En el año [[1997|97]] el pueblo de Matanzas me selecciona como delegada a la [[Asamblea Municipal del Poder Popular|Asamblea]] y allí empecé a averiguar cómo podía rescatarlo. Un [[29 de enero]] de [[2001]] me hacen entrega oficial de la planta alta. Nosotros echamos el piso de la parte de adelante, pintamos las puertas y empezamos a darle vida a ese teatro que hacía cien años no encendía las luces. Incluso, logré poner una tarja que decía Teatro Principal y el año de la fundación”.|[[Miriam Muñoz Benítez]]}}  
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Las Tertulias del Teatro Principal, constituyeron una aventura del intelecto y del buen arte. [[Rolando_Estévez_Jordán|Estévez]], su anfitrión, intercambió en ellas con personalidades de la cultura nacional como la poetisa [[Nancy Morejón|Nancy Morejón]] , el cineasta [[Enrique Pineda Barnet|Enrique Pineda Barnet]] y la compositora y directora coral [[Zelaida Menéndez|Zelaida Menéndez]] . Sucesos todos memorables para una ciudad que se precia por su apego a la espiritualidad y que debieron interrumpirse (el [[Grupo_de_Teatro_Icarón|Icarón ]] continúa su faena en otras sedes), al declararse el inmueble en peligro de derrumbe. Después de este renacimiento, los matanceros conscientes de su pasado y de lo que a él deben tributar, confían en que el olvido no vuelva a rondar las paredes de su entrañable teatro. Por el contrario, realidad y leyenda, fusionadas en una, pugnan porque las puertas del coliseo de la calle Manzano se abran a su nuevo público. Que siga pues la función.
 
Las Tertulias del Teatro Principal, constituyeron una aventura del intelecto y del buen arte. [[Rolando_Estévez_Jordán|Estévez]], su anfitrión, intercambió en ellas con personalidades de la cultura nacional como la poetisa [[Nancy Morejón|Nancy Morejón]] , el cineasta [[Enrique Pineda Barnet|Enrique Pineda Barnet]] y la compositora y directora coral [[Zelaida Menéndez|Zelaida Menéndez]] . Sucesos todos memorables para una ciudad que se precia por su apego a la espiritualidad y que debieron interrumpirse (el [[Grupo_de_Teatro_Icarón|Icarón ]] continúa su faena en otras sedes), al declararse el inmueble en peligro de derrumbe. Después de este renacimiento, los matanceros conscientes de su pasado y de lo que a él deben tributar, confían en que el olvido no vuelva a rondar las paredes de su entrañable teatro. Por el contrario, realidad y leyenda, fusionadas en una, pugnan porque las puertas del coliseo de la calle Manzano se abran a su nuevo público. Que siga pues la función.
  
En el año [[2005]] se quiebra la columna principal de la estructura y el teatro colapsa.  
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En el año [[2005]] se quiebra la columna principal de la estructura y el teatro colapsa.
  
 
== Fuentes  ==
 
== Fuentes  ==

Revisión del 16:04 17 ene 2023

Teatro Principal de Matanzas
Información sobre la plantilla
Teatro principal matanzas.JPG
Nombre del Autor:Juan José Romero y José Dehogues
Ubicación Geográfica:Ciudad de Matanzas, Bandera de Cuba Cuba

Teatro principal de Matanzas. Lugar donde la ciudad consolidó sus primeros movimientos culturales. Sitio donde muchos matanceros soñaron e hicieron suyos los misterios del arte; su escenario fue puerta y puente que unió a lo mejor de la cultura en su tiempo. El viejo coliseo de la calle Manzano fue el centro del alma y la cultura de los matanceros durante cerca de cuarenta años.

Breve reseña histórica

Unas décadas antes de que la Ciudad de los Puentes se engalanara con la magnificencia del Teatro Estéban (Sauto), exactamente en 1828, se estructura el primer teatro verdadero de Matanzas, el cual en sus inicios llamaron el Teatro de Manzano y luego, para diferenciarlo de uno abierto posteriormente en el barrio de Pueblo Nuevo, le dieron el nombre de Teatro Principal de Matanzas. Surgió como solución ante la necesidad de un lugar apropiado para satisfacer a una sociedad cada vez más adinerada y culta.

Por su escenario desfilaron figuras cubanas y extranjeras de renombre internacional, como la afamada bailarina austríaca Fanny Essler o los músicos Pablo Desvernine, Rafael Díaz Albertini y José White, todos con carreras destacadas en Europa.

El inmueble también fue testigo de la representación y estreno de importantes obras del teatro cubano del siglo XIX, con autores de la talla de José Jacinto Milanés, Gertrudis Gómez de Avellaneda y Miguel Teurbe Tolón. En él se formaron algunos de los artistas más destacados de la Matanzas decimonónica, como Úrsula Deville, White, Concepción Cirartegui y los hermanos Justo y Adolfo Diez. Fue el primer teatro cubano en acoger bailes públicos donde hacían música tanto negros como blancos. Pero llegado un punto, sus condiciones quedaron obsoletas para un público ávido de grandes espectáculos.

Este coliseo, aunque pequeño y de escasa relevancia arquitectónica, contribuyó notablemente a realzar la bonanza cultural de esta localidad. Su fachada, la más antigua de un teatro en el continente americano, continúa siendo testigo de una rica tradición cultural perfectamente perceptible en la obra creadora de poetas, pintores, músicos, dramaturgos y artistas de todos los géneros.

La razón de llevar a cabo la construcción del Teatro Principal de Matanzas fue la pobreza material del teatro que le antecedió, el cual funcionó entre 1822 y 1828. Las características de aquel viejo “teatrico” no se correspondían con el crecimiento económico de la ciudad matancera de la época, considerada entonces la segunda plaza mercantil de la Isla.

Esta fue la razón que finalmente alentó a algunos vecinos y en particular a Juan José Romero y José Dehogues a construir uno de mampostería en los terrenos que le hipotecaron a la parda libre María Ignacia Morales.

La construcción original estaba compuesta por dos plantas de palcos, los del piso alto costaban 20 reales por función y los del bajo 17 reales. Tras los palcos del segundo piso había una galería cuyo precio era de 3 reales y delante de los colocados en el primer piso estaban las lunetas a un precio de 2 reales por función. De la construcción original sólo se conserva el frente.

El Teatro Principal de Matanzas emergió al panorama artístico matancero con no pocas deficiencias, puesto que no era lo suficientemente amplio y poseía poca ventilación, no obstante, esto no le impidió erigirse durante más de tres décadas –hasta el nacimiento del teatro Esteban- en uno de los principales escenarios de la Isla, en lo relativo a la recepción de artistas y espectáculos de toda índole.

Arquitectura

Se trata de un edificio neoclásico que tiene dos pisos. Su fachada es perfectamente simétrica y se divide en tres secciones. La parte central aporta la mayor cantidad de elementos característicos del estilo arquitectónico. Por una fotografía publicada en el magazine La Lucha, en el año 1923, se puede determinar que se componía en el primer piso de tres puertas de dos hojas terminadas en arcos de medio punto.

En la segunda planta destacaban otras tres puertas (más estrechas que las anteriores), que permitían el acceso a un balcón y estaban rematadas por arcos de medio punto adornados en su interior con vitrales.

Como colofón de la sección central, el típico frontón triangular del estilo neoclásico. Las otras dos partes que completaban la fachada eran iguales. Contaban con una puerta rectangular de dos hojas en el primer piso y una ventana, también con forma de rectángulo y más estrecha que la puerta, en la planta alta, terminada en una balaustrada simple que pretendía la sensación de balconcillo.

En la actualidad, cuando se mira de frente, la fachada del Principal es un montón de piedra antigua, húmeda, cubierta por cables muy modernos y desorganizados. Las tres puertas de la parte central de la planta baja están clausuradas con bloques de hormigón. Donde estuvo la puerta de la parte izquierda, actualmente bloquea el paso una puerta de zinc. En la parte derecha se conservan las puertas de dos hojas, que son a día de hoy la entrada a una vivienda. En el segundo piso solo permanecen los marcos de las puertas y ventanas y la balaustrada del balcón. El edificio fue declarado en peligro de derrumbe en el 2006.

Valoración como Monumento

Algunas de las principales razones por las que el edificio que un día ocupó el Teatro Principal de Matanzas debe ser valorado como Monumento para la cultura nacional son las siguientes:

Actualidad

Comenzaron a transcurrir los días y el entrañable edificio fue perdiendo, sobre todo en el interior, los rasgos de su antigua apariencia. Hoy, a más de 150 años de la clausura, su fachada continúa en pie, tal vez para recordar que lo genuino y verdaderamente valioso siempre permanece.

Es por ello que nombres como los de Gottschalk, White, Milanés, la Elssler, la Deville, la Patti, Strakosch y otros no pueden ser ignorados. Muchos desconocen, sin embargo, que todos pasearon su virtuosismo por el modesto escenario del Principal matancero.

Luego de inaugurado el Teatro Esteban, el viejo coliseo de la calle Manzano quedó sumido en el más profundo olvido. Entonces fue una logia masónica, una lavandería, un garaje, lo fragmentaron para casa de vivienda, y por último, un almacén y comedor obrero.

Tras más de 140 años de olvido, el recinto del Principal volvió a ser testigo de las voces y gestos de otros artistas. Inspiradas en aquellas que provocaron en otro tiempo la lágrima o la sonrisa, éstas eran voces nuevas. La primera actriz, Miriam Muñoz , no satisfecha con su aplaudido desempeño histriónico, concibió la feliz idea de revivir aquel espacio con su proyecto teatral Icarón . Todo ocurrió como si de pronto todas las musas hubieran reparado en el solitario e ignorado escenario. La historia parecía reivindicarlo, cuando, en 1999 la experimentada actriz llevó a sus jóvenes alumnos a conocer y habitar el lugar.

Una atmósfera especial le fue impresa por el diseñador Rolando Estévez a la parte del local que pudo ser recuperada. Se inició entonces un nuevo capítulo para el teatro.

“De niña caminaba mucho por delante del Teatro Principal. Era mi sueño trabajar en su interior, porque de pequeña supe que había sido muy importante en el siglo XIX. Averigüé por ese, el primer teatro de Matanzas, y conocí todas las historias que guarda el lugar y decía: ‘Yo quiero estar un día aquí’. En el año 97 el pueblo de Matanzas me selecciona como delegada a la Asamblea y allí empecé a averiguar cómo podía rescatarlo. Un 29 de enero de 2001 me hacen entrega oficial de la planta alta. Nosotros echamos el piso de la parte de adelante, pintamos las puertas y empezamos a darle vida a ese teatro que hacía cien años no encendía las luces. Incluso, logré poner una tarja que decía Teatro Principal y el año de la fundación”.
Imágenes del estado constructivo del Teatro Principal de Matanzas_octubre de 2015

Durante cerca de un lustro se estrenaron piezas de dramaturgos nacionales y extranjeros como Egon Wolf, cuyas Flores de papel, resultó ser una de las puestas más elogiadas de Icarón . Cordulocura del actor y La ventana tejida, de los matanceros Gilberto Subiaurt y Ulises Rodríguez Febles son parte ya de esa historia, lo mismo que el Charlot, adaptado por su directora y en el que la palabra es sustituida por la expresividad y elocuencia de los gestos.

Las Tertulias del Teatro Principal, constituyeron una aventura del intelecto y del buen arte. Estévez, su anfitrión, intercambió en ellas con personalidades de la cultura nacional como la poetisa Nancy Morejón , el cineasta Enrique Pineda Barnet y la compositora y directora coral Zelaida Menéndez . Sucesos todos memorables para una ciudad que se precia por su apego a la espiritualidad y que debieron interrumpirse (el Icarón continúa su faena en otras sedes), al declararse el inmueble en peligro de derrumbe. Después de este renacimiento, los matanceros conscientes de su pasado y de lo que a él deben tributar, confían en que el olvido no vuelva a rondar las paredes de su entrañable teatro. Por el contrario, realidad y leyenda, fusionadas en una, pugnan porque las puertas del coliseo de la calle Manzano se abran a su nuevo público. Que siga pues la función.

En el año 2005 se quiebra la columna principal de la estructura y el teatro colapsa.

Fuentes

  • Moliner Castañeda, Israel. El Teatro Principal de Matanzas. Ediciones Matanzas, 2007
  • Cabrera Galán, Mireya. El Teatro Principal de Matanzas.
  • El Portal de la Cultura Matancera