El ruiseñor canta de noche

El Ruiseñor canta de noche
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El ruiseñor.jpg
Autor(a)(es)(as)John Crowley
Editorial:Editorial Minotauro, Buenos Aires, Argentina
GéneroNovela
Edición1992
ISBN853-241-056
PaísBandera de Argentina Argentina

El Ruiseñor canta de noche. Libro que abre la colección, es una deliciosa fábula sobre la pérdida de la inocencia en la que se rescribe la primera parte del `Génesis` desde un paganismo meditado y resultón.

También se introduce en un Crowley muy cercano a la abstracción de sus novelas, ése que requiere la máxima atención de un lector que, aún poniéndola, es posible que sólo capte la mitad de lo que está contando. Tiene una mayor sofisticación narrativa, con historias más extensas y ambientes más complejos que rozan mayormente la ciencia ficción.

Fragmento de la obra

El ruiseñor se llama ruiseñor, Nightingale, porque canta de noche. Hay otras aves que gritan en la noche: el dormilón lloriquea y la lechuza ulula, el somorgujo chilla y el atajacaminos clama y reclama. Pero el ruiseñor es el único que canta: tan melodiosamente como canta la alondra cuando despunta la mañana, como el zorzal cuando se pone el Sol, canta en la noche el ruiseñor. Pero no siempre ha cantado de noche el ruiseñor. Hubo un tiempo, mucho después del principio del mundo, pero de todos modos un tiempo muy, muy remoto, en que el ruiseñor cantaba sólo de día, y dormía toda la noche —como el mirlo y el reyezuelo y la alondra.


Cada mañana, en aquellos tiempos, cuando la noche huía y la Tierra volvía de nuevo su cara al Sol, el ruiseñor se despertaba junto con la alondra y el petirrojo y el reyezuelo. Desembozaba su pico de entre las plumas de su hombro, esponjaba su oscuro plumaje y, mientras los largos rayos del sol se abrían paso a través de la fronda en que habitaba, el ruiseñor cantaba. Cada mañana, en aquel entonces, parecía ser la primerísima mañana; todo cuanto veía el ruiseñor, las hojas verdes perladas de rocío, el cielo irisado del amanecer, los árboles altos, el suelo musgoso pululante de insectos, las aves y las bestias despertando al sol, todo parecía nuevo, creado esa misma mañana. Y era así porque el tiempo no había sido inventado todavía. Aunque estaba a punto de ser inventado.


Cierta mañana, una mañana idéntica a todas cuantas hasta entonces en el mundo habían sido, el ruiseñor se despertó y cantó. Y mientras cantaba vio a alguien que se aproximaba por entre los claros del bosque. Era alguien a quien conocía, alguien a quien él amaba, alguien que, al acercarse a él, hacía que la melodía de su canto fuese más largo aún, y más melodiosa. No había en todo el mundo nada ni nadie que fuera como ella, y sin embargo ella era un poco, sólo un poco, parecida a todo cuanto existe. Ese alguien, ella, no tenía nombre en aquel entonces, como nada ni nadie lo tenía, por lo demás, porque aún no se habían inventado los nombres. Sólo después, mucho después de esta historia, le darían el nombre de Dueña Bienhechora.

El bosque, todo ese bosque por el que ahora caminaba, era su obra. Ella había ayudado a plantar los árboles y las flores en su diversidad infinita, les había ayudado a crecer, y había puesto el sol para que brillara sobre ellos. Era ella quien había pensado en poblar de pájaros los árboles y de insectos el aire, y los ríos y los mares de peces y la tierra de animales. Era ella quien había pensado en hacer la Tierra redonda como una canica azul y verde y blanca y en ponerla a girar alrededor del Sol para que hubiese día y hubiese noche.

Y en verdad, nada había en la tierra ni en el cielo que ella, Dueña Bienhechora, no hubiese ideado, o puesto en su sitio, o echado a andar. Cada pequeña, ínfima diferencia entre una cosa y otra, era ella quien la había pensado. Todo era su obra, y ella iba y venía sin cesar enmendando y modificando y podando, e ideando todo el tiempo cosas nuevas. No es de extrañar que el ruiseñor se regocijara al verla y cantara para ella, puesto que ella había ideado al ruiseñor, y también su canto.

Datos del autor

John Crowley nació en Englewood, Nueva Jersey, Estados Unidos,1967 es un emprendedor ejecutivo de biotecnología estadounidense. Él es muy conocido por fundar algunas compañías biotecnológicas entregadas a curar enfermedades genéticas. trabajó en Nueva York en documentales para el cine y la televisión. Publicó su primera novela, Deep, en 1975. A lo largo de su carrera ha cosechado múltiples distinciones, entre ellas, dos premios "World Fantasy", un "Mythopoeic", un "Locus y el Imaginaire". “El ruiseñor canta de noche” recrea la historia de la creación desde un excepcional punto de vista, Contenido en el libro Magna obra del tiempo, que fue la primera recopilación de relatos que se publicó en castellano de este autor.

Referencias