Carga al machete

Carga al machete
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Acción combativa llevada a cabo por los mambises contra las tropas colonialistas en las luchas independentistas de Cuba
Fecha:1868-1898
Lugar:Campos y ciudades de Cuba
Descripción:
Debido a la precariedad y escasez de recursos y armas, el ejército Libertador tuvo que recurrir al uso del machete como parte de sus tácticas y estrategias para poder doblegar a las tropas del Imperio español, uno de los mayores y mejor armados de su época.
Resultado:
El uso de ese instrumento de trabajo convertido en arma sorprendió a los penínsulares y en la práctica atemorizó a los soldados de la metrópoli de tal manera que al oír el toque de a degüello muchas veces las formaciones se debilitaban por el miedo de sus integrantes de ser decapitados.
Consecuencias:
El Ejército Libertador, menor en números y peor armado logró vencer al ejército colonial usando esta y otras estrategias que a la larga le dieron el control de casi todo el territorio cubano aunque la victoria fue frustada al intervenir los norteamericanos e imponer la república neocolonial.
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba y España Bandera de España
Ejecutores o responsables del hecho:
Mambíses
Organizaciones involucradas:
Ejército Libertador

Carga al machete. Acción combativa llevada a cabo por los mambises, miembros del Ejército Libertador de la República en Armas, en las guerras independentistas libradas en el archipiélago cubano de 1868 a 1898, contra los soldados que formaban parte del Ejército de Operaciones de España en Cuba. La misma tenía la peculiaridad de ser ejecutada con ese instrumento de trabajo que devino en formidable arma del combate insurrecto.

Antecedentes

Las cargas militares son maniobras que consisten en un ataque frontal y masivo efectuado con la ayuda de la infantería o la caballería. Es un ataque impetuoso, resuelto y temerario de una tropa contra los combatientes enemigos.

Tienen como objetivo entrar en contacto con el enemigo y desorganizarlo, ya sea por la embestida, o por el fuego (o el lanzamiento de proyectiles antes de la invención de las armas de fuego). La carga rápida limita el tiempo de exposición a los proyectiles y posibilita el hecho de desestabilizar al oponente gracias a la energía cinética almacenada. La carga lenta permite guardar una mayor cohesión en la tropa atacante.

Uso en la antigüedad

Esta táctica fue muy usada por la falange macedonia, formaba parte esencial de las tácticas militares de Alejandro Magno, la paradigmática Táctica del martillo y el yunque. La velocidad aportaba un poder de penetración destructiva mediante las largas picas con las que estaban equipados los infantes macedonios.

En la Edad Media también fue usada por los caballeros europeos. En el siglo XVIII, la infantería de línea perpetuó esta maniobra cargando con la bayoneta que seguía a un breve intercambio de cañonazos. Se cree que la primera carga de este tipo tuvo lugar en la batalla de Espira (1703).

Carga al machete frente a las armas de fuego

Las armas de fuego surgieron y se fueron mejorando cada vez más; más alcance y precisión, mayor cadencia de fuego, etc. lo rasante de sus trayectorias y el gran efecto de sus impactos, convirtieron en difíciles, o casi imposibles los combates en que se realizaran cargas militares usando las armas blancas, bastando la superioridad de las armas de fuego para decidir sobre el terreno el éxito de la lucha.

Sin embargo, a pesar de todo esto, de forma casi increíble, en los territorios del archipiélago cubano, en la época de las guerras independentistas (1868-1898), se suceden estas batallas entre este ejército menor y mal armado (Ejército Libertador) contra el de los colonialistas ibéricos los que a pesar de sus carencias superaron estas dificultades y haciendo uso de las cargas al machete y otras estrategias de la lucha de guerrillas, lograron vencer en la práctica a los soldados hispanos en todas las zonas del territorio insular.

Guerras independentistas cubanas

Céspedes inició las guerras independentistas cubanas donde el machete se usó como una formidable y temible arma de guerra.

Los patriotas cubanos comprendieron que no habría transición pacífica con la metrópolis por lo que se insurreccionaron al grito de:

«¡Independencia o Muerte!»

Dado por Carlos Manuel de Céspedes en La Demajagua y libraron tres contiendas: La Guerra del 68, La Guerra Chiquita y La Guerra Necesaria. Al reclutar a aquellos que intentarían conquistar la independencia y la abolición de la esclavitud, multitudes de esclavos, negros y mulatos libres así como personas pobres se incorporaron con poco o nada para batallar.

Algunas de las armas que habían llegado en expediciones desde naciones vecinas se repartieron a los insurrectos que tenían cierta preparación militar; sin embargo los jefes mambises notaron que aunque la mayoría no poseía armas de fuego o sí las tenían era con escasas municiones, había algo común y era que casi todos los independentistas sí tenían mochas y machetes, así que la necesidad llevó a que estas herramientas de trabajo agrícola fueran convertidas en eficientes armas que ayudaron a combatir y vencer al ejército español y sus diferentes unidades combativas.

Primera carga al machete

Hipótesis basadas en la oralidad

Pepe Antonio y otros antes de él hicieron uso del machete como arma de guerra, pero no es el protagonista de la primera carga al machete.

Algunos medios se han puesto a repetir algunas hipótesis orales contrarias a la historia cubana conocida; en una de ellas se afirma que la primera carga al machete acaeció en los alrededores de Guanabacoa, liderada por Pepe Antonio, en 1762, cuando los ingleses tomaron esa localidad y La Habana.

Investigaciones realizadas por el historiador guanabacoense Marcos Rodríguez Villamil han aportado claridad al respecto.

Ciertamente, no existe evidencia documental alguna acerca de un combate entre los lanceros de Pepe Antonio contra los invasores británicos. Tanto los partes militares de ambos bandos en pugna como los testimonios escritos de la época hablan de seis emboscadas realizadas por las milicias cubanas, pero nada de la envergadura de lo ocurrido en Pinos de Baire. En la resistencia habanera contra la ocupación inglesa, entre otras armas, se usó el machete. No solo en Guanabacoa sino también en Puentes Grandes y en la desembocadura del Almendares.
Lo mismo sucedió en 1741, cuando el almirante Edward Vernon desembarcó en la bahía de Guantánamo con el propósito de fundar una colonia, Cumberland[1], y preparar condiciones para un futuro ataque a Santiago de Cuba. De acuerdo con fuentes británicas, Vernon trajo consigo unas 6 000 personas incluyendo a cerca de 600 colonos norteamericanos. Le hizo una feroz oposición una milicia multiétnica, compuesta por indios, blancos y negros libres y esclavos, la cual en la Llanada del Vínculo emboscó a un destacamento de invasores y machete en ristre, les infligió una gran cantidad de bajas. Las emboscadas y el hostigamiento nocturno se hicieron frecuentes y el contingente de Vernon apenas podía salir del área donde acampó. Las acciones combativas y las enfermedades tropicales ocasionaron la muerte de la tercera parte. Amparados en la noche, los invasores marcharon hacia la bahía y huyeron en barcos hacia Jamaica. Desde entonces, los biógrafos de Vernon suelen omitir, al abordar su hoja de servicios, el capítulo guantanamero.

Primera carga al machete registrada en Cuba

El 26 de octubre de 1868 ―en el marco de la guerra de los diez años (1868-1878)―, fuerzas mambisas bajo el mando de Máximo Gómez[2] atacaron una tropa española en lo que habría de ser la primera carga al machete en las luchas por la independencia de Cuba.

El protagonista de la primera carga al machete, como acción militar del Ejército Libertador, fue Máximo Gómez.

Ni españoles ni cubanos habían conocido en Cuba la eficacia del machete como arma de combate.[3] Allí se consagró para siempre. A partir del encuentro en los Pinos de Baire[4], (también conocido como Venta o Tienda del Pino) el entonces coronel Máximo Gómez escribió su nombre de forma indeleble en la epopeya cubana siendo ascendido a mayor General, y pasando a ser reconocido como el Generalísimo. A partir de este combate,[5] el machete, tradicionalmente empleado en Cuba como instrumento para el trabajo agrícola, en particular el corte de caña, se convirtió en una poderosa arma en la lucha por la conquista de la independencia.

Antonio Maceo y su hermano José Maceo, Calixto García y otros futuros jefes militares fueron alumnos aventajados de Gómez. Mientras en el Camagüey, el Mayor Ignacio Agramonte organizó la caballería que hizo legendarias las cargas al machete. El conocido toque a degüello desde entonces se convirtió en el terror de los contingentes españoles, ante lo cual la formación defensiva de los cuadros erizados de bayonetas resultaban incapaces de frenar el avance de la caballería insurrecta.

Base de la táctica de combate mambí

La carga al machete fue la base de la táctica de combate de los mambises durante las guerras de independencia y significó un ejemplo de la voluntad de lucha y de la creatividad de los cubanos, los cuales enfrentaron con éxito al ejército imperial que fue enviado a miles de kilómetros de su país a defender una causa muy diferente a su época de gloria cuando hizo historia por liberar a su patria del yugo extranjero.

Véase también

Referencias

Bibliografía

  • Guerra y Sánchez, R. (1950-1952). La Guerra de los Diez Años, 1868-1878. La Habana: Cultural.
  • Helg, A. (1998). Sentido e impacto de la participación negra en la guerra de la independencia de Cuba. Revista de Indias. Volumen LVIII, Número 212, pp. 47-63. Madrid.
  • Hidalgo Paz, I. (2004). Cuba 1895-1898. Contradicciones y disoluciones. La Habana: Centro de Estudios Martianos.
  • Lawrence Tone, J. (2006) Guerra y genocidio en Cuba: 1895-1898. Madrid: Turner.
  • Mesa, R. (1990). El colonialismo en la crisis del XIX español. Madrid: Ediciones de Cultura Hispánica.
  • Naranjo Orovio, C. (1996). La nación soñada. Cuba, Puerto Rico y Filipinas ante el 98. Madrid: Doce Calles.
  • Rodríguez Villamil, Marcos. Conferencia Guanabacoa ante la invasión inglesa de 1762.
  • Pichardo, H. (1977-1980). Documentos para la historia de Cuba. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales.
  • Pirala, A. (1895-1898). Anales de la guerra de Cuba. Madrid: Felipe González.
  • Torres-Cuevas, E. Loyola Vega, O. (2010). Historia de Cuba. 1492-1898. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.
  • Velasco, J. M. (1872). Guerra de Cuba. Causas de su duración, medios de terminarla y asegurar su pacificación. Madrid: Imprenta del Correo Militar.
  • García, Pedro A. Artículo periodístico “La primera carga al machete”, Periódico Granma, 1998.

Fuentes