Comuna de Tirúa

Tirúa
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Comuna de Chile
Bandera de Comuna de Tirúa
Bandera

Escudo de Comuna de Tirúa
Escudo

Mapa de la  Comuna  de Tirúa
Mapa de la Comuna de Tirúa
EntidadComuna
 • PaísBandera de Chile Chile
Superficie 
 • Total624,4 km²
Población 
 • Total9,644 hab.

Comuna de Tirúa. Comuna y ciudad del centro-sur de Chile. Es parte de la provincia de Arauco y de la Región del Bío Bío.

Ubicación

Ubicada en la desembocadura del río Tirúa, casi frente de la Isla Mocha se encuentra su capital comunal, a 38º 28´ de latitud 73º 30´ de longitud.

Límites

Limita al norte con la Comuna de Cañete; al oeste con el océano Pacífico; al este, con las Comunas de Contulmo y Lumaco y, al sur con la Comuna de Carahue, Región de Araucanía.

Demografía

Posee una superficie de 624,4 km² y tiene una población de 9,644 habitantes.

Toponimia

Tirúa (mapudungún: (trürun-we): Cuartel de alistamiento y entrenamiento para hacerse a la mar "cuartel". (Existió en Tirúa). De trürun, trürunwün, "alistarse, prepararse" y de we, "lugar".

Historia

Datos arqueológicos

El estudio de los de restos arqueológicos de la vecina Isla Mocha, ha confirmando la existencia de ocupación humana ininterrumpida desde el siglo XV a. C. A 18 km al este del pueblo de Tirúa se encuentra otro importante sitio arqueológico, el cementerio de Loncotripay, fechado alrededor del año 1065 dC. Estos restos, principalmente cerámica, fueron identificados como correspondientes al llamado Complejo Pitrén. En otros puntos cercanos también se han encontrado cerámicas del estilo Pitrén. Las más antiguas datan del siglo VI dC. Los estudios establecen que la etapa Pitrén es continuada, estilísticamente, por el llamado Complejo El Vergel (siglo XI a siglo XVI dC), del que también se han hallado numerosos restos en la comuna.

Tirúa mapuche

Tirúa, dentro de la antigua organización social y territorial del pueblo mapuche, era la designación de un lof o clan de varias familias emparentadas, circunscrito al aillarehue de Licanievu y el butalmapu (confederación guerrera) de Lafquenmapu (tierra de la costa). Los mapuches de Tirúa, al igual que el resto de los habitantes del Lafquenmapu, eran llamados lafquenches o costinos.

Aparentemente, Tirúa fue un lof de larga data, pues ya aparece representado en el Parlamento de Yumbel, en 1692, por sus lonkos Amoibueno, Gueracan, Marilebu, Cincomalco, Guentelican y Lleubalican.

Casi la totalidad de la actual comuna de Tirúa correspondía al ya mencionado aillarehue de Licanievu, que se extendía entre el río Lleuleu y el río Tirúa). Según Ricardo E. Latcham, los lof que comprendía esta reunión de clanes eran los siguientes: Chamacodo o Chamaco, Lemolemo, Villoto, Colcuimo, Relemo, Pillurehue, Vilurehue, Povinco, Licanlebu y Tirúa.

Otros lof que operaban en el territorio de la actual comuna, aunque aparentemente adscritos al aillarehue de Arauco, fueron los de Quidico y Lleulleu.

En la Conquista, Pedro de Valdivia confirió en encomienda la zona de Tirúa a Pedro de Villagra, aunque es dudoso que éste haya podido ejercerla siquiera.

Durante la Colonia pasaba por Tirúa el único camino terrestre practicable hacia la aislada fundación de Valdivia. Los caciques locales permitían esporádicamente el paso para cobrar peaje a los escasos viajeros que se aventuraban a intentar el subir por el río para cruzar el llamado Paso de los Pinares (actual camino hacia Trovolhue) o para avanzar junto a la costa por el Camino de los Riscos.

En tanto, la Isla Mocha era usada como fondeadero por diversas expediciones corsarias, como las de Francis Drake y Oliver Van Noort, además de ser refugio de un número cada vez mayor de barcos traficantes o balleneros de naciones vetadas, por orden real o producto de las guerras europeas.

A fines del siglo XVIII, cuando el gobernador Antonio de Guill y Gonzaga alentaba y patrocinaba a los caciques que se establecían en villas, se habría fundado una llamada Asunción de Lleulleu. No existen más datos de este supuesto pueblo indio.

Lemolemo

Cabe destacar que el lof tirúano de Lemolemo (bosque-bosque) coincide con el nombre de un gran "jefe de 6 mil hombres de pelea", que figura como personaje del poema épico La Araucana, de Alonso de Ercilla.

Puede tratarse de un personaje real o imaginario, es difícil establecerlo. Por lo menos cronistas posteriores, como Vicente Carvallo y Goyeneche, acaso influenciados por Ercilla, lo tratan como figura histórica. En La Araucana (Canto II) Lemolemo es uno de los aspirantes de la competencia en que resulta elegido toqui Caupolicán. Lemolemo carga el tronco de la prueba durante 7 horas ("Lemolemo siete horas le traía, / el cual jamás en todo este comedio / dejó de andar acá y allá saltando / hasta que ya el vigor le fue faltando"). La acción después lo sitúa (Canto IX) en el ataque a Penco, donde con otros jefes "de su valor mostraron el extremo".

Aventura del obispo

El siguiente episodio es un ejemplo del control que ejercían los caciques locales sobre la ruta costera a Valdivia.

En 1784, se celebró un exitoso parlamento de paz entre el intendente de Concepción, Ambrosio O'Higgins, y diversos jefes mapuches en Lonquilmo (Isla del Laja). Esta ciscunstancia alentó al obispo de Concepción, Francisco de Borra José Marán, a viajar, en 1787 por su los territorios indígenas que pertenecían hipotéticamente a su diócesis. Marán emprendió su viaje con reducida escolta y abundante equipaje de alajas y baratijas, destinadas a atraer la simpatía de los indígenas.

La crónica del valdiviano Vicente Carvallo y Goyeneche (1796) relata lo sucedido entonces en Tirúa:

"El cacique Analican, de la parcialidad de Repocura, puesto a la testa de doscientos hombres sorprendió en los pinares de Toquigua (noviembre 28 de 1787) no mui distante del río Caitén. Se apoderó de los equipajes, de las caballerías, i de la mulería. Los criados i mozo de mulas lloraron ocultarse en aquellos bosques, mientras que Analican se entretenía en el pillaje, pero Felipe Tejada i Jacinto Quiroga, dragones veteranos que acompañaban al reverendo obispo i quisieron defenderse, perecieron a manos de la multitud. El ilustrísimo i su comitiva se hallaban a distancia de más de trescientas toesas del alojamiento, caminando hacia él, cuando Analican se presentó a la vista, i tuvieron tiempo para volver las herraduras, i salvar sus personas, a que les dio lugar la codicia de los insurgentes, que cada uno se empezaba en hacer presa, porque el que no la hace vuelve a su casa con las manos vacías, i por eso descuidaron de las personas.

Antes de ponerse el sol llegó el reverendo obispo con los demás a los montes de Tirúa, sobre la ribera meridional del río de este nombre. Allí acordaron volver a la plaza de Arauco, pero lo contradijo el cacique Pollma, que procediendo de mala fe supuso que en la embocadura al mar del río Lleulleu les aguardaba un escuadrón de los insurgentes para quitarles la vida, i resolvieron seguir la marcha para Valdivia tomando la derecha de la ribera cielo mar, peligrosa pero corta. El 3 de diciembre se hallaban a distancia de cuatro leguas de la entrada del Caitén en el mar, i entraron en mayores angustias. Tuvieron noticia (aunque falsa i maliciosamente dada) de que los insurgentes tenían cortada la retirada a la plaza de Arauco i al propio tiempo se les reunieron José Arraigada i Camilo Fernández, arrieros, i les avisaron de su mayor peligro en la continuación de aquella ruta. Porque el cacique Marinan con un trozo de quinientos indios, después de haber quitado la vida a su teniente de amigos Felipe Peña i haber maltratad al padre frai Francisco Fuertes, presidente de la casa de conversión de que hablan las actas del parlamento de Lonquilmo, cuya utilidad recomienda i pondera Don Ambrosio en el penúltimo capítulo de su citada del 20 de febrero de 1784, destruyó aquella misión el 29 de noviembre, i su padre misionero huyó a la plaza de Valdivia.

Esta noticia les hizo conocer la imposibilidad de pasar el río Caitén acordonado por Marinan; i perdida ya la esperanza de libertarse de aquellos bárbaros, el cacique Curimilla se profirió a restituirlos a la plaza de Arauco. Pasó mensajes a los caciques Guentelemu, Guaiquipan, Marileubu i Catileubu para que franqueasen el camino por sus territorios, i para que diesen escolta de gente armada para la seguridad del reverendo obispo. Sin dificultad accedieron a la mediación de Curimilla, porque la suerte ya habla decidido a favor de la vida de su ilustrísima, sorteada en una lid que llaman juego de chueca, i lo condujeron a la expresada plaza, desde donde se trasladó a la ciudad de la Concepción, que se hallaba en públicas rogaciones, con el Santísimo Sacramento manifiesto, por la preciosa vida de su prelado, i entró en ella el 9 de diciembre a los treinta i siete días de su salida. Todo el pueblo bajó a la ribera del Biobío a recibir a su pastor que habían llorado difunto. El devoto sexo manifestó con impetuoso llanto su doloroso sentimiento de verle regresar como si saliera de un naufragio, i los vecinos de alguna conveniencia le obsequiaron con las cosas necesarias para lo más esencial de su decencia".

En resumen, la vida del obispo se jugó en un partido de chueca. '

La ocupación chilena

Esta zona fue explorada por el geólogo Ignacio Domeyko, en misión para el Gobierno de Chile, en 1844.

El último lonko principal (ñizol logko) de la tierra que corresponde a la comuna de Tirúa fue Porma, de Huentelalen, cuyos dominios se extendían hasta el borde sur del río Lebu.

En la década de los años 1860 específicamente en 1862, durante la primera campaña de la Ocupación de la Araucanía, se estableció el Fuerte Tirúa. Un decreto de 1875 desconoció la propiedad indígena de la tierra al norte del río Tirúa, liberando el territorio para su colonización, limitada hasta ese momento a las zonas al norte del río Paicaví. A partir de entonces se generalizan las y ventas de tierras mapuches a los nuevos colonos , muchas de ellas incluso por escritura publica en ante la recién instalada notaria de Cañete ; aun dependiente los títulos del ministerio de relaciones exteriores ; lo anterior se venia haciendo desde la urbanización de Lebu.

En 1880 un decreto radicaba a "familias indígenas errantes" en una colonia llamada Altos del Tirúa. La población originaria en muchas ocasiones fue reubicada en las estribaciones de la cordillera de Nahuelbuta o, al sur del río Tirúa, en el borde de los acantilados costeros. Esta labor fue de reubicación fue cumplida, hasta inicios del siglo XX, por la denominada Comisión Radicadora que entregó 34 títulos de propiedad comunitaria, que sumaban 4.615 ha, destinadas a 842 personas.

Últimos años

Tirúa fue el extremo norte de la zona costera afectada por el maremoto que siguió al terremoto de Valdivia de 1960. Por el sur el tsunami causó destrucción hasta Chiloé.

En 1996 se eligió en Tirúa al primer alcalde mapuche de Chile.

A fines de la década de los años 1990 el problema de la tierra hizo crisis, manifestándose como estallidos a de violencia en contra de los propietarios chilenos y las empresas forestales. En Tirúa se han producido ataques incendiarios y tomas de terrenos, como por parte de un movimiento encabezado por la Coordinadora Arauco-Malleco.

Desde el 2001, la comuna se encuentra incluida en un Área de Desarrollo Indígena denominada Lleulleu, que también integran las comunas de Cañete y Contulmo.

El pueblo de Tirúa, así como otras localidades cercanas (especialmente Isla Mocha), fueron afectados por el maremoto del 27 de febrero de 2010. En la capital comunal la ola ingreso siguiendo el curso del río, destruyendo gran parte de la zona baja del pueblo y arrasando el centro cívico, con la municipalidad, el internado, el registro civil, el cuartel de Carabineros y numerosas otras dependencias, casas y botes de pesca. En Isla Mocha se reportaron las olas más altas registradas durante el fenómeno en todo Chile, las que de acuerdo a los testigos habrían alcanzado los 30 metros de altura que dejaron víctimas fatales.

Características

Clima

El clima de la comuna es mediterráneo templado húmedo, del tipo de la cordillera de la Costa, con amplitud térmica moderada. La situación de Tirúa, en la vertiente occidental del macizo costero, la hace recibir de frente los vientos del O y NW ligados a las perturbaciones del mal tiempo, lo que contribuye a reforzar las precipitaciones. Su vecindad con el Pacífico, influye en las variaciones anuales de la temperatura. Gracias a la cordillera de Nahuelbuta, la nubosidad aumenta hacia el oriente de ésta, y junto con ello, en el mismo sector se generan grandes oscilaciones térmicas y de agua caída, lo cual se acentúa hacia la región de Araucanía.

El régimen pluviométrico, está controlado por la circulación atmosférica. Las lluvias se concentran durante los meses de invierno, a causa de la frecuencia con que llegan las perturbaciones del frente Polar, y los períodos secos coinciden con el predominio de altas presiones.

La zona presenta fuertes vientos del noroeste, con abundantes precipitaciones. La provincia posee un invierno predominante y lluvioso, y un verano seco. En buenos años, las lluvias sólo se presentaran entre los meses de mayo y septiembre.

Las precipitaciones registran entre 1300 y 2000 mm, y con una oscilación térmica del orden de los 10° C de temperatura, al día.

La humedad relativa es alta, cercana al 70  %. Hecho que junto con las abundantes precipitaciones favorecen el desarrollo de vegetación natural, y plantaciones.

Desarrollo económico

Las principales actividades locales son la agricultura, la pesca artesanal y la recolección de cochayuyo, la industria forestal y es importante destacar, el incipiente desarrollo del turismo de verano, como actividad económica emergente.

Transporte

Las principal conexión vial de la comuna es la llamada "Ruta Costera": el camino principal P-70 (asfaltado), que cruza el territorio comunal en sentido Norte-Sur, pasando por su ciudad cabecera. Hacía el norte lleva a Cañete, el resto de la Provincia de Arauco y la región. El camino P-70 ha sido recientemente extendida y mejorada hacia el Sur, llevando (tras pasar por zonas ripiadas fuera del límite comunal) hacia Tranapuente, en la zona costera de Carahue, donde hay conexiones asfaltadas hacia Temuco y Puerto Saavedra.

Las distancias desde el pueblo de Tirúa son:

  • Concepción: 212 km.
  • Cañete: 70 km.
  • Contulmo: 129 km.
  • Carahue: 74 km.
  • Puerto Saavedra: 64 km.
  • Temuco: 127 km.


El camino principal R-90 (tierra / ripiado) cruza la comuna en sentido Este-Oeste, comunicando a Tirúa con Capitán Pastene y Lumaco.

En la comuna hay dos aeródromos. Lequecahue, en la cabecera comunal; e Isla Mocha. También hay comunicación marítima con la isla, a través de lanchas que zarpan del pueblo de Tirúa.

Turismo

Quizá el lugar más atractivo de la comuna es la Reserva Nacional Isla Mocha, en la isla que dista unos 33 km del muelle de la cabecera comunal. Isla Mocha destaca por su rusticidad, historia, fauna, flora y geografía.

El balneario de Quidico, al norte de la comuna, es una estación vacacional y caleta de pescadores artesanales muy visitada por el resto de la población de la provincia, especialmente por los habitantes de Cañete. La amplia playa de Quidico es muy ventosa, por lo que es utilizada en la práctica del windsurf.

Otras playas en Tirúa son Casa de Piedra, Puerto Choque (en el lago Lanalhue), Tranaquepe, Las Huertas, El Hoyon, Cura, Las Agatas, Playa Grande, Playa El Padre, Playa El Muerto, Playa Hueñaliquen, Playa Loberia, Playa La Mina, Playa Comillahue y Balneario La Puntilla de Tirúa.

El lago Lleu Lleu, también al norte de la comuna, es menos turístico, más solitario y silvestre que el vecino lago Lanalhue, ubicado en la comuna de Cañete. Lleu Lleu está rodeado de montes abruptos y bosques nativos. Es utilizado para la práctica del campismo, la pesca y el windsurf.

En la localidad urbana de Tirúa hay una variedad de restaurantes, hoteles y residenciales. En la comuna se ubican los ríos Lleu Lleu, Quidico, Tirúa y Loncotripay, además de las lagunas Butaco, Los Cisnes, Quidico, Chaquira, Aurora, Los Batros, y de los alemanes. Los puntos de interés urbanos son, la Medialuna de Rodeo, una biblioteca municipal, un edificio de servicios públicos y un consultorio de salud pública.

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Fuentes