Echeveria-Lilacina

Echeveria-Lilacina
Información sobre la plantilla
Echeveria-Lilacina.jpg
Nombre Científico:'
Reino:Plantae
Familia:Crassulaceae
Género:Echeveria
Hábitat:América Central (sobre todo de México) y de América Noroccidental

Echeveria-Lilacina. Especie de planta perteneciente a la familia Crassulaceae.

Descripción

Preciosa planta suculenta, originaria de América Central, está muy extendida y es muy estimada como planta ornamental por su belleza y facilidad de cultivo. El género Echeveria pertenece a la familia de las Crassulaceae, ese vasto grupo de plantas suculentas originarias de América Central (sobre todo de México) y de América Noroccidental, de zonas caracterizadas por fuertes oscilaciones climatológicas entre el día y la noche.

Su particularidad son las hojas carnosas, de forma más bien aovada y dispuestas en roseta (tipo alcachofa), muy compactas. El color es variado del verde intenso, al azul pálido, al gris-azulado, al verde rosado. Las flores se desarrollan sobre un largo tallo que crece del centro de la roseta. Generalmente son muy llamativas, con forma de farolillos, de color rojo o rosado y con los márgenes amarillos. Florece a partir de la primavera y durante todo el verano.

Técnicas de cultivo

Se piensa a menudo que las plantas suculentas, aunque se descuiden, crecen igualmente bien. Esto no es verdadero porque si no se dan los cuidados necesarios, podrán vegetar de mejor manera y no sencillamente sobrevivir. Así pues, si damos a estas plantas los cuidados necesarios, nos recompensarán con un crecimiento espectacular.

En consideración al hecho de que se encuentran en el comercio en general más bien híbridos que las plantas originales, por lo tanto plantas que han sido conseguidas “artificialmente” para ofrecer una mayor prestancia estética, su adaptación climática en una casa solicita mucha luz en todas las estaciones del año y también al sol directo, pero no en las horas más calientes de los días veraniegos en las que es preferible protegerlas.

Las temperaturas veraniegas óptimas de cultivo oscilan entre los 15-21°C pero también toleran temperaturas superiores. Las temperaturas invernales es preferible que no bajen de los 7°C. Si las temperaturas bajan alrededor de estos valores, desplácela a un lugar más caliente y luminoso. Son plantas que quieren sobre todo el aire por lo que viene bien darles aire fresco en verano colocándolas cerca de una ventana abierta.

Las hojas de muchas especies de Echeveria van revestidas por una sustancia polvorienta: hace falta estar atentos a no retirarla ya que se trata de pruina, una sustancia que las protege de la deshidratación.

Riego

Un aspecto importante a tener presente es que deben mojarse absolutamente sus hojas y mejor dejar agua estancada entre las hojas. Dado que la planta crece muy compacta y tiende a ocupar todo el espacio de la maceta, es mejor regar por inmersión, es decir, dejar la maceta algunos minutos en inmersión en agua de modo que la tierra absorba la humedad necesaria. En todo caso los riegos tienen que ser efectuados cuando la superficie del sustrato esté seca. Una buena práctica es mojar bien el sustrato, luego dejar escurrir toda el agua en exceso y después esperar a que el terreno esté seco antes de proceder con el siguiente riego. Durante el período otoño-invierno los riegos deben reducirse sensiblemente y si las temperaturas se hunden, disminuirlos más hasta incluso suspenderlos. Hace falta evitar con cuidado dejar agua estancada en el posamacetas ya que los encharcamientos no son tolerados en ningún modo y llevarían a la podredumbre de las raíces.

Suelo-Trasplante

Como todas las plantas, tiene necesidad de ser trasplantada periódicamente, en primavera, si las raíces han ocupado todo el espacio a su disposición. Para el trasplante utilice un compost específico para cactus (tierra de cactus) al que unirá arena de río gruesa o perlita en la proporción 1:1 (1 parte de compost para cactus y 1 parte de arena de río o perlita) que vuelven el terreno más poroso, facilitando el escurrimiento más rápido de las aguas de riego. Tenga cuidado de situar en el agujero de drenaje trozos de barro cocido de modo que la tierra o las raíces no obstruyan el agujero de drenaje ya que los encharcamientos son letales para esta planta.

Se aconseja usar terracota y no plástico porque permiten a la tierra transpirar y por lo tanto reducen más rápidamente la humedad del suelo. Además las macetas tienen que ser más anchas que profundas porque el aparato radicular tiende a desarrollarse en anchura más que en profundidad. El primer riego después del trasplante hágalo por inmersión. Recuerde que si ha podado las raíces hace falta esperar antes de regar al menos una semana para dar tiempo a las heridas de cicatrizar.

Abono

Desde la primavera y durante todo el verano, abonar cada 3-4 semanas suministrando un abono líquido a diluir en el agua de riego disminuyendo las dosis con respecto a lo indicado en el fertilizante. A partir del otoño y durante todo el invierno es necesario suspenderlos porque la planta va a descanso vegetativo, por lo que no se tienen que dar abonos que se acumularían en el terreno creando un entorno dañino para las raíces.

Para asegurar un crecimiento óptimo, suministre un abono balanceado igualmente en nitrógeno, fósforo y potasio (por ejemplo 30:30:30). Además, asegúrese de que el fertilizante contenga siempre también microelementos como el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el cobre (Cu), el cinc (Zn), el boro (B), el molibdeno (Mo), el magnesio (Mg), todos importantes para un correcto crecimiento de la planta.

Floración

Si se le asegura la cantidad justa de luz, agua y abono, tal como indicado en los correspondientes párrafos, tendrá bonitas floraciones. La planta generalmente empieza a florecer en marzo y continúa durante todo el verano, hasta septiembre.

Poda

La planta no se poda. Sencillamente se van eliminando las hojas que poco a poco se secan o se estropean para evitar que se conviertan en vehículo de enfermedades parasitarias. Se debe tener cuidado de que el utensilio que use para el corte esté limpio y desinfectado, preferiblemente a la llama, para evitar infectar los tejidos.

Plagas y enfermedades

Como todas las plantas suculentas, no están sometidas particularmente a enfermedades. En su caso quizás sea más correcto hablar de fisiopatías, es decir, enfermedades debidas no a agentes patógenos sino a causa de malas técnicas de cultivo.

  • El tallo de la planta se pudre.

Este síntoma indica demasiados riegos. Remedio: desafortunadamente, si toda la planta se presenta de este modo, no hay más nada que hacer. Si en cambio algunos tallos no están atacados todavía, se puede intentar salvar la planta. Saque la planta con todo el pan de tierra de la maceta y déjelo al aire de modo que el terreno se seque rápidamente. Controle las raíces y eventualmente elimine las muertas cortándolas al menos 1 cm sobre la zona dañada con una tijera afilada y desinfectada, igual que los tallos ya muertos. Rocíe la superficie de corte con un polvo fungicida de amplio espectro y a continuación trasplántela. Espere al menos dos semana antes de regar de nuevo y sobre todo adopte, para el futuro, mayor cautela en la cantidad de agua que suministre.

  • La planta se marchita y pierde las hojas.

Comúnmente este síntoma es debido a temperaturas demasiado bajas o a corrientes de aire frío. Remedio: coloque la planta en una posición más idónea.

  • Las partes verdes de la planta se decoloran y aparecen como vaciadas.

Este síntoma generalmente es debido a riegos demasiado escasos. Si estamos muchos meses sin regar la planta, especialmente en verano, la planta agota toda el agua contenida en los tejidos y por lo tanto aparece como vaciada. Remedio: no siempre si se llega a este estadio es posible recuperar la planta, en todo caso, vale la pena hacer una tentativa poniendo un poco más de atención a nuestra planta con riegos adecuados.

  • Manchas pardas sobre el envés de las hojas.

Las manchas sobre el envés de las hojas podrían significar una infestación de cochinilla. Se trata de insectos muy dañinos que pueden ser de dos tipos: cochinilla parda y cochinilla algodonosa. Para estar seguros, sugerimos utilizar una lupa y observar. Se caracterizan por tener en el primer caso una especie de escudo protector, de color oscuro y consistente, en el segundo caso escudo de color blanco agodonoso. Comparen con la foto al lado. Son características, no puede haber error. Además si intenta sacarlas con una uña, salen fuera fácilmente. Remedio: Sacarlas con un copo de algodón mojado en alcohol o si la planta es grande y en maceta, se puede lavar con agua y jabón neutro frotando muy delicadamente con una esponja para retirar los parásitos. Después, la planta debe aclararse muy bien para eliminar todo el jabón. Para las plantas más grandes y plantadas a cielo abierto, puede usar productos químicos específicos. Los tratamientos con insecticidas anticochinillas, para que sean más eficaces, deben ir dirigidos contra las larvas, que son más sensibles que el adulto.

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