De aquí a la eternidad (Película)

De aquí a la eternidad
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Drama | Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
113 min
Otro(s) nombre(s)From Here to Eternity
Estreno1953
GuiónDaniel Taradash (Novela: James Jones)
DirectorFred Zinnemann
Dirección de FotografíaBurnett Guffey (B&W)
ProductoraColumbia Pictures
PaisBandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos


De aquí a la eternidad (película). Es una película de 1953 dirigida por Fred Zinnemann. Está basada en la novela del mismo título de James Jones. Ganó ocho Premios Óscar.

Sinopsis

Durante la Segunda Guerra Mundial, 1941. El soldado Prewitt (Montgomery Clift), que acaba de llegar a la base militar de Pearl Harbor (Hawai), es un antiguo boxeador que se ha retirado definitivamente del ring. El capitán Holmes (Philip Ober), conocedor de sus habilidades como púgil, intenta que se una al equipo del ejército, pero Prewitt rechaza la propuesta.

A partir de ese momento se ve sometido a toda clase de castigos y humillaciones tanto por parte de sus superiores como de sus compañeros. Sólo cuenta con la amistad y el apoyo del soldado Angelo Maggio (Frank Sinatra). Mientras tanto, el sargento Milton Warden (Burt Lancaster) y Karen (Deborah Kerr), la mujer de Holmes, viven una historia de amor adúltera. Pero la vida de todos cambiará con el ataque japonés a Pearl Harbor.

Reparto

Características

Superproducción realizada por Fred Zinnemann, es su film más galardonado y uno de los más conocidos. El guión, de Daniel Taradash (“Picnic”, 1955), adapta libremente la novela “From Here To Eternity” (1951), de James Jones. Se rueda en escenarios naturales y reales de Hawaii (EE.UU) durante 41 días, con una inversión de 2 M USD. El film es nominado a 13 Oscar y gana 8 (película, director, guión adaptado, fotografía en B/N...). Producido por Buddy Adler (“Bus Stop”, Logan, 1956) para Columbia, se proyecta por primera vez en público el 5-VIII-1953 (NYC, preestreno).

La acción dramática tiene lugar en Hawaii (acuartelamiento de Schofield, Pearl Harbour, Honolulu, Halona Cove, etc.), a lo largo de los 2/3 meses anteriores al ataque japonés del domingo 7 de diciembre de 1941. Las vidas entrecruzadas de los soldados Robert E. Lee Prewitt (Clift) y Angelo Maggio (Sinatra), de los sargentos Milton Warden (Lancaster) y James R. “Fatso” Judson (Borgnine), del capitán Dana Holmes (Ober), de la vulnerable Karen Holmes (Kerr) y de la prostituta Alma “Lorena” Burke (Reed), dan lugar a una eclosión de pasiones humanas desbordadas, que convierten la vida en el archipiélago en un polvorín de injusticias, abusos de poder, envidias, odios, afanes de venganza, extorsiones y romances imposibles, a punto de estallar. Prewitt es testarudo, Maggio es bromista y alborotador, Warden es un trabajador eficiente, Judson es racista y sádico, el capitán Holmes es tiránico y despótico, Lorena es interesada y soñadora, Karen Holmes es una mujer insatisfecha, frustrada, refinada y ninfómana.

El film suma drama, romance y guerra. Adapta una novela de éxito que plantea, 6 años después de la IIGM y al comienzo de la Guerra de Corea (1951-1953), la denuncia y crítica de la brutalidad, corrupción, sadismo y mezquindad que se da en el ejército en tiempos de paz. En busca de emociones fuertes, al gusto del público del momento, contextualiza la crítica antimilitarista en un ambiente marcado por el adulterio, la prostitución y la ninfomanía. La película, al objeto de evitar problemas con la rígida censura del Código Hayes, rebaja la crítica antimilitarista (que traslada de la institución a casos aislados), incorpora elogios a las instituciones militares y elimina las blasfemias y el prostíbulo.

El film centra la atención en cinco temas principales: el adulterio, la prostitución, la corrupción, los castigos sádicos y el alcoholismo. Sin abandonar nunca el tono mesurado y contenido, realizador y guionista se apoyan más en la sugerencia y en las indicaciones veladas, que en la demostración directa y explícita. Construyen con el apoyo de unas interpretaciones convincentes y un gran guión, unas atmósferas de tensión y dramatismo de gran nivel. No desarrollan una acción dramática única, sino un entramado de dramas paralelos y simultáneos, de características específicas, que conforman un conjunto denso y sugerente.

Frustración

Resulta esta parcialmente mítica, parcialmente clásica y parcialmente memorable película bastante frustrante. La razón es bien obvia: tras desarrollar con convicción, notable estilo y firmeza una apasionante historia en la base militar de Pearl Harbour previa al ataque japonés, sobre el abuso de poder, la puta subordinación a las jerarquías, la rectitud en las creencias de cada uno, la restricción de la libertad (Clift se ve obligado a boxear, Lancaster por el lío amoroso con la triste mujer de su jefe -Kerr-, Reed por trabajar compulsivamente de "mujer de la vida"), que da lugar a un drama que parece espléndido, a una película que parece de soberbio guión, que te convence y te embauca, queda tras ver su parte final como una apología de todo lo que habilmente ha venido criticando previamente. Así todo queda impoluto: el Ejército a la cabeza y el adulterio -el amor- detrás. Queda, pues una sibilina vanaglorización de lo "condenado" y una apelación fascistoide y fastidiosa de ello que hacen de ella un film altamente frustrante y un ejemplo diáfano de la controversia ideológica de Zinnemann (justo después de "Solo ante el peligro" nada menos).

Para más fastidio la mejor secuencia de la película, por lo que es de verdad mítica, se incrusta en la mitad y no como clímax obligatorio que hubiera limpiado parte de la mala imagen que deja en la retina. Y es que Lancaster y Kerr embarrados y semidesnudos en la playa, abrazándose y besándose hasta el último aliento resulta francamente estimulante.

El eterno Clift

Esta laureada y premiada película que vi hace ya varios años es para mí una clásica del cine mundial. Una historia muy bien incluida en el episodio de Pearl Harbour. Pero sobre todo pienso que el que se llevó las palmas en este film es el actor Montgomery Clift; a quien siempre recordaré como el eterno Clift.

Historias en los cuarteles

Una cinta sobre soldados, pero que no se adentra en los conflictos bélicos en sí sino en los pormenores de la vida militar desplegando un interesante abanico sobre las vicisitudes propias del entrenamiento en las Fuerzas Armadas.

Así habrá tiempo para inmiscuirse en los pasados que abruman y que dejan cicatrices difíciles de superar, en los conocidos abusos de autoridad amparados por la impunidad jerárquica, en historias de infelicidades y de desesperada búsqueda de prosperidad en la vida, en terquedades que nunca darán el brazo a torcer para no traicionar convicciones, en huidas de la soledad, en decisiones que arriesgan la seguridad por llevar adelante los ideales y tener la chance de una segunda oportunidad.

Filme que se destaca mucho más por la profundidad dramática de los personajes en esa realidad castrense que por las situaciones bélicas en sí (aunque es ineludible mencionar la espectacular factura técnica de los pocos pasajes belicosos que aparecen al final del filme).

Crítica

Es complicado encontrar una película de la historia del cine que refleje mejor la vida en un acuartelamiento que la espléndida "De aquí a la eternidad", aunque es verdad que para poder percibirlo con total nitidez hay que haberlo vivido. Porque es eso lo que más me ha impresionado siempre en cada toma de esta película, el grado de verosimilitud de todas y cada una de las escenas, algunas de ellas hiperrealistas y de una frialdad cortante. Ver como ligan, como hablan, como contestan al teléfono, como desfilan en el patio, como fuman el cigarro... absolutamente maravilloso. Nunca el público estuvo más cerca de sentir cómo se vive y que se hace en un centro militar.

Pero es que al margen de ello debo decir que jamás he visto tampoco como un libro tan complejo, excelente, y rico en detalles la novela portentosa obra de James Jones –que también escribió “La delgada línea roja” que tiene casi 1.000 páginas es convertida en guión a la perfección en ¡menos de dos horas! Aunque no nos debe extrañar si conociéramos a Daniel Taradash autor entre otras de "Llamad a cualquier puerta", "Encubridora o "Picnic" que realiza uno de los guiones más perfectos de toda la década de los 50, que no es precisamente una década cualquiera. Comparar este guión con lo de ahora -incluido “Infiltrados”- pues es ver las miserias del cine de nuestros días.

Sería absurdo ir desgranando uno por uno todos y cada uno de los méritos de esta película inmortal (música, fotografía) pero sí que me llama la atención que algunos critiquen a los actores cuando están fabulosos y es uno de los repartos más espectaculares que recuerdo. Os doy mis calificaciones de ellos en la película:

  • Burt Lancaster de 10
  • Montgomery Clift de 10
  • Deborah Kerr de 9
  • Frank Sinatra de 9
  • Ernest Borgnine de 10

Donna Reed de 11 porque nunca salió tan guapa o es que alguien ha olvidado su aparición en aquel sofá del Pub. La película no ha tenido mucha suerte con el tiempo, es verdad, ya se sabe en blanco y negro, temas de militares norteamericanos que algunos les produce urticaria, las historias de amor no son canónicas, no hay casi tiros...ya se sabe y sobre todo director con poca prensa cuando es uno de los grandes.

Premios

  • 1953: 8 Oscars, incluyendo película, director, actor sec. (Sinatra), actriz sec. (Reed), guión.
  • 1953: Círculo de críticos de Nueva York: Mejor película, director y actor (Burt Lancaster).
  • 1953: Premios Bafta: Nominada a mejor película.

Fuentes