Eugenio Cárdenas
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Eugenio Cárdenas. Poeta , letrista y guitarrista argentino.
Síntesis biográfica
Eugenio Cárdenas nace en Carmen de Areco, provincia de Buenos Aires, el 6 de septiembre de 1891, hijo de Santos Reyes Rodríguez y Magdalena Cárdenas. Su verdadero nombre es Acencio Eugenio Rodríguez. Durante toda su trayectoria artística como autor, firma sus poesías y sus letras con el seudónimo compuesto por su segundo nombre y el apellido materno.
Trayectoria
En su infancia y su adolescencia se pierde en el tiempo, sólo se sabe afirmativamente que a principios de la década del veinte da comienzo a sus actividades como autor profesional, que contrae matrimonio con una argentina de 27 años, Genoveva Sánchez, se instala definitivamente en la ciudad de Buenos Aires. El matrimonio dura veintiocho años y sólo es interrumpido por la imprevista muerte del poeta.
Rastrear su vida y sus inicios como autor se hace muy difícil en la actualidad. No existen parientes directos y han desaparecido la mayor parte de sus contemporáneos. Las circunstancias han querido que el bandoneonista, compositor y director Rafael Rossi, aportara muchos datos memoriosos sobre el poeta, del que fuera colaborador musical, amigo y ahijado.
El guitarrista José Francisco Savignano, es discípulo de Guillermo Barbieri, contribuye con valiosos datos sobre Cárdenas, recogidos de su maestro y de sus propias vivencias. Dichos recuerdos son la base de este trabajo, que junto a otros testimonios importantes y documentaciones logradas posteriormente, hacen posible conformar, por primera vez, esta biografía y rescatar así, la figura de su protagonista
El 11 de diciembre de 1925, el poeta ingresa en la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC) y deja registradas más de 500 obras en colaboración con distintos músicos.
Sólo unas pocas canciones de su autoría le bastan a Cárdenas para quedar en la historia del tango y en el recuerdo de quienes lo conocen y lo tratan.
De toda su labor autoral solamente tienen difusión unos ochenta temas, que son estrenados en la radio o llevados a la sala de grabación por cantores y orquestas, desde aquella época hasta la actualidad.
Carlos Gardel es el principal intérprete de sus obras, circunstancia que estimula al poeta. El Zorzal es el portavoz ideal para que sus temas se conviertan en éxitos definitivos y queden definitivamente clavados en la emoción popular.
Los más asiduos colaboradores del poeta es el guitarrista Guillermo Desiderio Barbieri y el bandoneonista Rafael Rossi, quienes, al igual que el bardo José Rial, son los que alientan a Cárdenas en sus comienzos y le abren las puertas grandes del éxito y la popularidad por la estrecha vinculación con Carlos Gardel, aparte de la sincera amistad que los une.
En 1925 a 1931, el inolvidable cantor graba 29 obras deCárdenas, secundado por sus guitarristas por la orquesta típica de Francisco Canaro. El tango “Senda florida” lo canta con esta orquesta y con guitarras.
Con música de Guillermo Barbieri realiza los tangos “Guaminí”, “Tierra hermana”, “Besos que matan”, “Barrio viejo”, el vals “Alicia”, el estilo “Salve patria” y el shimmy “Qué lindo es el shimmy”.
Con música de Rafael Rossi hace los tangos “Por el llano”, “Ave cantora”, “Perdonada”, “La milonga” y los más conocidos “Fiesta criolla”, y “Senda florida”, además del popular vals “Rosas de abril”.
Con Miguel Correa hace “Flor de cardo”, “Trapito” con los hermanos Servidio, “Soñando” con Paquita Bernardo, “Sueños” con Ciriaco Ortiz, “El pibe [b]” con José Pécora, “Tu mirada” con Juan Rosito, “Ave sin rumbo” con Gardel-Razzano, “Una lágrima” con Nicolás Verona, “Vida amarga” con Pascual Mazzeo, “Meditando” con [[Hugo L'Eveque, “Falsas promesas” con Ángel Domingo Riverol, “Te fuiste hermano” con Alberto Tavarozzi, el vals “Mala suerte” con José María Aguilar, la ranchera “Mañanita de Campo” con Ángel Riverol, y finalmente con Esteban González, el shimmy “Sonrisas”. Éstos son los 29 temas que le canta Carlos Gardel.
Cárdenas escribe poesía culta que queda esparcida y publicada sólo en revistas nacionales de la época, de las cuales es un constante colaborador: Fray Mocho, P.B.T., El Alma Argentina, Clarinada y El Alma que Canta, entre otras.
Es buen guitarrero. Toca la guitarra criolla por música y tarareaba a media voz, todo finura, cuando componía alguna canción o creaba una melodía.
En 1919, participa en el conjunto gaucheso Gloria, patria y tradición, que era una agrupación tradicionalista del barrio de Parque de los Patricios centro sur de la ciudad de Buenos Aires. Ahí actúa en sus comienzos el guitarrista Guillermo Barbieri.
Cárdenas es profesor de guitarra y enseña a mucha gente, su medio de vida es la enseñanza y el cobro, en aquel tiempo misérrimo, de los derechos de autor, preparando recetas en una farmacia de su barrio.
Quiere profundizar sus estudios de guitarra, estudiando con el mismísimo Barbieri, al solo efecto de acompañar a Carlos Gardel, ese deseo no se cumple.
Conoce a Gardel en una reunión de autores y compositores de música popular, donde concurren importantes figuras del género. En una parte, su guitarrista Guillermo Barbieri le comenta al cantor que ahí está presente Eugenio Cárdenas. Gardel no lo conoce personalmente pero lo distinguía mucho como autor, a través de algunas obras que ya le había grabado.
El poeta hasta ese momento quiere pasar inadvertido, turbado por la presencia de Gardel, a quien idolatraba. Se queda duro en su sitio cuando el cantor pregunta extrañado cómo Cárdenas no iba a saludarlo para conocerlo. Barbieri le indica donde está, antes de que se lo pudiera presentar, Gardel va a su encuentro y le estrecha en un fuerte abrazo.
Después tiene conceptos de elogio hacia él como letrista, felicitándolo y demostrándole su sincera admiración y afecto. Cárdenas no podía creer lo sucedido y no salía de su asombro debido a su timidez, por el inesperado y noble gesto de Gardel. Anécdota contada por José F. Savignano y recogida de labios de Barbieri, quien ubica la escena en el año 1926.
De su obra autoral se destacan, aparte de los ya nombrados, el vals “Trovas galanas” y “Yo soy la milonga”, junto a Barbieri; con música de Rafael Rossi “Lamento criollo”; “Vieja milonga” con música de Samuel Castriota. Le pone letra a “Sábado inglés” de Juan Maglio (Pacho), “Queja gaucha” de Augusto Berto.
Le agrega letra al famoso tango “Nueve de julio (Cárdenas 1)” de José Luis Padula, distinta a la agregada al mismo tema por Lito Bayardo. Lo curioso es que en el año 1961, los sucesores del compositor inician juicio para erradicar los versos adosados tanto por Cárdenas como por Bayardo. Se llega a un acuerdo por el cual deben figurar las dos letras juntas en la partitura compartiendo la autoría de la obra. Alberto Marino lo graba con los versos de Cárdenas acompañado por la orquesta de Osvaldo Tarantino y Agustín Magaldi lo registra con los versos de Lito Bayardo.
Muerte
Eugenio Cárdenas fallece el 1 de enero de 1952, en Buenos Aires, Argentina.
