Diamante Azul de Hope

Azul de Hope
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Objeto Mítico
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Diamante
OrigenEstatua del templo de la diosa india Sita.
LugarIndia
AtributosSe le atribuyen maldiciones mortales


Diamante Azul de Hope.Se trata de una joya que va más allá de lo espectacular y sobre la cuál pende una historia interesante, larga y llena de misterio, como deben ser las historias

Historia

Este diamante se creó inspirado en el famoso Diamante Hope, también conocido como Diamante Azul o joya del mar, tiene un peso estimado de 45,52 quilates y su color procede de la presencia de boro en su composición. Es muy famoso no solo por su aspecto, sino también porque parece ser una joya maldita y que cada uno de sus poseedores ha tenido un final inesperado y desgraciado y que ha teñido con esa historia a la preciosa pieza.Tiene un origen indio, concretamente fue encontrado en Golconda, India y antes tenía una forma triangular y un peso de 115 quilates. A mediados del siglo XVII, el comerciante Jean-Baptiste Tavernier se lo vendió al Rey Luis XIV. El joyero real talló la pieza hasta rebajar su peso a 67 1/8 quilates y el rey solía llevarlo como adorno pendido del cuello. Luis XVI le regaló el diamante a María Antonieta y como bien sabéis, murió guillotinada.

El diamante fue robado en la cárcel y pasó por varias manos, entre ellas, las del duque de Brunswick y por las de Wilhelm Fals y su familia, ya que el diamante fue cortado en dos. Fals y su hijo murieron al poco tiempo. A principios del siglo XIX el diamante formaba parte del joyero de Henry Phillip Hope. La familia Hope tuvo en su propiedad el diamante hasta el año 1902, momento en el que lo vendieron a un coleccionista de diamantes, Simon Frankel, que pagó por él 142.000 dólares. De sus manos pasó a las de Salomon Habib por 400.000 dólares y después a las del joyero francés Pierre Cartier por 550.000 francos. Cartier vendió la joya a una socialité estadounidense, Evalyn Walsh Malean y su familia vendió la joya en 1949 al comerciante Harry Winston. Diez años después, este lo donó al Museo Nacional de Historia Natural y lo curioso es que lo envió por correo postal. Millones de personas acuden cada año a ver el diamante al Museo, que tiene 300 años de historia a sus espaldas y que ha viajado desde La India por todo el mundo de mano en mano, creando su propia leyenda.

La maldición

El diamante de la esperanza , diamante Hope o diamante azul, podría ser uno de los diamantes más famosos de la historia. Con una lista de propietarios que van desde reyes, reinas y lores pasando por la alta sociedad estadounidense, esta elegante joya azulada ha sido manejada por muchas personas que son parte de la historia de esta piedra. El diamante fue extraído del río Kistna y colocado en la frente de la diosa hindú Sita, esposa del dios Rama. Después fue tallado por un dios del sol que le dio la forma original de triangulo. Un sacerdote hindú, al verlo en un templo, se encaprichó del diamante y lo robó. Cuando lo descubrieron torturaron al sacerdote hasta matarlo. El diamante llevaba una maldición: que la desgracia y la muerte se produciría no sólo a los que poseyeran la joya, sino también a aquellos que la tocaran.

Propietarios malditos

John Baptiste Tavernier fue un joyero francés que viajó a la India en 1642. Adquirió la gema entre los años 1660 y 1661, en la mina Kollu en Guntur, reino de Golconda en India, la cual describió como violeta brillante de 115 quilates ( 22,44 gramos). Tavernier vendió la joya al rey Luis XIV de Francia en 1668, el cual haría restablecer la joya, para mejorar su brillo. Sieur Pitau fue el joyero del reino fue designado para tal menester, quedando la joya al peso de 67 quilates, conocida por “French Blue” o “Azul Francés”, engarzada en un collar de oro, que luciría el rey en las ocasiones ceremoniales. El aventurero y pionero comerciante que se la vendió, moriría despedazado por una jauría de perros salvajes en su último viaje a Rusia.

El cautivador diamante azul pasa por las manos de Nicolás Fouquet, un funcionario del gobierno que tomó prestado el diamante para acudir a un baile oficial. Fue acusado en 1665 de desfalco y encarcelado por Louis XIV acusado de malversación de fondos. Moriría en la cárcel el año 1680.

La amante del rey, Madame de Montespan, quiso apoderarse de la joya. Acusada de usar sortilegios para ganarse los favores del rey, fue confinada a un convento muriendo en 1707 olvidada en su destierro. Luis XIV falleció de gangrena el 1 de septiembre de 1715, en Versalles, cuatro días antes de su 77 cumpleaños. Su sucesor Luis XV ordenó conservar el diamante en un cofre, no se sabe si conociendo ya la leyenda que pesaba sobre el diamante. Luis XV no sufrió grandes desgracias.

A su llegada a la corona, el Rey Luis XVI de Francia le regaló el diamante a María Antonieta de Austria, para que lo agregara a su colección de joyas. María Antonieta no creía en la oscura leyenda del diamante y lo utilizó sin pudor, hasta lo llegó a prestar, en alguna ocasión, a la princesa deLamballe. María Antonieta y Luis XVI de Francia murieron guillotinados en 1793 y la princesa de Lamballe fue linchada hasta la muerte por una multitud enfurecida durante la Revolución Francesa en 1792.

El destino de la joya

En 1949, Harry Winston, joyero y experto en diamantes estadounidense, compró el diamante ‘Hope’ exibiéndolo en una colección en diferentes museos e institutos de Estados Unidos y Canadá. Harry sería el último propietario privado de la codiciada gema. A mediados de 1958, Winston le realizó algunos cortes geométricos para aumentar su brillo. George Switzer, mineralogista del Museo Nacional de Historia del Instituto Smithsonian de Washington, convence a Harry Winston de donar el diamante. El 10 de noviembre 1958, Winston envió el diamante Hope a la Fundación Smithsonian a través de correo postal, en un sobre de papel de estraza. El museo tardó algún tiempo en aceptarlo, porque el director y el presidente estadounidense Dwight David Eisenhower recibieron cartas que decían que el diamante estaba maldito y que traería mala suerte al país.

Con la exposición del diamante, el museo duplicó de un día para el otro las visitas, y el diamante Hope se convirtió en el segundo objeto más visitado del mundo después de la Mona Lisa. Pero como es de lógica hubo especulaciones sobre la maldición por lo visto el cartero que entregó el diamante al museo fue atropellado, su mujer murió de un infarto, su casa se quemó y su perro murió asfixiado con su propia correa. El diamante Hope está expuesto en el pabellón Harry Winston, donde es admirado por unos siete millones de personas al año. También ha sido exhibido en el Museo del Louvre y en Sudáfrica. En noviembre de 2010, el diamante Hope fue cedido en préstamo temporal a la casa ‘Harry Winston’ para que recreara la exposición “Court of Jewels”. Se trató de un evento privado que reunió más de mil 500 millones de dólares en joyas en la boutique de la firma en Nueva York. Ahí también se anunció la creación de la Harry Winston Hope Foundation, que donará al menos el 5% de las ganancias brutas de la compañía joyera y relojera a causas educativas.

Véase también

Fuentes